-pero si eran amigos ¿Qué fue lo que ocurrió esta tarde?-pregunte en un susurro inseguro, sabiendo que aquel era un tema delicado para ambos y consciente del daño que podría causarle al oji azul-
-porque estaba tan feliz de tener por primera vez en mucho tiempo un amigo de verdad, que no me di cuenta los verdaderos sentimientos que Luffy tenía por mi-escondió su mirada tras su largo flequillo, sintiéndole temblar ligeramente contra mi cuerpo- y esta tarde, finalmente, logre entenderlo todo…-
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Flash Back:
Estaba esperando a Zoro fuera del salón de artes marciales, divertido al darme cuenta que pasaban de las cinco de la tarde. Seguramente habría acabado perdido en algún sector del instituto, por lo cual me relaje mientras escuchaba música tranquilamente.
Sabía que no tardaría en llegar, por lo general aunque se perdiera siempre lograba llegar a la meta, y si salía a buscarle puede que me llevase toda la tarde al no saber donde se encontraba y recordando que ese día no había traído su teléfono celular. Pero entonces, Luffy apareció repentinamente de uno de los extremos del corredor y me empujo con fuerza hacia el salón sin darme siquiera tiempo a reaccionar.
Aun sorprendido por su falta de tacto y la seria expresión que surcaba su rostro me mantuve quieto, sin saber que decir o hacer en aquella extraña situación. El pelinegro me mantenía apresado fuertemente contra la pared, sin darme escapatoria alguna.
-lamento tener que hacer esto pero ya no puedo soportarlo más…-susurro, tapando mi boca con una de sus manos para asegurar que pudiese hablar sin interrupción alguna- me gustas, me enamore de ti desde el primer momento que te vi en el salón. Te amo Sanji, por eso…espero me perdones…-acerco su rostro al mío, besándome rápidamente antes que siquiera pudiese procesar la confesión del pelinegro-
Asombrado, deje que me besara durante unos segundos, removiéndome entre sus brazos para poner las cosas en orden y, para mi pesar, rechazarle aunque eso destrozase su corazón. Y fue en ese instante cuando mi mundo se vino debajo de sopetón.
Logre ver el rostro de Zoro asomado entre la puerta del salón, mirándome con lagrimas en los ojos y abandonando el lugar rápidamente al darse cuenta que lo había descubierto. Temblando por el miedo y el terror logre asestarle una potente patada a Luffy, enviándole a volar un par de metros y haciendo que chocase fuertemente contra una pared.
Preocupado por su estado me acerque a él, dispuesto a aclarar los tantos con el rápidamente antes de salir a buscar al peli verde. Sabía que una escena así podría malinterpretarse con facilidad y, aunque seguramente sus sentimientos se vienes dirigidos hacia Luffy debía contarle la verdad, lo último que deseaba era ver sufrir a Zoro por mi causa, aunque su felicidad estuviese con otra persona y no conmigo.
Pero entonces Luffy me tomo del brazo, jalándome hacia él y abrazándome fuertemente contra su pecho, al borde del llanto.
-¿Por qué…? ¿Por qué tiene que ser el…? ¿Por qué no puedo ser yo…?-pregunto con la voz rota, sin hacer amago alguno de soltarme- ¿Por qué no puedes quererme a mí? Deja a Zoro, el podrá encontrar a alguien más. Quédate conmigo, por favor Sanji…-suplico con los ojos inundados en lagrimas, haciéndome sentir culpable por el dolor que le había provocado a ambos sin darme cuenta-
-¿sabías…tu sabias que Zoro estaba viéndonos, no es así?-acerté a decir entrecortadamente, entendiendo lo que había ocurrido y los comentarios que me había dicho el peli verde sobre el repentino cambio de actitud que este había sufrido en las últimas semanas- lo lamento, Luffy. Pero mi corazón le pertenece y siempre le pertenecerá al marimo, no puedo corresponderte…- agache mi cabeza sintiéndome impotente por el daño que le estaba causando y maldiciéndome internamente por todo lo que había hecho-
-¡NO! ¡NO DEJARE QUE TE VAYAS!-exclamó, sujetándome con fuerza para evitar que me fuese de su lado-
-perdóname, Luffy…-susurre segundos antes de golpear con fuerza su nuca, dejándole inconsciente con rapidez antes que fuese demasiado tarde-
Le deje en el suelo con cuidado y salí corriendo del lugar, buscando por todo el instituto mientras rezaba porque Zoro no se hubiese marchado aun y cometiese alguna estupidez por mi causa. Cuando mis esperanzas parecían estar a punto de desaparecer vi la puerta de la azotea abierta y, sintiendo una corazonada, subí con rapidez las esclareas sin importarme en lo mas mínimo dar contra el suelo de bruces más de una vez.
Con el corazón encogido en un puño le vi allí, acurrucado contra una de las paredes mientras intentaba ocultarse de mi mirada, sollozando sonoramente. Sin pensarlo dos veces fui hacia él, sintiendo la culpabilidad quemarme por dentro mientras le abrazaba con fuerza contra mi pecho, intentando calmarle para poder poner fin a este lio y confesar mis verdaderos sentimientos de una vez por todas…
Fin Flash Black
Tsusuku (o tal vez no xD)