Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AL FINAL DE LA NOCHE por Amaya Kurau

[Reviews - 403]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

Capítulo L

Desesperación 

 

A esa distancia la luz que provenía de esos grandes lobos plateados resplandecía con fuerza; y las ramas que se retorcían y entrelazaban mientras destruían el castillo sin piedad, los hacían parecer vivos.

La energía que sentía era abrumadora e incluso siendo él un sangre pura, por un momento sintió temor de tanto poder. Su corazón latía con tanta fuerza que podía escuchar el pulso en sus oídos. Zero era lo único en lo que podía pensar. Parte del poder que sentía pertenecía a él.

¿Desde cuándo tenía tanto?, mejor dicho ¿Por qué tenía tanto poder?

Aunque no deseaba pensar en eso, sentía como si Zero le hubiese estado ocultando cosas. Le dolía sentir que no le tenía la suficiente confianza. Le dolía saber que pese a todo, el amor que sentía por él no era suficiente todavía. Pero ante todo le dolía estar lejos de él, saber que estaba en peligro y no poder hacer nada. En verdad era muy doloroso; porque él, él era capaz de hacer cualquier cosa por Zero. Y ahora que miraba ese despliegue de poder y sólo podía sentir en esos lobos la necesidad de eliminar a cualquier vampiro, sentía también que estaba perdiéndolo.

Un nudo se formó en su garganta y cerró los puños con fuerza. Él aún no estaba dispuesto a darse por vencido. Miles de años habían tenido que pasar para poder conocerlo, para poder amarlo. No, no podía perderlo.

Al instante comenzó a desplazarse a gran velocidad entre los árboles cuyas ramas se agitaban a su paso a causa de la energía que desprendía. Aquella escena en la lejanía se apreciaba con claridad pero eso no significaba que el lugar estuviera cerca.

Continuó avanzando en medio del bosque, el viento golpeaba su rostro y el cielo rugía con fuerza al tiempo que iluminaba la oscuridad. Lo lúgubre de esa noche representaba lo que  anegaba su corazón.

“¿Zero?”

“¿Ummm?”

“¿Te arrepientes de lo que sucedió?” 

“¿Quisieras que lo hiciera?”

“Sabes que no”

“No, no me arrepiento”

“Me alegro… Zero, te quiero… Te quiero y deseo que aceptes ser mi amante para siempre… deseo que estés a mi lado por el resto de nuestra existencia”

“¡Vaya propuesta!, ¿no crees que es muy precipitada?”

“Llevo toda una vida esperando por ti, para nada es precipitada para mí. Estoy dispuesto a hacer lo que me pidas, soy tuyo Zero, acéptame”

“Idiota… ¿no lo he hecho ya?” 

Con el corazón oprimido, Kaname recordaba aquello cuando un fuerte sonido resonó en el bosque y un dolor le escoció el hombro derecho. Era un dolor que sabía sólo podía producir una cosa. Un arma de cazador. Se detuvo y se giró hacia donde sus sentidos le indicaban.

A cierta distancia, un hombre de pelo negro corto y ojos oscuros le apuntaba con un rifle. Era un cazador, y no estaba solo; muchos más lo acompañaban y portaban armas también.

Se tocó el hombro y luego miró  sus dedos, estos estaban manchados con su sangre y como era de esperar, no sanó con la misma rapidez con que lo haría normalmente.

-   Ustedes… - Kaname frunció el ceño molestó y sus ojos brillaron en carmesí.

-   Hola Kuran. Hemos venido a saludarte – Dijo el pelinegro que le había disparado y que él reconoció como Saya Naoto, el cazador que participó en el ataque y secuestro de Zero hacía meses y que logró escapar de él.

-   Así que cazadores como ustedes han caído tan bajo – dijo despectivamente - Mira que servirle a un vampiro. Creí que los odiaban.

-   ¿Odiarlos?, yo más bien diría que los despreciamos y eliminarlos es nuestro trabajo... Aunque eso es algo que sin duda se les ha olvidado a nuestros últimos presidentes… Hmmp… Como sea, nosotros al menos no estamos tan ciegos como para darlo todo por una asociación que se está desmoronando por ideales absurdos que sólo pondrán en mayor peligro a los humanos. Los vampiros no son más que monstruos cuyo fin es usarnos como alimento, jamás podrá haber una coexistencia pacífica con ellos. Kiryuu debería saberlo mejor que nadie; pero siempre ha mostrado debilidad hacia los sangre pura que no nos sorprende que sea incapaz de proteger aquello por lo que existimos. Por eso nosotros nos haremos  cargo.

-   Disculpa, pero nada de lo que afirmas está sucediendo por los ideales de Zero o de Cross.  Supongo que la respuesta más honesta que podrías haberme dado seria que desde un principio no estaban de acuerdo en que alguien tan joven se convirtiera en su presidente y menos siendo éste un vampiro. No les importa siquiera que él sea el mejor cazador de vampiros. En sí no aceptan a Zero, no por sus ideales sino por ser un vampiro. Y eso es algo contradictorio dado que se han aliado con uno para destruirlo. Quizá la respuesta más acertada es que también hubo bastante dinero de por medio ¿cierto?

-   Jajajaja… Supongo que lo descubriste.

-    Se arrepentirán de esto.

-   De lo único que nos podríamos arrepentir es por no haber podido hacernos con Kiryuu antes y entregárselo a él. Tal vez hubiésemos prevenido tantas muertes de humanos y colegas.

-   Espero que seas consciente de lo que estás diciendo, porque no creo que Liam vaya a cumplir lo que sea que les prometió.

-   Lo sabemos. Siempre lo hemos sabido. Pero no podíamos dejar a Kiryuu al frente de la Asociación. Como los has dicho, desde un principio nunca estuvimos de acuerdo en que fuera electo como nuestro presidente y cuando nos llegó la información de que un sangre pura lo quería en su poder y que eliminaría a cualquiera que se interpusiera, incluidos tú y la asociación; supimos que se desataría un enfrentamiento por su causa. Así que digamos que lo que hay entre Eyre Liam y nosotros, es una alianza que nos beneficia para obtener lo que deseamos. El dinero es algo extra.

-   Hmmp…

Kaname los miró con desprecio. Estos hombres eran egoístas. Por el hecho de que Zero era un  vampiro lo despreciaban y no confiaban en él. Poco les importaba que también  fuera un cazador y que hubiese sido humano. Escudaban sus acciones bajo la excusa de un bien mayor que desde su perspectiva era algo tan absurdo por el simple hecho de que así como no conocían a Zero, tampoco conocían a Liam y mucho menos a él.

Pero si Zero lo supiera, sin duda los disculparía y querría protegerlos como al resto de los humanos, sólo por eso, por ser humanos. Zero era amable, pero él no. Se concentró y extrajo a Artemis de nuevo e hizo que tomará su forma original.

Los cazadores al ver eso, se pusieron en guardia; sin embargo, estando a punto de lanzarse al ataque, un nuevo temblor sacudió el suelo bajo sus pies acompañado de una nueva oleada de energía. La energía de Zero mezclada con la de Liam. Su corazón sufrió una nueva punzada y se giró hacia el lugar de donde provenía esa energía. Zero estaba peleando. Su Zero se estaba enfrentando a Liam. No podía perder más tiempo.

-   Hmmp… Parece ser que Kiryuu está dando pelea.

Kaname se volvió hacia el cazador y lo miró furioso. Los otros no habían abierto la boca pero sonreían con ironía.

Naoto volvió a apuntarle con el arma y disparó. Kaname evadió el disparo con un veloz movimiento y apareció frente a él; sin embargo no tuvo tiempo de acertarle un golpe ya que dos disparos más resonaron con fuerza.

Eran cazadores hábiles. Fue su primera impresión. Apareció detrás de uno y le rompió el cuello y luego estuvo a punto de eliminar a otro cuando el roce de una bala le dio en la pierna y le hizo trastabillar. En ese instante varias dagas salieron disparadas a gran velocidad contra él y apenas tuvo tiempo de rechazarlas con Artemis. Quiso tomar la más cercana de éstas para usarla, pero ésta lo rechazó. Además de metal madre estaban provistas de encantamientos.

Estos cazadores eran buenos. A diferencia de los vampiros sabían trabajar en equipo bastante bien, y sobretodo, sabían cómo enfrentarse a un sangre pura. Ataque a distancia, para eso estaban entrenados. Él no podía usar su poder mental con ellos; y sus ataques de telequinesis eran evadidos. Sólo le quedaba el ataque físico. Sin embargo estaba débil por las anteriores peleas y beber sangre de ellos no era una opción; en especial porque eso Zero jamás se lo perdonaría. Levanto de nuevo a Artemis y volvió al lanzarse al frente.

Un nuevo retumbar del cielo y una nueva vibración del suelo con una oleada de energía, volvieron a oprimir su pecho. Y en medio de todo, una sensación de desesperación recorrió su cuerpo.

Zero

La energía de Zero se había vuelto oscilante y disminuido. La de Liam permanecía. Eso despertó más su ansiedad y miedo.

Varios ataques más aparecieron. Cazadores caían, pero no tantos ni tan rápido como deseaba; y la  desesperación comenzaba a hacer mella en él. Ahora ya tenía dos heridas profundas, una en el costado y otra en una pierna, pero eso no podía detenerlo. Miró a su alrededor. Estaba rodeado.

El fuerte retumbar del cielo y una nueva sacudida, se presentaron.

-   Zero… - Susurró y apretó con fuerza el arma.

Naoto al verlo sonrió y disparó nuevamente su arma al igual que lo hicieron otros. Él evadió varios de los disparos pero uno de ellos rozó su mejilla y otro su hombro. Apenas los disparos cesaron, casi instantáneamente varios cazadores aparecieron con espadas cerca de él; sin embargo, justo en el momento en que iban a acertar su ataque, se escucharon nuevamente varios disparos y entonces varios de esos cazadores se desplomaron y otros fueron arrojados lejos e impactaron contra los árboles; los demás se detuvieron en seco.

Kaname por un segundo se quedó confundido pero de inmediato reaccionó; y al hacerlo, se dio cuenta que tras él se encontraba Ichijou y a varios metros más, se encontraban Yagari acompañado de Kaien, Takamiya y el joven pupilo de Zero.

-   Así que aquí se encontraban las ratas – dijo Yagari en total calma pero con un tono de voz despectivo, mientras apuntaba con su escopeta en su dirección.

Todos los cazadores al oírlo se quedaron rígidos. El punto era que  sabían perfectamente que estaban frente a unos de los mejores cazadores.

-  Kaname kun – Kaien se acercó aprisa a él – ¿Te encuentras bien? – preguntó preocupado.

-   Si. Tu…

Kaname levantó la vista por instinto hacia el bosque, con la esperanza de que Zero apareciera, pero…

-   Lo siento, él se quedó allá. - dijo Kaien en tono afligido.

-   Lo siento Kaname… no pudimos hacer nada – intervino Ichijou  a su espalda. Kaname se giró y lo miró sin decir nada.

El noble se veía cansado, su ropa bajo la gabardina que traía puesta estaba manchada de sangre, pero no parecía herido y ante todo su mirada lucía decidida. Portaba su katana y él había sido quien lo ayudó golpeando a los cazadores.

El verlos a todos allí le hizo sentir cierto alivio al saber que Zero logró rescatarlos tal como quería. Pero también comprendió que Zero ahora peleaba sin restricciones y eso en vez de tranquilizarlo lo angustió más.

-   Date prisa y vete – Como si leyera su sentir, se escuchó repentinamente la voz de Kaito, quien se acercó y se situó al lado Ichijou. Él lo miró a los ojos. El cazador lo observaba inexpresivamente, pero comprendió que sabía. Sabía que amaba a Zero – Vamos, ¿Qué esperas?, ¡Vete ya!. Nosotros detendremos a estos traidores.

-   Takamiya san…– intervino repentinamente Naoto desde la distancia, con una media sonrisa cínica – Yagari san lo sabe bien, ya lo ha comprobado por sí mismo. No podrán detenerlos. No va a resultar.

-   Pues yo creo que si – Una voz diferente resonó y Kaname se giró de golpe.

 

Aidou, con los ojos en carmesí, había aparecido en una de las ramas de un árbol; el cual al ser tocado por él se fue congelando poco a poco. Seguido de Aidou aparecieron también Ruka, Seiren, Shiki, Maria y muchos otros nobles.

-   ¿Qué hacen aquí? – Cuestionó Kaname  molesto.

-   Lo siento Kaname sama; pero ya que hemos cumplido sus órdenes, decidimos venir a ayudarlo – respondió el noble con total seguridad,  pero con las mejillas ruborizadas – El senado ha sido tomado y los prisioneros que tenían en su poder, liberados. En cuanto a la asociación, ésta está siendo protegida por Isaya dono. Y ahora, el ejército que se ha formado con los vampiros que lo apoyan a usted se ha divido para restablecer el orden. Nosotros lamentamos no haber podido llegar antes pero tuvimos que hacernos cargo de algunos vampiros que parecía había perdido a sus líderes y estaban provocando desastres.

Al escucharlo, Kaname no pudo evitar sonreír.

-   Kaname sama – habló Ruka – quizá debería confiar más en nosotros.

-   Ya habrá tiempo de hablar de eso – intervino Shiki con total calma – acabemos con esto. Rima y mi hijo están esperándome en la asociación.

-   Como siempre tan expresivo, Senri – lo amonestó Aidou – espero que cambies cuando él nazca.

Kaname recorrió con la mirada a todos sus nobles, ellos habían llegado hasta allí por él. Una sensación de calidez recorrió su cuerpo.

-   Kaname sama, no está solo; por favor no se preocupe por nada más y vaya por Kiryuu – agregó Aidou. En su mirada Kaname descifró que él  también sabía de sus sentimientos por el cazador.

-   Hágalo por favor – dijeron también Ruka y María; y los demás nobles hicieron una reverencia en señal de estar de acuerdo.

-   Ya escuchaste Kuran. Nosotros no pudimos hacer nada pero tú tienes que rescatarlo – dijo Kaito. Y luego en un susurro agregó - Zero está peleando por ti. Por qué te ama.

Kaname no dijo nada, sólo asintió y sin más se puso en marcha al instante desplazándose a gran velocidad por el bosque.

Mientras avanzaba  se escucharon varios disparos, pero de soslayo pudo ver como la energía resultante de algunos de los poderes de sus nobles se interponía cubriéndolo e iluminaba el bosque. Sin mirar atrás y confiando en ellos, se alejó lo más rápido que pudo en dirección al castillo.

 

[….]

 

Las enredaderas brotaron de golpe y entrelazándose se esparcieron velozmente hasta crear dos grandes lobos que perforaron los muros y se extendieron hacia el techo.

El despliegue de energía hizo que todo alrededor vibrara; y el derrumbe de gran parte del castillo ocasionó que el suelo temblara con fuerza bajo sus pies.

Liam que fue impactado por aquellas enredaderas salió disparado y chocó contra uno de los muros y lo perforó.

El piso siguió cimbrando por unos segundos más hasta que la energía producida por el despertar de la Bloody Rose se estabilizó. Zero irradiaba un aura plateada la cual era más intensa en su brazo derecho debido a las enredaderas que brotaban de la pistola y lo rodeaban o se introducían en él para beber su sangre. No sentía dolor a causa de eso como antaño, pero el que la Bloody Rose desplegara todo su poder, seguía siendo agotador.

Mientras se acostumbraba a ella, una ligera sensación en la frente le hizo tocársela con la otra mano y mirar sus dedos. Estos estaban manchados de sangre, la cual se deslizaba en un fino hilo desde su sien hasta su mejilla. Al parecer, aunque ya no había ninguna herida presente, fue lastimado por el segundo ataque de Liam que había intentado apresarlo antes de que recuperara su pistola.

Frotó sus dedos entre si haciendo desaparecer los restos de sangre y luego miró a su alrededor observando como las enredaderas con espinas invadían el lugar. Luego miró nuevamente su mano donde tenía la pistola. Nunca imaginó que fuese capaz de hacerla despertar de éste modo. La última vez fue gracias al poder de Yuuki, pero ahora el poder que mantenía a la Bloody Rose en su verdadera forma, era completamente suyo.

El arma se adhería a su brazo con firmeza y sus ramas como enredaderas que emulaban a rosales, se fundían en su cuerpo y bebían su sangre convirtiéndose en una  extensión más suya.

-  Te has vuelto bastante poderoso – La repentina voz de Liam hizo eco en el lugar atrayendo su atención - Supiste muy bien como ocultarlo.

El vampiro con una sonrisa de lado, salió del hueco en la pared limpiándose el hilo de sangre que había brotado de uno de sus labios. Se sacudió el polvo y se acomodó la camisa negra mientras miraba a su alrededor.

-   Sin duda tu poder es equiparable al de Kaname. ¿Lo obtuviste bebiendo su sangre?

-  No… lo obtuve gracias a ella – dijo Zero frente a él, impasible.

Liam lo miró por un par de segundos sin decir nada. Pero luego volvió a observar a su alrededor. Ramas de la Bloody Rose se entrelazaban fuertemente hacia el techo y muros y los atravesaban. Con un ligero crujido, rocas caían de vez en cuando y chocaban contra el piso haciéndose pedazos. Para el sangre pura, si lo veía de una manera divertida, sin duda Zero lo había cazado encerrándolo en una hermosa  jaula plateada.

-   Esa arma es bastante peligrosa. Nunca imaginé volver a verla actuar. En manos de Kaname realmente era un monstruo. Creí que era por ser él quien la empuñaba, pero ahora veo que es inherente de ella misma. Esa arma realmente quiere eliminar vampiros, me sorprende que siendo tu uno te obedezca tan bien como lo obedecía a él. Sin embargo, no creo que sea suficiente para detenerme cómo has dicho.

Liam dijo eso ultimo mientras intentaba tocar una de esas ramas, sin embargo ésta desprendió una descarga eléctrica visible en rechazo. Él sólo sonrió.

-   Yo creo que sí – afirmó Zero.

-   ¿En verdad?... lo que yo puedo ver es que el simple hecho de despertarla es agotador. Me he enfrentado antes a ella y sé que a diferencia de todas las demás armas anti vampiros existentes, ésta se alimenta de la sangre de su dueño y de ella obtiene su poder. Fue un arma peculiar que Kaname creó para sí mismo. No puedo creer que te la haya dado cuando conoce las consecuencias de usarla. Podría drenar por completo tu sangre, él debería estar consciente de eso. No debió dártela.

-   Él no me la dio. Fue mi padre quien lo hizo.

-   ¿Estás seguro?...

Zero no respondió a esa pregunta, sólo apretó con mayor fuerza la pistola.

-   No me importa el origen ni los motivos de la creación de la Bloody Rose; en este momento me pertenece a mí. Y la única manera en que podrías tenerme sería derrotándonos a ambos.

Ante aquellas palabras Liam volvió a sonreír.

-   Muy bien, si eso es lo que necesito, supongo que sólo tengo que esperar  un poco…

Apenas dijo eso, antes de que Zero pudiera reaccionar, Liam apareció frente a él; sin embargo, un muro de enredaderas se atravesó  entre ambos y desprendió una descarga eléctrica que le impidieron al sangre pura tocarlo.

-   Increíble. Eres mejor de lo que esperaba. ¿Kaname sabe tu secreto?

-   Que te importa – espetó Zero.

Liam sonriendo volvió a guardar su distancia del cazador desapareciendo de su rango de visión en un parpadeo.  Al mismo tiempo que lo hacía, Zero hizo dos disparos hacia la derecha. Aunque sorprendido por la intuición del cazador por predecir donde aparecería, Liam logró esquivar los disparos con facilidad e hizo aparecer una espada de su sangre y cortó varias de las enredaderas que casi al instante  también lo atacaron.

Para Liam, Zero era bueno. No sólo usaba el arma en la mano, sino que dominaba casi a voluntad las demás enredaderas; y aunque éstas no eran tan rápidas como él, no por ello dejaban de ser letales. Cortó más de esas ramas afiladas e hizo condensar su energía en la palma de su mano y la arrojó contra Zero. Él la evadió sin dificultad instantáneamente pero ésta destruyó un muro tras él ocasionado que grandes bloques de piedra cayeran rodando por el precipicio con un fuerte estruendo y ocasionado que el castillo se cimbrara de nuevo.

-   Maravilloso. Debo confesar que estoy disfrutando de este encuentro.

-   Lamento no poder decir lo mismo.

-   ¿Ah no?, creí que sí. Eres un cazador después de todo. Tu objetivo era eliminar vampiros ¿cierto?. Eliminaste muchos en el pasado. Y no hablo de aquel otro pasado, sino uno más reciente – Zero frunció el ceño molesto. – Pero lo comprendo, ¿cómo no hacerlo cuando Kaname te arrebató tantas cosas?, tu familia, el amor de esa niña, tu humanidad, tu futuro. Todo lo perdiste por causa de un vampiro. Ahora eres despreciado por ambas razas. No perteneces a ninguna.

Zero siguió sin responder. Entonces Liam miró hacia el exterior por uno de los espacios derrumbados de la pared. La noche seguía avanzado y muy pronto amanecería. El viento se filtraba por varios resquicios hacia donde estaban, olía a lluvia, a cenizas y a sangre.  Sonrió despectivamente. Entonces volvió la vista de nuevo hacia Zero.

-   Pero aun así, a pesar de todo quieres protegerlos a ambos y te niegas a quedarte conmigo. ¿Crees que yo soy tu enemigo?, ¿piensas que podría hacerte daño?

-   ¿Cómo saberlo?, No sé ni siquiera quien eres en realidad. Pero efectivamente, quiero proteger a humanos y vampiros por igual. No me importa lo que pienses. Era el sueño de Libelle, el de Yuuki, es el de mi padre Cross y es algo que yo también deseo.

Liam volvió a mirar el exterior y frunció el ceño.

-   Sólo ideales estúpidos… - susurró - Te mostraré la verdad.

Apenas dijo eso, en un veloz movimiento, incluso más rápido que los anteriores, Liam  apareció a un costado de Zero y lanzó un golpe con su puño hacia él. Las enredaderas protegieron a Zero pero la energía producida por el impacto fue más fuerte, que el cazador salió disparado varios metros chocando contra un muro y atravesándolo hasta caer en el piso de lo que fue el vestíbulo. Al instante, completamente aturdido, Zero se intentó incorporar pero Liam apareció tras él y con ayuda de su sangre lo inmovilizó.

El vampiro tenía los ojos en carmesí intenso y lo miraba fríamente. Ante aquella mirada Zero se estremeció e intentó moverse pero Liam lo sujetó con mayor fuerza e inmovilizó el brazo que portaba la Bloody Rose y se inclinó hacia él para morderlo.

No…

Zero se agitó para deshacerse del agarre, pero no lo iba a lograr a tiempo.

Sin embargo, para su sorpresa la mordida no llegó y él aprovechó eso para concentrar su energía y alejar de golpe al vampiro.  Quien sorprendido se cubrió ligeramente el rostro y se alejó de él no sin antes recibir algunos rasguños de las enredaderas de la Bloody Rose que también se habían lanzado contra él. Estas golpearon el piso donde había estado parado cuando las evadió, perforándolo.

Cuando Zero, ya repuesto, se giró para encararlo; no pudo evitar sentir un nuevo estremecimiento. Había algo en la mirada del vampiro que lo descolocó y le hizo sentir una punzada en el pecho. No era diversión o enojo, ni siquiera deseo, sino… ¿tristeza? 

Zero no esperó a averiguarlo. Concentró nuevamente su energía y al desplegarla de nuevo el vampiro se alejó un poco más. 

Aunque aquella mirada en Liam se esfumó tal como había llegado, de la nada; y volvió a sonreír. Zero sabía que pudo haberlo mordido en ese descuido. No debía bajar la guardia ni confiarse ya que al parecer el sangre pura conocía su secreto.

Mientras Zero divagaba en esto, Liam concentró nuevamente su energía para repetir el ataque anterior pero Zero con un veloz movimiento logró evadirlo de nuevo. El golpe de esa energía  dio contra otro muro destruyéndolo.

A partir de ese momento, más que el sonido del retumbar del cielo, de las rocas chocando contra el acantilado o golpeando contra el piso; era el choque de la energía que ambos irradiaban lo que hacía vibrar todo a su alrededor.

Las enredaderas afiladas y con espinas buscaban hacerle daño al sangre pura y éste las cortaba cada vez que se le acercaban. Sólo un par de ellas había logrado herirlo en uno de sus brazos y en una mejilla. La sangre que brotaba de esas heridas que tardaban en sanar, se deslizaba hacia su cuello y por su brazo hasta su muñeca y caía a pequeñas gotas hacia el piso.

Zero también estaba herido pero no de gravedad. Su pierna tenía una herida que  sanaba muy lentamente y otra en el brazo izquierdo. Aun así se mantenía con una expresión fría en el rostro, pero era el sangre pura el que parecía estar disfrutando de ese encuentro. Con cada choque entre ellos sonreía complacido e intentaba alcanzarlo. Él lo evadía pues sabía que sí Liam volvía a atraparlo, esta vez si todo terminaría.

En cuanto al sangre pura, éste  enviaba ráfagas de energía que cortaban varias ramas de la Bloody Rose que se cruzaban en su camino intentando frenarlo, pero al instante nuevas aparecían  haciéndole imposible llegar hasta Zero completamente.

Esa era una ventaja para en cazador, quien sin embargo, al igual que el vampiro, era consciente de que no duraría para siempre pues su dominio sobre la Bloody Rose aun no era perfecto.

Zero también sabía que aunque fuera muy poderoso ahora, no era suficiente y también sabía que el sangre pura lo había notado. La Bloody Rose consumía su poder a través de su sangre, y como éste había dicho, bien podría drenarlo. Pero no podía flaquear, tenía que detener a Liam a como diera lugar, o al menos debilitarlo lo más que pudiera. Kaname en este momento se estaba enfrentando a los otros sangre pura, lo sabía, podía sentirlo. Si dejaba que Liam lo derrotara y fuera tras él...

Un estremecimiento recorrió su cuerpo y a su pesar la imagen de Kaname acudió a su mente. Kaname sonriéndole, Kaname mirándolo con ternura, Kaname protegiéndolo. 

Mientras pensaba en el castaño, repentinamente Liam apareció cerca de él. La reacción de  Zero al evadirlo fue veloz, pero no tanto como el movimiento del vampiro; quien al intentar sujetarlo, lastimó su pecho al rasgar su camisa. Zero oprimiendo la herida guardó distancia con él sangre pura, pero éste no lo siguió. Con los ojos en carmesí miró sus dedos manchados de sangre.

Los observó por un momento detenidamente, como si dudara en algo. Entonces su expresión se volvió confusa por un instante, pero casi de inmediato retornó a la fría expresión de antes y sin más se llevó lentamente los dedos a los labios y deslizó su lengua por ellos. Zero apretó la mandíbula al verlo hacer eso.

-   Tu sangre sin duda es deliciosa, Zero. En realidad… No comprendo… ¿Porque te resistes tanto? – Liam preguntó esto no mirándolo a él sino a sus dedos antes manchados de sangre - ¿sabes? – continuó - Lo que menos deseo es hacerte daño – Al decir esto último Liam levantó la vista hacia él y Zero volvió a estremecerse. La mirada del vampiro era de dolor. – Yo en verdad no quiero lastimarte Zero. No quiero luchar contigo…

El cazador no dijo nada, sólo se lo quedó mirando. En los labios de Liam se dibujó entonces una débil sonrisa que concordaba con su mirada y sus ojos retornaron de nuevo a su color original.

-   Sin embargo, ¿Lo sabes, no? – continuó el vampiro.

-   ¿Saber qué?

-   Que en este momento soy más poderoso que tu… Que sólo he estado jugando y que si quisiera ya te hubiese podido capturar. También sabes que tu poder de cazador no sirve, que el que obtuviste de él al beber su sangre no es suficiente para detenerme y que el poder que posees de ella tampoco lo es pues no tuviste tiempo de asimilarlo.

-   ¿Desde cuándo sabes que…?

-   ¿Qué posees parte de su poder?. Desde que desplegaste tu poder hace treinta años en la academia Cross. Ese día yo estaba allí observándote. No tenía nada que ver con esos vampiros que atacaron, incluso yo mismo quise eliminarlos, pero fuiste tú quien lo hizo al final.  Ese día visitaba el lugar donde se encuentra sepultado Ichiru, cuando ellos atacaron…. Debí llevarte conmigo entonces; pero cometí el error de no hacerlo. Si lo hubiese hecho quizá nada de lo que esta pasado hubiese sucedido. Quizá yo hubiese desistido. Pero no lo hice…

    >… Ese día todos creyeron que desplegaste tal poder gracias al de esa niña sangre pura que se sacrificó, incluso Kaname al parecer lo creyó. Pero si no hubiese quedado patéticamente inconsciente durante la lucha, quizá también se hubiese dado cuenta que era tu poder el que había despertado. En cuanto a ti, tú no te diste cuenta  porque  no sabías nada de Libelle.

-    ¿Por eso te obsesionaste conmigo?

-    Yo solo te quiero de regreso a mi lado.

Zero pasó saliva. Su garganta estaba seca.

-   Nunca he estado contigo – dijo con voz ronca. – y nunca seré ella.

Liam aparentemente sin escuchar aquello, guardó silencio y miró nuevamente hacia el exterior. Ya estaban casi al final de la noche. Entonces lanzó un suspiro audible y al percatarse de uno de los floreros con lirios tirado en el piso, tranquilamente se dirigió hacia él y ante la atenta mirada de Zero, se inclinó y tomó una de las flores. Sin embargo ésta se deshojó al instante. Liam se quedó mirado los pétalos que cayeron al piso. Después de unos segundos volvió a mirarlo él. Otra vez allí estaba esa mirada triste en esos ojos verdes.

-   Sí, es cierto – dijo dejando caer el tallo de la flor al piso y Zero pudo ver que por primera vez la mirada del vampiro era completamente lucida -  Aunque me esforcé, en verdad, yo no deseo que seas ella Zero. Nunca podrías ser ella…  - Ante esas palabras Zero lo miró sorprendido – Tu eres muy diferente a Libelle. Ella nos traicionó a ambos, a Kaname y a mí. Quizá por eso él se enamoró de ti. Quizá por eso me enamoré yo de ti… porque no eres como ella.

-    ¿Qué dices?

-    Eso, que tú te convertiste en nuestra nueva oportunidad tal y como en su momento lo fue ella. En ese entonces ambos estábamos solos Zero, ella fue nuestra luz, nuestra salvación. Pero luego, se marchó dejándonos atrás, sumidos en la oscuridad. Al final, ninguno de los dos la tuvo…. ¿Sabes?, Ella quería un mundo en paz, sin embargo, después de marcharse ambos destruimos ese sueño o al menos la posibilidad de que algún día pudiera lograrse.

-   Kaname ha estado trabajando para lograr que suceda.

-   ¿Y realmente crees que es algo que él desea?, ¿no te has puesto a pensar que quizá lo haga por la culpa que siente al haber hecho lo que hizo.

-   ¿De qué hablas?

-   Tú lo amas ¿cierto?. A él, al intachable Kaname. ¿Acaso le conoces en verdad?, Él miente con facilidad, ya deberías saberlo. ¿Te dijo la gran cantidad de humanos que asesinó en el pasado y la gran cantidad de ellos de los cuales se alimentó?… Aquellos humanos por los que Libelle se sacrificó en el pasado, él también los destruyó… ¿O te habló de los campos llenos de sangre que dejó tras de sí después de eliminar a tantos vampiros?… Si, quizá lo hizo,  y quizá tú amablemente intentaste comprenderlo… pero Zero, no es lo mismo escuchar una historia a vivirla…

Zero lo miró por un instante a los ojos y luego, una débil sonrisa brotó de sus labios.

-   Cierto, no lo es. Pero yo no amo al Kaname de ese entonces; de aquel de que tú me hablas. Sino al de ahora; al que puedo tocar, al que puedo ver, al que puedo sentir. 

Al escuchar aquello Liam sonrió con cierta incredulidad y decepción.

-   Ya veo… - dijo con un tono de resignación  - No hay otra manera.

Liam comenzó nuevamente a elevar su aura y está vez era en serio. Las enredaderas comenzaron a desprender descargas visibles en rechazo al  su poder.

Zero al verlo contuvo la respiración al tiempo que sentía nuevamente un despliegue de energía en la lejanía. Liam no mentía, Kaname se encontraba peleando en ese momento. 

Kaname…

Pensó en el castaño mientras observaba al vampiro frente a él. Esta vez el pelinegro no se contendría, estaba seguro. Su aura, pese a no ser visible podía sentirse con claridad y sus ojos habían abandonado nuevamente su tono verde y brillaban en carmesí.

-   Lo siento Zero. Pero si la única manera de tenerte es por la fuerza. Si así lo quieres, así será.

Antes de que Zero pudiese hacer algo, el vampiro lanzó una onda de energía que golpeó contra él y aunque logró contenerla, Liam volvió a aparecer a su costado. Él tuvo tiempo de reaccionar haciendo que una pared de enredaderas lo protegiera del impacto.

Al instante que sucedía esto, varias de las ramas salieron tras Liam, afiliadas y dispuestas a atravesarlo. El vampiro las evadió  una a una o las cortó de tajo con espadas hechas de su sangre. Las cuales extrañamente ahora no duraban mucho tiempo ya que debido al poder de la  Bloody Rose se desintegraban después de unos  cuantos cortes. Pero Liam no se detuvo. Sus ataques eran más agresivos y rápidos que antes.

Zero tuvo que comenzar a concentrarse en realidad y dejar de pensar en Kaname por el momento si es que no deseaba ser capturado. Hacer eso al parecer le permitió leer un poco mejor los movimientos del vampiro y poder evadirlos o detenerlos.

Pero Liam era poderoso y muy rápido. Al lanzar un nuevo golpe frontal arrojó a Zero varios metros hasta impactar contra un muro de enredaderas. Zero de inmediato se apartó para evitar al sangre pura que apareció frente a él y golpeó dicho muro destruyéndolo. Al instante que sucedió esto, el muro volvió a cerrarse y algunas enredaderas salieron tras el sangre pura. Liam las cortó de un tajo. Aunque una de ellas logró pasar y rasgar su pantalón hiriendo superficialmente su pierna. Como era de esperarse, la herida comenzó a sanar aunque muy lentamente. Eso no detuvo al vampiro, quien nuevamente se lanzó contra él.

Zero era consciente de que comenzaba a cansarse y al parecer Liam lo notaba también.

Se produjeron varios ataques más.  Liam estaba dispuesto a hacerse con el muchacho a como diera lugar.

Para Zero era cierto lo que le había dicho. Hasta hacía un rato  no estaba peleando en serio. Al parecer realmente no quería lastimado. Pero ahora era diferente. Logró acertar dos golpes seguidos al sangre pura e hizo que las enredaderas salieran disparadas  contra él, pero el vampiro evadió a unas y contuvo a otras con una guadaña hecha de su sangre. Esta también desapareció al primer impacto y cuando lo hizo él también. Luego reapareció junto a Zero logrando golpearlo antes de que las enredaderas se interpusieran.

Ese fuerte golpe dio de lleno contra su abdomen hiriéndolo  un poco y lanzándolo lejos contra un muro. 

Zero no tuvo tiempo de recuperarse pues al darse cuenta, el vampiro ya estaba frente a él y le arrebataba su pistola con fuerza  provocándole un gran dolor en el brazo. Al instante la sangre comenzó a manar de él y de la herida en su abdomen.

La Bloody Rose cayó lejos y al instante recuperó su forma original. En cuanto a él, quedó en el piso arrodillado y sujetándose el brazo fuertemente. Al levantar la vista Liam estaba parado a unos paso de él mirándolo inexpresivamente. La mano con que le había arrebatado la pistola  estaba herida y no se regentaba.

-   Creí que al arrebatártela también desaparecerían – Dijo repentinamente y Zero supo a qué se refería. Las enredaderas plateadas no desaparecían pese a que la Bloody Rose ahora dormía. – Como sea, parece que se han quedado quietas por el momento… Bien, pues ahora tu – le dijo.

Zero guardó silencio pero la expresión desafiante no desapareció de su rostro. Liam no dijo nada al respecto e hizo aparecer unos hilos gruesos de su sangre y estos se lanzaron contra Zero y se enredaron en su cuerpo y lo elevaron del piso.

-   Suéltame!!

-   ¿Por qué?, tú dijiste que para quedarte conmigo primero tenía que capturarte. Bien, pues ya lo he hecho.

Zero se agitó intentando liberarse, pero fue inútil. Liam sólo lo observaba mientras hacía eso.

-   Suéltame!!! – volvió a exigir.

-   Sabes que no lo haré - dijo Liam tranquilamente -  Has perdido Zero. Quizá si hubieses aguardando un poco podríamos habernos enfrentado de sangre pura a sangre pura; pero viniste hasta aquí para enfrentarme sin  saber usar tu verdadero poder y te ofreciste literalmente en charola de plata – abrió los brazos y miró las enredaderas plateadas que los rodeaban – Así que supongo que ahora terminaré lo que inicié en la academia; y cuando olvides todo, vendrás conmigo y te quedarás a mi lado.

-   Zero apretó la mandíbula e intentó zafarse nuevamente. Liam por su parte se acercó más a él e hizo que una de esas cuerdas hechas de su sangre rodeara la cabeza de Zero y la inclinara hacia un lado para darle acceso a su cuello. El cazador comenzó a sentir como su corazón aceleraba sus latidos. No podía moverse y la pistola estaba muy alejada de él y el aroma de su propia sangre proveniente de sus heridas comenzaba a marearlo. Liam se acercó un poco más y lentamente se inclinó sobre su cuello. Zero cerró los ojos con fuerza; casi podía sentir el aliento del vampiro sobre su piel.

-   Ka…name.

Fue apenas un susurro pero Liam lo escuchó claramente. Abrió los ojos desmesuradamente y se  detuvo. La voz de Zero había sonado trémula y con un matiz de temor.

Ante eso Liam sonrió con tristeza y dejó escapar un ligero suspiro; y para sorpresa de Zero, en vez de morderlo cerró los ojos y apoyó su frente sobre su hombro. Allí permaneció por un rato hasta que finalmente habló sonriendo.

-   Hmmp… Así que así sin las cosas…. Al final de cuentas no puedo hacerlo…

Al escucharlo, Zero abrió los ojos sorprendido. El vampiro sin embargo continuó en esa posición un poco más.

-   Y aunque pudiera Zero, tú seguirías llamándolo una y otra vez ¿Cierto?.... Pero además, no serviría de nada porque al final de cuentas, tú no eres ella.

-   Es lo que te he tratado de explicar.

-   Hmmp… Lo sé, siempre lo he sabido… pero a pesar de todo yo te quiero para mí, Zero. Te amo y te deseo tanto que no puedo pensar con claridad... Te deseo tanto que duele…. Tanto que no puedo siquiera respirar en ocasiones…. Sin embargo tú lo quieres a él.

Liam se alejó un poco y lo miró con tristeza mientras acariciaba su mejilla. Zero a su pesar se estremeció.

Luego, el vampiro a la fuerza hizo qué una de las cuerdas hechas de su sangre elevara el brazo herido de Zero hacia él. Al tenerlo a la altura de su rostro, se acercó y lo tomó dispuesto a limpiar la sangre que brotaba. Pero aunque se inclinó, para sorpresa nuevamente de Zero, no lo hizo tampoco; sólo aspiró su aroma. Aun así Zero pudo notar en el rostro del vampiro que se reprimía de hacerlo.

-   ¿Por qué Zero?...

 

Notas finales:

Hola. Lamento la tardanza. Tuve algunos problemitas que me impidieron publicar pero he aquí el capítulo. ¿Que les pareció?, ¿Les gustó?; espero que si. 

A pesar de todo, finalmente terminé de escribir la historia así que subiré un capítulo semanal o quizá en menos tiempo.  Contando éste, faltarían tres más. La verdad eliminé el archivo accidentalmente y en la nube sólo tenía guardado hasta el cuarenta y cuatro. Por lo que tuve doble trabajo ya que la última vez que respondí reviews había terminado éste y el siguiente pero por error al estar depurando mi compu, eliminé varios archivos que no tenía intención de eliminar; entre ellos el de esta historia, así que los reescribi. No quedaron igual pues mucho ya se me había olvidado *.^. En fin. 

Les mandó un beso y por cierto agradezco mucho leyeran también "Esclavo".  Hasta dentro de unos días. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).