Capitulo 14: Gruñir. Morder. Pelear.
La ayuda de Severus a Sirius fue increíblemente buena. Severus era sensato y con años de pelea con los Merodeadores sabia como tenía que tratarle para que no cometiera otra estupidez.
James estaba molesto con Sirius, por no decir que era Gay y ahora ser amigo de Snivellus, Peter apoyo a su ídolo. Hace unos días tuvieron una charla (pelea en donde se gritaron las cosas) y como buenos amigos y personas civilizadas, se comento de la situación.
Ahora estaban todos los Merodeadores en su pieza, momento que aprovecho Sirius ya que en un intento disimulado le explico de su situación. Su amor frustrado.
—¿Y el idiota no te creyó? ¿Es un estúpido o qué? En verdad Sirius yo que tu lo olvido y busco a alguien que merezca la pena, hasta te permito salir con Snivellus— dijo solemnemente —mira lo buen amigo que soy ¿No Peter?— el mencionado asintió —¿Remus?— pregunto girando en la dirección de su amigo.
Remus gruño desde su cama.
¿A qué se debía el cambio de James? Probablemente a la influencia de la Prefecta Lily Evans, quien después de aceptar ser su novia con la condición de no molestar a Severus. Le explico la situación de Sirius. Toda una farsa que “ESE” creería. Perfecto.
Lily podía no ser uña y mugre con Sirius, alejarse de Remus y no hablar con Regulus, pero tonta no era y menos ciega. Sabia de los intentos de Regulus por ayudar a su hermano y de los infructuosos que estos eran por eso cuando escucho como Severus apoyaba a Sirius, ella no pudo más que buscarlo y abrazarse a él.
—Gracias por ayudarlo Sev— el mencionado sintió algo removerse en su interior y no alcanzo a responder cuando Lily desapareció por el pasillo. Amistad y de la más pura, eso entregaba Lily.
Con eso ella le explico de la ayuda de Severus a su hermano, en el amor no correspondido de Remus (recién ahora le decía el nombre. La cara de James era épica), aunque ella podía asegurar que también le gustaba Sirius. James no lo podía creer, años viviendo juntos y no se había dado cuenta pero ahora que lo pensaba, todo calzaba.
Remus lo pudo comprobar, un día estaba caminando cuando se topó a Regulus caminando solo, este lo vio y frunció el entrecejo, camino más rápido para así alejarse de él. Remus suspiro, siguió caminando cuando pudo ver a Severus y Sirius hablando muy cercanos para su gusto.
A eso se le agrega que tuvo que soportar las sonrisitas de James cuando veía a Sirius y Severus entrar juntos, cuando Severus observaba la mesa de Gry o cuando Sirius observaba la mesa de Sly.
Matt se volvió más pesado que de costumbre, lo único que quería era morderle el cuello y desgarrárselo y que así se muriera de una puta buena vez pero no… la mala hierba nunca muere.
Ya cuando literalmente exploto fue por ver como Lucius le hacia una escena de celos a Severus por… “—¡Estas saliendo con el idiota de Black!—”.
¡MORGANA! Y ¡GRINDEWALD!
Se hubiera contenido pero después escuchar como Matt junto con otro, hablaban ignorando la presencia del propio Remus… fue suficiente. El chorro que rebalso el vaso.
—Fíjate. Sirius coge con Severus, este está con Lucius y se pelean por Severus—
—Matt… pelear… pelear no, solo le recrimina el sexy rubio—
—Da igual mira tres guapetones… Lucius está bueno pero se le nota que no tiene ojos para otro…—
—Tres no, Severus no está para chupárselo— le molesto.
—Es verdad, ese es Sirius, quien como Severus en su lugar— se le notaba a leguas que envidiaba al Sly.
—Sexy y gay… estamos, digo estoy de suerte— se corrigió para picarle. Todos sabían de la relación con altos y bajos de Matt con Remus.
—Estamos, no me he cogido a Lupin… asique me vale lo que pase—
—¿Iras nuevamente tras Black?— pregunto sorprendido. Matt asintió.
—Es bueno saberlo— comento Remus a sus espaldas logrando que ambos saltasen y chillasen, llamando la atención de los otros tres como de otros espectadores que se acercaron.
—Remus no… cosita… era broma… ya sabes como es este— el otro se alejo rápidamente —traicionero de mierda— mascullo.
—Punto uno, ¡ODIO LOS SOBRENOMBRES! Punto dos, creo que no tenemos más que vernos— con eso se dirigió donde los otros tres que los observaban.
—No coges ni dejas coger, vamos Lupin— hablo Matt acercándose.
Severus y Sirius retrocedieron unos pasos. Se sentía un aura asesina. Lucius no se inmuto y siguió recriminándole a Severus y humillando a Sirius, quien últimamente estaba más sensible y débil.
¿Quién lanzo el primer hechizo? No se sabe, probablemente sea un espectador molesto de que no pasara nada interesante.
El resultado fue simple. Remus ocupo como saco de boxeo a Matt, llevándose de añadido a Lucius y a Severus, solo unas cuantas heridas superficiales.
La imagen de Remus cambio ese día, qué decir de lo que le paso a los Profesores cuando se enteraron. McGonagall se había desmayado junto con otros Profesores.
Tres semanas limpiando calderos, el baño y la lechuzeria, ese era el castigo. Todo de forma Muggle.
Continuara...