Con el corazón encogido en un puño le vi allí, acurrucado contra una de las paredes mientras intentaba ocultarse de mi mirada, sollozando sonoramente. Sin pensarlo dos veces fui hacia él, sintiendo la culpabilidad quemarme por dentro mientras le abrazaba con fuerza contra mi pecho, intentando calmarle para poder poner fin a este lio y confesar mis verdaderos sentimientos de una vez por todas…
Fin Flash Black
Xxxxx
Estaba sorprendido, no había otra palabra que describiese lo que sentía en aquellos momentos. Apenas podía creer lo que mi rubio había dicho era verdad, pero finalmente las piezas encajaban y lograba entender el extraño comportamiento que Luffy había tenido estas semanas.
Volví en mí al sentir los ligeros sollozos de mi rubio, seguramente culpable por ser el centro del huracán desencadenado por nuestros celos y estupideces. Rodee su ligero cuerpo entre mis brazos, abrazándolo con fuerza del mismo modo que el había hecho conmigo momentos atrás.
Entendía como se sentía, yo mismo había sufrido incontables ocasiones por lo mismo y sabia que, para nuestro pesar, habíamos herido gravemente al peli negro por nuestra terquedad y temores. Tenía que hablar con Luffy, no quería que este lio terminase así luego de todo lo que habíamos pasado, y sabía que Sanji pensaba lo mismo que yo: no queríamos perder su amistad.
Ahora estaba seguro, ya no tenía ninguna duda respecto a mis sentimientos. Podrían haber decenas de personas en el mundo, cientos o quizás millones pero yo solo le amaría a él…a mi hermoso e idiota rubio de ojos azules que me había cautivado desde el primer momento en que le había visto…
Al sentir que poco a poco se calmaba, levante lentamente su rostro y volví a juntar mis labios con los suyos, besándole suevamente. Transmitiéndole todo lo que sentía y que había negado por tanto tiempo, pero reafirmándolo ahora con ese simple pero duradero contacto…
-x-x-x-x-x-
Al estar ambos chicos apartados de la realidad mientras se besaban, no repararon en la presencia de una tercera persona que los espiaba disimuladamente a través de la puerta de la azotea. Su rostro, antaño surcado por una enorme sonrisa, ahora estaba teñido en sus lágrimas mal contenidas; intentando detener con muchísimo esfuerzo los impulsos de separar a quienes por mucho tiempo habían sido sus amigos, pero que ahora estaban enamorados el uno del otro.
Desde el fondo de su corazón siempre había estado consiente de los sentimientos de Sanji, casi desde el primer momento en que su amistad había empezado a nacer con el peli verde. Y desde ese instante, los celos habían empezado a dominarle, intentando alejar por todos los medios posibles a Zoro del rubio, costase lo que costase.
Cuando había conocido al moreno se había enamorado de él, pero no había sido hasta el incidente del beso que se había dado cuenta que lo suyo era una atracción pasajera, algo momentáneo. Aun así sabia que su lugar en su corazón era irreemplazable, era uno de los primeros amigos que había tenido y no pensaba perderle por ese descubrimiento.
El pelinegro siempre había estado seguro de sus gustos, y agradecía enormemente que el peli verde le aceptase tal cual era, incluso sorprendiéndose cuando le confesó un par de semanas después que el también prefería a los chicos. Pero todo cambio, cuando Sanji llego a su vida.
Para bien o para mal ambos habían caído bajo su hechizo, enamorándose perdidamente de el desde el primer instante en que el había puesto pie en el salón. Luffy se había dado cuenta de ello, alegrándose enormemente al ver como Sanji le aceptaba y esforzándose en poder llamar su atención, en ganar su corazón.
Las cosas en un principio marcharon bien, pasaba casi todo el tiempo con el rubio e incluso había descuidado sus otras amistades, como era el caso del peli verde y el ojeroso. Y el inicio de la amistad de Sanji con Zoro, le había caído como un balde de agua fría en la cabeza, intentando apartar al peli verde de su camino sin mayores resultados.
Temía que el moreno se diese cuenta de sus sentimientos, de aquel amor tan notorio que sentía por el rubio y del que muchos ya se habían dado cuenta. Al ver como su relación se estrechaba cada vez mas no puedo evitar dejarse llevar por los celos, actuando apresuradamente y dañando gravemente a Zoro, al igual que lo había hecho con Sanji.
Lo había sabido desde un principio, que esos dos estaban destinados a estar juntos, pero aun así no había podido evitar intentar cambiar su suerte, intentar ganar el corazón de aquel chico tan especial. No todo había resultado como esperaba, y estaba seguro de lo que debía hacer de ahora en adelante.
Cerro con cuidado la puerta de la azotea para que los chicos no se percatasen de su presencia, caminando lentamente en dirección a la salida mientras limpiaba como podía los rastros salados en sus mejillas. Había perdido en el amor, pero ahora dependía de él no perder su amistad.
Nada podía remediar lo que había hecho, pero enfriaría su cabeza y les pediría las disculpas correspondientes a ambos. Más que mal ambos eran sus amigos, a pesar de todas las dificultades y problemas que habían tenido durante esos meses.
Les cuidaría, como ellos lo habían hecho aun y cuando su comportamiento y actitudes no habían sido las mejores.
Salió del instituto con una pequeña sonrisa surcando su rostro, perdiendo su mirada en la azotea unos instantes antes de retomar su camino algo más alegre. Deseaba que fueran felices desde lo más profundo de su corazón, y esperaría que el tiempo curase sus heridas y le diese una nueva oportunidad para volver a amar…
¿The End?