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NUESTRO REENCUENTRO… ¿UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD…? por ayame de luna

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Notas del capitulo:

Hola

Una enorme disculpa por no actualizar antes, pero fueron muchos factores los que me impidieron que actualizara antes, pero bueno aquí les dejo el capítulo espero y les guste.

Realmente no sé si está bien como describí la fiesta de cumpleaños, pero a mí se me hiso linda.

Y les había dicho que sería pequeño pero no fue así, creo que tiene un poco menos de hojas pero es largo.

Les dejo mi Facebook Ayame de Luna

Sin más por el momento a leer…

CUMPLEAÑOS

*** CONTINUACIÓN ***

Tanto K y Tohma se esperaban ese resultado del que Shuichi no pasara por alto el maltrato de esos niños así como lo hiso con Liesel, esa era la naturaleza de ese cantante hiperactivo que cualquier ser que sufriera el los cuidaría y protegería a pesar de todo, así que cuando escucharon ese favor solo sonrieron y asistieron. El proceso de adopción fue muy rápido con la ayuda de esos dos, puesto que ambos tenían buenas fuentes y conexiones, además de que el juez a cargo era amigo de Tohma, a pesar de que se revelo que Shuichi tenía dos hijos biológicos catalogándolo como madre, la posición y los exámenes psicológicos ayudaron demasiado, además de que las canciones fueron requeridos por el juez y al ver que tenían un buen desarrollo familiar a pesar de no tener a su padre con ellos además de que contaba mucho el tipo de padres que tenían, una madre prostituta y drogadicta, un padre alcohólico y criminal, todos unas fichitas. Y ahí estaban dos semanas después en el juzgado recibiendo los papeles de ambos niños  que aún no sabían que ahora tenían una nueva madre, una madre hermosa, protectora, entregada, estricta pero sobretodo amorosa y cariñosa con dos hermanitos, una tía cariñosa y consentidora, y unos abuelos que a pesar de que no los iban a ver demasiado sabían que existían y los amaban como sus nietos biológicos, y muchos tíos autoproclamados que los consentirían como los pequeños que eran. Los ahora hermanos Shindou solo habían visto a Minato y al cantante, y una que otra enfermera pero la mayoría de las veces ambos estaban dormidos y por esa razón no conocían a Maiko, Hiro, Fujiki o las canciones de amor. Así que ese día tenían una fiesta en la mansión Shindou para recibió a ambos niños, globos, serpentina, un enorme cartelón que decía “Bienvenidos a la Familia Shindou” comida y bebidas preparados por las canciones y Maiko, regalos y una habitación compartida para ambos al pensar que en casa nueva querían dormir juntos, pero sobre todo un enorme cariño que todos los invitados tenían por los relatos que les contaba Shuichi, eran unos niños a pesar de analfabetas muy inteligentes y aprendían con rapidez, tiernos y que ambos se protegían y amaban demasiado. Con los estudios a fondo que había realizado Minato y otros pediatras habían descubierto que Edén el más pequeño era un Hombre Gestante, es decir un doncel, completamente todos se aliviaron al saber que Shuichi tenía la custodia de los niños ya que desde que se dieron a conocer los donceles, muchos traficantes robaban o compraban a niños doncel con la finalidad de venderlos o prostituirlos a altos precios y no solo niños o jóvenes, también adultos jóvenes y hermosos, una fortuna para Shuichi era su posición pero aun así estaba en peligro pero no como los niños que al crecer con esos padres los venderían sin dudar o no les importaría que desaparecieran.

-¿listos para ir a su nueva casa?-pregunto animado Shuichi al entrar a la habitación de los niños.

-disculpe señor-dijo Adán mordiéndose los labios-¿nos llevaran a una de esa casas donde llevan a los niños y esperan a que los adopten?-pregunto con temor.

-no, pequeño no serán llevados a una casa hogar, los llevare a mi casa-cuando dijo eso le mostro las hojas que llevaba consigo y que decía CUSTODIA en grande y otros papeles de ADOPCIÓN que demostraban que eran sus hijos-estos papeles me los dio un juez y dicen que ustedes dos serán mis hijos… ¿quieren ser mis hijos?-pregunto viendo a los niños que se abrazaban con fuerza pero cuando escucharon la pregunta no lo dudaron y asistieron moviendo los rizos largos-bien así que es hora de cambiarse esa fea ropa de hospital y vístanse de otra manera-dijo feliz ayudando a los niños.

Cuando les ayudo a los niños a vestirse ya que no sabían cómo usar las nuevas y hermosas prendas que había escogido el cantante especialmente para ellos, algo que los emociono puesto que jamás habían tenido nada nuevo. Al estar listo Shuichi los vio con alegría.

-se ven hermosos, son unos niños muy tiernos-dicho esto ambos niños se sonrojaron por las palabras del cantante-mmm… el cabello largo se les ve lindo pero cuando entren a la escuela los pueden confundir con niñas ¿les parece bien que les corten el cabello?-a los niños les brillaron los ojitos con alegría y emoción.

-si mami-dijo Adán que cuando se dio cuenta lo que dijo se sonrojo y a Shuichi un hermoso sentimiento cálido se instaló en su corazón que lo hiso sonreír con verdadera felicidad.

-no te apenes y me encantaría que me llamen así, ambos pueden llamarme mami-dijo enternecido y abrazándolos en esos momentos tocaron a la puerta-adelante.

-Shuichi-san ya estoy aquí-dijo entrando Ami con una caja mediana de plástico para estilistas y una sonrisa emocionada.

-que bien Ami-chan justo a tiempo-dijo yendo así a ella y guiándola en frente de los niños-niños ella es Sato Ami-chan es mi estilista personal, Ami-chan ellos son mis nuevos hijos Adán-dijo tocando la cabecita del niño, para después tocar la del pequeño-y el pequeño Edén ¿verdad que son preciosos?-dijo abrazándolos.

-claro Shuichi-san, niños espero que nos llevemos bien Adán-kun, Edén-kun-dijo acariciando su  cabello-que hermoso cabello tienen y que suave son como delicados y finos hilos de plata… me recuerdan al cabello de las canciones de amor-dijo con una sonrisa.

Después de eso Ami corto el cabello de ambos niños, nunca había sido cortado así que lo tenían largo y muy maltratado de las puntas, el corte a Edén le llegaba hasta los hombros y este corte asía que los ondulados cabellos quedaron unos centímetros arriba asiéndolo ver precioso a Adán su corte fue de 15 centímetros de largo asiéndole ver muy apuesto. Dos adultos y los niños se dirigieron a la mansión Shindou, el cantante había invitado a la estilista a la pequeña reunión, puesto que ella aparte de ser una muy buena estilista también era una gran amiga para el cantante y las canciones.

-Shindou-sama bienvenido-dijo el personal  de seguridad de la zona residencial, era un hombre de mediana edad, alto y corpulento de cabello y ojos cafés, vestido de una forma muy parecida a la de la policía pero de color café, Shuichi solo sonrió tratando de no reír ya que cada vez que veía precisamente a ese guardia le recordaba las fantasías eróticas que tenía al verlo cuando estaba embarazado y no podía controlar sus hormonas, afortunadamente solo paso por un breve lapso de tiempo y después fantaseaba con el padre de sus gemelitos, eso ultimo lo hiso enrojecer-¿se encuentra bien Shindou-sama?-pregunto el guardia al ver la mirada perdida y el sonrojo para que después palideciera.

-ah… claro que estoy bien Masao-san-dijo con una sonrisa sincera, el guardia solo asistió serio-bueno Masao-san quiero presentarle a mis hijos adoptivos Adán y Edén, niños saluden a Masao-san-dijo viendo asía tras donde los niños ahora ocupaban la sillas de seguridad de sus cancines.

-buen día Masao-san-dijo Adán y Edén solo sonrió a modo de saludo.

-buen día niños, realmente son afortunados de que el gran Shindou Shuichi los adoptara, sean buenos hijos ¿sí?-dijo el guardia con un poco más de suavidad, le tenía un gran cariño al cantante, por haberlo ayudado con problemas familiares y eso no tenían como pagárselo más que tratando de protegerlo lo más posible y eso incluía a las canciones, Maiko y esos nuevos hijos que eran adorables.

Shuichi se registró junto con Ami, a los niños les hicieron un registro como a cada nuevo inquilino que llegaba a vivir ya sea en una casa nueva o en con su familia al igual que cuando dejaban la zona residencial. Los niños iban sorprendidos por tanto lujo y belleza, muchas casas tanto sencillas como extravagantes de lindos jardines coloridos y espaciosos, había pocas personas en las aceras, ya fuera acompañados por amigos o pareja como por sus grandes o pequeñas mascotas, pero todas tenían algo en común y eso era la elegancia en la que caminaban y la arrogancia que los envolvía, cuando pasaban viendo esa simple camioneta solo la veían con alentaría sin imaginarse quien manejaba. Al llegar al frente de los enormes muros y el gran portón los niños se sorprendieron y se quedaron atónitos cuando Shuichi apretaba unos botones y las enormes puertas se abrían dejando ver una bella casa de color blanco puro que con los rayos del sol acariciándola parecía que resplandecía como su señor.

-bien niños llegamos a su nueva casa-dijo Shuichi ayudándoles a bajar.

-¿verdad que es hermosa niños?-hablo Ami con una sonrisa emocionada.

Los pequeños solo asistieron al no encontrar palabras y ¿Cómo no? Si un par de semanas atrás vivían en basurero prácticamente  y que el cantante más famoso de Japón los saco de un agujero en donde si llegaban a comer dos días seguidos era un milagro.

-vamos no se queden hay que unas personas los quieren conocer-dijo yendo a la puerta y abriéndola.

Los niños entraron con lentitud y temor por lo que podría a ver al otro lado, vieron que por dentro también era hermosa y como si el color blanco fuera lo más natural en esa mansión, Shuichi espero a que entrara Ami y tomo a los niños de las manos y los guio asía la sala en donde estaban todos los invitados, el matrimonio Seguchi, Tetsuha y Yuki, Sakuma, Noriko, Minato, Maiko, el matrimonio Shindou, el matrimonio Nakano, Fujisaki, Toru (que estaba en shock por la noticia reciente al saber que Shuichi tenía hijos biológicos, ya que él no sabía a pesar de que tenía apoyándolos por dos años) y las canciones de amor que al ver a sus nuevos hermanos se abalanzaron asía ellos.

-bienvenidos hermanos-dijeron las hiperactivas canciones que los abrazaban con fuerza mientras daban pequeños saltitos en un abrazo grupal, los nuevos Shindou estaban congelados por lo que escucharon “hermanos” ¿en serio tenían hermanos?-yo soy Aki/Akio… moo yo quería presentarme primero outoto-chan/nee-san-en todo momento mantuvieron un tierno puchero de molestia fingida y diversión asiendo que todos incluyendo a Adán y Edén soltaran risas divertidas, las canciones quedaron satisfechas sonriendo con alegría.

-bien los presentare, como ya saben ellos son mis hijos Aki y Akio son mellizos y en dos semanas cumplirán 6 años, ellos son mis padres Saito y Hana, ella es Maiko, Hiro y Ayaka-chan su esposa, Fujiko, Toru… ¡Toru…! bueno el después reaccionara, mi jefe Tohma-san y su esposa Mika-san, Noriko-san y él es mi ídolo y modelo a seguir Sakuma-san, el escritor Yuki Eiri o como se llama realmente Uesagi-san, mi manager Claude Winchester o K como nosotros le decimos y nuestro nervioso productor Sakano, y a Minato ya lo conocen… mmm… son todos ¿verdad?-cuando pregunto se escuchó un ladrido de molestia y volteo a la perrita que movía su colita esperando ser presentada por su madre humano-disculpa mi cielo, ella es su hermanita menor, es una Akita Inu se llama Liesel, es muy sobreprotectora y siempre pueden contar con ella, ¿verdad pequeña?-dijo tomándola en brazos y acercándola a los niños, ella, alegre les dio unos traviesos besos en sus mejillas-les agradan-dijo al ver las brillantes miradas de los hermanos.

-¡vamos a jugar!-hablaron al unísono, cuando Liesel escucho eso empezó a querer bajarse de los brazos del cantante, este así lo hizo, Aki tomo la mano de Adán y Akio tomo la mano de Edén y los jalaron asía la habitación de juegos.

-¡¡cuidado!!-fue lo único que pudo decir Shuichi al ver a sus hiperactivos hijos irse.

-al parecer mis nietos se tomaron bien la idea de tener hermanos-dijo Hana acercarse a su hijo-¿Cómo has estado Shu?-pregunto dándole un abrazo ya que el matrimonio Shindou solo tenía pocos minutos de haber llegado.

-bien mamá ¿ustedes se encuentran bien?-pregunto ahora abrazando a su padre.

-si gracias hijo, son unos niños preciosos-dijo Hana.

Yuki se dio cuenta que Shuichi no tenía un parecido a sus padres, empezando por su cabello y ojos, Hana era una mujer muy hermosa de cabellos y ojos castaños claros, Saito era un hombre atractivo de cabellos chocolates y ojos miel pero ambos con tez aperlada y no como la de Shuichi que era blanca, le encontraba más parecido a Maiko que al mismo Shuichi. Los adultos estuvieron hablando por un par de horas hasta que Liesel llegaba ladrando con exasperación y muy intranquila, Shuichi ya la había visto así una vez, así que sabía lo que ocurría y tratado de mantener la calma, aunque le era difícil, demasiado difícil.

-¿Qué él lo que quiere Shuichi-kun?-pregunto Seguchi curioso.

-esos niños…-solo dijo eso fue así a la mesita que estaba al lado de uno de los ventanales y tomo dos objetos del interior-llévame con ellos Liesel-dijo siguiendo a la perrita pero antes de salir escucho la orden de su madre.

-¿Qué pasa hijo?-se escuchaba la señora muy preocupada.

-a mis canciones les está dando un ataque de asma-fue lo único que dijo para seguir a Liesel.

Todos al escuchar eso se sorprendieron y salieron tras del cantante que se dirigió asía la segunda planta pero asía un pasillo diferente de los dormitorios, en la segunda puerta del pasillo entro a la puerta que estaba abierta y que la cachorrita había corrido, al entrar volteo así ambos lados y a la izquierda estaban las canciones con sus manos en el pecho y respirando con agitación, Adán y Edén estaban sosteniéndolos y los veían preocupados, cuando escucharon los pasos de Shuichi levantaron la vista con lágrimas en los ojos.

-ma… mi… ¿Qué pasa que tienen…?-hablo Adán con miedo estrechando con más firmeza a Aki.

-¿qué pasa…?-Edén que por primera vez habla en esas dos semanas ya que no había hablado ni para contestarle a su hermano, sorprendió de sobremanera a Shuichi para después sonriera con ternura.

-no se preocupen, ellos estarán bien-dijo al tomar a sus canciones en un brazo y depositar en las manitas de ambos unos inhaladores color rosa y azul en cada uno, las canciones los agitaron y destaparon para llevarlo a su boca y apretar el frasquito, después de eso a los pocos momentos hiso efecto asiendo que todos en la habitación se calmaran.

-¿se encuentran mejor?-pregunto Shuichi suspirando de alivio, en ese momento Yuki se había dado cuenta que relajaba los hombros y la mandíbula, se le había hecho extraño que no hiciera un escándalo pero si estaba sumamente preocupado, incluso él lo estaba un enorme peso en el corazón y su garganta tenía un enorme nudo se había instalado dejándolo inquieto, deseaba con todo su corazón y alma tomar a esos gemelos estrecharlos en sus brazos y darles una pequeña reprimenda por haberlo preocupado, pero de un momento a otro los pensamientos que tenia se fueron apocados por los sutiles movimientos de los hilos de oro de las canciones que daban una respuesta afirmativa a su madre-ah~ al parecer se entusiasmaron demasiado con la idea de tener hermanos ¿verdad?-dijo cerrando los ojos y sonriéndoles con amor maternal a los cuatro niños que a pesar de estar las canciones aun un poco agitadas y los dos hermanos que aun estrechaban a las canciones con cariño y temor. En ese momento se dio cuenta el por qué debía proteger a esos niños, como si lo que vio en los ojos de ambos niños al tomar la decisión de adoptarlos le hubieran hecho una promesa en silencio, esos cuatro hijos se convertirían en algo más y él les daría todo lo que necesitaran para que cumplieran con su meta.

-perdón… pero empezamos a correr y a brincar sin darnos cuenta-se justificaron al unísono las canciones de amor.

-¿Por qué se pusieron así?-pregunto Adán con preocupación.

-ellos sufren de una enfermedad llamada asma, con el tiempo se va curando pero aun así hay que mantenerlos monitoreados-contesto Minato dándoles un rápido vistazo y al terminar les dio una sonrisa-ya están mejor, pero ya no se exalten y no corran ni brinquen, me encantaría que en todo el día estuvieran acostados o sentados pero conociéndolos sé que eso será imposible, unos niños imperativos y asmáticos son dos en dos millones-dijo poniéndose de pie.

-¡tío Minato!-dijeron las canciones con lindos pucheritos que hicieron relajarse a todos menos a sus dos nuevos hermanos que los ayudaron a ponerse de pie-gracias-la respuesta a ese agradecimientos fue que recibieran un fuerte abrazo posesivo de parte de Adán y Edén.

-al parecer los preocuparon mis canciones-dijo viendo con ternura la escena por inercia llevo su vista a Yuki que solo vio como fruncía el ceño en muestra de unos confusos celos, sonrió divertido por esa muestra de celos inconscientes que mostraba el escritor para con sus hijos, pero al darse cuenta se estremeció y se empezó a poner nervioso-bueno como sé que es difícil mantenerlos quietos así que ¿por qué no vemos una película?-pregunto tratando de alejar la imagen que le ofreció Yuki.

-¡SI!-dijeron las canciones con entusiasmo.

Shuichi solo negó con diversión y se levantó con una mano muy cercas del corazón, de eso se dio cuenta Minato que con discreción se acercó al cantante y lo tomo de la muñeca mientras iban asía el cine privado de la casa.

-Shuichi y yo necesitamos encargarnos de algo, ustedes adelántense-dijo sin soltar de la muñeca a Shuichi.

-yo los acompaño-dijo Maiko con inocencia.

-¡NO! Ustedes adelántense es algo que necesitamos hacer en privado Shuichi y yo, los vemos en la sala del cine-dijo Minato antes de entrar en la habitación del cantante.

Todos se quedaron atónitos por el grito desesperado de Minato al dar la negativa, pero a pesar de eso Maiko con un nudo en la garganta y pensamientos en que Minato y su hermano tenían más que una relación de amigos. Fueron asía la ~sala de cine~ en la cual no solo los nuevos Shindou se sorprendieron sino también Yuki, Tatsuha, Sakuma, Noriko y a pesar de que el matrimonio Shindou ya la había visto aún se sorprendían.

-mmm… pues al parecer vamos a ver una película infantil… vamos niños a la sala de proyección, Hiro por que no vas preparando unas botanas para ver la película-dijo mientras abría una puerta y entraban los cuatro niños a un pequeño cubículo donde se encontraban estantes donde se encontraban una laptop, el único contenido de esa laptop eran películas que había de ciencia ficción, suspenso, romance,  infantiles y mucho más, después de 15 minutos se decidieron por la película 101 Dálmatas la cual cuando la vieron la portada ambos niños se emocionaron.

La película ya iba a la mitad y el doctor, ni el cantante habían hecho acto de presencia y tanto Yuki como Maiko se estaban empezando a preocupar o mejor dicho a encelar. Cuando ambos se pusieron de pie la puerta fue abierta dejando entrar la luz del pasillo en el lumbral se encontraba un poco sudoroso y muy agitado Shuichi con su ropa y cabello desordenados y un sonriente Minato aunque se veía agitado, cuando Shuichi dio unos pasos se vio como el siempre echo de caminar le molestaba y posaba la mano con sutileza en la cabera, con una mueca de dolor se fue a sentar al lado de Yuki, ya que al lado de él había dos asientos libres, Minato se sentó al lado de él.

-¿sabes? Eres un bruto-dijo Shuichi en susurros para que solo Minato lo escuchara pero lamentablemente Yuki también lo escucho poniéndose alerta.

-fue tu culpa al resistirte tanto-dijo Minato con una sonrisa.

-no te burles idiota ¿Cómo no querías que me resistiera si me metiste esa cosa enorme? Y no una sino varias veces-dijo Shuichi sonrojado y el ceño fruncido.

-pero esa cosa enorme te hiso sentir bien ¿no es así?-dijo con burla.

-desgraciado, bruto, imbécil… hubieras tenido un poco más de delicadeza ¿no crees? Además solo me he subido los pantalones y me has traído a restras, por lo menos me hubiera arreglado la ropa y el cabello-dijo molesto.

-vamos no te exaltes o tendremos que repetirlo nuevamente-dijo Minato acariciando los cabellos de un sonrojado Shuichi.

Shuichi ya no contesto nada y dirigió su vista hasta la pantalla concentrándose en ella, Yuki estaba furioso por lo que escucho y más al ver la mano de Minato nuevamente en la muñeca de Shuichi, lamentablemente no solo Yuki escucho esa conversación en susurros sino también Maiko que pasaba por ahí por unos bebidas, Maiko solo respiro hondo y trato de no llorar, tendría suficiente tiempo en la noche con todos dormidos en la casa, por el momento solo trato de tranquilizase, Yuki fue el único en darse cuenta que ambos sufrían igual. Al terminar la película todos nuevamente fueron asía la sala, Minato aún no había soltado la muñeca del cantante y aun caminaba con la otra mano en la cadera y cojeando un poco.

-hijo ¿me dejarías a mi preparar la comida?-pregunto Hana antes de entrar a la sala.

-claro, ya se me olvido cuando fue que comí alguno de tus platillos mamá-dijo Shuichi.

-gracias hijo-dijo Hana mientras se iba muy feliz a la cocina, a ella le encantaba preparar la comida a su hijo.

-mmm… le ayudare a mamá a preparar la comida-dijo Maiko con una sonrisa falsa la cual no engaño a Shuichi, Minato y Yuki.

-¿nos habrá escuchado?-pregunto inocente Shuichi.

-espero que no, ya que eso sería contraproducente para nosotros dos-dijo viendo a los ojos y sostuvieron la mirada.

Pero el intercambio de miradas fue interrumpido por dos enérgicas canciones que de un momento a otro se empezaron a impacientar y a querer correr mejor dicho empezaron a correr, por inercia Shuichi y Yuki los sostuvieron en un rápido movimiento.

-niños que les dijo Minato-dijo severo mientras observaba las miradas tímidas de sus canciones.

-canciones si llegan a tener otro ataque de asma esta vez no les serviría el inhalador tendríamos que ir al hospital para que se restablezcan-dijo Minato serio mientras veía a Aki en brazos de Yuki y Akio en brazos de Shuichi.

-perdón-se disculparon al unísono mientras eran bajados por sus padres

-mmm… tengo una idea-dijo Shuichi y les dijo a sus canciones que se acercaran, y así lo hicieron Shuichi les susurro en el oído y después vio a los niños preguntando-¿Qué tal, vemos si tienen talento?

-¡sí!-dijeron emocionados las canciones.

No dijeron más y se fueron asía el rincón más apartado de la enorme sala, en donde se encontraba un hermoso piano color blanco.

-¿acaso todos los pianos de esta casa son blancos?-pregunto sin darse cuenta Yuki.

-si, a las canciones les encanta el color blanco-dijo Shuichi con una sonrisa, que eso hiso que al escritor sintiera dolor y tristeza, haciendo que volteara a ver a otra parte con una mueca de dolor, eso lo vio Minato que sonrió divertido adivinando los sentimientos del escritor.

De un momento a otro una suave melodía fue fluyendo por toda la sala como un suave perfume, todos se volvieron a así aquel rincón y divisaron las delicadas figuras de las canciones de amor tocando las teclas del piano al ritmo de sueño de amor lo asían de tal manera que parecían dos profesionales, Shuichi se acercó a ellos acomodando las posturas posando las manos en las espaldas de cada canción y subiendo un poco su mentón para que no estuvieran tan inclinados.

-recuerden sentir cada nota, cada acorde… que sus mentes y sentimientos fluyan junto con las notas de la canción… que nada los detenga… en estos momentos ustedes dos son inalcanzables así como la música…-decía en susurros Shuichi con la cabeza en medio de dos cuerpos de los niños que claramente disfrutaban de tocar por la gran sonrisa que tenían.

Las palabras hicieron efecto en las canciones que empezaron a mejorar la interpretación, Adán y Edén se quedaron estupefactos por esa sublime interpretación, cuando terminaron las canciones de tocar el piano ellos fueron los primeros en acercarse y felicitarlos. Después de esos momentos los cuatro niños se sumergieron en un enseño-aprendo, los nuevos Shindou querían aprender a tocar como sus hermanos gemelos y estos encantados que les enseñaban las escalas, estuvieron tan concentrados que no se habían dado cuenta del tiempo hasta que Shuichi los llamo para la comida. Pasaban los días y Shuichi siempre los llevaba consigo, además de que Adán y Edén no querían separarse de él, y a Shuichi le facilitaba ya que les enseñaba a leer y a escribir, así pasaron las dos semanas para el cumpleaños de las canciones, cuando les preguntaron a los Adán si sabía el cumpleaños de ellos dos contesto que no lo sabía sola las edades gracias a una mujer anciana que los ayudaba pero hacía tiempo que había fallecido, así que se decidió que sería cuando el cantante los encontró, pero que por esa vez aria una fiesta grupal y los cuatro niños se alegraron con la idea de su madre. Así llego el 14 de junio lleno de alegría y felicidad para los cuatro hijos de Shuichi, por ese día dejo que los niños durmieran asta tarde mientras Maiko y él preparaban la comida y la decoración, sus padres se habían quedado a pasar las vacaciones que le habían dado en el trabajo a Saito y los cuatro niños estaban felices ya que podían convivir con sus abuelos. Mesa de dulces, mesas para los adultos y una para los cuatro niños, globos y adorno de todos los colores, una mesa redonda con tres pequeños pasteles, uno más grande pero que tenía los nombres de Aki y Aiko, los otros dos eran de Adán y Edén, en la piscina estaba llena de globos tanto redondos como de los largos, gran parte del jardín estaba adornado con esos mismos globos, también había un trampolín con los mismos globos en el interior. Shuichi y Maiko ya habían terminado de preparar todo y Hana estaba ayudando a vestir a los niños junto a Saito que parecía un niño más. Las canciones de amor tenían ~ropa [1]~ parecida, mientras que Adán traía un conjunto más moderno y Edén más casual, Shuichi estaba muy cómodo con su ~ropa [2]~ casual, Maiko estaba muy linda con un ~vestido~ el cual le iba muy bien. Alrededor de las tres de la tarde, comenzaron a hacer acto de presencia los ya acostumbrados invitados con regalos para cada uno, Tatsuha y Yuki habían sido también invitados por las canciones de amor. Los niños correteaban de un lado a otro, Adán y Edén siempre cuidando de las canciones, comían los dulces que Shuichi había preparado y los adultos no se quedaban atrás, principalmente las embarazadas que eran consentidas por sus esposos y Hana, la cual les daba uno que otro concejo que lo recibían con gusto al ser madres primerizas. Cercas de las mesas había un pequeño escenario con una pantalla que reproducía videos musicales de no solo te Nittle Grasper y de Gravitation, también de otras agrupaciones y solistas que Shuichi cantaba sin equivocarse de letra al estarles sirviendo los platos de comida. De un momento a otro los niños se agruparon formando un círculo y hablaban a susurros, Shuichi se dio cuenta que sus hijos estaban conspirando algo.

-¿ustedes cuatro que traman?-pregunto al ver que a pesar de que estaban comiendo tranquilos, hablaban susurrando.

-¡secreto!-dijeron los niños sonrientes.

Por esa acción Shuichi sonrió de forma maternal que cautivo a Yuki haciéndolo fantasear, por un momento Shuichi no encontró a Lesiel así que decidió buscarla ya que tenía que comer, pero no la encontraba, así que se internó un poco en su jardín-bosque, lo conocía a la perfección puesto que salía a correr por las noches y había aprendido a conocerlo con luz de día y con pequeños faros, Yuki vio como Shuichi se perdía entre la densidad de los árboles y le siguió, estaba tan concentrado siguiéndolo que no se dio cuenta del bello paisaje que se extendía en frente de él hasta que vio como Shuichi correo asía un bello puente y se detenía en medio donde se encontraba la perrita acostada.

-Lesiel, me has preocupado mmm… ¿qué tienes hay pequeña?-pregunto al ver como protegía algo, al momento de pasar sus manos entre el pelaje vio un conejo gris de orejas caídas, que estaba muy cómodo dormido en el pelo de su perrita, al tomarlo el conejito abrió los ojos dejando ver un color rojo en sus iris que lo veían con curiosidad, era pequeño que cabía perfectamente en su mano, le dio risa al ver el movimiento de su naricita, así que lo deposito en el piso del puente y salió corriendo Lesiel solo ladro como si se despidiera, ya sabía por qué a veces se desaparecía y no la encontraba, en ese bosque abundaban los conejos, ardillas, todo tipo de avescomo patos y búhos, venados los cuales rara vez se veían pero eran muy sociables algo extraño pero con él y las canciones siempre se les acercaban para que los acariciaran-bien pequeña va a ser mejor que regresemos antes de que se preocupen-al decir eso la cachorrita salió corriendo asía la casa.

Shuichi por unos momentos se quedó viendo su reflejo en la cristalina agua del pequeño lago que abarcaba parte del bosque, su cabello, sus ojos, su rostro, su cuerpo… a pesar de tener 24 años  se veía de 18 años y cuando tenía esa edad su cuerpo se veía de 14 años… no solo su cuerpo había cambiado, su mirar amatista era más madura y sabia… pero sobretodo maternal y protectora.

-cuanto he cambiado…-susurro cerrando los ojos recargándose en el barandal.

-aun así sigues siendo muy hermoso mucho más que cualquier mujer…-dijo Yuki mientras rodeaba la estrecha cintura del cantante.

Shuichi solo se sonrojo por lo dicho por el escritor y dejo ver las  joyas amatistas que veían un hermoso reflejo de las citrino, las cuales lo veían con atención y no al reflejo del agua sino a su nuca que se tiño de carmín.

-¿se le ofrece algo Uesugi-san?-pregunto con nerviosismo removiéndose levemente entre los brazos cálidos del escritor.

-si… a ti…-dijo cercas de su oído.

El aliento cálido de Yuki en la nuca muy cercas del oído de Shuichi, lo hiso estremecer, el escritor al ver la reacción que a él le pareció tierna sonrió y no resistió la tentación de morder el lóbulo de manera deseosa y erótica o por lo menos eso fue lo que le mostro el reflejo del agua al cantante sonrojado. Yuki sentía el estremecer del delicado y hermoso cuerpo entre sus brazos olvidándose de todo, pero de un momento a otro recordó que tenía hijos y que dos semanas atrás se había revolcado con su doctor de cabecera que lo peor de todo es que no pudieron a esperar que estuvieran solos sino que también con invitados y cuatro niños en la casa. Al recordar eso lo estrecho con más fuerza entre sus brazos causándole un poco de dolor a Shuichi que gimió en el proceso, al sentir el cambio de actitud del escritor, empezó a perder color de su tez, ahora pálida.

-¿Shu…? ¿Yuki-san…?-escucharon una voz ajena a ellos dos.

Yuki hasta ese momento volvió en si soltando al cantante que ahora se sostenía del barandal para no perder el equilibro por tal cambio de actitud del escritor y por qué una vez más se dejó llevar muy fácil.

-¿Qué pasa Hiro?-trato de sonar normal pero le costó mucho y de eso se dio cuenta Hiro.

-las canciones se preocuparon al no verte-dijo Hiro leyendo el ambiente tenso.

Yuki sin decir una sola palabra se fue, sentía muchas emociones y sentimientos en su interior pero la más grande la cual destacaba era el miedo de no tenerlo nunca más a su lado.

-¿interrumpí algo?-pregunto  Hiro viendo como Yuki se iba asía la casa, cuando volvió su vista asía a Shuichi, se sorprendió al verlo jadeando y viendo sus rostro pálido en el reflejo del lago… se encontraba igual que el escritor, con emociones y sentimientos incontrolables en su interior.

-no… no interrumpiste nada… Hiro-dijo Shuichi cayendo de rodillas aun con sus manos aferradas al barandal.

-Shu…-Hiro fue asía su mejor amigo, Shuichi al sentirlo cercas se aferró a él, buscando algo a que aferrarse para no caer en el oscuro abismo del llanto que por más que lo intentara no podía ser liberado haciendo mucho más dolorosa aun.

-tranquilo Shu… ¿Qué fue lo que paso?-cuestiono preocupado por su amigo devolviéndole el necesitado abrazo.

-no tengo idea…-dijo con la voz entrecortada-por un momento sentí que estaba con el Yuki con el que empezó a vivir… frio, distante y sin escrúpulos… fue de un momento a otro ya que antes de eso era tierno y cálido-dijo aun aferrado a su mejor amigo.

Hiro lo único que podía hacer en esos momentos era tratar de tranquilizar a Shuichi que se estremecía sin darse cuenta, ya que no era factible que los niños lo vieran tan vulnerable, no desde que las canciones sabían que Yuki era su padre. Después de 10 minutos dejo de temblar y ya respiraba con normalidad.

-¿mejor?-pregunto el guitarrista que acariciaba las finas y suaves hebras rosas pastel.

-si…-dijo en un susurro apenas audible.

-sería mejor regresar…-dijo conciliador.

-si es verdad-dijo tomando todo el oxígeno que necesitaba para controlar sus desenfrenados e inquietos sentimientos y emociones que se agitaban como el mar en tormenta.

Los dos se levantaron para posteriormente dirigirse hacia la bella casa, la cual estaba muy alegre con un Tatsuha, Sakuma, Toru, Sujuro y Maiko jugando a las escondidillas con los cuatro niños que se escuchaban sus risas por algún tramo del jardín.

-¡dios! Esos niños van a volver a ganar-se quejó Tatsuha por no poder encontrar a sus revoltosos sobrinos.

-los niños al igual que Shu-chan conocen este bosque a la perfección… no entiendo como Shu-chan corre todas las noches por el-dijo buscando a tras de un pino.

-¿Cómo mi cuñado sale a correr todas las noches en este inmenso bosque?-dijo Tatsuha con asombro.

-solo son 150 hectáreas… me hubiera guastado poder comprarlo todo pero lo demás es una área protegida de mil quinientas hectáreas…-dijo son simpleza mientras veía asía los árboles, Tatsuha solo negó con diversión-¿puedo jugar yo también?-pregunto viendo un punto fijo.

-claro Shu-chan-dijo Sakuma que se encontraba relajado buscando de tras de unos bellos arbustos llenos de lindas y coloridas flores.

-que bien, ahora sal de ahí pequeña cancioncilla, recuerda que por ahí hay una madriguera de conejos y aun son pequeños, ten cuidado al salir Aki-dijo como con diversión.

-moo… no se vale ¿porque a mi primero?-dijo la pequeña cancioncilla que salía de entre unos arbustos y un bello sakura.

-por qué no mejor sales tú también Aki y se van a cambiar de ropa-dijo viendo asía el mismo lugar.

-¿Cómo?-preguntaron todos los presentes al no entender y ver a ambos niños que a su parecer estaba bien con esa ropa.

-¡se dio cuenta!-ambos al unísono se quejaron con un lindo puchero.

Al momento de decir eso ambos niños se quitaron el gorrito blanco que traían y llevaron una de sus manos a tras de su cabeza soltando su cabello, Aiko siempre había llevado el cabello un poco largo hasta los hombros y Aki lo llevaba hasta la cintura, siempre era fácil diferenciarlos, pero cuando se sujetaban el cabello asía atrás y se vestían igual y cubrían sus cabellos, les era imposible, el único que podía hacerlo era Shuichi. Todos veían incrédulos la escena, Aiko vestido de Aki y Aki vestida de Aiko, si no hubiera llegado Shuichi simplemente no hubieran podido encontrarlos y mucho menos diferenciarlos.

-mis canciones ¿qué les he dicho de cambiarse la ropa entre ustedes?-pregunto entre divertido  y serio.

-que no lo hagamos-dijeron con una sonrisa.

-así es y ¿por qué lo hicieron?-pregunto curioso.

-queríamos ver la cara que pondrían-dijeron felices.

Shuichi solo negó con diversión, esos niños eran peor que él, después paseo su vista por los hermosos árboles y vio unas lindas hebras claras como la plata.

-Adán baja de ese árbol que te puedes caer-dijo viendo como bajaba con resignación el pequeño.

-al parecer mi papi es un experto en este juego-dijo Adán con asombro cuando fue a dirección de las canciones.

-sip, siempre nos encuentra, aunque a ella la encuentra más fácil-dijeron al unísono los pequeños y apuntaron a Maiko.

-¡canciones! Yo me escondo bien, pero he jugado con Shu-chan toda mi vida así que le es fácil encontrarme-dijo con inocencia, pero aun así eso le causó un gran dolor a Yuki que trataba de comer una de las delicias preparadas por Shuichi.

-eso es verdad… ahora Edén tu cabello se ve tan hermoso rodeado de esos lirios blancos que resplandeces-dijo Shuichi y sonrió cuando vio salir al sonrojado niño por sus palabras-ahora canciones vallan a cambiarse.

-claro, ahora regresamos-ambos se fueron con rapidez mientras los nuevos Shindou los veían con preocupación.

-tranquilos niños, ahora regresan sus hermanos, porque ahora no van a jugar al trampolín-Dijo apuntando asía este.

-si… pero si nuestros hermanos juegan con nosotros… ¿no les va a pasar como la otra vez?-pregunto preocupado Adán.

-no te preocupes pequeño, cuando llegue les di un medicamento que les permitirá jugar tanto como quieran sin que su asma les provoque un ataque, así que no se preocupen-dijo Minato acariciando sus cabecitas.

A esos pequeños les brillaron sus ojitos de la felicidad y fueron corriendo a jugar al trampolín y Lesiel detrás de ellos cuidándolos.

-¿cómo es posible que rentaras esa cosa? Shuichi-dijo Tatsuha viendo en enorme base con seis trampolines individuales.

-¿Quién dijo que lo rente?-dijo  con inocencia y alzándose de hombros.

-¿lo compraste?-pregunto incrédulo el joven, viendo la respuesta afirmativa del cantante-¡adóptame! se mi madre por favor, seré un buen hijo, are mis tareas y mantendré limpio mi habitación, te ayudare en la casa y no causare molestias-dijo dramatizando.

-¿no crees que eres demasiado grandecito para pedir que te adopten Tatsuha?-pregunto serio el escritor al ver como su hermano menor abrazaba con fuerza a Shuichi.

-déjame… ahora tengo a una linda mami que me defenderá-dijo Tatsuha abrazando con más fuera al cantante que solo lo veía con sorpresa-¿verdad mami?-dijo Tatsuha acercando su rostro al del cantante que por la vergüenza de tener al joven abrazado a su torso se sonrojo-ahora que te veo de cercas realmente eres hermoso-dijo posando sus manos en ambas mejillas en el cantante.

-Tat… Tat… Tat… suha… no… no, no te me acerques tanto-dijo Shuichi tratando de quitarse de encima al joven que si no fuera por su cabello y ojos sería igual al gran amor de su vida y eso lo perturbaba, al punto que en toda su tez se sonrojara intensamente.

-deja a mi Shu-chan-dijo Maiko apartando a su hermano del abrazo donde estaba prisionero.

Shuichi pudo zafarse de ambos jóvenes que peleaban por su atención, vio como sus canciones regresaban ahora con vestimentas correctas, lo saludaron con sus manitas y se dirigían con sus hermanos que jugaban felices y al verlos se alegraron más, la fiesta fue tranquila y divertida, de un momento a otro los niños regresaron asía donde estaban las mesas y Aki se acercó a la laptop para poder colocar el karaoke y que la melodía fluyera con rapidez y suavidad, la pequeña se balanceaba al compás de la canción Super Driver, la voz de la pequeña era tan parecida con la de Shuichi que a Yuki le dio un salto en el corazón, de un momento a otro Akio se le unió logrando  que Yuki solo jadeara por las voces de los pequeños que eran claramente parecidas a la de su amor perdido, Adán y Edén solo veían atónitos a las canciones que se cantaban y bailan por todo el pequeño escenario, estaba claro que esos pequeños habían nacido para estar en los escenarios como su madre. Shuichi solo veía orgulloso a sus hijos que cantaban como unos perfecciónales a pesar de que jamás habían recibido clases de canto. Después de esa canción Maiko no se quedó atrás y canto un éxito de Gravitation, al parecer a toda la familia Shindou había nacido para la música ya que Hana y Saito cantaron, Yuki se dio cuenta que de donde Shuichi había sacado el don para la música ya que Hana tenía un timbre parecido al de Shuichi, Sakuma, Noriko, Mika y Tohma, Ayaka y Hiro, Toru no se quedaron atrás y cantaron ya fuera una canción o más, se divertían y los niños no se quedaban atrás burlándose cuando a alguno le fallaba la letra o tenia desafinaciones.

-nee-san/outoto-chan-ambos niños hablan en susurros planeando una estrategia que causaría no solo problemas sino varias situaciones más, fueron hacia su tía y le susurraron unas palabras que ella asistió encantada-gracias tía-al decir esto ambos le dieron un beso en cada mejilla.

Las canciones tomaron direcciones contrarias al terminar de hablar con Maiko, Aki fue hacia donde estaba Shuichi y Aiko fue con Yuki y tomaron las manos de sus padres y los guiaron asía el escenario que en ese momento estaba solitario e empujaron a los confundidos hombres que al verse en esa situación solo se confundieron aún más, las letras en las pantalla parecieron.

-Eiri canta-dijo con firmeza Aiko el cual no daba una opción sino que era una orden.

-canta tú también-dijo Aki de la misma forma que su hermano gemelo.

Yuki y Shuihi se quedaron viendo la música suave envolvió a Shuichi empezando a cantar, deseando que la bella caricia de la que hablaba la canción se la proporcionara ese frio escritor. Yuki al igual que Shuichi las letras de la canción empezó a cantar, en cierto punto de la canción los dos empezaron a cantar, Shuichi necesito serrar los ojos porque si los mantenía abiertos estaba seguro que besaría a Yuki y el escritor mantenía la vista en la pantalla al no saberla  canción. Afortunada o desafortunadamente termino la canción, pero unas bellas y traviesas canciones hicieron de las suyas programando otra canción, esta canción tanto Yuki como Shuichi se la sabían de memoria ya que cuando estaban vivían juntos Shuichi solía escuchar demasiado. Shuichi ya no cerró los ojos y Yuki ya no necesito ver a la pantalla, en ese momento lo único lo cual podían ver eran las joyas contrarias, sus miradas en un hechizo que envolvió sus miradas y almas.

-Maiko ¿los niños por hicieron eso?-pregunto Hana sorprendida por la escena.

-las canciones saben que Yuki-san es su padre, pero Shuichi no sabe que las canciones conocen su procedencia-dijo Maiko viendo atreves de la pantalla del móvil donde estaba tomando un video de la pareja cantando, ese era el favor que le habían pedido sus cancioncillas-se ven muy bien juntos-dijo al ver la atmósfera entre ellos.

-es verdad, pero por lo que puedo ver no hay ningún avance entre ellos dos ¿verdad?-comento Hana viendo el amor en las miradas de la pareja en el escenario.

-sí, pero bueno con ese amor con el que se ven espero que no se tarden mucho o seguirán sufriendo-dijo con sinceridad.

Al terminar la canción y después de unos momentos se quedaron viendo con amor en sus ojos pero Shuichi reacciono dejando el micrófono en su lugar y bajo con rapidez del pequeño escenario, Yuki hiso lo mismo y al irse a sentar vio cómo iba asía Maiko y hablan por unos minutos, después Shuihi se adentró a la casa. En la mente del cantante aún estaba la voz sedosa y varonil del escritor, que juraría que si no se hubiera convertido en escritor la carrera de cantante le sentaría muy bien, esa voz lo hizo estremecer de pies a cabeza, se preguntaba Shuichi por qué Tohma lo había dejado así de fácil si tenía una hermosa voz al cantar. Llego el momento de cantar el famoso Feliz Cumpleaños y de apagar las velitas que en el pastel de las canciones eran 6 velitas de color blanco y en el de Adán eran 8 de color azul y de Edén eran 4 de color verde. Al abrir los regalos se encontraron con muchos juguetes que iban desde peluches hasta un móvil para Adán ya que Edén aún estaba muy pequeño para utilizar uno, las canciones tuvieron la idea de tener un maratón de películas pero todas las que había participado Gravitation, que iban desde comedia asta suspenso, pero siempre los tres integrantes del grupo.

“-¿Cómo es posible que este embarazo?-preguntaba un joven alto de cabello negro y ojos marrones claro.

-así es señor, su pareja tiene tres meses de embarazo-dijo un señor de cabello cano y ojos oscuros.

-pero soy un hombre… los hombres no tienen bebés-decía el cantante interpretando su personaje.”

Los pequeños estaban muy concentrados en la  pantalla, en esos momentos estaban viendo la primera película producida en Japón de hombres gestantes, y el protagonista había sido Shuichi, era la segunda película en la que había participado y contaba la historia de Yu un joven embarazado que tenía que enfrentar a la sociedad y sus familias, había sido un éxito que había logrados nuevos records en las taquillas en Japón. En la sala de cine estaban nuevamente todos ahora con sus rebanadas de delicioso pastel.

“-¡Yu! amor se está moviendo-decía feliz Miki la pareja de Yu.

-así es amor, valla hoy está muy enérgico-decía Yu recostado en el fuerte desnudo torso de Miki, Yu mostraba parte de su espalda y los hombros blancos.

En ese momento la sabana cayo de la cama y dejo en descubierto que los protagonistas estaban solo en ropa interior y dejando ver un vientre (falso) abultado de 8 meses.

-leí que después de que pareja hace el amor el bebé se comporta de forma inquieta-dijo Miki tocando levente la cadera-deseas tener a nuestro hijo un poco más enérgico-dijo ya arriba de su pareja.

-claro…

La escena cambio a una donde  ambos estaban dormidos pero con enormes sonrisas en su rostro y una mano de cada uno en el cálido refugio de su bebé.”

Yuki cada vez que veía como ese actor de cuarta tocaba y besaba a Shuichi se encelaba queriendo aventar algo a la pantalla pero sabía que con esos no iba a solucionar nada, pero también veía maravillado al personaje doncel de Shuichi, fantaseaba con un día ver el vientre con vida del cantante, pero eso sería imposible ¿verdad…?

*** CONTINUARA ***

Notas finales:

~sala de cine~: pueden ver no sola la sala de cine en el álbum que tengo en mi Facebook sino varias imágenes más por si no conoces el álbum este es su nombre: Mansión Shindou.

Aquí está el link de la canción que tocan las canciones de amor por si alguna quisiera escucharla: https://www.youtube.com/watch?v=_pysf5ixCTQ

~ropa [1]~: está es la ropa de las canciones http://www.tubesalud.com/wp-content/plugins/WPRobot/images/2b66c_1-2014-05-292.jpgy esta es la de Adán que el la de la izquierda y Edén la de la derecha http://i.blogs.es/600d24/ninos_vestidos_igual_o_similar/650_1200.jpg

~ropa [2]~:http://www.mistermoda.com/wp-content/uploads/2010/05/zara3.jpg

~vestido~: http://www.hispacdn.com/fotos/2506-vestidos-cortos-menos-100-euros-24.jpg

Las canciones que Yuki y Shuichi serían:

Bésame: https://www.youtube.com/watch?v=ScjN26S1IL0

Entre tus alas: https://www.youtube.com/watch?v=uh8lY2lWHdQ

Ambas canciones de la agrupación Camila.

Los videos y las imágenes son mías.

Adiós y nos leemos pronto… n.n


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