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NUESTRO REENCUENTRO… ¿UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD…? por ayame de luna

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Notas del capitulo:

Hola

Perdón la tardanza tanto en tiempo como en fecha, ya que este capítulo le tendrá que haber subido dos días atrás, pero mi deber de hermana mayor casi madre, me lo impidió más mi trabajo, bueno ahora es una locura mi vida pero hice un espacio para hacer este capítulo.

Espero que les guste, este especial no tiene nada que ver con la línea original del fic, es completamente aparte, quise darles algo lindo y bueno para todo lo que viene en la línea original y además de que me habían pedido lemon hace un tiempo…

En este capítulo me base mucho en la ideas que tengo para la línea original por si cuando lean lo próximos capítulos se sarán cuenta, pero todo sucederá de manera distinto.

Bueno sin más por el momento a leer y espero les guste…

*** LAS IMÁGENES Y EL VIDEO NO SON MÍOS LOS ENCONTRÉ EN INTERNET ***

ESPECIAL: HALLOWEEN APASIONADO

En el edificio de NG Records Corporation, empleados de una compañía de fiestas corrían de un lado a otro organizando y arreglando el vestíbulo, salas aledañas y jardín para la fiesta que ese día se llevaría a cabo por el día de Halloween, en ese momento la única trabajadora que se encontraba de la empresa era la mano derecha de Tohma y se había ofrecido para cuidar los preparativos ya que con el último mes de embarazo de Mika, Tohma odiaba profundamente estar separado de su esposa por más de cinco horas al grado de escaparse del trabajo o de juntas importantes solo por estar con una molesta Mika por sus actos pero a la vez muy complacida. El jardín poco a poco se convertía en un cementerio embrujado con grandes calabazas iluminadas por dentro, tumbas con manos huesudas de fuera, pequeñas luces se encontraban como enredadera y de ellas colgando arañas y murciélagos de gran realismo, la sala de mayor tamaño se convertía en una recepción oscura y llena de telarañas, velas negras, cráneos falsos, calabazas, globos con caras, telas de colores negras, naranjas y moradas se expandían por todo el lugar dándole un toque más oscuro aun con la claridad del medio día, las mesas era detallada y cuidadosamente puestas, el vestíbulo serio y elegante se transformaba en algo completamente diferente.

*** MANSIÓN SHINDOU ***

-¡¡¡MAIKO!!! ¡¡Ni estando loco me pondré este disfraz!!-dijo un molesto cantante viendo el disfraz en su cama.

-¡cálmate! No es para tanto, es precioso, entre Mika-san y yo los elegimos-dijo tratando de convencerlo.

-no ahora mismo voy a esa tienda y lo cambiare-dijo tomando la bolsa de ropa donde aún estaba.

-no se puede oni-chan-dijo con una sonrisa de superioridad-los disfraces están hechos a la medida y están personalizados así que será imposible además de que ya no hay tiempo como para vayas a comprar un nuevo disfraz y no puedes faltar a la fiesta le prometiste a Mika-san que estarías ahí-dijo triunfante al ver la cara de frustración de su hermano.

-está bien, tu ganas-dijo dirigiéndose al baño a darse un largo baño si es que su malvada hermana se lo permitía.

Maiko salió de la habitación de su hermano con una sonrisa y se encamino asía la sala de juegos, al ver a los niños jugando con tranquilidad.

-niños…-dijo sonriendo con amplitud y levanto ambas manos con el “v” de victoria-logre convencerlo de que llevara el disfraz-dijo emocionada.

-¡¡¡SI~!!!-el grito de los niños fue de emoción y alegría.

-voy a llamar a Mika-san para decirle-dijo tomando su móvil, al llamarle y decirle que logro la misión se emocionó y le comentó que ella también había logrado convencer a Yuki de llevar el disfraz que le había preparado-bien el plan va muy bien, recuerden lo que tienen que hacer mis canciones, mis cielos-dijo con una sonrisa.

-claro tía Maiko aremos todo lo posible para unir a nuestro lentos y tontos padres-los cuatro niños se sincronizaron a la perfección.

-muy bien mis niños ahora a bañarse que se puede hacer tarde y tenemos que estar a tiempo-dijo Maiko guiando a sus sobrinos asía sus respectivas habitaciones-se bañan con cuidado yo también me iré a bañar por si necesitan algo-dijo con una sonrisa viendo como las cuatro cabecitas rubias asistían con energía y se dirigían a sus respectivos baños.

Cada niño tenía su propio baño, pero los cielos se bañaban juntos ya que Adán ayudaba a Edén a asearse, cuando terminaron de bañarse cada uno se colocó sus disfraces, el timbre sonó así que Adán que fue el que había terminado primero de vestirse atendió, por el teléfono escucho la vos de Masao, uno de los tantos guardias de seguridad de la zona residencial, el cual le decía que Ami se encontraba en espera para entrar a la zona, le dijo que la dejara pasar, cuando la estilista llego a la mansión vio como los niños se veían adorables con sus respectivos disfraces escogidos por el cantante, comenzó a peinarlos y a maquillarlos, al poco tiempo Maiko llego a la sala de estar viendo a sus lindos sobrinos listos para ir a la fiesta.

-que hermosos se ven mis niños-dijo Maiko llegando a donde estaban los cuatro niños rodeando a Ami que les contaba historias de miedo las cuales no eran tan fuertes para ellos.

-tía Maiko se supone que no debemos de vernos hermosos sino terroríficos-las canciones de amor se quejaron al unísono.

-lo siento pero para mí se ven hermosos-dijo Maiko riendo con suavidad.

Los cuatro niños con tiernos pucheros se sentaron frente al televisor apareciendo en la pantalla el justo inicio de la película el cadáver de la novia, la cual muy interesados no perdieron detalle de ella mientras Ami maquillaba a Maiko, de vez en vez se escuchaba el gritito de sorpresa de los niños en alguna escena pero aun así muy interesados la seguían viendo.

-mmm… por que no vimos antes esa película… me hubiera gustado disfrazarme de la novia muerta…-dijo interesada Maiko.

-te verías muy bien Maiko-san pero vestida así se ve muy hermosa-le dio linda sonrisa la cual Maiko respondió con una igual-ya termine solo falta Shuichi-san-dijo con una sonrisa la maquillista.

-es mejor ir a su habitación porque no creo que quiera bajar vestido de esa forma además de que va a necesitar un poco con ayuda-dijo divertido.

Las dos jóvenes y los niños se dirigieron a la habitación de Shuichi, al entrar no vieron a nadie así que estaría aun en el lujoso baño, y el disfraz no estaba en la cama, se escucharon ruidos en el ~armario~ que eran de malestar y enfado, pero a los pocos segundos un grito de alegría, al cabo de unos segundos salió Shuichi…

-bien así iré disfrazado…-dijo saliendo del armario vestido de…

-¡¡no iras vestido de vagabundo!!-grito su hermana sorprendiendo a Shuichi que vestía con ropas desgarradas, aparentemente sucias y descalzo.

-claro que no iré vestido de vagabundo, Ami-chan me va a maquillar de zombi… siempre quise vestirme de zombi-dijo ilusionado.

-claro que no-dijo su hermana llevándolo al baño y quitándole las vestimentas de forma brusca.

-¡no Miko déjame…! ¡Yo quiero ir de zombi…! ¡Por favor déjame ir de zombi…!-gritaba el cantante con desesperación.

-¡claro que no iras de zombi…! ¡Primero me matas antes de ir de una cosa tan espantosa…! ¡Te vas a disfrazar de lo que escogí y punto!-Maiko dejándolo desnudo-ten ponte esto-dijo dándole un trozo de tela.

Shuichi al ver la diminuta tela se le subieron los colores al rostro, desde su cuero cabelludo hasta sus hombros eran de un color carmín el cual competía y ganaba con un tomate maduro

-¡Maiko vamos a una fiesta de Halloween…! ¡No a un pros…!-cayó abruptamente al escuchar a sus hijos en la habitación, con más especificación detrás de la puesta escuchando toda la conmoción del interior del baños.

-5… 4… 3…-Maiko contaba de mayor a menor con una mano en el pomo amenazando a su hermano mayor de abrir la puerta sin importarle que estuviera completamente desnudo y dejar entrar a esos cuatro niños al baño, Shuichi al ver la intención de su hermana se colocó con rapidez y torpemente esa tela que le causaba estragos en su cabeza.-muy bien oni-chan.

Shuichi solo se estremecía mientras veía como las dos jóvenes se acercaban a él al asecho, Maiko sentó a su hermano en una silla que se encontraba cercas mientras Ami levantaba sus piernas y las analizaba con detenimiento.

-las piernas están perfectas, no es necesario aplicar será, Shuichi-san es completamente lampiño es una de las casas que me encanta de el-dijo Ami soñadora-una mascarilla limpiaría su rostro y al final con un poco de lápiz labial no estaría nada mal con un moderno peinado y estará deslumbrante esta noche-al decir esto la maquillista examinaba cada rincón del cuerpo escasamente cubierto por esa pequeña tela.

Shuichi solo se estremecía bajo la mirada de esas jóvenes que tal vez una era tímida y reservada pero cuando se trataba de él se transforma va por completo, cuando Ami se proponía algo para con el no descansaba hasta conseguirlo. Y a Maiko le encantaba molestarlo y dejarlo en ridículo, su hobby favorito era vestirlo de mujer o hacerlo parecer según ella “sensual y erótico pero aun así viéndose como un delicado uke”.

Entre Maiko y Ami le aplicaban una mascarilla al cantante asustado, mientras la mascarilla asía efecto se decidió que en esos minutos Ami se fuera a duchar y a vestir su disfraz, los niños jugaban a que eran la representación de sus disfraces y se perseguían los unos a los otros junto con una disfrazada Leisil la cual también iría a la fiesta.

-listo ya es hora de quitar la mascarilla-dijo Ami asustando a ambos hermanos que se encontraban distraídos.

Al volverse a verla ambos se quedaron sorprendidos al ver a la tímida y tierna Sato Ami disfrazada de una sexi muñeco diabólico o comúnmente llamado chocky sus labios pintados de carmín y en la comisura derecha de la boca un hilo de sangre, y una flanja de pintura rojo sangre que iba desde su frente hasta su pómulo izquierdo dándole una semejanza a una cortada, su ojo izquierdo estaba cubierto por un lente de contacto color blanco y el derecho de un lente color azul intenso escondiendo así sus lindos ojos miel, su cabello azabache también estaba cubierto por una peluca pelirroja, un disfraz muy provocativo.

-Ami… chan…-ambos hermanos estaban estupefactos por lo hermosa que se veía la joven por supuesto si se le quitaban las marcas en el rostro.

-¿tan mal me veo?-pregunto inocente.

-claro que no te ves hermosa… claro sin esa sangre en tu rostro te vería mucho mejor.

-valla ese maquillaje se ve real…-dijo Shuichi difícilmente por la mascarilla completamente seca en su rostro-¡yo quiero que me maquilles de zombi…!

-claro que no… bien ya que la mascarilla se secó hay que retirarla-dijo entusiasta Maiko.

-por qué no vas a darles unos aperitivos a los niños deben de tener un poco de apetito… hermanita-dijo Shuichi tratando de que su hermana se fuera para convencer a Ami de que lo maquillara de zombi.

-oh es verdad, deben de tener un poco de hambre y si comen dulces les aria mal, bien en unos momentos nos vemos-dijo Maiko dirigiéndose a la habitación de juegos de los niños para llevarlos a la cocina y comer unos refrigerios ligeros para que disfrutaran de las delicias que habría en la fiesta.

Desde que salió Maiko de la habitación Shuichi trato de persuadir a Ami de todas las formas posibles e incluso llegándola a amenazar, Ami solo negaba con una enorme sonrisa, la joven peino el lago y sedoso cabello rosa del cantante, le coloco una mascara de pestañas y cejas de gel transparente para que el color rosa de estas no se perdiera y asiéndolas ver más grandes y brillantes, aplicando un poco de polvo traslucido pero con brillos en el rostro y parte del cuello, delineo de negro sus ojos de forma casi imperceptible pero el cual asía que sus ojos dieran la impresión de que eran mucho más grandes, sus labios de un rojo casi rosa natural fueron cubiertos por un carmín intenso la cual la capa de pintura dudaría unas horas en un color rojo brillante intenso, Ami le ayudo al cantante a colocarse el disfraz el cual era fácil de poner pero la joven quería ayudarlo en todo lo posible. Cuando terminaron bajaron a la sala donde los niños y Maiko estaban viendo otra película de Halloween.

-y aquí está el gran cantante de todos los tiempos Shindou Shuichi-san-dijo Ami con los brazos apuntando a Shuichi sonrojado.

-¡oh! Por dios...- dijo sorprendida Maiko mientras los cuatro niños veían impresionados a su madre-te ves…

-¿ridículo…? ¿Espantoso…? ¿Cómo una pu…? Cof… cof… ¿Cómo una mujer de baja moral…? ¿Travesti tal vez…? ¿Gracioso…?-dijo con ironía y sonrojado al ver todas las miradas en él.

-hermoso…-se escucharon a una sola voz de los presentes.

-¡¿hermoso?! ¡¡Por favor si estoy vestido de esta forma…!! ¡Observen muy bien!-dijo dándose una vuelta con exageración.

Los cuatro niños y la joven vieron de arriba asía bajo al cantante y con admiración exclamaron…

-realmente hermoso…

-sorpréndete…

-increíblemente lindo…

-deslumbraras hoy, oni-chan…

Shuichi solo frunció las delgadas y elegantes cejas con expectación y negó con la cabeza gacha.

“ellos siempre van a decir eso…”

-bien será mejor que nos vallamos para la fiesta que se nos ara tarde y con los cambios de humor de Mika-san no me quiero ni imaginar-dijo Shuichi estremeciéndose de miedo.

-mami… vas a dejar a nuestro padre en shock-Shuichi abrió con asombro sus joyas amatistas.

-n… o… no me vestí así por Eiri-san-dijo Shuichi sumamente sonrojado-fui obligado a serlo…

-aun así oni-chan, Eiri-san no pobra despegar sus ojos de ti-dijo mofándose de su hermano.

-¡hmp…!-fue toda respuesta del cantante el cual puso en marcha la camioneta con las dos jóvenes, los cuatro niño y una Akita Inu en ella.

Después de eso ya no se volvió a mencionar al escritor, el cual las últimas semanas era tema de conversación de las canciones y de Shuichi. A decir verdad también la forma en como el escritor supo de sus hijos dejo muchos en shock los cuales iban incluidos el cantante y el escritor, eso solo había pasado un mes atrás en el estreno de la película NUESTRO REENCUENTRO…

*** FLASH BACK ***

La fiesta iniciaría en cualquier momento, en esos momentos se estaban entregando reconocimientos a los más destacados en el filme, por supuesto en esos reconocimientos estaba Shuichi no solo por ser un excelente actor, sino contante y compositor, cuando Shuichi fue llamado al estrado para recibir otro reconocimiento el cual sería el cuarto un hombre lo tomo por el cuello y con un cuchillo de cocina apuntaba a su pecho, todos en el lugar se sorprendieron al ver como el demente sujetó asía un corte superficial en el pecho de Shuichi el cual se encontraba tranquilo o eso aparentaba puesto que se dio cuenta que el demente era mucho más fuerte que él.

-nadie se mueva… no quiero hacerle nada malo a mi hermosa esposa…-dijo el hombre repugnante, el cual tenía semanas que no se duchaba ni se cambiaba la ropa que estaba sucia y desprendía un olor fétido.

-mal… maldito… suéltame…-trataba de zafarse pero no lo lograba, veía el horror de todos en la sala que trataban de mantener la calma por su bien.

-amor ¿por qué huyes de mí? Si yo te amo tanto-decía el tipejo cercas del rostro del cantante el cual le dieron unas enormes ganas de devolver por el mal olor de la boca del tipejo.

El cuchillo se enterraba más en su pecho, veía las miradas de sus cuatro hijos y su hermana, los cinco estaban aterrados con lágrimas surcando en sus mejillas, le dolía demasiado verlos así, la herida no la sentía solo sentía un líquido cálido que bajaba por debajo de la camisa por todo el pecho hasta el pantalón. Todo en la sala estaban en un silencio sepulcral y una tensión palpable, nadie quería hacer el mínimo ruido por temor a que el demente lastimará más al cantante, los segundos pasaban eternos, el cantante al pasear su vista por la sala se dio cuenta de una cosa la única forma de salir ileso y rápido de esa situación era seguirle el hilo de la historia al demente.

-lo siento mucho mi amor… soy tan tonto al no darme cuenta antes que eras tú mi vida-dijo regalándole una sonrisa forzada de la cual todos se dieron cuenta excepto el tipejo.

-amor… vámonos a casa-dijo el tipejo acariciando su mejilla y sin aviso alguno atrapo los delicados pétalos del cantante en un beso brusco horrible y repugnante, puesto que el tipejo había llevado su asquerosa lengua a la garganta del cantante y exploraba la cavidad vocal para posteriormente lamer los labios maltratados del pálido y asqueado cantante.

-si… si… claro amor vámonos a casa-dijo al verse liberado de los fuertes brazos y tratando de no devolver toda la comida ingerida en más de dos días por lo asqueado que se sentía.

-pero primero llama a nuestros hijos para irnos a casa-dijo aun con el cuchillo en el pecho del cantante.

Shuichi abrió los ojos con sorpresa y miedo, ese demente sabía que tenía hijos, incluso muy pocos sabían que había adoptado a sus cielos… solo había una explicación el demente lo había estado acosando por un tiempo pero… ¿Por cuánto tiempo?

-lo… s~… ¿los niños…? los niños están en la casa… vamos a la casa… por favor… de… ben… de estar asustados…-pensó rápido un desvío de las ideas del tipejo, lamentablemente no funciono.

-pero si nuestros hijos están ahí-dirigió su vacía y desvariada mirada a una mesa donde estaban sus hijos-pero no estoy hablando de los apestosos que recogiste de la basura… estoy hablando de nuestro gemelitos… nuestras canciones de amor…-cuando más hablaba el tipejo más se enojaba a tal punto de cerrar sus manos en puños y las muecas que hacían solo reflejar su enojo y miedo.

Cosa que las personas tanto presentes en la sala como a través de las pantallas de televisión veían con claridad y solo despertaban dudas en ellos, porque en esos momentos no solo todo Japón veía esa trasmisión sino parte de América, Asia y Europa, y mucho más países en otros continentes veían la trasmisión, más de 150 cámaras instaladas en diferentes ángulos en toda la sala del evento. Poco a poco se acercaban a la mesa, el cuchillo ya no apuntaba a unos centímetros arriba de su corazón ahora apuntaba a su garganta arriba de la barbilla, el cuchillo estaba sostenido por atrás y con cada paso se acercaba más a su piel.

-pe… pero… amor… ellos… no… no… son nuestros hijos…-trato de persuadir al tipejo el cual lo había parado frente a las asustadas canciones de amor y al lado de ellos estaban sus cielos abrazados al igual que las canciones.

-¡¡¡CLARO QUE LO SON!!!-grito con furia.

En ese momento no le importó nada al ver el terror en las miradas y escuchar la desesperación en las voces de sus hijos al dar un grito de terror, no logro comprender como fue posible arrebatarle el cuchillo de las manos del demente y se colocó en frente de los niños, sin importarle una superficial cortada en la base del cuello la cual empezaba a sangrar.

-¡¡¡MAMI~…!!!-los cuatro niños se abrazaron a la espalda de su madre dando el grito al unísono, el cual se escuchó por todo el lugar estremeciendo a cualquiera que los escuchara por los sentimientos que había en ese grito, claro al único el cual no le afecto fue al tipejo.

-¡¡Maiko no te quedes como piedra llévate a mis hijos ahora!!-dijo al ver como el demente furioso se acercaba más a ellos-¡niños vallan con su tía…! ¡¡Vallan con su tía ahora…!!-hablaba con desesperación, llevaba su mirada a las puertas cercanas y no aparecían los de seguridad y los presentes eran lo suficientemente cobardes para no ayudarlo a pesar de la situación y otros se encontraban en profundo estado de Shock-Nakano ayuda a mi hermana-Hiro logro salir de su ensoñación y tomo en brazos a los cielos que lloraron más al verse separados de su madre.

-¡vamos canciones…!-Maiko trataba de separar a las canciones de la espalda de su madre-¡mi oni-chan estará bien…! ¡Por favor vengan…!-habla con desesperación la cual logro despertar de la ensoñación a Yuki.

Yuki levanto en vilo a las canciones separándolos de su madre, las canciones decían una y otra vez “mami… mami…” y dárselas a Maiko que las coloco junto a los cielos resguardados por Hiro, Touro, Fijuku, Sakano y Maiko. Yuki coloco a Shuichi detrás de él, protegiéndolo.

-¡¡¡NO TOQUES A MI ESPOSA…!!! ¡¡¡IMBÉCIL!!!-grito nuevamente el tipejo.

Shuichi al verse a salvo corrió a dirección de los niños que veían con temor, cuando el tipejo trato de ir tras él un disparo curso por sus costillas llevándolo al piso, K le había disparado y de tras de él se encontraban los policías, los cuales se acercaron al tipejo que estaba en el piso el cual se retorcía como gusano por el dolor.

-¡¿Por qué tardaron tonto?! ¡¡Shuichi y las canciones pudieron morir a manos de este demente!!-pregunto furioso Yuki al ver a los niños aterrados.

-el loco este hirió a todo el personal de seguridad imposibilitándolos a llamar a refuerzos, lo bueno es que yo los pude llamar y traer-dijo K preocupado al ver a los niños en brazos de su madre que los trataba de tranquilizar.

Todos veían la escena de cuatro niños sumamente afectados y de su madre tratándolos de tranquilizar, el tipejo ya había sido retenido en el suelo con unas esposas por detrás de la espalda.

-pequeños tranquilos todo está bien… tranquilos…-Shuichi temblaba por el miedo pero trataba de no trasmitirles ese sentimiento a sus hijos que ya estaban lo suficientemente aterrizados, las canciones de un momento llevaron sus manos al pecho y comenzaron a respirar con dificultad-¡¡¡MAIKO LOS INHALADORES RÁPIDO!!!-grito con preocupación.

Los presentes vieron como Maiko corría a tomar su bolso y de ella sacaba dos inhaladores de color blanco con flanjas moradas y se las daba a Shuichi, el cual tan solo tenerlos en sus manos los agito con fuerza y se los dio a sus canciones que rápidamente los colocaron en su boca y consumían el medicamento, al ver que los niños estaban un poco mejor el comandante de la policía se acercó a Shuichi.

-disculpe Shuichi-san… pero tendrá que acompañarnos a la delegación a levantar la denuncia-el cantante vio a sus hijos-lo siento mis canciones… mis cielos tendré que ir con la policía… ustedes vayan a descansar yo cuando llegue les iré a ver-dijo besando las cuatro cabecitas rubias.

-lo siento Shuichi-san pero los gemelos tendrán que ir también-dijo viendo la cara de sorpresa del cantante y vio la pregunta “¿Por qué?” en el rostro del cantante, para la cual contesto-tendremos que hacerles una prueba de ADN para descartar que sean hijos de ese bastardo-dijo viendo el rostro sorprendido del cantante.

-claro que no son hijos de ese demente…-dijo desesperado-jamás en mi vida había visto a ese desgraciado infeliz…

-si pero unos testigos dijeron que el tipo lo beso-dijo sin importancia.

-el me obligó a serlo… oficial créame que yo no tengo nada que ver con ese desgraciado, me vi obligado a seguirle la razón por miedo a que les hiciera algo a mi hijos… pero no lo conozco, nunca lo había visto y no es el padre de mis hijos-dijo con lágrimas surcando su rostro.

-bien con una prueba de ADN se confirmara sus palabras pero ahora esos niños y usted nos tendrán que acompañar-dijo tomándolo del brazo izquierdo con fuerza y brusquedad.

Al momento en que es tomado del brazo un dolor muy fuerte a pocos centímetros de su corazón y su cuello, en ese momento se dio cuenta que tenía una pequeña cortada en la base del cuello, llevo su mano derecha a la herida del pecho dando un grito de dolor y cayendo de rodillas ya que la perdida de le estaba causando estragos a su cuerpo y ropa.

-¡¡¡SHUICHI!!!-muchos de los presentes gritaron el nombre del cantante pero el que llego hasta él y lo tomo entre sus brazos fue Yuki.

-¡¡¿idiota no se da cuenta que esta lastimado por la culpa de ese malnacido?!!-dijo Yuki apartando lo más posible a su amado niño del estúpido policía que se había sorprendido ya que efectivamente no se había dado cuenta que el cantante tenia cortadas de gravedad-¡¡y es lógico que los gemelos no son hijos de ese tipejo…!! ¡¿Acaso no se da cuenta esos niños tienen el cabello rubio, ojos color amatista y piel blanca?! ¡Es más que evidente!-a él tampoco le gustaba la idea que esos pequeños fueran sometidos a una prueba de ADN.

-solo porque el parecido físico no sea evidente quiera decir que no son hijos del detenido-dijo con un tono sarcástico-¿Qué? ¿Acaso usted es el padre de eso niños?-pregunto con burla y sarcasmo.

-¡lo es!-dos desesperadas y temerosas voces se dejaron escuchar por todo el lugar-¡¡¡UESUGI EIRI ES NUESTRO PADRE BIOLÓGICO!!!-cuando gritaron lo último sus voces ya no eran temerosas o desesperadas eran seguras y confiadas justo en frente de sus padres con una pose de superioridad.

Todos en el lugar se quedaron en shock por la confirmación, todas las miras se dirigieron a un choqueado Shuichi el cual tenía la boca abierta y sus ojos se encontraban viendo a la nada, bajo la mirada y sus hombros empezaron a temblar, como si estuviera llorando y sus manos a su boca tratando de acallar los sonidos que trataban de salir de ella.

-Shuichi… las canciones son mis hijos-no era una pregunta era una afirmación.

Vio como los cabellos rosas se movían asistiendo a la pregunta, de un momento a otro una fuerte risa se dejó escuchar por el lugar, era Shuichi el cual ya no había podido contener más sus sonoras risas.

-¡que tonto fui al pensar que unos niños de un IQ en desarrollo no se darían cuenta de lo inevitable!-decía entre cortado por sus risas.

-bien si eso es verdad solo necesitamos que Shuichi-san venga… pero que primero sea atendido-dijo el comandante de mala gana.

Yuki se dirigió a uno de las sillas del lugar y deposito con un poco de brusquedad a Shuichi el cual gimió de dolor, tanto las joyas amatistas como citrino se vieron por unos momentos en los cuales Shuichi descubrió lo opacos que se veían las joyas citrino.

-la próxima vez que nos veamos será frente a un juez para que me entregue la custodia de mis hijos-le dijo esto en un susurro para que nadie solo el cantante lo escuchara, el cual dejo helado al cantante.

Yuki se volvió asía donde estaban las canciones con las manos en el pecho tratando de tranquilizar por completo sus respiraciones mientras veían como se llevaban al tipejo el cual maldecía y se retorcía en busca de libertad. Yuki abrazo a los niños con cariño y los beso en sus hilos de oro, las canciones de amor sonrieron y buscaron la mirada de su madre la cual encontraron pero esta estaba llena de lágrimas contenidas y de un profundo dolor el cual comprendieron al instante y lo confirmaron con las siguientes palabras que pronunció su padre.

-pronto ustedes dos estarán a mi lado-al decir esto se levantó y se dirigió a la salida más próxima.

Shuichi se levantó pero un fuerte dolor en su pecho hiso que se dirigiera al frio suelo sin conciencia alguna, se había desmayado, todos a su alrededor se arremolinaron cercas de él, cuando llego la ambulancia fue trasladado a la clínica de Minato el cual en esos momentos se encontraba de guardia. Las canciones se dirigieron con Tatsuha.

-tío Tatsuha-llamaron a su tío que estaba sentado el uno de los sofá de la sala de espera.

-si canciones que se les ofrece-dijo abrazándolos con ternura tratando de reconfortarlos.

-¿te podemos pedir un favor?-dijeron temerosos.

-claro pequeños en que les puedo ayudar-pregunto preocupado por las caras de tristezas de los niños.

-¿podrías llevarnos ahora con Uesugi Eiri?-no sabía por qué pero Tatsuha ya se esperaba esa pregunta.

-claro, vamos a decirle a Maiko-chan que iremos con mi aniki-dijo levantándose pero se detuvo al sentir que lo sujetaban por atrás-¿Qué sucede canciones?-pregunto extrañado por la extraña forma de actuar de sus sobrinos.

-no por favor no le digas nada y vámonos ahora que nadie nos ven-rogaron al unísono.

Vio las desesperadas miradas de sus sobrinos y paseo su vista a toda la sala, en un sofá veía a sus otros dos sobrinos, los claros cielos, dormidos abrazados con rastros de lágrimas en sus rostros y agitados por el mal sueño, Maiko a un lado de ellos con los ojos cerrados pero moviendo las manos, claramente despierta pero tratando de calmarse al cerrar los ojos, K hablaba acaloradamente por el móvil aparentemente hablando con la policía, los demás ya no estaban se había ido a descansar, dirigió sus miradas a las desesperadas joyas amatistas y asistió tomo ambas manos de las canciones y se dirigieron a la salida, tomaron un auto de sitio y fueron rumbo al piso del escritor, cuando estuvieron enfrente Tatsuha introdujo su llave en la cerradura del pomo y se apartó del camino de las canciones que entraron al solitario y oscuro departamento. Tatsuha sin decir nada guio a las canciones al despacho del escritor, la puerta del oscuro despacho estaba abierta dejando ver a un enojado escritor que estaba viendo un encendedor con una pequeña y desgastada fotografía.

-llegue a pensar que ya no fumabas aniki-dijo Tatsuha encendiendo la luz.

-para qué diablos vienes imbécil ¡¡¡LÁRGATE!!!-le dijo sin verlo y cuando grito lo último se levantó enojado para después sorprenderse al ver a sus hijos que temblaban de miedo, aferrándose a las piernas de su tío.

-¡oh! ¡oh! No es vocabulario y tono para utilizar en frente de unos pequeños-dijo acariciando las cabecitas con amor-tranquilos pequeños él no les ara nada-dijo viendo cómo se tranquilizaban y mostraban sus lindas joyas que las habían ocultado por el miedo.

-hijos…-susurro Yuki con sorpresa.

-no se equivoque Uesugi Eiri-dijeron después de unos segundos donde un silencio sepulcral inundo el despacho, seguros de sí mismos caminaron tomados de la mano hasta quedar enfrente de él sorprendido escritor-usted solo es un donante de espermatozoides, pero nada más, falta demasiado para que pueda ser nuestro padre y nosotros sus hijos-dijeron muy enfadados y fríos, en la habitación se bajó más la temperatura y la tención era pesada el aire denso que se dificultaba respirar.

-¡¿cómo?! ¡¿Qué tonterías les ha dicho Shuichi de mí?!-dijo enojado tratando que las miradas amatistas no lo afectaran lamentablemente eso fue inevitable.

-nuestra madre solo nos ha dicho que es un excelente escritor, siempre nos habló de usted como el gran autor que es… hasta hoy nuestra madre no sabía que teníamos la certeza de quien es el donante de espermatozoides, nosotros lo descubrimos por nuestra cuenta y lo empezamos a observar-Yuki ya no soportaba las frías miradas de sus hijos que trato de desviar la mirada.

La mirada citrino estaba dirigida al piso, tenía un sudor frio, temblaba ligeramente, realmente sus hijos le daban miedo ya no podía negarlo, Tatsuha estaba impresionado por lo que veía, Mika le había contado las pocas veces que se habían enojado las dulces y tiernas canciones de amor pero realmente se le hacía muy difícil de creer pero a la vez rezaba por el día en que jamás se enojaran con él, ahora rezaría para que un día su enoja no se dirigiera a el puesto que ahora que los veía daban terror, no se acercaba absolutamente nada el enojo de su hermano o cuñado. De un momento a otro vio cómo su hermano mayor caía al piso sentado, había perdido el equilibro, Tatsuha no intervino en ningún momento porque sabía que él no podía hacer nada por contener el enojo de sus sobrinos el único que salía ileso de cualquier palabra o mirada era Shuichi.

-escúchanos muy bien Uesugi Eiri si tu vida hasta hora ha sido mala y nos separas de nuestra madre a partir de ese momento tu vida será el… ¡¡mismo infierno!!-al decir esto sus tiernas y suaves voces se volvieron agudas y sombras a tal punto de ser sepulcrales a ambos hermanos les recorrió un estremecimiento de miedo-yo te atrevas a pelear por nuestra custodia mejor pelea por nuestro cariño y el amor de nuestra madre-al decir esto salieron del despacho con tranquilidad.

-¡no quiero verlos enojados una vez más…! ¡Es muy malo para mi corazón! Me dio mucho más miedo ellos que una película de terror… pero los apoyo deberías pelear por su cariño y amor-dijo dándole la espalda a su hermano-además aniki no creo que puedas manejar semejante situación, recuerda que ellos no van a entrar a tu vida, sino tu a la suya ya que ellos ya tienen su vida tranuila y hasta hora no han necesitado el amor de un padre con el amor de Shuchi les basta y les sobra, con una madre a la cual adoran y dos hermanos que serán adoptados pero los aman como si llevaran su sangre-al decir esto salió del despacho tras sus sobrinos que ya esperaban el elevador.

Tatsuha y las canciones no dijeron nada desde que entraron al elevador hasta la entrada de la clínica.

-espero que Maiko-chan no me mate por habérmelos llevado sin avisar-dijo con un suspiro.

-no lo creo, nosotros le explicaremos porque nos fuimos-dos parece de joyas amatistas lo vieron aun con el enojo en su interior.

-mientras que no piense que los secuestre para llevarlos con mi aniki-dijo con temor.

-¡mis canciones! ¿Dónde se encontraban?-los tres veían a la joven la cual estaba muy preocupada.

-fuimos con Uesugi Eiri, tía Maiko-Maiko se estremeció por el enojo que aún tenían en los ojos y que no se iría hasta que vieran a su madre.

-oh…-fue la única respuesta que logro dar al sentirse afecta por el enojo de sus sobrinos.

Ambos tíos solo vieron el rumbo que tomaran sus sobrinos que fue a las habitaciones de terapia intensiva, ya que por una extraña razón Shuichi tenía que quedarse en la clínica, Minato no dio ninguna explicación del por qué tendría que quedarse en observación.

-¿canciones que hacen aquí?-pregunto Minato cuanto los vio por los pasillos.

-buscamos a nuestra madre-dijeron viendo directo a los ojos azules claramente sorprendidos por el enojo de las canciones.

-jus… justo iba a su habitación… vamos-dijo sumisamente a pesar de que no era hora de visita y estaba mal que entraran niños pero al ver ese fuego en las joyas amatistas de los pequeños no quiso arriesgarse y que la furia que se mostraba en la mirada se dirigiera asía él.

Cuando llegaron a la habitación Shuichi estaba dormido con tranquilidad, las canciones al ver a su madre todo enojo y furia se fue al instante se acercaron asía él y subieron a la cama a cada lado de esta y con mucho cuidado depositaron un beso en cada mejilla soltando por primera vez esas tristes y frustradas lagrimas que contenían sus joyas amatistas, tenían miedo que Yuki los separara de su madre, tenían un terror muy grande de ya no verlo más ni a Shuichi ni a Adán y Edén, y su consentidora tía Maiko, no querían alegarse de ellos, no querían… abrazados a Shuichi su llanto incrementó despertando con este a Shuichi y enterneciendo a Minato llenándose de tristeza al no poder hacer nada, cuando Shuichi iba a preguntar el porqué de ese llanto tan lastimero sus hijos al sentir la caricia de su madre levantaron la vista y mostraron ese miedo y desesperación, Shuichi se ahogó con un doloroso gemido y solo los abrazo tratando de tranquilizarlos y tranquilizarse, Minato salió de la habitación topándose con Yuki a pocos pasos de la habitación.

-no pierdas a esa hermosa familia-Minato al decir eso se fue dándoles privacidad a esa tal vez nueva familia.

Yuki abrió con sutileza la puerta donde venían esos fuertes llantos, vio como Shuichi y las canciones se abrazaban con fuerza queriendo permanecer así por siempre. Era verdad, él era el intruso ahí, no ellos, él no tenía ningún derecho a destruir la felicidad, tranquilidad y estabilidad de esa unida y hermosa familia. Se encamino asía ellos y con mucho acunándolos abrazo a los tres, estos se sorprendieron pero permitieron el abrazo, cuando a las pequeña canciones se durmieron en medio de un ya tranquilo llanto Yuki dijo…

-soy un imbécil… y sé que lo que te dije fue lo más estúpido y sin sentido… fue por mi estupidez el no haber estado a su lado en estos años, todo fue mi culpa-dijo arrepentido y avergonzado.

-es verdad fue tu culpa… pero… te amo… aun te amo con todo mi corazón pero… tengo miedo… tengo mucho miedo-dijo Shuichi con la voz entrecortada y con los ojos cerrados.

-es mejor que lo pienses… no quiero presionarte y cuando estés listo me des una respuesta…-dijo acariciando sus cabellos rosas.

-una respuesta ¿a qué?-pregunto confundido.

-si el que no me quieres cercas de ti o de mis hijos… si lo podemos intentar… o si te quieres casar conmigo…-dijo inseguro y viendo a las joyas amatistas.

Shuichi vio las sinceras joyas citrino y asistió, después de eso se acorruco más al calor de sus dormidas canciones y durmió también. Desde ese momento Yuki visitaba todos los días a los niños, al principio les llevaba juguetes o artículos de lujo, pero se dio cuenta que con eso no ganaba nada, puesto que solo llevaba regalos para las canciones y para los cielos no, y las canciones se enojaban a tal punto de hacerlo temblar y correrlo de la casa botándolo junto con los obsequios, solo cinco días habían bastado para que lo echaran a patadas literalmente.

-si quieres ganarte su cariño debes llegarles por lo más importante para mi oni-chan y las canciones, es decir los cielos y Lesiel, con regalos caros y lujosos no lograras nada, en cambio con pequeños detalles lo aras, un pastel eso sí que no sean de productos derivados de animales, recuerda que somos una familia de váganos, o acariciando a Lesiel, recuerda que ahora Adán y Edén son hijos de mi oni-chan y si vas a ser su pareja van a ser tus hijos también-cuando Maiko termino de decir esto se adentró a la casa dejando a un taciturno escritor sentado en la acera.

Cuando Yuki entendió las palabras de Maiko se dio cuenta también que si estaba muy equivocado tratando de ir por el camino fácil, cuando comenzó a incluir a los cielos en los obsequios y a tratar con más cariño a Lesiel se dio cuenta que las canciones eran más abiertos y con él a tal punto de hacerle bromas y jugar con él, y eso solo lograba confundir a Shuichi, de unos momentos a otros quería patear y maldecir al escritor y otras solo lanzarse encima de él y besarlo con pasión.

*** Fin del flash back  ***

Se dio cuenta que habían llegado a NG la cal en la puerta principal estaba llena de reporteros y cámaras tratando de conseguir alguna entrevista de los famosos y destacados invitados de Seguchi, salió de la camioneta dándole las llaves a un valet parking y camino asía la puerta del copiloto ayudando a salir a su hermana que le dio las gracias, después fue así a las puertas de atrás ayudando a bajar a sus cuatro hijos y a Ami que le agradeció, las dos jóvenes se encaminaron asía la entrada con un par de niños cada una mientras el cantante contestaba una breve entrevista.

-¿Shuichi-san en que acuerdos han llegado Yuki-san y usted?-pregunto con malicia una de las pocas reporteras que lo odiaban.

-disculpen pero solo responderé preguntas respecto al trabajo y la fiesta de la empresa-dijo firme y viendo la cara de fastidio de la reportera.

-Shuichi-san ¿podría mostrarnos de que se disfrazó?-pregunto una de las reporteras más profesionales con las que se había topado.

-cla… claro…-dijo sonrojándose y apartando un poco la capa.

-se ve realmente hermoso y le queda perfecto-dijeron varios reporteros a la vez y cámaras fotográficas y de video lo captaban con entusiasmo avergonzando más al cantante.

-gracia, pero si me permiten me esperan adentro-dijo encaminándose al edificio.

Cuando entro se sorprendió por la sorprendente decoración y los ~efecto de sonido~ eran perfectos, camino por la oscuridad de las instalaciones donde cualquier tipo de criatura se veía caminar a su alrededor, desde disfrazas cómodos y discretos asta excéntricos y por muy poco eróticos, fue asía donde el ambiente se veía más tranquilo es decir el jardín-cementerio donde la mayoría de los niños estaban canciones  de Halloween infantiles se escuchaban y los niños correteaban de un lado para otro riendo con diversión, Mika a pesar de estar a nada de dar a luz vestia un espectacular disfraz que se acomodaba perfecto la bella curva de sus nueve meses y el cual estaba a juego con el de su esposo, Hiro, Ayaka y su bebé levaban disfrazas a juego el bebé estaba vestido de costal con el signo de dinero en él y sus padres vestidos de ladrones, Minato se vía realmente atractivo con su disfraz, Fujoki y Touro no se veían cercas, Sakuma vestía de piloto de avión asesinado pero aun así se veía muy atractivo aun con la sangre en su frente y pecho. Después de unos minutos llegaban Yuki y Tatsuha, Tatsuha vestía de zombi, la ropa desgastada y de algunas partes ajustadas asían que la figura del joven se marcara dejándolo ver apetecible a pesar del maquillaje, Yuki vestía con ropas sucias y desgarradas, con un leve pero perfecto maquillaje de lobo, un lobo muy sexi, cuando llegaron al jardín lo primero que vieron fueron a los cuatro niños lanzarse a él diciendo “¡Eiri!”, Yuki vio a los niños los cuales se veían perfectos en sus disfraces, la canciones de vampiros, Adán de diablito y Edén de pirata, a la siguiente que vieron fue a Maiko vestida de un lindo ángel oscuro para después ver a quien le robo por completo la respiración, Shuichi se encontraba disfrazado de un sexi y provocativo capericito que al momento de encontrarse sus miradas el cantante se sonrojo por completo y trato de taparse con la enorme capa.

-te ves hermoso-dijo cuando estuvo frente a él y lo vio con más libertad quitándole la capa.

-gracias… tú te ves muy bien… lobo… ¡¿lobo?!-lo último lo pregunto confundido.

-¡¿lobo?!-el también se extrañó y vio una vez más a Shuichi ahora analizándolo-caperucita…

En el mismo momento a ambos le vino una idea loca pero a la vez razonable, sus disfraces eran para parejas…

-Mika/Maiko-hablaron al unísono sus hermanas solo sonrieron con superioridad y tomaran a los niños.

-diviértanse…-

Al decir esto todos sus amigos presentes solo se despidieron de la fiesta y se fueron, los cuatro niños sonreían con felicidad.

-mis canciones… mis cielos…-dijo viendo cómo se iban a un lugar más apartado y se divertían con los demás niños.

-por qué no les tomamos la palabra y nos divertimos tu y yo solos-dijo abrazándolo por atrás.

-¿so… solos…?-cuando Yuki le dijo eso una agradable corriente eléctrica surco su columna.

-sí, absolutamente todos nos dieron permiso de divertirnos por qué no lo hacemos, los niños también quieren que estemos juntos-dijo en un susurro cercas de su oído, el escritor se dio cuenta del segundo estremecimiento del cantante y lo hiso sonreír aún más.

Ambas miradas se conectaron y por unos momentos se perdieron entre sí para después Yuki tomara la delicada y pequeña mano del cantante y lo jalara para bailar ya que el escritor que a su niño le encantaba bailar,  mientras que Yuki y Shuichi bailaban, el matrimonio Seguchi y Nakano cuidaban a los niños los cuales ahora comían la gran variedad de aperitivos y dulces “asquerosos y extraños” de la mesa de dulces la cual era una mescla asquerosa, petrificante, oscura pero muy, muy divertida que encantaba a pequeños y grandes.

-espero que esos tontos al fin estén juntos-dijo Mika con una sonrisa.

-sí ya han sufrido demasiado-dijo Hiro viendo a los pequeños jugar.

-es justo que ya estén juntos como una pareja-dijo Ayaka acariciando una mejilla de su bebito.

-asi que no hay que preocuparnos si de un momento desaparecen-dijeron dos vocecitas traviesas.

A más de un adulto presente se le subieron los colores al rostro y voltearon a ver a dos sonrojadas canciones pero aun así con sonrisas traviesas, Maiko y Minato que habían regresado de dar un paseo se quedaron petrificados por el tono de coquetería de sus canciones.

-¿por qué mami va a desaparecer?-pregunto curioso el cielo más pequeño.

Todos se vieron entre si viendo la cara confundida de los cielos claros.

-para pasar tiempo con Eiri pero tal vez en dos días los veremos juntos-dijeron las canciones tranquilizando a sus hermanos sin necesidad de mentir como algunos adultos buscaban en sus revueltas mentes.

Los presentes solo suspiraron de alivio cuando vieron que los cuatro niños y Lesiel se iban a jugar una vez más. Yuki y Shuichi ahora se encontraban paseando por las salas adornadas que en cada una había distintas decoraciones y el sonidos espeluznantes, llegaron ahora a una sala tranquila y con la mínima decoración, una sala dedicada a la tranquilidad si es que te llegabas a abrumar de la demás decoración, eran los únicos en ella así que Shuichi se recargo en el hombro de Yuki el cual lo recibió con gusto y lo a como en su pecho, así pasaron los minutos Lesiel con calma se acorruco al lado de Yuki que poso una mano en su cabecita y la acaricio, los cuatro niños, los dos matrimonios , Minato, Maiko, Tatsuha, Fujoki, Touro, K y Sakano entraron en silencio y se acomodaron en los múltiples sofás de la enorme habitación, todo era tranquilidad y los distintos sonidos que traspasaban la habitación lo le incomodaba hasta…

-¡¡¡YUKI!!! ¡Mi cielo! ¡Amor de mi vida!-una joven al entrar y divisar al escritor se lanzó encima de Yuki y aparto bruscamente a Shuchi tirándolo al suelo y sentándose en las piernas del confundido escritor.

-¡¡¿Andrea?!!-pregunto muy confundido al escuchar la chillona vos de la joven que estaba vestida de catrina.

-si, l'amour (si, amor)-dijo entusiasta.

-¿porque estás aquí?-pregunto irritado por la actitud de la joven.

-*porque quería verte, hace meses que no te veo y me dijeron que estabas en Japón-dijo en español sorprendiendo a más de uno.

-habla en japonés… sabes que no se español y además el francés se me dificulta-dijo irritándose aún más.

-*¿Quién eres tú?-pregunto Shuichi en español sorprendido a todos muy pocas veces Shuichi hablaba en otro idioma aunque era un deleite ya que su pronunciación y asentó eran excelentes como su fuera su idioma base.

-OH que surprise... le meilleur chanteur du monde, parlant espagnol à la perfection (oh que sorpresa... el mejor cantante del mundo, hablando español a la perfección)-dijo sorprendida.

-Et le français est également,-t-maintenant répond qui eres toi?-(y el francés también, ¿ahora responde quien eres tú?)-dijo irritado el cantante.

-soy Andrea Inoue Luna o como se diría en japonés Inoue Luna Andrea, es un placer y honor conocer al mejor cantante de todos los tiempos-dijo con una vos muy diferente a la que había estado utilizando, esa vos era mucho más seria y madura-pero ahora el placer que deseo me lo puedes ofrecer tu amour… en un lugar mucho más intime… *¿qué me dices…?-pegunto sugerente.

Todos los presentes mataban con la mirada a la joven ¿francesa? ¿Mexicana? ¿Japonesa? No sabían con exactitud su nacionalidad pero sacaba de sus casillas hasta a Lesiel que empezaba a gruñirle.

-*dice que si… váyanse muy lejos de mi vista…-dijo el cantante en español para que nadie le entendiera excepto la joven que en sus ojos se mostró la culpa pero trato de que su rostro mantuviera la diversión.

Shuichi salió furioso de la antes tranquila sala, todos en el lugar estaban en shock por la reacción del joven.

-¡¿Qué significa esto Uesugi Eiri?!-preguntaron unas canciones no enojadas… tremendamente tranquilas y furiosas con una sonrisa la cual todos en el lugar rezaron por sus existencias.

-n… n… n… o…es… lo… qu… e… cre… en…-dijo extremadamente pálido pero por el maquillaje no se notaba

-¡¿no es lo que creemos y por qué esa pu… libertina está en tus malditas piernas *traidor inf…?!-lo último lo dijeron en español.

-*¡cielos amor! Sí que puedes hacer milagros, mira que… hacer en… enfadar… a tu… can… canta… te favo… rito…-entro un joven alto disfrazado de catrín y claramente mexicano-*oh dios mío… ayúdame…- suplico lo último cuándo cayó de sentón muerto de miedo al interrumpir sin darse cuenta a una enfadadas canciones.

-*¿Quién eres tú?-preguntaron en español las furiosas canciones.

-*soy… soy… soy… Ferna… ndo… Ra… mos… Cas… tillo… es… espo… so… de… An… An… drea…-dijo con el poco aliento que le quedaba para al final jadear por un poco de oxigeno…

-*¿esposo?-preguntaron ahora viendo asía la joven que se aferraba a la camisa desgarrada del escritor.

-*s…i… es… mi… es… poso…-dijo atorándose con cada letra.

-si es tu esposo bájate del donador de espermatozoides hora arrastrada-dijeron ahora en japonés y en un siseo entre dientes que hiso estremecer a todos en el lugar.

La joven se aventó literalmente al piso y gateo asía su esposo abrazándose a él con mucha fuerza.

-¿Qué diablos estas esperando queremos una maldita explicación señora?-al decir lo último lo dijeron con sorna hiriendo a la joven.

-yo… yo… era vecina de Yuki en Francia mientras terminaba mis estudios… algunas veces le llevaba las compras ya que él no salía mucho… creo… creo que yo era a la única… con la… que se relacionaba… siempre… se la… pasaba escribiendo… al par de… años que llego a Francia… me… me case con Fernando quien también estaba en Francia… por estudios… por favor dejen de mirarme de… de esa… forma… les juro por mi amado Fernando que solo fue mínimo… nuestro trato…-dijo casi llorando.

-si es así… ¡¿que estas esperando maldito infeliz?! ¡Ve con nuestra madre donador de espermatozoides!-dijeron las canciones-está en el techo ¡idiota!-dijeron exasperados por ver la cara asustada y confundida del donador de permatozo… de Yuki.

Todos vieron como el escritor salía corriendo literalmente por el miedo que le enfundaban sus hijos, aun se preguntaba cómo era posible que esas tiernas canciones se transformaran cuando se enojaban, sin duda era una combinación perfecta de los enojos de Shuichi y él, no solo habían heredado físico y talentos, sino también caracteres. Se sentía maravillado por eso pero a la vez aterrado y su ego destruido, sus propios hijos le habían insultado, pero lamentablemente no era capaz de enfrentarlos ni de buen humor y mucho menos de mal humor. Cuando llego al techo vio a Shuichi viendo la ciudad de noche, con la escasa luz de la cuidad que envolvía a Shuichi lo hacía ver hermoso, que por unos minutos se quedó perdido en esa vista.

-Shuichi-llamo y cuando lo hiso vio como el cuerpo de Shuchi se tensaba-Shuichi… no es lo que crees… Andrea era mi vecina en Francia… jamás nos relacionamos ni como amigos… solo algunas veces me hacia el favor de hacer mis compras…-dijo abrazando a Shuichi.

-¡suéltame!-dijo liberándose de los brazos de escritor -¡¿crees que te voy a creer?! ¡Incluso cuando éramos pareja ase años me fuiste infiel! ¡¿Quieres que crea que alguna de tus amiguitas de Francia no viniera hasta Japón solo para seguir revolcándote con ella a pesar de que fue un escándalo mundial el estreno de la película y que todos empiezan a creer que ya tenemos una relación?!-pregunto enfadado con la misma mirada de furia que las canciones.

-ella está casada, cuando saliste de la sala entro su esposo, ella explicó nuestra relación… crees que estaría aquí si las canciones no lo supieran… claro que no, ellos ya me abrían matado del miedo junto con Andrea si no nos hubieran creído… no me hubieran dicho que viniera a buscarte-dijo desesperado.

Shuichi se quedó en shock cuando escucho eso, si sus hijos habían hecho eso entonces era verdad… sus hijos eran capases de hacer llegar a una persona a la inconciencia si se daban cuenta que les mentían, si Yuki estaba ahí era porque sus hijos habían dado luz verde para que se le acercara.

-¿Por qué hiso eso si tiene esposo?-pregunto mucho más tranquilo.

-le gusta bromear-dijo son sencillez el escritor

Shuichi asistió, se volvió a ver la ciudad iluminada por unas escasas luces, Yuki se quedó a unos pasos, esperando que Shuichi se tranquilizara.

“no puedo estar lejos de él… me aterra completamente que no esté a mi lado, lo necesito… necesito sus abrazos… sus besos… sus caricias… ya no pienses… deja tu mente en blanco… déjate llevar…”

Inesperadamente un sonrojado Shuichi se abalanzo asía Yuki besándolo con necesidad y pegando completamente su cuerpo con el de Yuki, las manos de ambos se movían con desenfreno por el cuerpo contrario, Yuki en cierto momento estrecho aún más la cadera del escritor pegándolo aún más, provocando que los miembros de ambos se rozaran, Yuki y Shuichi terminaron el beso para lanzar un gemido de placer y necesidad, una fuerte ráfaga de viento deshizo el apasionado beso.

-será mejor bajar-dijo Shuichi temblando de frio, cuando le dio la espalda a Yuki este lo abrazo por otras y le restregó su erecto mimbro en sus glúteos provocando una oleada de placer en Shuichi y posteriormente un suspiro de placer.

-antes… ¿eso fue tu respuesta?-pregunto ansioso restregando su miembro en Shuichi.

-me… me quiero casar contigo-dijo aún más sonrojado si es que era posible.

Yuki se sorprendió ante esas palabras y beso con intensidad a Shuichi que recibió con gusto, profundizando aún más el beso.

-te amo… no sabes cuánto te amo mi Shuichi-dijo Yuki con deseo.

-y yo a ti… Eiri… te necesito…-dijo con un estado grave de excitación.

Al escuchar eso Yuki se éxito aún más.

-vamos… vamos a mi departamento que esta cercas-dijo esperanzado.

-espera… primero tengo que ir a ver a mi canciones… no se van a calamar hasta que me vean… son realmente terribles cuando están de mal humor y lejos de mí-dijo con un deje e preocupación.

-está bien… pero que sea rápido… te necesito lo antes posible…-dijo Yuki conduciendo a Shuichi al elevador.

-y yo aún más…-dijo Shuichi que al estar en el interior del elevador empezaron otra sesión de ardientes y necesitados besos, que iban desde la boca hasta lo más que le permitía la camisa de Shuichi.

Cuando llegaron al primer piso fueron asía la sala, la tensa sala que rogaban que llegara Shuichi a calmar a esos “angelitos” que en esos momentos parecían unos verdaderos demonios. Shuichi antes de entrar se trató de arreglar la ropa arrugada por las caricias desenfrenadas y el cabello revuelto no solo por el viento del techo del edificio, Yuki no se molestó en arreglar su ropa, ya que son solo ver los labios hinchados y rojos de Shuichi se iban a dar cuenta sin mencionar las marcas que había dejado en el cuello y pecho.  Yuki y Shuichi entraron tomados de las manos el escritor por delante.

-¡¡¡MAMI!!!-las canciones a tan solo divisar a su madre todo enojo se esfumo y salieron corriendo a abrazarlo con fuerza, todos los presentes suspiraron de alivio y respiraron con facilidad ya que el aire se había vuelto denso y pesado.

-mis canciones… les he dicho  que no se deben de enojar y tomar todo con calma, pequeños-dijo abrazándolos con cariño.

“deberías tomar tus concejos en algunas ocasiones Shuichi”-fue el pensamiento en general de los presentes, excepto de cuatro niños y su madre.

Como si leyera los pensamientos de los presentes, paseo su vista con una mirada de advertencia que fue claramente percibida por los demás.

-mami… la vecina de Eiri en Francia nos dijo que Yuki siempre escribía de ti, también nos dijo que es medio mexicana y medio japonesa pero que aprendió francés por sus estudios en allá… es reportera y que vino a serte una breve entrevista si es que tu deseabas dársela-hablaron entusiasmados.

La joven reportera aturdida sonrió nerviosa por el repentino cambio de esas fierecillas que ahora eran unos lindos angelitos llenos de dulzura y cariño. Cuando todo regreso a la normalidad y los cuatro niños salieron corriendo junto con Lesiel para jugar nuevamente, los presentes se dispersaron quedando en el lugar solo Shuichi, Yuki, Maiko, Minato, Fernando, Andrea, Tohma y Mika que estaba ya cansada de tantas emociones.

-oni-chan no te preocupes cuidare de las canciones mientras no estés, tomate todo el tiempo que necesites… vamos Minato a cuidar de los niños-dijo divertida la joven al ver el sonrojo de Shuichi.

-cof… cof… cof… ahora regreso iré al lavabo-dijo tras ver como su hermana y el doctor salían.

-¿realmente a que viniste Andrea?-pregunto intrigado Yuki cuando vio a su niño desaparecer por la puerta.

-a hacerle una breve entrevista a Shuichi-san… también quería conocerlo y ver de qué persona te habías enamorado a tal punto de aislarte del mundo entero-dijo con cariño ya que se había encariño con el solitario escritor-y si podía a ayudar… al parecer lo logre… siempre fue mi sueño hacer encelar a la persona que amabas, al parecer mi tontería no fue tan inútil, al pobre casi te lo comes-dijo divertida.

Yuki solo sonrió satisfecho por lo que dijo la joven, cuando regreso Shuichi se dispersaron, el cantante y el escritor habían regresado a bailar ahora muy pegados logrando que sus excitaciones regresaran, de un momento a otro Yuki condujo a Shuichi a la salida, esperaron al auto del escritor y se dirigieron al departamento de este, en el camino los amantes se besaban y tocaban de forma deseosa y desesperada, cuando entraron al edificio y subían por el elevador los pocos pisos sus manos no podías quedarse quietas ni un minuto. Cuando llegaron al frente de la puerta del departamento las ropas por poco eran tiradas por el pasillo que llevaba a la puerta de entrada. Entraron al departamento tropezándose con todo lo que se les atravesaba por el camino, mientras las prendas que podían, llegaron a la habitación principal.

-espera… espera un momento Shu-dijo Yuki entrecortado por la falta de oxígeno y la excitación.

-¿qué sucede?-pregunto preocupado.

-permite que me quite está molesta pintura-dijo mientras se dirigía al baño.

Cuando Shuichi vio desaparecer al escritor no soporto más de cinco segundos y fue tras de el para ayudarle a limpiarlo, con la ayuda extra fue más rápido, Shuichi se pasó la lengua deseoso al ver la imagen frente a él, un Yuki completamente desnudo frente a él, solo provoco que la excitación del cantante aumentara aun masi de lo previsto. Yuki levanto a Shuichi en brazos y lo llevo a la cama, comenzó a deshacerse de las ropas provocativas del cantante aumentando su excitación, cuando le quito el pequeño y ajustado short se quedó sorprendido por la ~ropa interior~ del cantante.

-mmm… ¿acaso venias dispuesto a seducirme?-pregunto con voz ronca.

-no… no preguntes… fue la loca… de mi hermana… y de la tuya… rápido… apresúrate…

-como ordenes mi amor…-dijo complacido por las suplicas de su amante.

Le quito la pequeña ropa interior roja que estaba muy húmeda, pero antes de eso por unos segundos vio la imagen que le ofrecía el cantante con ese diminuto bóxer, el cuerpo perlado del sudor, sonrojado, esas joyas amatistas llenas de deseo por ser tomado y los suspiros de placer que salían de los labios hinchados y rojos del cantante, la hebras rosas revueltas por el movimiento, era una imagen realmente hermosa. Cuando el cantante se encontraba completamente desnudo, el escritor se abalanzo asía el miembro erecto del cantante saboreándolo con fervor y habilites.

-Eiri… mmm… ah… Ei… ri… mas… mas… por favor… ah… ang…-Shuichi suspiraba y gemía de placer al sentir la boca y lengua de Yuki en su miembro mientras las hábiles manos de su amante estimulaban los botones ya rojos del cantante.

-Shu… mi Shu…

-ang… ah… mmm… mas… ah… Eiri… me… vengo…

Cuando el cantante dijo esto el escrito se aferró más al miembro del cantante al sentir los temblores avisando que pronto terminaría en un glorioso orgasmo el cual fue bebido por Yuki con gusto y con mucho cuidado Yuki llevo uno de sus dedos al interior de Shuichi mientras volvía a saborear el miembro aun duro del cantante.

-¡¡¡ANG~…!!!-Shuichi gimió de dolor y placer-¡ah…! ¡ah…!

Gemía mucho más fuerte al sentir invadido por ese largo y hábil dedo que asía círculos en su interior, al sentir esas añoradas sensaciones Shuichi culmino en un grito de satisfacción que logro enloquecer a Yuki pero se controló, ya que noto que la entrada del cantante estaba muy estrecha casi virginal…

-Shu… ¿desde cuándo no te tocan? –pregunto con temor pero aun así introduciendo un dedo más y moviéndolos como si fueran tijeras.

-tú fuiste… el ultimo… ah… que… me toco… mmm… incluso fue… cuando… ang… concebimos… a nuestras… ah… canción…citas…-dijo entre gemidos de placer.

Yuki se sorprendió pero a la vez lo enterneció solo logrando excitarlo más, utilizando más su lengua a lo largo del miembro de Shuichi, esto se retorció y atrapo la sabana entre sus manos temblorosas ya que en ese momento ya no eran dos dedos los que se encontraban en sus interior, sino tres los cuales lo asían sentirse en la gloria, pero de un momento a otro eso ya no bastaba necesitaba a su amante dentro de el en ese mismo momento.

-Eiri… entra… ang… te necesito… ya…

Yuki vio con sorpresa al cantante que jadeaba con placer y con ojos suplicantes, el escritor no soporto más, el también necesitaba de su niño, lo necesitaba con locura, se posó arriba de el con delicadeza y se fue introduciendo con rapidez pero con delicadeza.

-ang… Ei… ri… mmm…-gemía el cantante mientras sentía como el escritor se introduce en él, lágrimas de dolor y placer que surcaron sus mejillas.

Yuki bebía las cálidas lágrimas de su amante con amor, cuando lleno por completo al Shuichi espero unos momentos a que el cantante se acostumbrara, espero por unos eternos minutos, cuando Shuichi estuvo listo llevo sus piernas a la cintura del escritor abrazándolo con estas y haciendo que el miembro del escritor se hundiera más en él.

-ang… mué… vete… ah…

-bi… bien…

El escrito comenzó a moverse al principio con delicadeza pero conforme escuchaba que los gemidos, suspiros y jadeos de Shuichi se convertían poco a poco en sonidos de placer y que ya no había dolor, sus certeras envestidas fueron subiendo de velocidad.

-aaang… Ei… ri… mas…

-Shu… ang… mi Shu… ang…

En todo el departamento se llenó de sonidos placenteros y húmedos, en el acto se besaban con pasión, de un momento a otro se habían girado y ahora Shuichi cabalgaba a Yuki, disfrutando la vista al ver la cara sonrojada y de placer, moviéndose con torpeza, eso a Yuki le dio ternura, el joven seguía siendo un inexperto en la intimidad y a su parecer muy inocente también. Yuki estimulaba el miembro de Shuichi asiendo que culminara con fuerza y el escritor al sentir como era apretado su miembro en la estrecha cavidad llenándola con un fuerte y potente orgasmo llenando a Shuichi por completo, haciendo que los dos gritaran de placer. Y así siguieron por toda la noche con pasión sin descanso alguno tratando de recuperar el tiempo perdido, durmiendo cuando el primer rayo de luz ilumino el cielo. Pasado el mediodía una joyas citrino se mostraron con pereza, había dormido de maravilla como hacía años no lo hacía relajado y feliz pero sobretodo con un calor no solo a su lado sino en su corazón.

-mi Shu-dijo enterrando la nariz en las hebras rosas que olían a fresa.

Yuki se encandilo con la imagen que le ofrecía el cantante, dormido, despenado, con los labios hinchados y rojos de tantos besos, sus mejillas aun sonrojadas y con signos de lágrimas de placer, marcas en el cuello, pecho, piernas y espalda, y completamente desnudo. Ese era unos de los días más felices de su vida por que vendrían mucho más…

A partir de ese momento su fiesta favorita serian un…

Halloween apasionado.

FIN DEL ESPECIAL

Notas finales:

~armario~: http://shoephoric.com/admin/news/uploaded/mc.jpg

~efecto de sonido~: https://www.youtube.com/watch?v=48GtcpUK3Cg

~ropa interior~: http://i01.i.aliimg.com/photo/v0/1959660965/China_manufacturers_transparent_mesh_sexy_men_underwear.jpg

Espero que les gustara.

Espero que me quedara bien el lemon, no tengo mucha experiencia escribiéndolos.

Y como les dije arriba, este especial no tiene nada que ver con la línea original.

Espero actualizar pronto y disculpen la tardanza.

Disculpen las faltas de ortografía.

Adiós y nos seguimos leyendo… n.n


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