Capítulo final
El cielo de Japón parece no haber cambiado nada a lo largo de mucho tiempo, aunque los niveles de contaminación atmosférica han aumentado al igual que las temperaturas, este sigue brillando intensamente, despejado, adornado por el sonido de las chicharras durante la época de verano. Esa era la imagen de Elle Lawliet ahora que llegaba nuevamente a Japón.
Era algo casi irreal, habían transcurrido aproximadamente diez años desde la finalización del caso Kira y el caso B501. Para ese entonces el cuerpo de Grace O'connors fue entregado a las autoridades nacionales de Estados Unidos, debido a que la asesina en masa era proveniente de dicho lugar. Posterior a eso, la justicia se encargó de finiquitar los casos Kira, y desde entonces el mundo se mantenía en paz. Esta era tan grande que el propio Elle no podía creerla. Era cierto que el crimen organizado no había cesado, no obstante, ya no había asesinos mundiales, las death note habían desaparecido del mundo y aquellas personas que hicieron uso de estas ya no estaban. Todo había acabado al fin. Pero como dicen no todo es perfecto.
Si algo que tenía mencionar Elle, era que se encontraba sumamente cansado. Quizás los 37 años le estaban pasando factura. Había soportado un viaje de más de seis horas de viaje desde la ciudad de Berlín hasta Tokyo, sentía su trasero más plano que antes y aunque había viajado con una gran comodidad en su Jet privado, no era de su gusto viajar constantemente. No obstante, su presencia fue requerida para un importante caso en dicha ciudad y tuvo que estar durante un mes entero por tierras alemanas. Estaba cansado y solo quería pasar por su familia. Ahora debía encargarse un poco más de sus cosas, Watari con su edad no podía estar ayudando a Elle constantemente, por ello, el famoso detective decidió dejarlo descansar en su afamada Winchester, allá en Inglaterra, mientras él se encargaba de buscar a sus hijos, ya que los había dejado al cuidado de sus abuelos "maternos". El señor y la señora Yagami fueron los primeros en solicitar cuidar de sus nietos ya que tenían meses de no haberlos visto, y quién era Elle para negarle la felicidad a sus suegros cuando no tenían mucho más que hacer. Después de todo, Soichiro Yagami tenía un par de años de haberse jubilado de la policía.
Estaciono el auto a unos metros de la calle principal, la residencia Yagami quedaba en un espacio estrecho donde no podían pasar autos, así que le tocó caminar hasta la residencia. Elle no se molestaba por ello, es más pudo apreciar el lugar, teniendo ciertos recuerdos de antaño en cuanto el caso Kira, una sonrisa melancólica surco su rostro justo antes de llegar al lugar. Cuando toco el timbre, la puerta fue abierta de golpe y dos seres se lanzaron con fuerza sobre el detective que cayó al suelo quejándose del dolor. Unas alegres miradas castañas le recibieron.
- ¡Bienvenido a casa papá!-gritaron los gemelos al unísono, Elle con ellos encima no pudo evitar sonreír un poco, sus hijos tenían una energía inexplicablemente grande que debía atribuir a Light, pues definitivamente no era de parte de él.
- ¿como te fue en tu viaje?-preguntó la niña- ¿Resolviste el caso?
- ¡por supuesto que lo resolvió, es papa de quien hablas!-le respondió el niño a su hermana, esta hizo un puchero a punto de contestarle a su hermano cuando Sachiko intervino desde el marco de la puerta sonriendo ampliamente.
- bien, bien, Ellie, Hikaru, dejen que su padre llegue, ha debido tener un viaje agotador
Los dos niños se levantaron de inmediato de encima de su padre entrando corriendo hasta la casa, Elle se levantó del suelo, dirigiendo una cálida sonrisa a la madre de Light.
- Es bueno verla de nuevo, Sachiko-san-le saludo mientras entraban a la casa.
- Lo mismo digo-respondió-. Los niños han estado muy emocionados desde que supieron que venías a buscarlos personalmente, estuvieron pendientes de la puerta casi toda la mañana.
Elle rió levemente,y Sachiko le invitó a sentarse en la sala mientras los gemelos iban terminando de arreglar sus cosas para irse junto con su padre, en ese mismo instante, bajó Soichiro por las escaleras, ambos se saludaron calurosamente luego de tanto tiempo sin verse.
- Es bueno saber que se encuentran bien-comentó L al mayor de los Yagami, mientras Sachiko servía unos dulce y algo de té para él-Gracias.
- Si, ya no todo es tan activo desde que dejé la policía, pero la casa ha estado bastante animada estos últimos días-comentó feliz el ex director de la policía.
- Sayu y Touta vinieron a visitar el domingo pasado junto con sus pequeños, así que estuvimos bien ocupados- mencionó Sachiko con gran alegría.
Sayu y Touta Matsuda se habían casado alrededor de seis años atrás, en ese tiempo habían alumbrado a tres pequeños niños de cuatros, tres y un año exactamente, por lo cual, Elle imaginaba lo estruendosa que debió haber estado la residencia Yagami por aquellos días. Aun así,, los señores Yagami disfrutaban de su vida como abuelos consentidores, y les hacía alusión ya que sus respectivo nietos habían salido directamente parecidos a sus hijos con alguna que otra diferencia de la propia herencia de los padres. Mientras Elle y los señores Yagami conversaban, bajaron los gemelos con sus respectivas maletas. El detective se levantó de su asiento respetuosamente, dispuesto a retirarse con sus hijos, ya debía darles algo de descanso a sus suegros.
- Muchas gracias por cuidar de los niños, nos mantendremos en contacto-expreso Elle.
- Espero que tengan un buen viaje mañana- comentó Soichiro.
- Cuidense mucho.
Y con un par de despedidas más por parte de los gemelos, partieron rumbo al hotel que por la noche de ese día les acogería. Ambos niños estaban ampliamente entusiasmados, ya que tenían algo de tiempo que no se quedaban en el teito Hotel, aunque no tenían nada que envidiarle ya que su mansión en Winchester era como tener ese mismo hotel pero horizontal y en Inglaterra.
- No vayan a correr por la habitación-recomendó Elle mientras se quitaba los molestos zapatos, y llevo las maletas de los niños a un lado de la sala-. Ellie, Hikaru, pediré el servicio a la habitación ¿Quieren algo en especifico?
- ¡pastel de fresa! -gritaron apareciendo y abrazándose a su padre que estaba con el teléfono en mano.
- Ese puede ser el postre, pero deben comer algo más sano.
- ¡ehhhhh, solo pastel de fresa para la cena!-hicieron un mohín ambos colgados de sus piernas.
Si algo tenía que quejarse L de sus acciones, es que estas pudieran repercutir en sus hijos, y una de esas era su hábito por consumir solo dulces, era cierto que había dejado de hacerlo en gran medida como en antaño, pero en presencia de sus hijos procuraba consumir las tres comidas reglamentarias del día, con un balance entre carbohidratos, frutas y verduras. Y esto debió hacerlo obligatoriamente ya que sus hijos en el momento que tuvieron la oportunidad, quisieron seguir su misma dieta. Algo que no le gusto a muchos, y por lo cual Elle recibió incontables regaños, así que por el bien de la salud de los gemelos tuvo que cambiar su alimentación.
- Si no comen algo salado para la cena, no habra pastel de fresas.
- bien-se resignaron los gemelos, y ambos se separaron de L yendo a la sala de la habitación a jugar.
El famoso detective pidió el servicio a la habitación, y se sentó un momento en el sillón a descansar en su habitual posición, que más que empeorar el estado de cansancio lo que lo hacía era relajarlo. Si Light lo viera, inevitablemente diría que la vejez le estaba llegando, y Elle creía que podía ser eso, que los años de solo dormir 4 horas al día le estaban pasando factura o que simplemente la paternidad era extremadamente agotadora.
La próxima vez que visitara a los señores Yagami, L consideraba pertinente preguntar si cuando era joven Light tenía la misma energía que sus pequeños hijos, pues al parecer, ambos niños habían heredado muchas cosas de su "madre". De ojos y cabellos castaños, la piel un poco más blanca y altura promedio de niños de 9 años. Ellie y Hikaru habían salido idénticos a Light en aspectos físicos, de manera mental, era algo complejo. Hikaru era el mayor por 20 minutos, era un niño muy extrovertido, alguien bastante maduro para su edad y con buenos dotes para el deporte, por otro lado, Ellie la menor, era una niña bastante tímida, lloraba con bastante facilidad y aunque era muy energética en el hogar, cuando salían solo hablaba lo necesario y se escondía en sus libros. Si L debía ser sincero, no le molestaba en absoluto esa diferencia abismal entre las personalidades su hijos, siendo criado en un orfanato sabía tratar con muchos tipos de personas, pero sus hijos en personalidades e intelecto le recordaba cada día que eran hijos del gran detective L y del mejor estudiante del Japón, Light Yagami.
Ambos niños eran unos prodigios, las clases especiales de la Wammy House no eran suficientes para ellos, incluso se comentaba que podrían ser los relevos de L, no obstante, Elle prefería esperar que estos crecieran y decidieran qué hacer con sus vidas, no quería colocar arbitrariamente el peso de la justicia del mundo tal como lo hicieron a él.
Elle apreciaba en demasía los momentos más pequeños que compartía con su familia, un viaje, una sesión de estudio, ver películas aun sabiendo que no tenían un sentido claro de comedia para ellos, cenar juntos, cosas como esas eran las que más apreciaba el detective. Luego de cenar, acompañó a cada uno a su cama, Hikaru fue el primero en caer dormido, pero la pequeña Ellie le costó un poco a lo que Elle debió estar un momento más a su lado.
- ¿hay algo que te preocupe?-le preguntó, la pequeña se removió algo nerviosa entre las cobijas.
- Papá ¿cuándo podremos ver nuevamente a papi? -cuestiono, no obstante, a L se le cortó la respiración con la pregunta de su hija.
- Papi esta muy ocupado con un caso importante por eso no puede venir a verlos a ti y a Hikaru-respondió L con tono suave acariciando el rostro de su hija-. El sin falta manda correos diciendo que los quiere y los extraña. En cuanto tengamos tiempo, podremos enviarle uno los tres.
- si...
y con eso la pequeña quedó dormida. Pero Elle quedó quieto en silencio de la habitación, luego de unos minutos llegó hasta la sala suspirando desanimado, el sueño se le había quitado por completo, y aunque estaba exhausto, estaba seguro que no podría conciliar el sueño de ese modo.
Habían transcurrido exactamente 10 años desde que Elle, en su rol de L, acepto que Light llevará a cabo su deuda con la ley y comenzará a cumplir condena, sin embargo, la situación le estaba volviendo loco, eran constantes sus comunicaciones entre él y los niños, pero era difícil, Elle lo necesitaba, él y los niños le necesitaban.
Por esa noche entera L se refugió de lleno en el trabajo, resultando más agotado el dia siguiente que debían partir a Inglaterra, fue un largo viaje desde Japón a Londres, y de allí una hora y media en auto a Winchester. Lo único que quería Elle al llegar a su hogar era descansar, dormir unas buenas 4 horas pero no espero que su comité de bienvenida hubiera llegado antes de lo esperado.
- ¡Llegas tarde Elle, se suponía que debías haber llegado hace dos horas! -vociferó Beyond.
La cara de L era un verdadero poema al ver a todos sus sucesores reunidos con sus respectivas familias mientras hacían un gran almuerzo en celebración de su regreso a Inglaterra después de varios meses. Después de todo, aunque había dejado a los gemelos un mes con sus abuelos, tenía cerca de medio año que no regresaba a Winchester y en el periodo de 5 meses estuvo de ciudad en ciudad con los gemelos encima y Watari echándole una mano. Aunque si era franco, el detective nunca espero verlos juntos a todos especialmente para recibirlo, estaba feliz de verlos pero se encontraba exhausto.
-Joven L, nosotros preparamos esto arbitrariamente, puede ir a descansar un poco hasta que la comida esté lista-comentó Watari entendiendo la situación del detective, este le agradeció con una sonrisa y pese a los reclamos de Beyond, L iría a dormir un rato.
La vida era una situación algo curiosa si debía ser sincero, en esos diez años que habían pasado, muchas cosas cambiaron en la vida de L y sus sucesores, si todos tuvieran que decir algo al respecto, comentarían que ni en sus más locos sueños creerían que esta sería su vida, se imaginaban cada uno trabajando por su cuenta, en soledad, incluso si hacían una mala jugada, podrían haber terminado muertos, pero no era así, la vida les recompensaba con una familia y uniendolos a ellos.
Como era de esperarse, Beyond y Alex se casaron hace casi diez años, y tenían un niño y una niña al igual que L, lo unico diferente era que el varón llamado Brian era un año y medio menor que los gemelos y la niña llamada Elizabeth, tenía 7 años de edad. Ambos hombres teniendo 33 años eran detectives colaboradores de L pero trabajaban específicamente en el Reino Unido, residiendo en la ciudad de Londres. Near se había casado con Gevanni hacía 7 años; había tenido varias complicaciones para tener niños, incluso llegando a perder uno, pero esa situación no los había detenido como pareja y actualmente estaban a la espera de un bebé que estaba sano, y aunque no sabían el género, Gevanni como padre orgullo imaginaba que sería una niña. Por otro lado estaban Matt y Mello que pese a la agitada dinámica que tenía este último, contaban con el tiempo y la dedicación de criar a cuatro niños, Michael de siete años, Colin y Joanne de cinco y Suzel de tres años, con la espera de uno más en camino. Uno imaginaría que sería biológicamente imposible tener tantos niños por cesárea, pero resulta que Francis y Joanne eran adoptados. Matt y Mello les habían encontrado durante una operación en París, ambos solo tenían dos años y estaban rondando por las calles sin nadie que cuidase de ellos, por eso tomaron la decisión de adoptarlos. Poco después Suzel llegó al mundo, y actualmente Mello esperaba dar a luz al último de sus hijos. Era cómico y curioso ver a Near y a Mello discutir con sus respectivos estados de embarazo, o a eso le parecía a L antes de retirarse a descansar por fin.
Estando en su habitación ubicada en el segundo piso, aunque no se encontraba solo en la mansión, los recuerdos le invadieron inevitablemente, aunque luchará con ellos, aun si quería olvidarlos por un breve momento, no podía. Extrañaba a Light. Quizás eso era poco, la añoranza hacia él y su tacto era tan grande que se sentía extremadamente solo, no quería admitirlo pero la presencia de Light se le hacía tan necesaria, que estaba seguro que si se la comentaba, este se reiria en su cara de él para luego tomarlo en mimos. Elle por primera vez en mucho tiempo se sentía estúpido, entendía las decisiones tomadas por Light y desde el primer momento las respeto aunque no estaba de acuerdo, pero ya no lo soportaba más. Necesitaba verlo.
Escucho como la puerta de la habitación fue abierta lentamente, e imagino que se trataría de Ellie buscandolo, estaba demasiado cansado para voltearse hasta que sintió como era abrazado por la espalda, pero esos brazos no eran los pequeños bracitos que conocía de su hija, estos eran grandes, fuertes y con ese característico calor que le endormecía. Se volteó de golpe consiguiendo a Light sonriéndole coquetamente, L no lo creía.
- Oye, pareciera que hubiera visto un fantasma.
- Light-fue lo unico que salio de los labios del detective antes de que el castaño se acercara lentamente para besarlo, fue un beso leve, pero al separarse Light no pudo evitar sonreír.
- Regrese.
Y casi como si las fuerzas le hubieran retomado de golpe, Elle se posiciono sobre Light devorando su boca, el castaño se vio sorprendido por la repentina acción del detective, al punto de separarse de golpe.
- oye, tenia entendido por Watari que habías subido a descansar ¿Donde quedo todo ese cansancio?
- No lo se, quizas desapareció cuando un candente Light apareció de la nada sobre mi cama-respondió mientras quitaba a su camisa y comenzaba a morder el cuello de Light, este último luchaba levemente contra él para separarlo de sí.
- O-oye L, no podemos hacer esto ahora, los demas nos estan esperando-intentaba decir Light, pero el detective parecía determinado a no dejarle ir.
- Ellos pueden esperar un poco más-respondió sencillamente mientras arrebata la fina camisa del castaño y empezaba a besar su pecho-. Yo ya he esperado demasiado para esto.
Light ahogo un jadeo, había llegado en la mañana de su viaje cuando sabiendo de antemano por Watari que Elle regresaba esa misma tarde, por ello desde días anteriores había invitado a los sucesores de L para hacerle una bienvenida. Sabía que Elle llegaría exhausto por tanto viaje, pero Ligth sabía que al momento de buscarlo a la habitación podrían terminar haciendo algo como eso, solo espero que el detective tuviera un poco de recato con sus invitados y con él mismo, ambos habían regresado hacía casi nada; pero la misma pasión que desprendía el detective él también la sentía, porque habían estado tanto tiempo separados que ya no podía aguantar más. Así que ya no importaba.
Elle no quería perder nada de tiempo, pero también quería disfrutar del cuerpo de Light lo más que pudiera. Por eso arrebato las ropas del castaño y las lanzó a algún lado de la habitación, besando cada pedazo de piel que podía, comenzó por el pecho, besando los pectorales y los pezones, uno a uno, regocijándose de los gemidos del castaño. Fue bajando por el torso, dejando marcas por su pecho y estomago, cuando llegó al vientre se detuvo un momento. El miembro de Light ya estaba más que estimulado, y con la larga abstinencia que tenían, ambos se encontraban más que en el límite pero Elle quería torturarlo un poco, así que comenzó a besar y a morder sus muslos y los bordes del vientre mientras pellizcaba sus pezones, desesperandole. Los jadeos y gemidos aumentaban pero el detective no se dignaba a lamer el lugar que Light quería. Para aumentar el martirio, L comenzó a prepararlo mientras le mordía el muslo izquierdo, solo pasaron unos minutos más hasta que Light cogió a Elle de los cabellos obligándolo a verle. Tenía su rostro completamente rojo y su pecho estaba subiendo y bajando constantemente por la excitación, no parecía poder soportar mucho más.
- ¿¡hasta cuando vas a seguir fastidiando?! Deja de estar jugando y chupalo de una vez-ordenó cubriendo su rostro.
L solo sonrió complacido lamiendo su labio superior, y metió el miembro de Light de lleno en su boca, este se sostuvo de las sábanas mientras el detective subía y bajaba, solo un par de lamidas más y Light se vino en la boca del detective que por supuesto lo bebió gustoso.
-Hubiera querido decirte algo para molestarte, pero simplemente no puedo-comentaba Elle al momento de tomar las piernas de Light-... hoy estás demasiado irresistible, Light.
Empujó de golpe su miembro dentro de Light y sin esperar comenzó a moverse rápidamente tomando las caderas del castaño, si algo debían pensar ambos es que más nunca volverían estar tanto tiempo en abstinencia, era imposible para ellos estar demasiado tiempo sin sentir sus cuerpos. Los gemidos y jadeos invadieron la habitación por completo, L tomaba con fuerza el cuerpo de Light, pero se vio sorprendido cuando el castaño se puso sobre él, comenzando a mover sus caderas sobre su miembro. eso era algo que de verdad no se esperaba.
- Si no fuera por el tiempo que nos conocemos diría que esto no lo aprendiste de mí-comentó el detective sonriendo mientras observaba el cuerpo de su amado castaño moverse sobre sí.
- No seas estupido, y sigue moviendo tus caderas , esto era lo que querías ¿o no, Elle?- sonrió, y él no pudo con el.
Volvió a besar sus labios como si fuera a desaparecer, y sentándose sobre la cama, tomó las caderas de Light para hacer más profundas las penetraciones. Se llamaban, se decían te amo y sostenían sus cuerpos abrazados, permanecieron un poco más en esa posición hasta que ambos se vinieron, cayendo exhaustos sobre la cama.
- Debo decir que tu astucia me sorprende Ligth, estos treinta años lo único que han hecho es volverte más sensual-comentó Elle mientras abrazaba contra si el cuerpo del castaño.
- a ti por tu parte los casi cuarenta te están afectando, Mama me lo dijo, te estabas quejando de la energía de los niños- expresó Light viendo a L-. Al paso que vas, no me extrañaría verte usando pastillas o medicamentos para mejorar nuestra vida sexual-agregó divertido.
Pero parecía que el comentario no era de mucha gracia para Elle, quien se coloco sobre Light tomando sus manos sobre su cabeza.
- Creo que podríamos probar muy bien cuánto podemos resistir con otra ronda ¿verdad Light-kun?
- No me molesta, pero al paso que vamos no bajaremos nunca-mencionó Light mientras sentía como L volvía a comenzar a besarlo.
- Nadie pidió que hicieran una bienvenida, y ahora que te tengo aquí menos querre bajar-dijo mientras frotaba sus caderas contra las de Light, al paso que iban, una segunda ronda estaba cerca-. Medio año, seis malditos meses en los que estuviste lejos de mi Light, merezco un poco más que una ronda ¿no es así?
Pero a lo lejos, podía escuchar los llamados de Mello que amenazaba con subir al segundo piso en cualquier momento, Light intento mirar comprensivo al detective que no tuvo de otra que bajar de la cama para tomar sus ropas.
- Me la debes- dijo el detective al tener todas sus ropas encima y en orden.
- Puedes echarle la culpa de todo a Mello, y además, eres lo suficientemente grande para aguantar unas horas más, Elle -respondió con una sonrisa de autosatisfacción el castaño.
Elle le miró con una mueca, debía recordarle que esta era la última vez que le dejaba colaborar en un caso de la mafia italiana con Amelia e Isabel. Pero conociendo al castaño, estaba seguro que si salía un caso semejante este participaría de lleno en el, ya que eso era parte de la condena que debía cumplir: servir al mundo resolviendo casos de vital importancia hasta el fin de sus días, sin importar cual fuera, y sin importar la dificultad, Ligth tenía el deber de resolverlos como pago de todos los crimenes que cometio.
No fue sencillo hacerlo entrar en razón, ya que el castaño estaba determinado a cumplir su destino en la cárcel o disponiendo su vida si así lo quería la justicia, pero L fue más exigente. Rió levemente recordandolo, aunque ya eran diez años de ello.
-entiendo-hablo por primera vez L, observando a Light firmemente-. A partir de este momento, quedas bajo custodia por la implicación directa del caso Kira... o eso quisiera decir.
- ¿que? -Light miro a Elle, sin entender.
- No aceptaré esto-dijo L sin cambiar su expresión, la ira comenzó a brotar en el cuerpo de Light.
- ¡no quiera joderme L! ¡no puedes simplemente decir que no lo aceptas! -vociferó.
- oh claro que puedo decirlo, después de todo soy L-menciono cruzándose de brazos con autosuficiencia, Light quería matarlo.
- Después de todo lo que sufrí para decirte eso, tu vienes y me dices esto, no puedo dejar que mis crímenes permanezcan así como así, yo debo expiar mis pecados.
- y aún más por ello no lo acepto, ¿crees que muriendo lograras lograras arreglar todo el daño que hiciste?
Light alzó la mirada viéndolo estupefacto, L por su parte continuó.
- Es lo mismo si terminas encarcelado, no lograras arreglar nada, solo aumentar tu remordimiento. Si de verdad quieres arreglar el daño que hiciste, expiar tus pecados. Trabaja para ello.
Light le miraba, parecía una broma, pero la seria mirada de Elle le hacía pensar que hablaba con la verdad.
- Light Yagami, Kira, he de reconocer que tu cerebro y tu inteligencia superan por mucho cualquiera que haya conocido, en otras circunstancias, si no te hubieras rendido de ser Kira, podría haber muerto intentando atraparte-admitió-. Pero es porque dejaste de matar, por el arrepentimiento que tienes por las vidas que tomaste, que como L te doy arbitrariamente la sentencia de servir al mundo resolviendo casos de vital importancia que puedan cambiar la historia como la conocemos, sin importar cual fuera el caso, y sin importar la dificultad, aunque te lleve toda la vida, esta será tu condena. Viviras por y para servir a la justicia.
- Elle...
- y ahora, quiero que tomes una decisión ajena a Kira, escuchando estas palabras que no las estoy diciendo como el detective L, sino como Elle, el hombre de carne y hueso que se esconde bajo esa letra... Por favor, no abandones así tu vida, entiendo mejor que nadie que estoy siendo egoísta, y aunque intentó comprender tus acciones, no puedo aceptarlas, quiero que pienses en tu futuro, en tu familia, en nuestros hijos, por favor no nos abandones... no me abandones luego de todo lo que hemos pasado, Light.
Light se quedó mudo en su lugar, sin saber que hacer o decir, Elle estaba usando sus últimas cartas, implorandole que no le dejará, rebajando por primera vez su orgullo por él y por la familia que podrían formar. Tenía un nudo en la garganta, después de mucho tiempo Light sentía que rompería a llorar. Quiso levantar la mirada para responder algo pero las palabras no salían, por lo que se mantuvo en silencio, Elle aprovechó eso para proseguir.
- Estoy seguro que piensas en muchas cosas, pero esto es lo único que puedo hacer por ti, como el detective L y como la persona que se enamoro de ti, es por ello que además de esta súplica ¿Light Yagami, harías el honor de casarte conmigo?
No hubo anillo, no se arrodillo, pero pareciera como todos esos detalles no importaran, y el propio Light pensó que no los necesitaba, solo necesitaba de esa persona tan maravillosa que le pedía que compartiera la vida a su lado.
El resto era historia. Hubo mucho conflicto interno con las organizaciones internacionales de justicia respecto al caso Kira, incluso se llegó a pensar que L había llegado a colaborar con Kira, pero esto fue deshecho con las pruebas evaluadas durante el caso de B501, y teniendo en cuenta la gran inteligencia de Light siendo de vital importancia para capturar a esa gran asesina mundial, esa quedo como su condena por los actos cometidos como Kira. Los primeros años estuvo bajo vigilancia constante del FBI, pero esta fue retirada al ver que no volvería a sus andadas. Las death notes del mundo fueron reducidas a cenizas, pero Kuroi y Light conservan un pedazo consigo para no olvidar nunca el daño que hicieron. Kuroi también cumplia la misma condena, pero su caso nunca fue hecho público ya que nunca se le atribuyó participación como KIra todo fue dejado como obra prima de B501. Pero eso no impidió a los hermanos a revelar la verdad a sus padres, hubo un tiempo donde Soichiro Yagami no le dirigió la palabra a sus hijos, pero eran sus hijos, y tenía en cuenta que estaban luchando intensamente para expiar sus pecados, por eso volvieron nuevamente a hablarse. Actualmente Kuroi trabajaba para la CIA, y Light trabajaba como mano derecha de L. Ambos replantearon sus vidas y aunque sus pecados no serian olvidados ni perdonados, podrían disminuir el peso de los mismos poco a poco, salvando la vida de otras personas.
Elle y Light bajaron a compartir con el resto de la familia, Ellie y Hikaru corrieron hacia Light al ver que su papi había regresado después de tanto tiempo. Todos compartieron esa gran comida, ya no parecían un grupo de detectives enlazados por los casos internacionales, ahora eran como una gran familia que crecía con cada momento que pasaba. No era perfecta, pero era una de las mejores.
- Elle-le llamó mientras subían a la habitación, luego de tanto celebrar todos se habían retirado a sus respectivas habitaciones y ellos eran los últimos en subir.
- ¿Qué sucede?- preguntó por el tono utilizado por Light estaba llamando su atención, pues normalmente no lo usaba, ahora que estaban solos quería continuar con lo que dejaron a medias durante la tarde.
- Estoy celoso-admitió, ganando una mirada interrogativa por parte de L.
- Es algo raro escuchar eso de ti-respondió, esperando que Light no hiciera una escena por celos, de igual modo, no recordaba haber interactuado con alguna persona durante los últimos meses como para darle celos a su esposo-. ¿porque estas asi?
- Estuve conversando con Alexander, y al parecer planean tener un nuevo bebé.
L entendió de inmediato la directa indirecta de su esposo, si era sincero, el primer y único embarazo de Light los había tomado por sorpresa no pudiendo disfrutar de él gracias al caso B501. En los últimos años, Elle noto que Light podía ser bastante maternal si se lo proponía aunque no le gustara admitirlo, y el primero intuía que en un ambiente donde todas sus amistades estaban en espera o planeando el nacimiento de un nuevo miembro de la familia, incluso el orgullo de Light se viera influenciado.
-Entonces quieres decir que quieres que tengamos otro hijo-mencionó Elle, el rostro de Light se prendió de un rojo brillante-. Me sorprende que puedas avergonzarte luego de todo lo que hemos hecho antes- Pero Light reaccionó violentamente ante las palabras de L.
- ¡Pues lo siento que quiera tener otro hijo, señor L! Olvida lo que dije, no tenemos que porqué tener nada.
Este quitó sus ropas con algo de brusquedad y se recostó sobre la cama que ambos compartían, cubriéndose con las sábanas dispuesto a dormir. Escucho como la ropa de Elle caía al suelo, y como este se recostaba a su lado, Light espero que por esa noche durmieran luego de esa pequeña discusión sobre la paternidad, pero Elle nuevamente le sorprendió colocandose sobre él.
- Sabes Light, los gemelos en los últimos días me han estado pidiendo un hermanito o hermanita, quizas... podriamos darle el gusto como regalo de cumpleaños-susurro esto en el oído de Light logrando estremecerlo. .
-No quieras ajustar mi cuerpo a ello, aún no sabemos si pueda concebirlo en estas fechas-respondió Light desviando la mirada.
- Solo debemos hacerlo hoy las suficientes veces para asegurarnos de que quedes encinta ¿no es un problema para ti verdad Light? después de todo, solo tienes treinta años.
Light sonrió viéndose acorralado por sus propias palabras, pero no le molestaba, después de todo había caído en las redes de ese sensual detective. Aunque había comenzado como un caso de índole internacional, término de la forma que menos esperaban, y si era sincero, no lo cambiaría por nada del mundo.