"La Verdad Sobre Kumogakure"
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Sasuke y los demás llegaron a Kumogakure después de varias horas caminando, claro que al entrar a la aldea les extraño a todos las miradas que los habitantes les enviaban, parecían miradas llenas de ¿miedo?, no podían afirmarlo, al menos no por ahora.
—Naruto se sentía muy nervioso y más por el tipo de vestimenta que aun traía puesto, así que con los nervios de punta se acercó al samurái —. Sasuke no sé si ya te diste cuenta, pero todas las personas nos están viendo de una extraña manera —, susurró de la manera más discreta al oído del azabache.
—Ya me había dado cuenta Dobe, pero por ahora lo mejor será disimular y actuar como si nada —, respondió en susurro el azabache.
Los cuatro siguieron caminando por la aldea, pero al tratar de entrar a un hotel, los guardias reales los detuvieron de manera imprevista, alertando a los dos azabaches.
— ¿Qué es lo que quieren? —, preguntó Sasuke muy a la defensiva, mientras ponía a Naruto detrás de él.
—No queremos hacerles daño, solo venimos para escoltarlos personalmente con el Raikage —, hablo con seriedad el capitán de la guardia.
Los cuatro no muy convencidos asintieron y siguieron a los hombres, sin darse cuenta de las miradas llenas de lástima que las personas les enviaban.
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Kurama seguía de cerca a la rubia, por alguna razón le molestaba la forma de ser que la mujer tenía, pero por otro lado también le atraía.
—La rubia se detuvo cerca de las puertas que daban entrada a la aldea —. Detente allí petirrojo —, susurró con seriedad la rubia.
—Kurama obedeció la orden a la vez que fruncía el ceño —. Deja ya de llamarme petirrojo —, susurró con molestia.
—Y tu deja ya de ser un idiota y mantente alerta...hay como cinco guardias custodiando la entrada y estoy segura que la razón es tu pequeño hermano —, explicó seriamente.
—Ante esas palabras Kurama no pudo evitar preocuparse —. ¿Qué quieres decir con eso? —, preguntó en voz baja.
—La rubia suspiro con resignación —. Cada que un extranjero de cabello amarillo o rojo, ojos azules o de colores claros llega el maldito Raikage manda a varios de sus mejores guardias a custodiar la entrada y a otros a llevar a los extranjeros ante el —, explicó con los puños fuertemente apretados —. A es un maldito que solo le interesa llenar un vacío de la manera más equivocada y desquiciada que hay...si tan solo el antiguo Raikage no hubiera muerto sin elegir a su sucesor —, susurró con impotencia.
—Kurama solo escuchaba todo y por alguna razón no le gustaba ver a la rubia tan melancólica, sabía que algo estaba ocultando y se encargaría de descubrir que era —. ¿Qué fue lo que paso?, ¿por qué el antiguo Raikage no eligió sucesor? Y ¿por qué A es cómo es? —, exigió saber, algo muy en el fondo le dijo que tenía que saber las razones de eso.
—Yugito suspiro resignada —. Yo una vez tuve una madre, ella era hermosa, tenía cabello ondulado de un color rubio claro y unos hermosos ojos azules, ella era una inocente niña cuando conoció al actual Raikage, mientras que él ya iba por los veinte años, según lo que mi madre me contó, A se había enamorado de una mujer rubia de ojos color miel, según recuerdo, el nombre de aquella mujer era Senju Tsunade —, dijo la rubia con dolor, de verdad le costaba contar la triste historia de su amada madre.
—Kurama estaba sorprendido, no podía creer que su abuela conociera a ese asqueroso hombre, pero si quería saber más sobre la situación del lugar tendría que escuchar sin interrumpir —. Prosigue por favor —, pidió en susurro.
—La rubia asintió en silencio —. A se le confesó a Senju-san, pero esta le dijo que ya estaba comprometida con un tal Namikaze Jiraya y A tuvo que resignarse a solo ser amigo de la rubia, pasaron los años, mi madre ya era una jovencita en plena adolescencia y enamorada aún más de A, según la historia de mi madre, la pareja Namikaze llego a visitar al su viejo amigo A y de paso a presentar a su pequeño primogénito, según el relato, A se enamoró de Namikaze Minato, pensó que ese pequeño de tan solo dos años era un doncel, pero cuando los padres se opusieron sus decisiones algo dentro de A cambio, el sabia de los sentimientos de mi madre y se aprovechó de eso —, de tristeza paso a molestia, cuanto odiaba a ese hombre —. Comenzó a acostarse con mujeres y donceles de cabello rubio y ojos azules o de color miel, pero con la que iba más era con mi madre y ella lo aceptaba porque en verdad lo amaba —, apretó los puños —. Pasaron muchos años, mi madre ya era toda una mujer, ella de alguna manera estaba feliz, por un momento llego a pensar que A la quería y eso era porque de un momento a otro había cambiado, se había vuelto más amable y comprensivo, pero un día el llego diciéndole que conoció a una hermosa mujer de cabellos rojos y ojos de un hermoso color morado claro, pero cuando A se enteró que aquella pelirroja de nombre Uzumaki Kushina estaba comprometida con aquel rubio del que una vez se enamoró, A se volvió aún más inestable, todo por una maldita obsesión suya —, dijo con furia.
—Kurama estaba más que sorprendido, no podía creer que A estuviera tan obsesionado con su familia, pero ahora solo tenía la duda de algo —. ¿Entonces tú odias al Raikage porque lastimo a tu madre o porque es tu padre? —, preguntó con duda.
—Ese hombre no es mi padre...mi madre se humillo ante él, le suplico que le diera la oportunidad de sanar su corazón y el solo se burló de ella y la vendió a uno de sus amigos...yo nací por culpa de una violación y aun así mi madre me amo y protegió, me alejo de la aldea cuando A tomo el trono de este lugar, me enteré de todo esto por boca de mi moribunda madre y desde ese momento me jure a mí misma acabar con todo lo que A está haciendo, pero para ello tengo que encontrar a Killer Bee, hermano de A y legítimo heredero al trono —, hablo llena de furia y frustración.
—Eso sí que le llego a lo más profundo de su corazón, no podía imaginar el calvario por el que paso aquella rubia —. Lamento lo que te paso y más porque Namikaze Jiraya y Senju Tsunade eran mis abuelos y Namikaze Minato y Uzumaki Kushina eran mis padres, te juro que te ayudare en lo que pueda, pero por favor ayúdame a salvar a mi hermano menor —, pidió con sinceridad.
—La rubia sonrió, no se esperaba esa revelación, pero de algo estaba segura y eso era que no permitiría que el joven doncel Namikaze quede en manos de A —. Tal vez sea coincidencia o cosa del destino, pero te ayudare hasta el final —, dijo llena de sinceridad.
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Sasuke y los demás fueron escoltados hasta llegar donde estaba el Kage y líder de aquella misteriosa aldea, por alguna razón aquel hombre veía a los donceles de una manera que ponía tanto a los azabaches como a los donceles nerviosos e inquietos.
—No tienen por qué temer, si me permiten presentarme yo soy el Raikage Bee A, primogénito del Raikage anterior Bee Gyuki y portador de la gema Hachibi —, hablo con autoridad mientras mostraba la gema en su collar, la cual no brillaba ni reaccionaba con las de los donceles.
—Sasuke se extrañó, se supone que la gema debía brillar y reaccionar con las que tenía en su poder, pero no pasaba nada —. Un gusto Raikage-sama, mi nombre es Uchiha Sasuke, soy un samurái viajero y ellos son mis acompañantes, él es Shimura sai y el peli rojo a su lado es Sabaku No Gaara su novio y el rubio que está a mi lado es mi novio, Namikaze Naruto —, se presentó el mismo y a sus acompañantes de manera respetuosa.
— ¿Namikaze?, ¿hijo de Namikaze Minato y Uzumaki Kushina?—, preguntó con sorpresa mientras veía al rubio.
—Naru se sorprendió, no esperaba que ese hombre conociera a sus difuntos padres —. ¿Cómo es que conoce a mis padres? —, preguntó con intriga.
—Ante esa pregunta obtuvo su respuesta y con ello sonrió lleno de satisfacción —. Si y esta vez no permitiré que me ganen y se burlen de mí.
Después de decir eso, A hizo una señal y los guardias lanzaron dardos tranquilizadores, tanto a los azabaches como a los donceles, los cuales sin poder evitarlo cayeron presas de un profundo sueño.
—A se acercó al blondo y lo cargo entre sus gruesos brazos —. Encárguense que los varones estén encadenados en las mazmorras y más les vale que no logren soltarse —, ordenó con seriedad.
—El capitán de la guardia asintió, pero luego vio al doncel peli rojo —. ¿Qué hacemos con el doncel? —, preguntó dudoso.
—Enciérrenlo con los varones, después de todo, ya no necesitaré satisfacerme, ya he conseguido a mi futuro esposo y madre de mis hijos —, dijo mientras veía al inconsciente doncel entre sus brazos.
—Como ordene Raikage-sama —, dijo el hombre con una reverencia.
A se llevó al blondo donde según el compartirían el resto de su vida, estaba decidido en no perder la oportunidad de estar con el sucesor de los Namikaze-Uzumaki.
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Yugito y Kurama habían acabado con los cinco guardias que custodiaban la entrada, pero justo al entrar escucharon los rumores de todos los ciudadanos.
— ¿Escuchaste?—, preguntó una mujer a su amiga.
— ¿Qué?—, preguntó la otra con intriga.
—El Raikage dejara libres a todas las mujeres y a todos los donceles que tenía, según dicen se va a casar con un doncel de nombre Namikaze Naruto —, reveló con angustia.
—Pobre chico, pero gracias a esa unión mi hijo podrá regresar a casa —, dijo con tristeza y un sentimiento de culpa.
Las mujeres siguieron hablando sin saber que solo habían hecho preocupar y enojar a cierto hermano mayor.
—Kurama apretó con fuerza los puños —. Juro que matare a ese maldito viejo —, murmuró con furia el pelirrojo.
—Lo mejor será regresar a mi cabaña y hacer un plan, estoy segura que al samurái lo tienen en las mazmorras y no creo que a tu hermano le haga gracia que lo abandonemos, además de que necesitaremos toda la ayuda posible —, explicó con seriedad.
Kurama asintió, sabía que Yugito tenía razón, lo mejor sería ir y planear una buena estrategia y liberar al samurái, así que ambos salieron de la aldea sin ser vistos.
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Después de unas horas, Naruto despertó en una habitación desconocida, quiso levantarse, pero no pudo, todo le daba vueltas.
— ¿Dónde estoy?, ¿qué hago aquí? —, preguntó en susurro.
—Estas en mis aposentos y de ahora en adelante este será tu hogar —, dijo el Raikage que había hecho acto de aparición.
Continuará