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Una y otra vez por azumicard

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Notas del capitulo:

Ya que pedian lemon de Mystrade, ahi lo tienen. Un tierno y sádico reconciliación entre ellos. Casi todo el capitulo esta dedicado a la parejita.

Una visita inesperada, irrumpe la tranquilidad del doctor Watson.

Los dos suben hasta el segundo piso, caminan uno al lado del otro sin decir ninguna palabra, al llegar a la habitación de John, el mayor de los Holmes se detiene y el otro continúa su andar. El sonido de la puerta abriéndose causo el impulso de voltear, Mycroft le ofreció una mirada burlona y entra a la habitación. Molesto y confundido quedo al verlo entrar a ese lugar prohibido. De un golpe cierra la puerta de su habitación, maldice reiteradamente al responsable que terminó arruinando su vida. Con la ayuda de un baño frió a pesar de ser invierno, logró calmarlo y enseguida se fue a dormir. A media noche se escuchas las pisadas de alguien subiendo al tercer piso, silenciosamente abre la puerta, debido a la luz de la luna fue fácil ubicar la cama. Con una mano recorre el cuerpo del dueño de la habitación sobre la delgada sábana. Luego sujeta ambas manos para atarlas y se acerca lo suficiente con la intención de despertarlo con caricias.


— Vine por ti después de jugar con el doctor Watson - lame su cuello- ahora es tu turno – continua las caricias y Lestrade se despierta abruptamente.


— Este equivocado si crees que continuare con tus jueguitos - mueve sus muñecas para aflojar el amarre, es inútil. Su mente está más concentrada en los estímulos.


— Ambos sabemos que te gustan estos juegos. Disfrutas ser la otra- muerde su oreja y logra robarle un gemido.


— Tú ganas Mycroft, pero será la última vez - le mira serio y deja a merced su cuerpo. Recibe una fuerte bofetada rompiéndole el labio.


— ¡¿Siempre eres así de arrastrado?!-grita enojado- ¡Si quieres solo sexo, eso tendrás!-le arranca con furia la ropa - No te arrepientas luego-.


Mycroft lo empuja con rudeza hacia abajo sobre la cama y con una mano ejerce presión sobre la cabeza del inspector, como quisiera enterrarla. Enseguida lo penetra ferozmente sin importarle los gritos de dolor. Arremete una y otra vez dentro de él como si excavara sus entrañas. El ataque se sitió con fuerza ocasionando más dolor que placer. Aprieta sobre sus caderas y comienza a empujar de nuevo con desenfreno; en un momento Lestrade sintió que sería partido en dos; era parte de la consecuencia por rebelarse. Mycroft sale de él, voltea el cuerpo de su presa, sostiene una de las piernas del inspector con un brazo y retoma las embestidas que ahora eran más intensas. Trae una mano a la boca de Lestrade para silenciar los gritos de dolor pero al transcurrir el tiempo, este se muerde los labios para no dejar escapar ningún sonido. Se mantiene en silencio con el rostro agachado.


— ¡Mírame, maldita sea! - le sujeta fuerte del cabello - No te escondas y dime lo que sientes-.


— No comprendo a que quieres llegar con esto, acaso no solo has venido a jugar conmigo como siempre. Aquí me tienes, puedes cont … - recibe otra bofetada antes de terminar de hablar.


— ¿Solo eso soy para ti?- muerde su cuello con rudeza - ¿¡solo sexo!? - le muerde sus pezones muy rudamente.


— ¡AHHHHH! - Grita de dolor - que demonios te sucede


— ¡Cállate!- sin verle sigue su juego masoquista -solo quieres que te tome ¿no?- le separa las piernas y vuelve a penetrarlo de golpe- nnggg... ¡te gusta solo esto!- oculta su mirada mientras embiste más rudo.

 


Soporta el dolor hasta que su mente quede totalmente en blanco, estuvo desconectado de la cruda realidad por unos minutos mientras su cuerpo era profanado salvajemente todas las veces que le apeteciera a su agresor. El acto sin amor le causaba más sufrimientos a su corazón que todas las estocadas, sin previo aviso sus ojos se inundaron de lágrimas que recorrieron sus mejillas y terminaron en las sábanas. Para no llamar la atención escondió la mirada, agachando la cabeza.


— ¡Mírame! ¡Maldición, mírame! -se detiene y levanta la voz- ¡que sientes!... esto de aquí-le señala su corazón- Por qué… -le mira por fin- Por que cuando te tomo late de esta manera. ¡Responde! porque me duele tu rechazo...-deja ver sus ojos vidriosos- Lestrade... que me está sucediendo, no logro comprender - .

 

Se queda allí por un largo rato, mirando a Lestrade que tenía la mirada fija a un costado de la cama. Le lleva unos segundos asimilar las palabras y devuelve la vista a Mycroft, quien poseía una expresión nunca antes vista. Con los labios manchados de sangre consigue pronunciar débilmente - Te amo – era una voz suave, teñida de tristeza y estaba a punto de llorar de nuevo. Rápidamente Mycroft sale de él para envolverlo en sus brazos alrededor de ese cuerpo maltratado; termina abrazándolo fuertemente y pregunta viendo directamente a los ojos - ¿Me… amas? -


— Siempre te he amado, pero tú solo jugabas conmigo - empieza a llorar y siente una cálida mano en su rostro limpiando sus lágrimas gentilmente.


— Nunca jugué contigo, yo también te… - siente un nudo en la garganta, impidiendo continuar su declaración de amor - Te a… te amo Lestrade.


— De verdad Mycrofft –le mira y acaricia su rostro.


— Si, es difícil articular esas palabras, confórmate con haber oído solo una vez porque no se volverá a repetir - Era la mejor confesión que podía realizar debido a su personalidad fría, aun así logro hacer llorar a su amante - ya cálmate, me pone de muy buen humor el verte llorar – detiene el llanto con un beso profundo, arrebatando la respiración del otro y susurra – Quiero hacerlo… -.


— Entonces empieza


— Eso haré – empieza a llenarlo de besos - Yo siento… haberte herido, nunca fue mi intención ocasionarte estos hematomas en el rostro - lame la marca con su lengua como un perro curando una herida.


— No es nada comparado al dolor que sentí cuando me confirmaste que continuabas interesado en John.


— Por millonésima vez ¡No me gusta el doctor! me gustas tú, solo tú y tus hermosas, perfectas piernas-le muerde el muslo.


— ¿Entonces porque fuiste a su habitación?


— Para ver cómo va su embarazo. No te pongas celoso ¿sí? ahora eres todo mío

 

Con sus dedos y su lengua Mycroft se desliza a lo largo de la piel de Lestrade, de arriba abajo recorre su cuerpo. Termina por llegar de nuevo a las piernas y acaricia gentilmente las piernas de su amante, llegando a su entrepierna para lamer toda la extensión. Relame sus labios ante la maravillosa vista y succiona con fuerza pero no provoca dolor alguno, más bien ofrece una sensación increíble llevándolo a embragarse en placer absoluto. Unos momentos más tarde los gritos de dolor se transformaron en gritos de éxtasis que fueron callados por besos salvajes, llenos de pasión y lujuria. Sus bocas se separan en buscan de un poco de oxigeno, agitados retoman ese beso donde sus lenguas podrían entrelazarse. El susurro del inspector ocasiona que desate sus manos para degustar el ya despierto miembro de Mycroft.

 


— Eres todo un experto - da espasmos de placer mientras acaricia su trasero - ¿quieres atención aquí? - mete un dedo, después dos enviándolo a estremecerse de placer. Cuando le considera listo presiona dentro; en el punto exacto.


— ¡AHH...! ah... – arquea la espalda y jadea


— Ya estás listo – Agarra al inspector del brazo para colocar su cuerpo en cuatro. Recorre con las manos el cuerpo desnudo de su amante y con sumo cuidado introduce su miembro. Empieza a moverse lento y después el ritmo aumentó – Ahhh… tan … ta… tan bueno como siempre - los gemidos que emitía Lestarde provocó más excitación en Mycroft; ambos terminan jadeando al ritmo de sus movimientos - quiero que saltes sobre mi- sale y se sienta en la cama- ven a mi Lestrade-sonríe y se acomoda.


Se desliza hábilmente hasta llegar a la entrepierna de su amante. Con la ayuda de su mano logra entrar, sin embargo siente un dolor leve aun así continua. Sus caderas se estremecen con una sacudida cuando se descubre completo sentado en él, da un jadeo alto abriendo los ojos-nmm…-se muerde los labios mientras salta sobre su amante.


— nmghhh…-se detiene un momento-ahh…siento que me correré…- abraza el cuello de Mycroft y este le da una nalgada.


— ¿Ya estás por correrte? Ni siquiera me he movido-empieza a embestir mas rudamente-jadea para mí-cierra un ojo ante el placer que le otorga su amante-


— ¡AHHH..ahh! Mycroft…-aprieta su interior como castigo-estas…más grande…-empieza a saltar lento-ah…hah!-llega a ese punto y sin detenerse empieza a saltar.

 

Mycroft embiste aun más rápido haciendo que sus pieles emitan un sonido erótico. El inspector deja que sus gemidos cobren intensidad cuando sintió esos labios jugar en sus pezones, después es atacado su cuellos con mordidas certeras ofreciendo placer mezclado con dolor. Cuando pensó que no podría experimentar otra sensación, el líquido caliente en su interior lo llevó a dar un grito profundo. Ambos caen sobre la cama; Lestrade aun con Mycroft dentro de él. Aguardan unos segundos antes de continuar. Cierra los ojos al sentir el miembro de su amante muy profundo, se estremece y no puede mover un músculo, pero Mycroft parece que está más que satisfecho. Con esto, él presiona hacia arriba en Lestarde, sacándolo de nuevo lentamente antes de repetir la acción. Tal vez sea a causa de su posición, pero siente como que Mycroft está acariciando lugares más profundos dentro de él de lo que él ha sentido antes, llevándolo a experimentar un placer mayor.


— Así… ahhhh maravilloso – lame su cuello mientras sus manos juegan con sus pezones, otorgando más excitación- quiero ver eso…-jadea y le da unas nalgadas-.


— Voy a... voy a venirme - intenta habla ante las caricias recibidas- cre…creo que ga..ganaras…-le besa-.


— Aún no- sujeta su miembro y con un dedo evita q se venga- Juntos ¿sí? –sujeta el trasero de su amado para aumenta la velocidad, da profundas y certeras estocadas.


— No puedo soportar más…


— ¡Aprietas mucho! –estaba llegando al orgasmo – mmmmmm - cierra los ojos mientras une sus labios con los de su amante; ambos se vienen y terminan con el abdomen manchado.


— Te amo - pronuncia un inspector muy agitado antes de que él se desplome encima de Mycroft.


— Yo también – le abraza fuerte como si quisiera fundir ambos cuerpos – Será mejor que recargues energías porque la noche recién empieza, mi querido Greg – susurra.



Extienden su sesión amorosa hasta la mañana del día siguiente, terminan abrazados sobre la cama que terminó hecha un desastre; era la prueba del nivel de intensidad que resulto ser su reconciliación. Una delgada sábana cubría sus cuerpos. Lestrade se despierta en la oscuridad sintiendo una respiración suave a su lado, con las manos reconoce el cuerpo de su amante y cierra los ojos. Una hora después vuelve a despertar, pero asustado porque sabía que dentro de poco entraría la sirvienta como todos los días. Con mucho esfuerzo escapa de los brazos que le tenían prisionero y enseguida intenta despertar a Mycroft, quien solo se remueve. En un descuido atrapa a su presa con los brazos, ahora ejerce más presión.


— Déjame Mycroft


— No te levantes aun, quiero seguir abrazándote - le besa- que te parece si doy la orden de que nadie venga a esta habitación. Así te haré mío todo el día-sonríe.


— Tenemos que bajar a desayunar con los demás sino preguntaran por nosotros y lo más probable es que vengan a buscarnos a nuestras habitaciones


— El desayuno puede esperar, primero quiero comerte – muerde su hombro-quédate conmigo y deja a los doctores alimentarse sin nuestra presencia. No negaras que tú también lo deseas - toca su trasero.


— ¡Hey! deja de manosearme tan temprano


— No quiero-presiona- quiero jugar-


— Jugaremos más tarde… voy a dormir… -los ojos empiezan a cerrarse - No he descansado en estos días, así conseguí terminar mi trabajo antes de lo planeado, por eso llegue ayer. No sé que súper poderes tienen los hermanos Holmes porque pueden estar días sin dormir y están más lúcidos que nunca. Los envidio.


— Tenemos una habilidad innata -besa su mejilla-duerme sobre mi -.

 


Lleva el cuerpo exhausto del inspector encima del suyo, antes de dejar caer la cabeza de su amante en su torso desnudo, le ofrece un beso de buenos días. Duerme hasta que escuchan la puerta tocar; efectivamente era la sirvienta. A punto de abrirse la puerta Mycroft grita molesto desde el otro lado. Le ordena traer el desayuno para dos personas, si preguntaban por ellos no tenía permitido decir absolutamente nada. Se disculpo con su amante porque debido a sus gritos lo despertó, con un segundo beso calló sus reclamos. Mientras tanto en el comedor John y Sarah desayunan tranquilos, algo era diferente de las anteriores mañanas; los dos se quedaron largo rato en silencio. Sarah interrumpió el insoportable silencio.


— John… ¿te sucede algo?

— No. Porque lo preguntas


— Podrás disimular, pero a mí no me engañas. Tu estado de ánimo cada vez empeora y de cierta manera afectará a tus hijos. Estas así por Sherlock ¿no? –Acertó porque cuando escucho ese nombre dejo de comer y la miro sorprendido - Lo extrañas demasiado… puedo ver esa mirada en tus ojos-.


— Es difícil continuar separado de Sherlock, siempre estuvimos juntos. Necesito de su presencia, a veces no sé si seré capaz de sobrevivir, pero mis hijos me dan esa fuerza que me mantiene con vida. Quisiera que este calvario acabe pronto; volver a Baker Street junto a Sherlock y mis gemelos.


— Pronto, se paciente - suspira profundo antes de continuar - No quería decirte esto John, pero... tu embarazo es de riesgo-.


— ¡¿Qué?! - se alarma y le da una punzada.


— Tranquilo - se acerca a él para llevarlo al salón principal para que descanse - Por eso motivo no quería decirte nada, disculpa por alarmarte. Estoy haciendo todo lo contrario como tu médico personal al darte esta noticia. Tu cuerpo no está preparado para llevar un embarazo-.


— ¡Claro que no está preparado! soy hombre, no sé ni cómo paso


— Tienes razón, por ello tienes que guardar reposo en estos últimos meses. Por cierto donde estará el señor Holmes y ese inspector.


— Quien sabe… el inspector Lestrade debe seguir durmiendo, debido al cansancio y el trabajo.

 


El sol de la mañana brillaba intensamente que se reflejaba en el automóvil negro que iba en dirección a la residencia de la familia Holmes. Las lunas eran polarizadas, dejando oculta la identidad del ocupante sentado en la parte posterior. Por otro lado, la habitación de Lestarde termino convertida oficialmente en su prisión a causa de Mycroft. Por ningún motivo podía alejarse de él, sus brazos eran como grilletes y los labios un tipo de castigo fantástico. Sin embargo tanta presión acabo por protestar el inspector que aun no comió nada de la bandeja con el desayuno, pero Mycroft continuaba torturándolo. Por primera vez le ordeno detener las caricias para desayunar tranquilo, el otro obedeció sin antes robarle un beso. Empiezan a desayunar en la cama como si fueran una pareja de recién casados en medio de una luna de miel. Satisfechos botan la bandeja al piso, enseguida el inspector se recuesta a lado de su amante y termina abrazándolo.


— Te amo Mycroft


— Quiero oírlo de nuevo- ordena acariciando su trasero


— ¡AHH! Te amo... ya te dije que dejes de manosearme


— No parare solo porque tú lo dices - sigue y mete dos dedos-humm…aún está lleno-ríe y chapotea mientras ve como el cuerpo de su amante responde – Una sesión por la mañana no sería mala idea, tu lo deseas más que yo-.


— Será una pequeña… abusaste de mi cuerpo las veces que quisiste, dejándome al borde del delirio, por un momento sentí que iba a morir.


— Soy adicto a tu cuerpo, debes sentirte honrado el saber que ahora soy tu dueño; cada parte de ti me pertenece. Estuve en abstinencia debido al trabajo así que merezco tenerte al menos una semana en la cama- Lestrade se sube encima de él y empieza besarlo descontroladamente mientras Mycroft corresponde totalmente duro.

 

 

La conversación entre Sarah y John tomó otro rumbo, uno donde hablaban de diversos temas, incluido el lado sentimental. John sintió que una oleada de alivio le invadía porque hablar de esos temas con alguien, apaciguo su congojo. Si ella no estuviera a su lado quizás hubiera sido más difícil enfrentarse a la cruda realidad, cada vez que tenía oportunidad agradecía sus cuidados. Previamente Sarah volvió a recalcar la orden de mantener reposo casi todo el día, al inicio se negó pero escuchar el sermón cambio de parecer, subió a su habitación a descansar y no se había percatado que la habitación de Mycroft estuvo abierta. Supuso que había salido, igual era su residencia y podía salir cuando quisiera. Pero si se preocupo por el inspector Lestrade, llevaba bastante tiempo durmiendo, tenía que despertar para alimentarse por eso subió al tercer piso.

Mientras caminaba escuchó unos ruidos provenientes de la habitación de Lestrade; era la única en ese piso. Cada vez que se acercaba el sonido se intensificada, le pareció escuchar unos gemidos. Llamo un par de veces al dueño de la habitación y cuando su mano se dispuso tocar la puerta, escuchó fuerte y claro decir: “no te detengas Mycroft…”, seguido por gemidos de placer. Empujó la puerta; sus ojos apreciaron la escena de amor entre los amantes que resultó ser realmente intensa y fogosa que no se percataron de la presencia de John.


— ¡OH por dios! - cubre sus ojos, nunca imaginó ver una escena como la de ellos. Retrocede lentamente sin despegar la mirada. Ya en el pasillo se sienta por un momento - Que fue eso… ¿Lestrade y Mycroft?, no puedo creerlo… -baja al primer piso muy sonrojado recordando la escena reciente - Al menos se les ve ehrrrr... ¿Bien? – Ríe para sí mismo.

 

Una sirvienta avisa a John que acaba de llegar una persona buscando al señor Mycroft, le pidió hacerla pasar. Tenía curiosidad por la identidad de esa persona porque solo unos cuantos sabían la ubicación de la residencia. A lo lejos unos pasos se aproximan lentamente; no reconoce de quien se trataba. La puerta del salón principal se abrió, revelando la identidad del invitado incógnito.


— Doctor Watson, no espera que usted viniera a recibirme


— “¿Irene Adler?” –solo frunce el ceño - porque está aquí, es repentina su visita-.


— En realidad vine a conversar con Mycroft, usted podría decirme donde se encuentra él, no dispongo de mucho tiempo.


—Está de viaje – responde sonrojado


— ¿Enserio?, es un terrible mentiroso doctor Watson. Sé muy bien que hace un par de días arribo a Londres y vino directamente a este lugar. ¿O acaso le ordeno encubrirlo?-.


—Está equivocada, simplemente está ocupado en otro asunto… - desvía la mirada.


— Bien, entonces voy a esperarlo – toma asiento cerca de John, el vestido que llevaba puesto dejo al descubierto la cicatriz en su hombro – No sea tímido doctor, pregunte cómo va la recuperación de mi herida. Hace un momento sus ojos se posaron en mi cuerpo, para ser específica; en mi hombro. Contestare a su pregunta aunque no la realizo. Estoy bien, resultó mejor de lo que pensé.


— Le gustaría pasear mientras Mycroft se desocupe

 

— Esta siendo gentil más de lo normal. Acepto su propuesta

 

 

Salieron del recinto principal hacia los jardines. El panorama que se extendía ante ellos era hermoso; las diversas plantas estaban en pleno proceso de florecimiento. Caminan lentamente, uno al costado del otro; por supuesto sin decir ninguna palabra. A pesar que la relación entre ellos nunca fue buena porque Irene Adler desde el principio estaba interesada en Sherlock por un lado sentimental y John le debía la vida. La tensión se sentía en el aire. Sin darse cuenta estaban a punto de llegar a la entrada de la residencia.


— ¿Logró adaptarse a su nueva vida? – pregunta Irene sin previo aviso


— Es momentánea, pronto dejare este lugar y volveré a retomar mi verdadera vida al lado del padre de mis hijos. Todo volverá a ser como antes- se deja llevar por un entusiasmo repentito – Solo unos meses más y podré ver a mis gemelos-.


— Debe ser una carga realmente molesta, inmovilizándolo inútilmente, ya que la última vez no fue de gran ayuda; resultó ser un estorbo. No sé porque Sherlock se interesó en usted, quiero comprenderlo. Creo que usted es una especie de mascota; siempre detrás de él sin importarle nada, ni tu propia vida .


— ¡Cállate! - grita molesto – Si tan celosa estas, no deberías hacer caso las órdenes de tu amado que ahora es mío – mira a Irene desafiante.


— Siendo usted no metería las manos al fuego por él. Si salve tu inútil vida es por Sherlock, tengo una deuda que saldar. Además solo le has causado problemas, por tu culpa él se encuentra en coma. Has puesto en peligro a todo mundo por ese bastardo. El detective ahora no es tuyo.


— Te equivocas, Sherlock siempre será mío, ya que ambos compartimos un vínculo sólido y también tengo algo que tú nunca tendrás – acaricia su vientre - ¡Sherlock me ama! La prueba indiscutible son sus hijos que crecen dentro de mi – sonríe feliz.


—Me pregunto cuánto durará dicha felicidad... La tranquilidad de ahora pronto terminará, el verdadero conflicto vendrá pronto. Después del último incidente, el señor Manussen ha puesto a trabajar a sus subordinados en ubicar este escondite. Solo es cuestión de tiempo y volverá a estar en jaque mate. Espero que este preparado porque su siguiente ataque será fulminante; una vez que escoge su presa nada lo detiene.


— Sé cómo tratar a los de su calaña – continúan caminando


— Olvide comentarle, ahora que Sherlock están indefenso cualquiera podría... - sonríe- ¿comérselo? Es un manjar tan apetitoso. Lástima que usted no esté ahí para verlo cada día como yo lo hago

 

John no responde con palabras al comentario provocador de Irene, pero su mirada llena de ira se posó de inmediato en ella. Sus ojos eran como dagas que atravesaran el cuerpo de Irene. Acelera el paso, dejando parada a la mujer a lo lejos y entra a la residencia de mal humor. Su paciencia se desvaneció en el transcurso de la conversación. Irene disfrutaba la reacción inusual del doctor Watson.


— ¿Tenías que decirle todo? –increpa Mycroft

— Por fin apareces. Solo le dije la verdad

— Te di órdenes de no tocar

—No puedes prohibirme de nada, lsa únicas órdenes que obedezco son las de Sherlock. Si estoy aquí es para informarte de los movimientos de Magnuseen; es todo.


— Me pregunto si a Sherlock le gustara saber lo que dijiste a John-saca una grabadora de su bolsillo - ¿Quieres oír?-


—Como dije, solo estoy aquí para hablar contigo, lo del doctor Watson, solo fue parte de la diversión.

 

Mycroft comprendió que John era parte del entretenimiento de Irene Adler, disfrutaba molestarlo cuando tenía oportunidad. Conversan asuntos relacionaos a Magnussen, ente otros y se alejan del lugar. Mientras tanto en la habitación de Lestrade, la situación era realmente caótica. Haciendo un sobre esfuerzo humano logró bañarse y cambiarte porque el desconsiderado de Mycroft lo dejó a su suerte. Estuvo tirado sobre la cama como si fuera un cadáver. Mantenerse en pie era imposible debido al dolor en todo su cuerpo, especialmente en su parte trasera. Tuve que bajar al primer piso en busca de algunos analgésicos contra el dolor, gracias a la orden déspota de su amante ninguna persona podía ingresar a su habitación.


— Maldito Mycroft


— Qué sucedió ahora - pregunta John del otro lado del salón


—No es nada... - da media vuelta en busca de licor, con dificultad camina hasta llegar a sofá, quejándose del dolor.


— Debió sucederte algo durante la noche. Ayer cuando te vi estabas en perfectas condiciones; de la noche a la mañana terminaste así. Es como si hubieras sufrido una golpiza, pero una bien dura


— No fue exactamente a modo de tus suposiciones, sin embargo Mycroft desquitó su ira conmigo. Dijo que tenía que conversar con alguien, ¿sabes con quien?


— Se fue con Irene Adler – pronuncia el nombre de ella con desprecio, luego el ambiente termina en silencio. A pocos segundos John suspira – Oye Lestrade no has pensado en volver a formar una familia, el tiempo avanza rápido, aquí a unos años te encontraras completamente solo, es necesario un acompañante para pasar tus últimos años a lado de esa persona especial.


— El matrimonio no es para mí, la experiencia resultó ser un tanto agradable, al punto de acostumbrarme a la rutina monótona. Fue maravilloso los primeros meses, lo demás es historia. Como sabes ser inspector es una vocación y no un trabajo. No deja tiempo para mantener la completa farsa del matrimonio. Escuche decir esto una vez a Sherlock: “El matrimonio es un acuerdo antinatural que obliga a los firmantes a una monogamia poco saludable”


— Nunca hubo amor entre ustedes. Es curioso que Sherlock dijera aquello


— Fue antes de conocerte, cuando trabajaba solo. Transformaste su vida inesperadamente con tu llegada y cambiaste varios aspectos de él para bien, ahora parece más humano.


— Si… conocerlo también cambio mi vida - dibuja una mirada llena de ternura - Lo amo demasiado por eso es la persona más importante, claro después de mis hijos - acaricia su vientre – y ahora no tienes a alguien, no sé una novia…. O… ¿novio? – pregunta a modo de susurro.

 

El inspector prefiero no contestar la pregunta, se arriesgaba a que John continuara interrogándolo, lo último que quería es que su relación saliera a la luz. Evadió el tema de parejas hábilmente, ahora estaban conversando de la relación sólida entre Sherlock y John. Expresó su admiración hacia ellos, a pesar de la caótica situación que estaban viviendo, su amor era cada vez más grande. El rostro de Lestarde proyectaba un ligero incomodo y su cuerpo dolor, sentía como si el sofá estuviera hecho de espinas. Disimuló esas sensaciones con una sonrisa fingida que fue descubierto por John; él reconocía ese tipo conductas efímeras, gracias a las enseñanzas de Sherlock. Fue en busca de los analgésicos al consultorio, los cogió de la gaveta de medicinas y los llevó a Lestrade acompañado de té.


— Si querías algo contra el dolor me hubieras dicho desde el principio. Realmente te dejo en mal estado. Es brusco ¿no?, parece que no sabe bien lo que hace o quizás sea posesivo. Lo digo por todas esas marcas de tu cuello.


— ¿De qué estás hablando John? – pregunta, mirándole atónito


— Es que yo… -se sonroja y baja la cabeza- Esta mañana subí a tu habitación para despertarte y cuando abrí la puerta… enserio no fue mi intención encontrarlos en pleno acto, si querían privacidad debieron cerrar la puerta-.


— ¿Qué? – maldijo dentro de si, era lo peor que le pudo suceder - Dejemos ahí el tema, no quiero entrar en detalles - se cubre el rostro de vergüenza.

 

Notas finales:

Si realmente quieren que continue incluyendo lemon de Mystrade en la historia, podrían manifestarse con reviews.


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