Los Kuricha,si son animales, suelen tener las mismas caracteristicas o costumbres.
Por ejemplo, el oso. Estos animales, en invierno, suelen dormir toda la estacion. Bueno, el Kuricha que sea un oso, tendra sus mismas costumbres.
Si la criatura se puede transformar en humano, por mas que este transformada, tambien cumpliran con estas caracteristicas.
Eso los hace saber como les gusta ser tratados.
Si un Kuricha es un perro, rapidamente sabemos que els gustan los mimos y jugar. Si es un gato, que tengan amor cuando ellos quieran, y que son independientes.
Pueden ser desconfiados, atemorizantes, tiernos, amorosos, etc. Hay MUCHAS variedades de estos individuos, y eso es lo mejor de ellos. Ya que tienes muchas opciones para elegir y ser elegido.
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Que asco. Los humanos pueden llegar a ser tan despreciables…y pensar que en algún momento los vi maravillosos. Ellos me encerraron en una habitación horrible, que debe quedar en algo así como un “cetro de concentracion”*. Todo está sucio y húmedo. Puaj. Aun que ya me acostumbre, he pasado muchos años metido aquí dentro.
Todo ocurrió después de un día espantoso:
Fue hace unos años. Cuando tenía aproximadamente 15 años. Seguía viviendo con mis padres y mis dos hermanas (de poca edad). Aun que vivir allí para mí era un beneficio, podía seguir yendo a esa colina, al árbol principalmente, y encontrarme con Shizuo. Nuestra amistad se fue fortaleciendo a medida que los años pasaban.
Recuerdo que ese día mis padres me dijeron que no vaya a la ciudad, aunque me lo recuerdan todos los días. No les hice caso, como siempre últimamente, y fui a esperar a Shizu-chan y a su hermano, Kasuka,a que salieran del colegio. Cuando salieron, yo los esperaba debajo de un árbol y cuando los divisé les hice señas para que me localizaran. Acompañe a Shizuo y a su hermano a su casa, para luego irme a la mía.
Cuando estábamos por llegar a la casa de ellos, aparecieron dos personas que se veían peligrosas. Como nunca viví una situación parecida a esta, no sabía que hacer, así que decidí acércame a Shizuo y ocultarme atrás de él. Ellos empezaron a acercase a nosotros mientras le hablaban mal a Shizuo. Parecía que mi amigo intentaba controlar sus impulsos de querer pegarles un puñetazo, pero veía como se esforzaba en no hacerlo. De pronto callaron, al parecer se dieron cuenta de mi presencia y cuando notaron que me escondía detrás de Shizuo empezaron a reír.
-Jajajajaja, ¿Es tu “novia”?-dijeron mientras reian. Pude notar un leve sonrojo en su rostro.
¿Novia? Que…Antes de poder asimilar lo que dijeron me agarraron fuertemente del brazo, lastimándome, y me alejaron unos cuantos pasos de donde estaba antes.
-¡S-SUELTAME! –grite un poco desesperado e intente poner voluntad, hasta le pegaba para que me soltara, pero era inútil. Por un momento me asuste, ¿De qué era capaz este hombre de hacerme?
-¿O sino qué?, ¿me golpearas? – dijo burlonamente – Las personas como tu deberían ser tratadas de tora forma-luego de decir eso, suelta mi brazo para rápidamente darme una bofetada lo suficientemente fuerte como para tirarme al suelo.
-IZAYA!- escuche como Shizuo gritaba mi nombre preocupado. Me levante un poco y toque mi mejilla. Dolía, pero no podía demostrarlo, no debía mejor dicho.
-No te preocupes Shizu-chan, estoy bien –Di unas de mis mejores sonrisas forzadas, para que se calmara un poco.
Apenas termine de decir eso, sentí un golpe en el estomago. Me había pegado una patada, demasiado fuerte, logrando que se me escape el aire y me cueste respirar. Levante la mirada y vi la expresión en el rostro de Shizuo, preocupación y de seguro las ganas que tenia de matar a alguien…y creo que ese alguien era la persona frente a mí, la cual no estaba ni enterado de cómo lo miraba el castaño (todavía no se tiño a rubio xDD).
Sé que lo que hare ahora estará mal pero…se lo tiene merecido. Cuando se dio vuelta para seguir hablando mal con Shizuo, me puse de canclillas y en posición de ataque. Y sin sospechar nada, me lance a su espalda, enredando mis pierdas y mis brazos pasándole por el pecho. Una vez hecho eso, le rasguñe con mis uñas afiladas y le mordí todo lo que pude. Cuando el lograba sacar mi manos, rápidamente le pegaba todo lo que podía, hasta que lo tire al piso. Una vez en el piso lo patee fuerte en las costillas y le pise la espalda.
Recuerden, que había dos hombres.
El otro veía sorprendido y aterrado la escena. Sin pensarlo dos veces, me acerque a él unos pasos, logrando que este saliera corriendo. JAH! Que débiles podían ser los humanos. Débiles y cobardes.
Estaba orgulloso de mí, pero rápidamente recordé que detrás de mí estaban los dos hermanos. Tal vez me miraban asustados, o con odio. Antes de ver sus caras o escucharlos hablar, salí corriendo lo más rápido posible hasta mi hogar.
Entre, y me fui a mi recamara. Sin saludar, sin nada. Total, a sus padres no les importa.
A la mañana siguiente…oh…como me hubiera gustado no haber llegado a casa nunca…
Mi casa estaba llena de personas extrañas, que de seguro vinieron por mí. Por suerte, todavía no llegaron al segundo piso, donde estaba yo y mis hermanas. ¿Cómo me encontraron? Alguien habrá visto todo y los llamo…pero…solo una persona sabe donde vivo…
Por favor que no haya sido él…
Agarre a mis hermanas, las cuales por suerte estaban dormidas, y busque un lugar donde esconderme, aunque tarde o temprano me encontrarían. No tenía opción de bajar las escaleras y arriesgarme a que me atrapen. O…había una ventana al final del pasillo. Nah…la otra opción era más alocada que esta.
Estaba abriendo la ventana cuando escuche los pasos subiendo las escaleras. Mierda, tengo que hacer esto rápido, pero tener a dos hermanas en los brazos y querer abrir una ventana, no es buena idea hacerlo al mismo tiempo. Cuando llegaron al segundo piso, por suerte yo ya había saltado y aterrizado de pie en el suelo.
Corrí lo más rápido que pude hasta la colina, donde me encontré a Shizuo, que estaba viniendo hacia mí. Se detuvo cuando me vio. Me miraba confundido y un poco sorprendido.
Escuche a lo lejos el paso de esos hombres. Sin pensar en si él les había llamado o no, me acerque rápidamente a él y le entregue a Mairu, la mayor de las gemelas. Con mi mano libre tome la de él y eche a correr. El parecía no captar todavía, pero cuando lo hizo empezó a correr a mi par. Cuando sentí que estábamos bastante lejos de ellos me detuve, y el conmigo.
-ah…Izaya… ¿Qué está pasando?- me dijo un poco entrecortado por el aire que nos faltaba.
Así que… ¿Él no fue?
Alguien más me habrá visto, y me siguió hasta mi casa.
Aunque ahora me preocupaba otra cosa. ¿Qué hago?
Si escapo corro el riesgo de que me localicen y me intenten atrapar nuevamente…y…a Shizuo también. La otra opción era entregarme ahora.
…Lo que hace uno por amor…eh?
Le entregue a Shizuo mi otra hermana, Kururi, y él me miro confundido, para después, cambiar a expresión de horror al leer mi mirada nostálgica. Sin evitarlo, sonreí un poco.
-Así que… ¿este es un adiós, no? , Shizu-chan yo… yo...me divertí todos estos años, no...No me hubiera gustado que todo terminara así. Pero...gracias. Gracias a ti sé lo que se siente tener a alguien a quien confiar, a quien querer y...lo que se siente tener un amigo. Me has enseñado muchas cosas y no sé como agradecértelo. Seguramente, encontraras a más personas que no verán tu fuerza, si no la persona que eres en realidad. Shizu-chan...-mientras decía eso, notaba como me caia una que otra lagrima, y a Shizuo también. Lo mire con una sonrisa y una mirada amorosa, y me acerque a el para darle un pequeño pico. Fue lo suficientemente corto como un segundo, pero ese pequeño lapso de tiempo lo disfrute. Luego de eso, me acerque a su oído, le susurre unas palabras, y desaparecí.
Eso fue hace ya muchos años, ahora debo tener 24, ya ni se, solo lo supongo. Ah~…cómo pasa el tiempo.
Pensé que apenas me tendrían, me matarían. Pero al final, me tienen como objeto de experimentos, o como prisionero.
Escuche como abrían esa pesada puerta de metal, y rápidamente dirigi mi vista hacia las personas que se encontraban frente a mi.
-Vaya, asi que tu eres el Kuricha oscuro- dice una persona…rara. Sinceramente es la primera vez que lo veo, pero da igual…todos los humanos son iguales.
Cuando me detuve a observarlos con claridad, descubrí a un hombre, el cual parecía ser médico, por su atuendo, acompañado de una mujer. Esta tenía un sombrero que con un velo tapaba su cara. Hm… interesante, nunca pensé tener una Dullahan al frente mío.
Quién diría que ese medico débil seria mi boleto hacia la libertad…
-Hola, mucho gusto. Soy Shinra y esta bella dama es Celty- dijo el que parecia ser Shinra, presentandose tanto a el como a la Dullahan.