Capítulo 2.- Buscando información
Sasuke se levantó de su pupitre, caminando seguro se acercó hacía el rubio, el cual ahora trataba de pararse sin caer.
— Dobe, deberías tener cuidado… —Tomo su mano y noto recién su alta temperatura— Deberías ir al médico, esa es una fiebre muy alta.
— No…No te importa… —Zafó su mano de la del azabache y volvió a caer, realmente estaba mal… Su vista estaba nublándose cada vez más— Iruka-sensei… Solo necesito ir a la enfermería, de verdad…
Era realmente patético y la clase lo sabía, no… Es más creían que lo hacía por atención ya que sabían que en su hogar era ignorado, se burlaron de él con varios murmullos a su espalda, lo cual noto Sasuke.
Sasuke POV
Mi primer día en esta escuela y ya tengo una novedad, todos se están burlando de este chico, ¿será el nerd? No, no lo creo, es muy… Lindo para ser el nerd. Bueno no importa, ¡tiene una fiebre demasiado alta! Y además el Dobe no quiere que lo ayuden.
— Está bien Naruto, ve a la enfermería —Escuche como hablo el maestro… No recuerdo su nombre, no importa.
— Gracias Iruka-sensei —Ah, ese era el nombre… —Vuelvo enseguida, Kiba… ¿Me podrías pasar los apuntes…?
— Sí Naruto, solo ve —Después le preguntare al tipo perro ese, este chaval se ve muy interesante…
Salió mientras se tambaleaba, cuando salió las risas cesaron, malditos… Seguramente no saben y no se molestan en saber nada de él. Empezaron las clases, no estoy muy seguro de lo que es, nunca presto atención, total me lo sé todo.
Normal POV
Por los pasillos blanquecinos de la escuela se podía ver a un rubio, cayendo constantemente, su rumbo estaba más que claro y es que siempre era igual. Burlas, fiebre, dolor, enfermería.
Paro frente a una puerta de metal, parecía matadero con sus pintas. Toco suavemente la puerta, con las energías que le quedaban.
— Naruto-kun, ¿otra vez tú? —La voz provenía de una mujer, trabajaba medio tiempo en el hospital y otro medio tiempo como enfermera de la escuela.
— Sí… —Trato de parecer que estaba algo mejor, pero eso lo hacía ver incluso peor— Perdón por molestarte Hana…
— No, no… —Abrió la puerta una joven de cabellos castaños, de ojos color miel— ¿Qué tienes ahora? —Rio suavemente tomando a Naruto de la mano.
— Creo que ya te diste cuenta… —Dijo el chico mientras veía la expresión de Hana al tocar su mano.
— ¡¿Cómo no?! ¡Estas ardiendo en fiebre!
— Vamos, que no es para tanto —Vio como la chica se acercó con a él con un termómetro.
— Abre —Obedeció sin chistar, cuando se enfadaba era como el mismísimo diablo.
Pasaron unos cuantos minutos, en los cuales Naruto aprovechó para mirar la habitación, era muy bonita exceptuando la puerta, sus paredes color azul, acompañado de toques celestes daba un aire de relajación, seguridad y una fuerza antidepresiva, añadiéndole unas plantas, era como estar en el cielo para Naruto.
— Sácatelo —Aún estaba enfadada con él, pero no quería que se preocupara. Tomo el termómetro y lo que vio la impacto de inmediato— ¡¿40° grados?! ¡¿SABES QUE TE PUEDE MATAR?! —Naruto solo negó con la cabeza— Llamare a tus padres.
— ¡No! —La chica lo miro confundida— Iré a casa, pero por favor… NO los llames.
— Como quieras, toma —Le paso una pequeña nota con el justificante— Prométeme que iras al médico.
— Sí, iré… —Recibió la nota y se fue, ¿Qué excusa debería usar?— “Mamá me acaban de expulsar por un día, no… Se enfadaría mucho. ¡Mamá, pudimos salir antes!” —Pensaba mientras caminaba de vuelta a su clase, de todos modos le regañarían…
La puerta de la clase se abrió dejando ver a Naruto, ahora estaba más pálido, se acercó a Iruka lentamente y le entrego la nota, el último solo asintió y le dijo que guardara sus cosas.
— ¿Qué te ocurrió? Dobe… —Sasuke trato de sonar despreocupado e indiferente.
— …Mira no me siento muy bien para hablar —Estaba sacando su mochila de donde estaba, le costó ya que Sasuke se había colocado en su puesto.
— ¿Ya te vas? Yo quería hablar contigo —Ahora sonaba algo más simpático, si quería sacarle información debía serlo.
— No me interesa… De lo que tengas que hablar.
Termino de recoger todas sus cosas y salió del salón de clases, despidiéndose de Iruka y de Sasuke, solo por cortesía. De regreso a su casa camino lentamente, sabía lo que pasaría cuando llegara… Simplemente lo de siempre, su madre le regañaría y no le dejaría comer por unos días, ni siquiera su ramen. Suspiro pesadamente y luego pensó en el castigo que le daría su padre cuando se enterara de lo sucedido, cuando se enfermaba generalmente lo trataban peor, como esperaba el santo día para ser mayor de edad y largarse, hasta ahora era su único sueño.
Llego a los 20 minutos, realmente no quería entrar se esperaba lo peor.
— Mocoso, ¿Qué haces aquí? —La dulce voz de su madre lo saco de sus pensamientos, pero no respondió— Te he preguntado, ¡¿Qué haces aquí?! ¡No por nada te pagamos tus estudios! ¡Maldito desagradecido!
Recibió unos cuantos golpes de su madre, si es que merecía que la llamaran así, sus vecinos salieron para defenderlo pues sus peleas eran habituales.
— Kushina, ¿Qué le haces a tu hijo? —La abuela Chiyo vivía en la casa de enfrente, era la única con el valor de enfrentarla.
— No te interesa vieja enferma —Volvió a darle un golpe a Naruto, el cual fue alejado de inmediato por la abuela.
— ¡No tienes el derecho de golpearle!
— ¡Es mi hijo, hago lo que se me dé la gana con él! ¡No es mi culpa que se hayan muerto los tuyos! —Chiyo comenzó a llorar, una cosa que sabía hacer esa mujer era tratar mal a los demás.
— Abuela… Chiyo… ¿Estás bien…? —Naruto trato de consolarla pero fue alejado por su madre, la cual lo llevo adentro de su hogar para encerrarlo en el sótano.
— ¡Te quedas ahí! ¡Por desgraciado malagradecido! —Kushina comenzó a llorar… Ella realmente no quería, debía hacerlo por obligación, si no quería que nada malo realmente le sucediera a su querido hijo.
Mientras tanto, en la escuela Konoha
Ya era receso y Sasuke era rodeado por todas las chicas de su clase e incluso de grados menores.
— Largo, zorras —Dijo secamente mientras veía pasar a Kiba junto con Hinata, ambos con la mirada clavada en el suelo.
— Pero Sasuke-kun —Esa voz, era su fangirl número uno, la que más odiaba.
— Sakura, vete.
— Sasuke-kun, no tienes que ocultarlo… Sabes que me amas —Dijo tratando de seducirlo, este solo la ignoro y fue hacía Kiba— “No, no puede ser… ¡¿Sasuke-kun es gay?!”
Kiba vio a Sasuke acercárseles, como reflejo oculto a Hinata detrás de él, esta accedió algo atemorizada.
— Que yo no muerdo, por Kami… —Dijo tratando de conversar, pues algo que quería era información.
— Tu no pero puede que yo sí —Dijo Kiba riendo— Dime, ¿Qué quieres?
— Es sobre Naruto
— Ah, no eres el primero —Dijo Hinata riéndose, a su amigo se le insinuaban mucho cuando no estaba.
— ¡¿Qué?!
— A entonces no es eso… —Dijo algo apenada
— No, no lo es… Quiero saber sobre él.
— Pues no te podemos decir mucho —Ahora hablo Kiba.
— Pues díganme que saben.
— Sus padres le maltratan, ¿no has notado que es muy delgado? —Hinata entristeció con el comentario de su amigo, era verdad y no podían hacer nada, Naruto se enfadaba si se metían con sus asuntos.
— ¿Solo eso?
— Se enferma muy a menudo.
— ¿Tiene amigos?
— Unos cuantos, un día de estos ven con nosotros, ahora van a tocar.
Y si fuera por arte de magia toco el timbre para entrar a clases, las cuales pasaron muy rápido. A las afueras había un auto negro estacionado al frente, esperando a Sasuke.
— Hola Sasu, ¿Cómo estuvo tu primer día? —Odiaba que su hermano mayor Itachi, lo fuera a buscar ahora quería ir a ver a Naruto había robado su expediente.
— No me digas así e interesante…
— ¿Conociste a alguien?
— Bueno, sí —Oculto un sonrojo— Quería ir a verlo ahora.
— Lo lamento Sasu, pero tendrá que ser otro día, vino Orochimaru.
— ¿Esa serpiente? Ugh… —Subió al auto con disgusto, Orochimaru era la persona que más odiaba.