Gracias a ello mi confusión aumento aun más, haciéndome pensar seriamente sobre la situación en la que me encontraba y los sentimientos de Luffy y los míos propios, en los cuales habíamos puesto a Sanji en el ojo del huracán; siendo el centro de nuestras discusiones y quien debía cargar con el peso de nuestros celos.
Pero todas esas dudas finalmente se disiparon hoy, luego de que me diera cuenta de mis sentimientos tardíamente, perdiendo a la persona que amaba y acabando con el corazón destrozado…
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Flash Back
Al finalizar las clases me dirigí a paso apresurado hacia el salón de artes marciales donde practicaban karate Sanji y Luffy. Había prometido que iría a buscar al rubio apenas terminase mi entrenamiento de kendo para el campeonato, pero por culpa de mi horrible sentido de la orientación había terminado perdido más de una vez; dando vueltas en el edificio opuesto por más de una hora.
Rezando porque Sanji siguiese esperándome y no se hubiese enfadado conmigo por tardarme tanto, apure el paso hasta divisar la figura del oji azul al fondo del corredor. Una sonrisa se instalo en mis labios al verle aun allí, esperándome mientras escuchaba música calmadamente con una mueca de diversión surcando su rostro mientras revisaba su reloj y soltaba una pequeña carcajada al ver qué pasaba mas de las cinco de la tarde.
Pero antes que pudiera siquiera alcanzarlo Luffy apareció del otro extremo del corredor y, antes de entender lo que ocurría, arrastro a Sanji dentro del salón rápidamente, sin siquiera preocuparse de sus quejas y maldiciones.
Con la curiosidad corroyéndome por dentro me acerque lentamente hacia la puerta de la habitación, moviéndome con sigilo para que ninguno de dos chicos se percatase de mi presencia. Me debatí unos instantes si entrar o esperar a que ambos arreglasen sus asuntos, pero luego de una reprimenda mental acerque mi oído a la puerta, sintiendo como mi corazón latía acelerado y un mal presentimiento se apoderaba de mi pecho, dificultándome respirar.
Algo me decía que lo mejor sería irme de aquel lugar lo antes posible, pero la curiosidad aun estaba latente y, vencido por mis impulsos, abrí con suavidad la puerta, lo suficiente para poder ver lo que pasaba allí dentro.
Lamentándome profundamente por no hacer caso a mi intuición en vez de mis impulsos vi petrificado como el pelinegro se le declaraba al oji azul, acorralándole contra la pared mientras le besaba furiosamente.
Sin soportarlo más salí corriendo del lugar, con la imagen de Luffy besando a Sanji repitiéndose una y otra vez en mi mente. Aun podía oír ese “te amo” que le había declarado el pelinegro al oji azul casi como un eco en mi cabeza, haciéndome sentir aun más estúpido y miserable de lo que ya era.
Mi peor temor se había hecho realidad, ahora no solo había acabado completamente destrozado y vacio, sino que el rubio y el pelinegro se querían el uno al otro. Al fin había logrado darme cuenta a cuál de los dos iban dirigidos mis celos, al fin había logrado darme cuenta de las reacciones que por mucho me habían confundido, pero ya era demasiado tarde…demasiado tarde, porque ahora, por culpa de mi cobardía e idiotez había terminado perdiendo a la verdadera persona a quien le había entregado mi corazón desde el primer momento en que le había visto, el hombre que me había cautivado con su actitud y sus gestos, con sus estupideces y su rebeldía, intentando ponerse a mi altura para competir por estupideces pero defendiéndome a muerte de ser necesario…
…me había enamorado loca, completa y perdidamente de Sanji, pero ahora su corazón le pertenecía a Luffy…
Sin darme cuenta mis pasos me llevaron a la azotea del instituto, donde me desmorone ya sin fuerzas para seguir corriendo. Intente calmarme aun y a pesar de las furtivas lagrimas que escapaban de mis ojos, sintiendo una fuerte opresión en el pecho, como el dolor se hacía a cada segundo aun más insoportable…y todo por mi culpa…
Deseaba con todas mis fuerzas haberme dado cuenta antes de mis sentimientos, que todo hubiese sido diferente. Me maldecid una y otra vez por no haberme dado cuenta desde el primer momento que había empezado a enamorarme de Sanji, negándolo rotundamente ante la imagen del pelinegro, de aquel que había sido mi primer amor.
Cuando los había visto besarse lo supe: por el pelinegro solo había sentido incomodidad al verle en una situación tan intima, pero cuando mi mirada choco con la de Sanji simplemente sentí como mi mundo se venía abajo, sintiendo como aquella fantasía en la que había vivido en aquellos maravillosos meses se hacía añicos, enfrentándome de una vez por todas a la cruel realidad en la que había vivido sumergido todo este tiempo…
Fin Flash Back
Tsusuku (o tal vez no xD)