Capitulo 17: Empezando de cero.
No fueron tres sino que cinco días para que Remus volviera en sí.
Al despertar se sentía tranquilo y por sobre todo descansado. James y Peter lo fueron a ver, le explicaron en grandes rasgos lo ocurrido, Remus no revelaría que en verdad podía recordar esa noche.
Después de pasarle en contrabando la siempre fiel carga de chocolates de Honeydukes, conversaron un poco más hasta que Poppy los echara por disturbios a sus pacientes.
Ya en la noche apareció Sirius bajo la capa de James.
—Hola…— saludo.
Remus le sonrió como siempre —Buenas noches, Sirius—
De la felicidad paso a la preocupación —¿Quieres que me vaya?— Remus negó.
—Es de noche— dijo mirando hacia la ventaba sobre él.
—Haaa…— Sirius quedo parado allí revolviéndose incomodo. Remus transformo el velador de la otra cama en una silla. Sirius captando la indirecta se sentó pero aun se revolvía las manos —Creo que… bueno como no lo dije… ninguno lo dijo…—
—No es necesario si no quieres, me lo demostraste y es más que suficiente para mi… para ambos— Sirius levanto una ceja —Lunatico— aclaro.
—¿Entonces… que pasa?— pregunto después de un momento.
—¿Qué quieres que pase…?—
—¿Empezamos de cero?— Remus asintió —Hola me llamo Sirius Black— le tendió la mano en un saludo. Remus no pudo evitar carcajearse pero rápidamente se cubrió la boca para no llamar la atención de Madame Pomfrey.
—No tan de cero…— sonrió como hace tanto no lo hacía. Sirius sin evitarlo se perdió en su bella sonrisa.
Remus observo a Sirius pero específicamente sus ojos. No era el momento, en realidad no era necesario decir nada ya que con cualquier movimiento brusco o palabra se rompería ese mágico momento.
Remus se recostó en la cama rememorando lo ocurrido la otra noche, no estaba seguro como o porque pero sea lo que sea, agradecía esa oportunidad de Lunatico y Sirius.
Sirius observo la mano tendida de Remus, lentamente empezó a acercar la silla a la cama, ya estando cerca la tomo atento de la reacción de Remus, este sonrió y apretó mas el agarre, no se decían nada, ni siquiera se miraban solo mantenían sus manos entrelazadas.
Así fue hasta que en algún momento ambos cayeron rendidos en brazos de Morfeo.
Poppy después de organizar las pócimas y preparar las de Remus, fue a su cama en la enfermería.
Encontró a Sirius Black apoyado en su brazo izquierdo, hacía de almohada sobre la cama. Su posición se veía incomoda pero se le notaba una sonrisa en la cara. Remus estaba inclinado hacia su derecha un poco encorvado y con la espalda sin cubrir por las mantas, lo iría a regañar.
No podría en realidad, ver las manos entrelazas de ambos se lo impidió, pese a las posiciones incomodas de ambos, seguía allí, ambas manos, ambas derechas, entrelazas juntas aun durante la inconsciencia de un sueño. Ambos sonreían como si estuvieran haciendo una travesura.
Con eso recordó la primera vez que vio a ese par. Una travesura los llevo a la enfermería.
Sirius tenía un corte en la frente y Remus tenía el brazo lastimado. No quiso saber cómo podía ocurrirles a la semana de haber entrado. Lo último que vio fue la sonrisa de Sirius dedica a Remus que aun esperaba que la pócima hiciera efecto en su hueso fracturado.
Ya listo, el pequeño Black tomo la mano de Remus y ambos fueron corriendo entre cuchicheos y risas, abrieron ambas puertas para salir rápidamente de los territorios de la “enfermera gruñona”, la última imagen que mostro la puerta al cerrarse fueron esas manos que se daban un apretón. No pudo seguir viendo pero tenía claro que ambos se sonreían en mutuo apoyo y complicismo.
Continuara...