Jonghyun esperaba a Taemin en la esquina de quién-sabe-qué calle, le había llamado por teléfono y suplicado que le acompañase a la librería. Lo único malo, es que no sabía cómo rayos se iba a ver Taemin.
Ya habían pasado tres días desde que la apuesta había iniciado, pero a Jonghyun no le había interesado en nada, sabía que Taemin era de palabra.
Se seguía preguntando que otras tonterías habría hecho su hermano, pero recibió un abrazo de él, que casi le ahorcaba. Odiaba esa costumbre de Taemin, abrazar a la gente por el cuello.
-¡Yah! Sueltame, ¿Qué no sabes que abrazar así a la gente es peligroso?- Jonghyun ni siquiera le dedicó una mirada a Taemin, se concentró a regañarle.
-Pero, hyung...- Taemin estuvo a punto de replicar.
-¡Oh, dios! Taemin, te ves ridículo.- Jonghyun lo dijo sin pensar.
-¡Hyung! Que cruel eres conmigo.- Taemin chilló.
-Por lo menos yo no perdí una apuesta.- Jonghyun estaba siendo malo apropósito.
-No diga eso...- Taemin hizo un puchero, que cualquiera que le hubiera visto hubiera creído que iba a echarse a llorar en ese mismo instante.
-¡Por favor! No soy mamá, no caeré en tus chantajes.- Jonghyun le desenmascaró.
-Nunca he podido contigo.- Taemin frunció el ceño, sabía que jamás podría engañar a Jonghyun, sin embargo, sí podía chantajearlo, con otros métodos. –Bueno, ya está, estás de testigo que cumplí con mi palabra. Ahora Key hyung no podrá decir que no cumplí.
-¿Cómo? ¿No está?- Jonghyun se extrañó, Taemin y Key siempre estaban juntos.
-Hubo unos problemas con uno de los talleres que está liderando, así que tuvo que irse. Volverá en unos días.- Taemin apretó sus mejillas.
Jonghyun no le quitaba la vista de encima, si de por sí Taemin era alto, ahora que traía unas botas con taco, se veía más alto. Desde su punto de vista, parecía payaso, con todo el maquillaje que llevaba. Jonghyun sintió un escalofría desagradable.
-Taemin, en realidad te ves ridículo.- Le dijo una vez más.
Taemin le golpeó el brazo.
-No, no. Por ahora, debes tratarme como si tuvieses una hermana, así que no puedes decirme esas cosas.- Taemin le sacó la lengua infantilmente.
-Está bien...- Jonghyun se resignó. -¿Por qué me pediste que viniera?
-No quiero ir sólo a la librería, y menos vestido así.- Taemin tomó las puntas de la falda del vestido he hizo una reverencia de princesa. -Si me secuestran, ¿qué pasará? Después apareceré muerto en algún lugar feo, y mi muerte quedará en tu conciencia.- Taemin le apuntó agresivamente. –Así que más vale que me trates como si fueras mi guardaespaldas.
Jonghyun puso los ojos en blanco, Taemin era un chico, pero se estaba comportando como toda una princesa.
-Está bien, sólo deja de demandar cosas.- Le pidió que se callara.
-Gomawoh ya, hyung.- Le volvió a abrazar como si fuese el mejor hermano del universo.
-Taemin, en serio, ¿quién escogió lo que traes puesto?- Jonghyun empezó a caminar rumbo a la librería.
-Yo, ¿en serio se ve tan mal?- Taemin miró su vestido blanco, él no le encontraba nada de malo, las botas que llevaba puestas eran rosa pastel y traía su cabello largo recogido en una coleta que le colgaba por el hombro derecho.
-Bueno, tan mal, no, pero tengo una duda, ¿umma te vio salir de casa con esto puesto?- Preguntó.
-¡Por supuesto que no!- Taemin casi gritó. –Me cambié en los baños de una cafetería cerca de casa, ahí dejé mi cambio de ropa. –Taemin aplaudió. –Tengo un amigo, al que le conté de la apuesta, así que guarda mi ropa en su locker.
-Ya veo.- Jonghyun dijó un mmm... de no me interesa después. –Dos semanas, por dios, Tae, sólo a ustedes se les ocurre tremenda tontería.- Siguió quejándose de la apuesta. –Ahora, yo también salgo perdiendo, te tengo que tratar como si fueras hecho de cristal.
-Deje de quejarse, hyung.- Taemin golpeó una vez más el hombro de su hermano. –Sí sólo va a quejarse, prefiero a los secuestradores, ellos no se quejarían tanto.
-Lo dudo, te devolverían.- Jonghyun se burló. –Anda, ahí está la librería, deja de actuar como niño.
-¿Disculpa? Jonghyun, eres un grosero.- Taemin le dio otro golpe en el hombro.
-Tú eres un golpeador de hermanos mayores. No tienes compasión por los Jonghyuns como yo.- Ahora el que quería chantajear era Jonghyun, pero al igual que Taemin, entre ellos, esos chantajes eran inservibles.
Taemin corrió a la librería y entró a trompicones gritando libros, después desapareció entre los estantes. Jonghyun se burló de Taemin a lo lejos, seguía siendo tan atrabancado como siempre. Entró a la librería y se dirigió a una estantería, sin saber de qué era.
-Hyung, ¡hola!- Alguien llamó a Jonghyun, quien se giró para ver a su amigo de la universidad.
-¡Minho! No sabía que habías vuelto.- Jonghyun saludó a su amigo. -¿Cómo está tu mamá?
-Por eso volví, pero gracias a dios, ya está mejor.- Minho cerró el libro que traía entre manos. –Disculpe hyung, pero no recuerdo que usted haya visitado la biblioteca del campus alguna vez.
-¿Qué? Oh, no es eso, yo...- Jonghyun estuvo a punto de explicar, pero escuchó la irritante voz de su hermano llamándole. Se podían escuchar los repiqueteos de las botas en la duela de madera del local.
-¡Jonghyun! Jjong...- Taemin se calló al ver que su hermano estaba en compañía. Entonces, se le ocurrió molestar a su hermano. -¡Oppa! ¿Por qué me dejaste sola?- Se colgó al brazo de Jonghyun. -¿Quién es él?- Preguntó inquisitoriamente.
Jonghyun se quedó helado, era la voz de Taemin, simplemente un par de tonos más aguda de lo normal.
-Perdón hyung, no sabía que estabas acompañado.- Minho miró a la chica, tal vez sin querer, de pies a cabeza, era bastante bonita.
-¿Eres amigo de mi oppa?- Taemin preguntó dejando salir una risilla cantarina. –Gusto en conocerle, soy hermana de Jonghyun, me llamo Taeyeon.- Taemin extendió su mano.
-El gusto es mío, agasshi, soy Choi Minho, amigo de Jonghyun.- Minho tomó la mano de la chica, y le dio un beso educadamente.
Taemin rio, no podía creer lo idiota del chico, aun así, decidió seguir con el juego.
-¿Vas a las mismas clases que oppa?- Preguntó.
-No, Jonghyun es mi sunbae, ambos estamos en el equipo de futbol. Somos buenos amigos.- Minho contestó, sin embargo no podía quitarle la vista de encima, en realidad se le había hecho bonita.
Jonghyun simplemente pasaba la mirada de un lado al otro, no había entendido lo que sucedía, hasta que Taemin le empezó a hablar particularmente a él.
-Oppa...-extendió la mano.-, deme dinero.
-¿Qué?- En definitiva que reaccionó. -¿Y tú dinero?
-No pienso gastarlo en algo así, es absurdo.- El Taemin natural salió a flote. –Por eso le llamé.
-No, olvídalo, no lo haré. Son tus libros, para tu universidad, ¿por qué he de pagarlos yo?- Jonghyun miró molesto a Taemin.
-P-pero, oppa.-Haciendo pucheros de nuevo. Ahora Jonghyun no podía decir que no, estaba en un lugar público, con mucha gente viéndoles, creyendo que Taemin era una chica, y que él era un mal hermano mayor. –Por favor, deme dinero, yo no traigo el mío.- Taemin se pegó a Jonghyun y le pellizcó el brazo.
-Auch, está bien.- Buscó su cartera y sacó dinero. –Toma.
-Gomawoh yah, oppa.- Taemin soltó a Jonghyun e hizo una reverencia. –Gusto en conocerlo, Choi Minho.- A él también le hizo una reverencia, después salió corriendo a la caja registradora.
-No sabía que tenías una hermana.- Minho miró hacia donde se había ido la chica, había quedado encantado por ella.
-Ni yo...- Jonghyun susurró para sí mismo. –Es una malcriada, insoportable, que hace todo por tener lo que quiere.
-Suena a que es divertido vivir con ella.- Minho sonrió.
-No todos los años que he vivido bajo el mismo techo con...ella.- En realidad le costaba llamarle ella, ¿acaso era él el único que notaba que Taemin era un chico y no una chica?
Del otro lado de la tienda, Taemin iba dando pequeños saltitos, casi sin despegarse del suelo, aún tenía que aprender a caminar en tacones, menos iba a poder brincar. Le encantaba salir con la suya.
-Tome.- Extendió el libro al cajero. –Lo quiero comprar, por favor.- Sonrió naturalmente.
El chico tomó el libro, lo registró y después miró a la que según él, era la chica más bonita que le había hablado bien.
-Son 500 wons.- El chico extendió la bolsa con el libro y tomó el dinero. –Disculpe, agasshi, usted es muy bonita.- Le dijo sincero.
Taemin quiso reír, pero de cierto modo le gustó el cumplido.
-Gracias, guapo.- Le guiñó un ojo y salió de la tienda. Se sentó en una banca y esperó a que su hermano saliera.
En cuanto salió Jonghyun se paró enfrente de Taemin, le señaló con el dedo, abrió la boca para decir algo pero tardó segundos en hacer funcionar su cerebro.
-Tae, por favor dime que no te vi coquetear con el cajero.- Sonó horrorizado.
Taemin cruzó una pierna sobre la otra delicadamente, puso su codo sobre su rodilla y apoyó su cabeza en su mano.
-¿Me compras helado?- Sonrió malvadamente.
...días después...
Taemin estaba con Key, habían ido al centro comercial.
-Qué bonito, pareces muñeca.- Key jalaba las mejillas de Taemin.
Key no exageraba, Taemin llevaba puesto unos jeans, algo perfectamente normal, pero una blusa, unos zapatos de tacón bajo y una bolsa que colgaba con gracia de su hombro.
-Hyung, deje de hostigarme, es molesto, y apenas han pasado cinco días.- Taemin gimoteó. -¡Quiero que la puesta acabe! ¡Ahora!- Demando.
-No.- Key era el único que decía que no, siempre, cuando le convenía, decir que no era lo más fácil.
-Hyung, ya me cansé de estar cambiándome antes y después de entrar y salir de mi casa.- Frunció el ceño. –No es divertido, bueno, ya no, los primeros días lo fue, y mucho, ver a cada tonto que me creía chica, pero ya me cansé.
-Que poco aguantas.- Key se burló. –Mejor ven, busquemos delineadores, esos los usas estés o no vestido de chica.
Taemin se cruzó de brazos, no le gustaba no tener lo que quería. Suspiró fuertemente para demostrar su molestia y dio pasos largos y pesados, estaba indignado.
Entraron a varias tiendas, por supuesto evitando la principal, no correrían el riesgo de que los padres de Kibum vieran a Taemin vestido de esa forma, pensarían peor de lo que ya piensan de ambos. Visitaron cada escaparate, y observaron las varias pasarelas de moda que se estaban llevando a cabo. Por muy enojado que estuviera, a Taemin le gustaba salir con Key a hacer esas cosas, era banal, por supuesto, era absurdo, y mucho, pero era divertido.
-Taemin ah, ¿ya notaste que tienes sombra?- Key echó una leve mirada hacia atrás, había un chico siguiéndoles.
-¿En serio? Siga caminando, hyung.- Taemin no se inmutó, ¿para qué? Bueno, debió hacerlo, porque después de que se detuvieron en un aparador hermoso, el chico se les acercó.
-Disculpa, eres Taeyeon, ¿no?- El chico resultó ser el amigo de Jonghyun. –Te vi hace rato, pero no estaba seguro de que fueras tú.
-¡Oh! Sí, esa soy yo.- Taemin rió. –Eres Choi Minho, amigo de mi hermano, ¿no?- Las miles de burlas que se formaron en su mente querían salir, pero las reprimió. En cambio, apretó más fuerte la mano de Key, porque iban tomados de la mano, como mejores amigos.
Minho notó el apretón que la chica le dio a su acompañante, después le miró a él.
-Oh, miré, Choi Minho, él es mi mejor amigo, Kibum oppa.- Taemin señaló a Key. –Oppa me acompaña a todos lados.
-Ya veo...-Minho no le prestó atención al chico. -¿Podrías darle un mensaje a tu hermano?
-Claro, ¿en qué le puedo ayudar?- Sonrió naturalmente.
-Por favor dile que mi madre ya está sana y que quiere invitarlo a que vaya a cenar.- Minho casi se mordió los labios al pensar lo siguiente que dijo. –Puedes ir tú, si quieres.
Taemin rio tiernamente, después asintió con la cabeza.
-Yo le digo, no se preocupe.- Taemin hizo un gesto con la mano, en señal de que se despidiera. –Lo siento, pero oppa y yo nos tenemos que ir.- Empezó a caminar, descaradamente, sin mirar atrás.
Después de haberse alejado lo suficiente, entraron a una tienda donde vendía accesorios.
-¡Por dios, Taemin ah! ¿Qué fue eso?- Key explotó en risas. –Puedes ir tú, si quieres.- Arremedó a la sombra de Taemin. -¿Quién es él?
-Es un amigo de hyung, lo conocía cuando no estabas. Ya me lo había topado tres veces en otras ocasiones, pero hasta ahora se decidió por hablarme.- Taemin le dio poca importancia y se puso a ver los dijes para collares.
-¿Qué no ves? Lo traes muerto.- Key rio. -¿Qué vas a hacer?
-¿Cómo que qué voy a hacer?- Taemin le miró extrañado. –Nada, ¿qué más puedo hacer?- Tomó dos collares y se los mostró a su amigo. -¿Turquesa o Zafiro?
-Rubí.- Key tomó un tercer collar y se lo dio. -¿Cuántos han actuado de esa manera?
-¿Babeando mientras me miran? Muchos, pero él es muy insistente.- Taemin dijo algo molesto mientras pasaba de esos collares, después vio una T muy bonita, escrita en cursiva. La tomó y la puso sobre su cuello.- Es hermosa. La quiero.
-Yo te la compro.- Key sacó una tarjeta de crédito. –Ahora, ¿en serio no se te ha hecho guapo ninguno?
-¿Por qué habrían de hacérseme guapos? No estoy buscando novio, además, creen que soy chica.- Taemin observaba las esclavas que tenían cosas inscritas. –De pequeño tenía una esclava con mi nombre. Era dorada y muy hermosa. Lástima que la perdí.
-Algún día te comprarás otra.- Key le aseguró. -¿Ni siquiera por diversión? ¿No saldrías con ninguno? ¿Para pasar el rato?
-Tal vez...- Taemin se puso a pensar. –Pero sólo si me lo pidieran; hay un chico muy guapo en la tienda de celulares, pero, sé que no conseguiría más que polvo con él.
-Hoy estás muy pesimista.- Key le jaló por los hombros. –Anda, paguemos tu collar y vayamos por esos delineadores.
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-Y ¿por qué debo de ir yo?- Taemin se quejó de inmediato, Jonghyun le había dicho que tenía que acompañarlo a visitar a su amigo Minho.
-Porque te invitó formalmente a Taeyeon, y Taeyeon es una chica muy educada que acepta las invitaciones cordiales.- Jonghyun le obligaba.
Taemin hizo una mueca y le aventó la revista que estaba leyendo, de hecho, era su cuarto, le podía aventar cualquier cosa que quisiese.
-No pienso ir.- Volvió a decretar. –Tener que comportarme como una señorita, no gracias, es molesto. Prefiero ser caprichudo, y la que la gente haga lo que quiero.- Sacó la lengua infantilmente.
-Vas a ir, quieras, o no.- Jonghyun le amenazó con un dedo, esperaba a la reacción de su hermano.
-O.BLI.GA.ME.- Taemin fue muy sutil con su respuesta.
-Está bien. ¡Umma!- Jonghyun gritó hacia las escaleras. -¡Umma, tengo que contarle algo!
Taemin palidecio ante esto, sabía lo que Jonghyun tenía pensado hacer.
-¡No! Espere, hyung, ¿qué va a hacer?- Taemin se levantó de un salto de su sofá. -¡Ni se le ocurra decir nada sobre...- Fue interrumpido.
-Obligame.- Jonghyun sonrió. -¡Umma, es importante!
Taemin volvió a tomar lo que fuese que estuviera a su alcance y le aventó, primero un cojín, después otras cosas que no estuvo consciente que fueron, con tal de hacerlo callar.
-¡No puede! Jonghyun, cállate, deja de gritar.- Taemin le demandaba con algo de alarme en su voz. –Por favor.- Entró en desesperación.
-Entonces vas a ir.- Jonghyun había ganado, por esta vez.
Por su parte, Eunkyung no había hecho el esfuerzo de subir las escaleras corriendo, sabía que cuando sus hijos estaban dentro de la misma casa, se la pasaban peleando. Nunca entendió por qué no aceptaban que se querían mucho, como los demás hermanos de Corea. No. Sus hijos eran inmaduros, aun. Cuando llegó al cuarto de Taemin no pudo evitar ver el desorden y soltar un ruido de reprimenda entre los labios apretados.
-¿Qué pasó, querido?- Ignoró el desorden y entró. -¿Por qué tanta insistencia?
-Umma, es sobre nuestro querido Taemin ah.- Jonghyun exageró a lo grande.
Taemin miró mal a su hermano, no sería capaz de contarle a su madre sobre la apuesta, o peor aún, de alguna otra cosa que tenía escondidas en su memoria.
-¿Qué pasa?- Eunkyun cambió su tono de voz cuando supo que se trataba de su bebé. -¿Qué pasa con Tae?
-No es nada, eommeoni.- Taemin interfirió, no se iba a arriesgar.
-Pero Tae, ¿cómo dices eso?- Jonghyun seguía en su teatrito. –Madre, Taemin ha tomado una decisión. Se va a ir de la casa.
Entonces Taemin pudo soltar una larga exhalación de alivio. Después notó que Jonghyun había dicho sin ningún tacto alguno lo de su partida de la casa.
-¿Bwoh?- Eunkyung no parecía entender lo que su hijo le decía. -¿Qué Taemin ah ha qué?
-Mire, eommeoni, usted sabe que la universidad queda algo lejos de aquí.- Taemin sentó a su madre en el sillón, sentándose él a un lado de ella. –El gasto sería menos si yo viviera más cerca. En estos momentos no puedo rentar un apartamento, pero Key hyung me ha ofrecido su casa, ya que él vive cerca de la universidad.- El tono de voz de Tae era mucho más amable, hablaba algo lento y sonreía mucho. Estaba comprando una buena reacción por parte de su progenitora.
-Oh...Entiendo.- Eunkyung se entristeció al darse cuenta que sus hijos ya habían crecido. –Está bien, lo comentaré con tu padre.- Se puso de pie y levantó unos retratos que Taemin había lanzado momentos antes, dejándolos en el escritorio.- Muchachos, la comida estará dentro de poco, será mejor que arreglen este lugar y se laven las manos.- Salió del cuarto.
-¿Qué! ¿Eso fue todo?- Jonghyun se indignó. –A mí me soltó un sermón del tamaño de la biblia y a ti sólo te dice que lo entiende. ¿Lo entiende?- Se molestó. –Sabes lo mucho que te odio.- Entrecerró los ojos. –Pequeño farsante.
-Oh, hyung, usted nunca podrá hacerme sentir mal con sus reclamos.- Taemin fingió poco interés. –Además, como le decía, no iré con usted.- Echó su mano izquierda hacia un lado, con ademán de decir algo. –Ya había quedado con Kristal de salir, desde hace mucho, no podría acompañarlo, aun si quisiera.- Sonreía descaradamente.
-Oh, ¿en serio?- Jonghyun no le creyó. –Entonces, si le llamo, ella podrá decir que lo que dices es cierto, ¿no es así?
-Toma.- Taemin le lazó su celular. –Llámale, pero es cierto, anda vuelta loca con lo de la boda de Jessica, su entrada a la universidad, y que a su madre se le ocurrió redecorar la casa.
Jonghyun miró el celular unos segundos, lamentablemente, sabía reconocer cuando Taemin decía la verdad, y esta era una ocasión de esas.
-No, déjalo, te creo.- Se rindió. –Pero, yo que tú, limpiaba este basurero.- Salió de la habitación de Taemin dejándole con la palabra en la boca.