Capitulo 18: El saboteador termina saboteado.
Matt aun estaba adolorido de la pelea que se llevo con Lupin, tenía un puño envidiable para OTRO tipo de persona QUE NO FUERA EL.
No se molestaría y mucho menos se calentaría la cabeza si no fuera por ver las miradas cómplices entre Lupin y el mayor de los Black.
El conocía esas miradas, claro que las conocía, después de ellas venia una terrible broma para cualquiera que se lo mereciera excepto que estas eran de otro tipo, un tipo amoroso.
Estaba cabreado, le habían tocado las pelotas y no de forma placentera, claro que no. Por ende tendría que vengarse del idiota de Lupin por calentarlo para nada, solo unas masturbaciones y toqueteos por allí y por allá, ni una mamada por parte del Prefecto. Matt podía asegurar que Remus ya se había abierto de piernas para Black.
Espero dos semanas, Remus aun tenía que terminar el castigo y el no era quien para impedir aquello. La otra fue para que hubiera una base la cual destruir pero no es que no hiciera nada, por supuesto que no.
Se lo pasó frente a un caldero varias veces esas semanas, podía ser de Ravenclaw pero no significaba que tuviera habilidades como las de Snape.
Necesitaba esa pócima pero también los ingredientes así que esas dos semanas fueron productivas para el Rav.
Llego el día, último partido de Quidditch entre Gryffindor y Slytherin, el primero gano obviamente. Espero a que fuera lo suficientemente tarde y bebió la poción.
Camino cerca de la Torre de Gryffindor pero por un instante le dio por tomar otro pasillo que conducía a un aula, logrando esquivar a la Señora Norris, no fue así para quien trataba de perderla.
Ese alguien entro y encanto la puerta. Se podía escuchar los pasos de la gata y de Filch que se acercaban a ese pasillo.
Sirius camino hacia atrás alejándose de la puerta mientras tanteaba con su mano por si se topaba con una mesa. Algo de lucidez aun permanecía en su sistema, lástima que se le acabara con esta última acción. Choco con algo o alguien, giro pero no pudo distinguir quién era, solo escucho un lejano “Paddy” que era como le decía Remus.
Pensando que era él, le beso, atrajo y afirmo de las caderas inconscientemente buscando esos huesitos que lo traían vuelto loco, se empezaron a sacar la ropa. La superior literalmente volaba mientras se encargaban ambos de rozar sus miembros debajo de los pantalones (que ya desaparecerían) ambos listo, Sirius se encargo de estimularlo, prepararlo todo, necesitaba a Remus y lo necesitaba ¡YA!... y a segundos estuvo de entregársele pero un pequeño y milagroso destello plateado de lucidez le dijo ¡NO!
Obediente como él era, penetro a Lupin, pese que era él quien se estuviera auto preparando, fortuna de Remus de no ver aquello o le impediría que se lo metiera. Pasaron horas en el aula diversificando poses, creando nuevas, no se rotaban en el sentido estricto de la palabra pero el oral no era un impedimento. Finalmente cayó rendido después de ese orgasmo, inconscientemente pensaba que podía ser mejor, supuestamente Remus tenía poderes en la cama ¿no?
Pero no, su miembro… ese loquillo quería mas marcha, con un último esfuerzo, solo por ser Remus, volvió a la carga.
Cuando se abre la puerta y lo único que se reconoce entre las sombras y el hechizo insonorizador roto, son la ropa de Slytherin, la espalda de Sirius Black junto con su uniforme al lado, el sonido del sexo y los gemidos que hace el desconocido, porque Remus reconoce que es un él.
Sirius gira en pleno orgasmo evitando decir el nombre de Remus, dejándose caer sobre el otro cuerpo que tira lejos a Sirius y se cubre con las ropas del Gry.
El último sonido de la noche es el azote y rompimiento de una puerta.
Continuara...