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La vida de Daniel Phantom por AngleBits

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La lluvia azotaba con fuerza la cuidad y el frio quemaba. Al costado de un pequeño edifico abandonado que caía a pedazos se escuchaba  el llanto de un pequeño niño que fue  completamente empapado por la lluvia, el sonido de su lamentos era opacado, al igual que sus lagrimas, por el estruendoso traqueteo de las gotas al chocar por doquier, la visibilidad era muy poca no podía creer lo que veía, porque nadie lo está buscando yo miraba desde lejos sin poder hacer nada, mire de un lado a otro esperando encontrar ayuda pero era como un puebla fantasma ese molesto frio junto con esa lluvia lo matarían en instantes, el vapor escapaba de su boca y sus mejillas rojas perdían color, porque nadie hacia nada porque nadie lo ayuda, el niño parecía alejarse más y más perdiéndose de vista, abrí los ojos Me siento tan pesado, ah es como un camión me hubiera pasado por encima, esa horrible pesadilla otra vez sin duda del día en que me perdí en la tormenta, me alegro haberlo olvidado . Me revolví entre las sábanas blancas de la cama, por dios ayer fue un día tan largo, la aparición de Marshall, los espíritus cosas que no deben ser dichas, porque tanto misterio con ese hombre, no llevo ni veinticuatros horas de conocerlo y me siento tan atraído por él y anoche no fue demasiado pero en verdad que sabe besar, quisiera decirlo mismo de mí, escondí la cara en la almohada algo avergonzado pero  pronto mis demonios hicieron acto de presencia, mi sonrisa se esfumo, como le diré a Sam de esto ella ha sido tan buena con migo y la termine en engañando con alguien que gusta de dormir en árboles. Me gire sobre la cama echando un vistazo a mi habitación las persianas habían sido cerradas eso explicaba la poca visibilidad, un momento recorrí mi cuerpo con ambas manos, esto no puede ser verdad, me encontraba solo en ropa interior, ahora que lo pienso no recuerdo cuando me quede dormido, moriré de vergüenza Marshall se atrevió a desnudarme y meterme en la cama, nunca superare esto, mi cuerpo pesaba mil toneladas en ese momento, necesito un poco de luz pero no puedo moverme en verdad que estoy cansado, libere mi mano y con un poco de esfuerzo la alce en el aire arrojando una pequeña esfera de energía color verde que iluminaba lo suficiente, esto de los poderes fantasma sí que es útil, la luz respondía a mis órdenes moviéndose sección por sección de la habitación, encontré sobre una silla mi ropa, estaba bien doblada y la chaqueta que me  obsequio se encontraba  también mi zapatos descansaban en el suelo a un lado, no solo te tomo la molestia de arroparme si no también de quitarme la ropa y acomodarla, no sabía si agradecer o sentirme un poco incomodo por la invasión a mi privacidad, un momento me detuve Marshall no estaba él se había quedad aquí anoche, quizá se marchó antes de que despertara, bueno creo que es mejor no sabría cómo reaccionar si lo encontraba en mi cama.

Me quede en cama pensando en los detalles, la verdad es que sabía muy poco acerca de lo que sucedía y no solo eso también desconocía mucho de Marshall, por primera vez me detuve a pensar por completo en él, no sabía que le gustaba, de donde venía o donde viva y los más importante no sabía nada acerca sus habilidades ni como las logró obtener, un sonido lleno la habitación, ¡No puede ser era mi móvil y la tonada que se repartía era la que había colocado especialmente para Sam¡, Salí disparado de la cama con tanta prisa que perdí la concentración y la esfera de luz se disipo en la nada, incluso el cansancio y la pesadez se esfumaron el brillo del móvil que seguían insistiendo me guio a siegas hasta el, se encontraba encima de mis ropas dobladas, a como se lo explicaría, cuando mira la pantalla lance un suspiro al viento, tan solo era un mensaje de texto

 

De: Sam

Querido Danny, en verdad me siento mal por ti te debes sentir muy solo también me disculpo por solo poder enviar este mensaje de texto pero parece haber un problema con señal algo interfiere con las llamadas y no estoy segura si este mensaje llegar a ti aun así lo intentare. Tal vez te la estás pasando muy aburrido, escuche que no hay nadie en Pmity parck con quien puedas hablar es una lástima, aún tengo más malas noticias volveremos faltando una semana para el inicio de clases, enserio me siento muy mal pero esta ocasión no pude zafarme de este ridículo viaje familiar, al menos Tucker se divierte esta fascinado por toda la chatarra electrónica que hay aquí, creo que al no le molesta en lo más mínimo el pasar un tiempo en este lugar, te llevare algún recuerdo sé que eso no solucionará nada, cuando volvamos intentare recuperar un poco de tiempo, bueno me despido te quiero no lo olvides, con cariño Sam.

Bufe aliviado al menos no la tendría que confrontar aun, eso me daría el tiempo de pensar e como explicárselo, pero en verdad  lo que más me molestaba era lo poco triste que me sentía por la situación a pesar de estar engañando a Sam y pensar en dejarla no me sentía lo suficientemente triste o confundido como debiera estarlo, de verdad soy un asco de persona. Tome el móvil y lo arroje sin mirar a donde, camine en la penumbra y Salí de mi habitación hasta la cocina.

Mis padres si dunda no se encontraban, lo que era una ventaja dado que me encontraba en calzoncillos, abrí el frigorífico y tome un cartón de leche que bebí por completo, mi estómago rugía por alimento tome asiento y coloque unos cuantos emparedados sobre la mesa, tome uno propinándole una mordida, dirigí mi vista a la ventana parecía un día estupendo para caminar eso me serviría para aclarar mi mente, una comida a la intemperie no sonaba mal, subí a mi habitación que se encontraba justo encima de la cocina solo atravesé el muro, hoy quisiera probar algo nuevo, tome ropa que jamás usaba, una playera verde esmeralda, con unos janes azul rey y unos tenis blancos, me coloque una gorra y tome mi mochila y unas cuantas cosas de picnic, baje de inmediato a la  cocina y empaque bastantes cosas del frigorífico, metiendo todo en la mochila me la eche al hombro, hoy me tomaría el día, nada de sofocarme con mis problemas necesito  un respiro y con urgencia.

Cerré la puerta y comencé a andar con la mirada al frente, esplendido día el sol brillaba calentando de manera reconfortante y el viento salvaba. Las calles se miraban tan pacificas era una pena, pocas personas transitaban en las aceras disfrutando el día, creo que tendré que alejarme un poco más de la ciudad, planeaba pasear todo el día en mi sitio especial, pero para eso necesitaba llegar volando cosa que no había pensado antes de salir, que idiota, me greña a mí mismo, bueno disfrutare de una caminata, era raro para mi pasera en un día tan hermoso, normalmente estaría de noche o en algún otro lugar frio, la cuidad se veía distinta a como la recordaba , cambio mientras yo cambiaba sin darme cuenta de eso, un aliento frio escapo de mis labios mire a mi alrededor barias luces volaban en el cielo, valla cada día aprecian con más frecuencia o quizás siempre han estado hay y yo las noto más, llegue al parque central, los árboles y el césped brillaban con esplendor, era hermoso, no muy lejos se encontraba una cancha que podía ser usada para casi cualquier deporte lo que me sorprendió fue ver a Dash Baxter el quarterback del equipo de futbol americano, el brabucón oficial de la escuela casper high y mi verdugo personal, lo mire desde mi lugar, jugaba con una pelota de basquetbol tiraba y anotaba una y otra vez, me pregunto qué ara en la ciudad él estaba de vacaciones igual que los demás, bueno eso no me  importa seguiré, antes de pasar a otra cosa note un pequeño niño e cabello negro mirándolo con gran tristeza, quizá el balón le pertenecía al pequeño niño y él se lo había quitado, típico de Dash abusar de quien no puede enfrentársele, una pequeña obra del día lo arreglara, mire a todos lados cerciorándome que nadie me veía y me volví invisible. Que extraño hace tiempo que no tengo la necesidad de convertirme en fantasma bueno eso no importa, en mi trayecto un aire helado escapo de mi boca una esfera de luz paso volando a mi lado contrario no le tome importancia, Dash parecía distraído así que me aproxime, al estar cerca el pequeño niño me miro como un relámpago, se me congelo la sangre como es que me podía ver.

-Quien eres tú- pregunto de manera amble, aunque la nota de tristeza se notaba en su dulce voz.

No podía hablar Dash notaria mi presencia, que puedo hacer, un momento porque Dash no escucho al niño, que sucedía, ahora que lo pienso no parece notar su presencia, que sucede y lo más importante que hago, Dash parece distraído aún, si quería resolver esto tendría que ser de manera presencial, en que me he metido yo y mi estúpida caridad, regrese a mi estado normal, Y el capitán del equipo de americano no se percató de nada, sí que es un bobo, que rayos debo decir, no es una persona con la que inicie una conversación, no somos amigos no puedo llagar simplemente en y saludar, el pequeño niño me contemplaba pensativo.

-Hola, Dash- ¿Hola, Dash? En que demonios estoy pensando el me matara al escuchar eso, Dash se giró con lentitud. Estoy muerto.

-¿Fenton?, que haces aquí- pregunto un tanto distante pero hostil como de costumbre.

<<Eso quisiera saber yo>> pensó Daniel << Me llamo Fenton, que le pasa, por lo general utiliza mi nombre en una amalgama tonta para insultarme y poco ingeniosa por cierto>>

Daniel miro a Dash,  bajo sus ojos unas curvas negras se dibujaban junto al cansancio que reflejaban.

-Dash te ves terrible, ¿Te encuentras bien?- pregunto Daniel, una que luego se cuestionó el hecho de preocuparse por él.

-A qué has venido no tengo tiempo para tus ridículos interrogatorios- Dash frunció el seño

-Mira hacia ese lugar- Dani indico la posición donde el pequeño pelinegro seguía mirando, fue directo al punto sin rodeos, pero en cuanto supo que Dash miraría su rostro se ilumino por completo, Dash miro de mala gana y se quedó mirando.

-Te lo advierto Fenton no tengo tiempo para tus estupideces- Solo se irritaba

-¿Qué es lo que viste?- pregunto Daniel ignorando su advertencia.

-Acaso te estas burlando de mí, por supuesto que solo hay piedras y aire en ese lugar- Dash casi montaba en cólera.

<<No puede verlo, que está pasando>>

-Escúchame bien idiota- Dijo Dash al momento que sujetaba  Danny por la ropa y lo separaba del suelo, la rabia se asomaba en su rostro << En que me metí, sin duda me dará una paliza>>pensó Daniel- No tengo la intención de soportar tus estupideces- Dash preparaba su puño para darle un fuerte golpe a Daniel, el pequeño  abandono su lugar y corrió abrazándose con fuerza de la pierna del enfurecido capitán, Dash no lo noto en absoluto.

-No lo hagas,  coneback- dijo con presionando con fuerza la pierna de Dash, pero este no lo sentía en lo mas mínimo.

-¿Coneback?- repitió Daniel confundido.

Dash entro en una especie de shock mirando a Daniel de forma extraña.

-¿Qué cosa has dicho?- pregunto Dash como si no hubiese creído lo que escucho, al mismo momento que baja su mano con la cual pretendía asestarle el golpe- ¿responde, donde escuchaste eso?-su tono era histérico, las lágrimas no esperan a salir pos sus ojos, aun así mantenía un mirada fiera- Responde- exijo Dash estrujando a Danny.

<<Si esto continua así me desmallare en poco tiempo>>Pensó Daniel, su vista se nublaba, solo le quedaba una opción hacer algo que nunca pensó que tendría que hacer, tomo un gran impulso y patio a Dash en el vientre, era algo fácil dado el hecho que Danny podía volar. El gigantesco mariscal soltó a Daniel, mientras se arrodillaba en el suelo sosteniéndose con ambos brazos el estómago, intentando alcanzar un poco de aire.

-Coneback, coneback- repetía el pequeño alarmado sosteniendo a Dash quien seguía sin sentirlo.

-¿Coneback?, que es eso- se preguntó Daniel, Dash Lo miro sin podérselo creer aun que no conseguía levantarse el golpe había sido demasiado duro, las lágrimas seguían derramándose de sus ojos y mirada de furia se clavaba en Daniel.

-¡DONDE ESCHUASTE ESA PALBRA MAlDITA SEA¡- grito Dash al momento que escupía un poco de sangre.

El pequeño niño rompió en llanto mientras abrazaba a Dash, Danny contemplaba a escena confundido no entendía para nada lo que sucedía en ese instante.

-QUE ES LO QUE TIENE DE IMPORTANTE- Grito Daniel dejándose llevar por las emociones del momento.

-ASI ME LLAMABA MI HERMANO PEQUEÑO- confeso finalmente,  las lágrimas seguían cayendo de su ojos pero mantenía una mirada firme.

-Tu hermano menor- repitió Daniel en un shock –Yo no sabía que tenías un hermano, Dash-

 <<Esto no se ve nada bien>>  pendo Daniel preocupado temiendo lo peor

-Nadie lo sabe, él vivía con mi madre, se fue cuando nuestros padres se divorciaron- Dash se recostó en el suelo extendiéndose completamente sus extremidades formando la letra  “T” en el suelo con su cuerpo con la vista perdida en el cielo azul.

-Yo no tenía idea de eso- Daniel no sabía que hacer aquello escapada de lo que un joven de su edad podía manejar.

-Claro que nadie lo sabe idiota, no es algo que se va contando por ahí sin más- las lágrimas, a pesar de la aparente calma de Dash, seguían fluyendo, el pequeño niño de cabello negro se colocó a su lado aun sollozando - mi madre se fu mucho antes de tenerlo, después de su divorcio cada que vacacionábamos mi padre me obligaba a ir con el de visita, yo lo odiaba, cuando cumplió 5 años de edad se volvió una carga para mí, no importa a donde fuse el me seguía no paraba de llamarme hermano, lo detestaba, a  pesar de que le dije lo mucho que lo odiaba el seguía sonriéndome como si nada pasara, un día lo regañe de manera fuerte diciéndole lo mucho que odiaba que me llamara hermano, las siguientes vacaciones fueron el periodo en que logre convertirme en quarterback de la escuela casper, mi padre no paraba de llamarme quarterback  y yo no paraba de sonreír como un imbécil cada vez que lo escuchaba, mi hermanito lo noto y trato de llamarme quarterback pero no lo conseguía pronunciar correctamente así que él me decía “Coneback”, la razón de porque te odio es porque te pareces  a el-

Danny miro al chiquillo, eran verdad las palabras de Baxter, sus ojos, color de cabello, tono de piel e incluso la forma de mirar eran muy similares, Danny Supo entonces que ese chiquillo era su hermano y entendió de mala forma que él había fallecido recientemente. Danny sin avisar camino en dirección al pequeño, Dash lo miro y lo único que el mariscal observo era como Daniel se acercaba y se detenía a su lado extendiendo su mano al aire y luego deteniéndose como si se pausara  cosa que causo  a Dash una ligera confusión, por supuesto Danny había tocado al menor, en un segundo sus recuerdos lo inundaron y pudo comprobar dos cosas, primera ese chiquillo era una de aquellas luces que por fin Danny había conseguido ver y segundo había presenciado el último instante de vida del menor, las lágrimas de Daniel brotaron en un torrente, aun así en su rostro no se dibujaba ninguna emoción, Danny miro a Dash quien seguía sorprendido.

 


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