El sol no se mueve, la tierra es la que lo evita.
El sol no deja de brillar, la tierra es la que se gira.
El sol no deja de calentar, la tierra es la que cambia su clima.
Era así que el amor de Marshall era incomprendido por Daniel, pues él creía que su amor era inconstante, pero sin darse cuenta el amor que era inestable era el de Daniel; así como la tierra era cambiante.
Parado en el umbral Danni miro a Plasmius frente al portal, un espectral brillo verde iluminaba el laboratorio oscuro. La sombra de Vlad se alargaba detrás de él.
-¿Cuál es el plan?- pregunto Daniel. Masters alzo la ceja y se giró dedicándole una mirada incrédula
-¿Plan? Que estupideces dices, el único plan es que te largues de una vez- Replico Vlad moviendo hacia un lado e indicándole a Daniel que entrara al portal.
-¿Qué pasara con Striker y con los espíritus?- Pregunto Daniel confundido y mirándolo con desaprobación
-Aun sigues siendo un niño estúpido- Vlad cruzo los brazos mientras se sujetaba el puente de la nariz- No tenemos información y Striker no es un hombre estúpido con el que puedas lidiar, ese hombre tiene más poder del que imaginas, si el té considera una amenaza no dudara en acabar con tu vida y la de tu familia, no permitiré que Maddy muera por tu impertinencia-
-¡No podemos cruzarnos de brazos! ¡Muchos morirán si no hacemos nada!- Grito Daniel exasperado, en un parpadeo Vald estaba frente a él sujetándolo por el cuello, Daniel intento transformase, pero una descarga atravesó su cuerpo evitando el cambio.
-No puedes defenderte de mí en mi estado humano, una descarga de energía basto para inutilizar tus podres- Hablo Vlad con tono ácido y apretando más el agarre alrededor del cuello de Daniel- El Rey de los fantasmas es solo un bebe sucio y babeante comparado con striker. Si en verdad quieres hacer algo, regresa a tu casa y vuélvete más fuerte, deja de ser un idiota presumido e impertinente y aclara tus emociones. Yo buscare información- Vlad arrojo con fuerza a Daniel contra el portal y como si se hubiera zambullido en agua desapareció entre el líquido verde. Vlad desactivo el portal y voló lejos y a gran velocidad.
No le tomo mucho tiempo encontrar el camino de la zona fantasma a su hogar. Daniel se desplomo sobre su cama.
Estúpido Vlad, vocifere en voz baja con la cara enterrada en la almohada. No quería admitirlo pero ese estúpido pervertido de Vlad tenía razón, no tengo el poder para salvar a nadie. En cualquier peligro Marshall siempre estaba ahí para ayudarme ¿Qué demonios ocurre con él? Sin saberlo cai rendido.
El sol brillaba por la ventana ¿Quién demonios había corrido las cortinas? Bueno no importaba, Vlad me mostro lo inútil que soy en estos momentos y Marshall solo se vuelve más misterioso. No lo entendía, pero lo que sabía era que nunca intentaría contarme nada. ¿Por qué me siento tan ansioso? ¿Qué es esta presión en mi pecho? Podía ir a donde quisiera, pero aun así me sentía atrapado. Salí de casa sin importarme nada, corrí lo más rápido que pude solo de frente ¿Por qué no puede terminar esto? ¿Por qué los problemas solo me siguen?
Daniel corrió y sin avisó estaba en el suelo, habia chocado contra un hombre muy alto.
-Lo siento- se disculpó con voz temblorosa
-¿Dany?- Daniel alzo la mirada, reconocería esa voz donde fuera, era la única voz cálida que él deseaba escuchar
-Remy-Gimio Daniel con un sollozo, sin pensarlo se abalanzo sobre el dándole un fuerte beso, Daniel necesitaba despegadamente un consuelo. Remy desconcertado miro a Daniel preocupado aun asi no deshizo el beso, lo correspondió con más fuerza introduciendo su lega en la boca de Daniel con agilidad. Daniel apretó los brazos de Remy sintiendo su fuerte musculatura, Remy se dejó llevar sujetando y estrujando los glúteos de Dani.
-Házmelo- gimio Daniel con voz lastimosa, Remy sabía que estaba mal pero quizá no tendría una nueva oportunidad como esa en mucho tiempo, ya habría tiempo suficiente después para disculparse
-Bien vamos a mi departamento-
Daniel lo detuvo y lo miro suplicante-No, lo quiero ahora- Remy lo miro incrédulo, pero accedió y arrastro a Daniel al parque más cercano, donde Daniel fue arrojado sin piedad detrás de unos grandes arbustos que sin duda los ocultarían, Se abalanzo sobre Daniel como una bestia hambrienta y lo despojo de toda su ropa Daniel se arrodillo y con sus torpes manos separo sus nalgas dejando expuesto su punzante ano rosado.
-Por favor mételo- Suplico Daniel
Remy estaba más que excitado, a pesar de su simpática actitud en la cama era un demonio sádico y aquel comportamiento tan sumiso lo estaba volviendo loco. Sin más que decir Remy bajo su pantalones liberando una gruesa erección chorreante y envistió a Daniel si ninguna contemplación, ni preludio. Llego hasta el fondo, Daniel se arqueo del dolor, pero de alguna forma lo complacía, lo hacía olvidar. Remy envistió con fuerza proporcionado fuertes azotes sobre las nalgas de Daniel, dejándolas rojas. Masturbo a Daniel con fiereza e introdujo los dedos de su otra mano en su boca mientras envestía con fuerza.
-Gime más fuerte para mí, pequeña perra- Exigió Remy
Daniel no hacía más que suplicar.
-Este tan estrecho, me aprietas como tanto-
Era la cuarta vez que Remy eyaculaba dentro de Daniel, ahora este lo montaba mientras en semen escurría entre sus glúteos, llegando hasta la pelvis de bien definida de Remy. Por fin Daniel callo rendido sobre el pecho de Remy, quien lo abrazo y beso la corona de su frente.
-Esto fue mejor de lo que esperaba- Dijo Remy complacido sonriendo ampliamente
Daniel por otro lado se llenaba de culpa, pero era tarde para arrepentirse.
-Remy, por favor, necesito tu ayuda- Sollozo
-Lo que sea, lo hare por ti, sin importar si eso implica asesinar- La voz de Remy fue segura, firme. Daniel se sintió protegido, sabía que podía confiar en aquel hombre o por lo menos más que los que ya concia.
Daniel si más se transformó frente a Remy, su cabello y los bellos de su pubis se volvieron blancos con tonos plateados a la luz. Remy guardo silencio. Después de ese día, sería la última vez que todos vieran a Daniel fanton por un largo tiempo, lo último que quedo atrás fue una nota que no explicaba a donde se iba, no que iba hacer, solo le había prometido a sus padres que no descuidaría sus estudios.