1. Kimi Ga Iru
Los días comenzaban a pasar lejos de la rutina de cada día en mi nueva escuela era un recuerdo digno de conservar, en las practicas, en los pasillos, el almuerzo incluso en el salón de clases comenzaba a volverse natural el verlo.
- Eres muy amigo de Tezuka-san, ne Fuji-kun.- Satsuki-chan, la primera persona que me hablo por alguna razón se volvía muy cercana para mí.
- No es así, te equivocas, ¿Por qué lo dices? Acaso eso es lo que aparento.- Continuo escribiendo en mi libreta sin tomarle mucha importancia a sus preguntas.
- Solo es curiosidad, siempre que te veo extrañamente el está siempre cerca de ti solo por eso lo digo, pero si eso dices te creeré.- Satsuki continuaba sorbiendo la leche sabor fresa que tenía entre sus manos ansiosa esperando por mi respuesta.
- Si no te conociera diría que tienes celos, no te preocupes Satsuki-chan es solo un conocido.- Le lance una sonrisa burlona. – Nunca te traicionaría.- Su cara comenzó a tornarse más roja que un tomate
- No me refería a eso y no estoy para tus bromitas, iré a la cafetería.- Se alejaba aun sonrojada. – IDIOTA.-
Escuche muy débilmente lo último que dijo aunque era poco el tiempo que tenia de conocerla llegue muy fácilmente a entenderla o al menos es lo que yo quería creer.
= Que algún día tu sueño se cumpla
Y que siempre este cerca de tu sonrisa=
Empezaba a sentirse el calor del verano para variar hoy no había practicas en el club no se porque motivo y no era mi intención el ir a preguntar; disponía a recoger mis cosas ya los pasillos estaban vacios y en silencio. En la entrada principal alguien esperaba, esa silueta me era familiar, trate de ignorarle y pasarme de largo pero no entiendo porque me detuve.
- Tienes tiempo Fuji.- Continuaba recargado en el grueso pilar que servia de entrada a la escuela. – Vamos.- Me tomo del brazo y avanzo tirando con fuerza.
= El amor es tan grande y profundo
Que me envuelve como el cielo nocturno=
Así dio comienzo el día a día junto a él, desde las salidas a los videojuegos y karaoke, los innumerables mensajes al celular, el peluche que me regalo, las largas charlas en el café de siempre y no la primera foto juntos. Comenzaba a sentirme atraído a veces creía que parecía colegiala enamorada pero aun así no quería reconocerlo.
Fue ese día en las canchas como era costumbre estábamos disputando nuestro encuentro habitual con un marcador que no me favorecía.
- ¿Qué tal si lo hacemos más interesante Fuji?- Se preparaba para realizar su saque. – No estaría mal una apuesta, apostemos, si pierdes me acompañaras al siguiente festival y no me replicaras por nada.-
- ¿Y si yo gano?- Lo rete con la mirada.
- Seré tu esclavo.- Correspondió mi gesto.
- Acepo.- Aplique todo mi esfuerzo y fuerza restante al saque, llego el punto para partido y Kunimitsu había vencido. Con dificultad prácticamente me arrastre a la banca.
- En tu casillero te espera una sorpresa y no se te ocurra abrirlo hasta el día del festiva, de acuerdo.-
Ese aire de superioridad que el emitía y su sonrisa burlona comenzaba a sacarme que quicio pero había perdido, en mi casillero encontré una caja forrada de un color azul pálido cuidadosamente atada con un listón de igual color.
= Una sola estrella de los deseos se balancea
Durmiendo con un feliz sentimiento.=
Como fue llego el día del dichoso festival de verano, las luces tenues de las multicolores lámparas de papel iluminaban el camino.
- Como se le ocurre a este idiota hacerme poner esto.- Mi sangre hervía al punto de casi estallar, cruzar media ciudad vistiendo así, lo haría arrepentirse.
- Llegas tarde; por cierto te ves lindo o mejor dicho linda.- de su bolsillo saco su celular y en un descuido había presionado el botón de captura, tomo la fotografía.
- Borra eso...- Me acerque a él intentando alcanzar el aparato pero la diferencia de alturas poco ayudaba.
- Porque te enojas es la verdad y te recuerdo que la apuesta fue sin replicas.- Sus palabras me hicieron ceder.
En eso estaba en la razón, pero esto rayaba en la exageración una yukata color rosa pálido y maquillaje a juego me hacía parecer una chica. “Maldito en verdad se arrepentirá” en mi mente viajaban cientos de imágenes d posibles formas de hacerlo pagar y una sonrisa maliciosa salió a la luz.
Me tomo de la mano y la sostuvo en su brazo guiándome entre la multitud que concurría a ese evento entre juegos y puestos de comida poco a poco cada vez más próxima la hora de los fuegos artificiales.
Alejándonos a un sitio más tranquilo comenzamos a charlar esperando el ver reflejarse en el cielo los variados colores de los fuegos artificiales al estallar, sin tomar prisa al fin apareció en el firmamento estrellado y sin darme cuenta sus mano rodeaba mi cintura y con la otra ágilmente tomo mi barbilla de un momento a otro sentí sus labios, sus suaves labios rozar y mancharse con el labial que cubría a los míos.
Con un “me gustas” se separo para tomar aire y hacerme perder en el color de sus ojos, no podía oponer resistencia volvía a aferrase a mis labios profundizando el beso jugando ahora con mi lengua y subiendo mi éxtasis.
- Serás mío esta noche.-
Aun sin poder creerlo, un árbol le sirvió de apoyo me tenia acorralado devorando mi cuello a besos y mordidas desato con agilidad el nudo de tela que rodeaba mi cintura; nada importaba en ese momento y claro que no importaba tan solo en mi cabeza estaban sus palabras y en mi cuerpo sus caricias.
- Te amo.-
Fue lo último que pude comprender.
= Y en la fría noche
Volvámonos uno entre las sabanas=