un amor destinado
capitulo 7; Despedidas, un pequeño milagro y…
/¿Qué demonios le pasa a Daniel? Jamás me había hablado como lo ha hecho; además ¿Por qué me reprocha? ¡Es ridículo! Y sin embargo hay algo de razón en ello……… ¡Dios, Daniel! ¿Qué voy hacer contigo?/pensaba Armand inseguro, por primera vez en su vida inmortal no sabía que iba hacer con exactitud, aunque tampoco se quebró la cabeza, mucho tiempo; pues estaba seguro que pronto se le pasaría fuera lo que fuera que tuviese, pero pronto se dio cuenta de que no sería así…
-Ya está todo listo ¿No es así? Equipaje, transporte, avión, Marius avisado-recitaba Lestat nervioso, de tal manera que estaba a punto de volver locos a sus acompañantes.
-¡Tranquilízate Lestat; todo está listo, no tienes de que preocuparte! Ya nos encargamos de eso, así que en algunas horas estaremos en Londres-dijo Jessie con calma aunque por dentro estuviese a punto de saltar de los nervios.
-¡Discúlpame Jess; estoy muy nervioso, ha pasado mucho tiempo desde que no veo a Louis y ahora que he decidido hacer algo al respecto, tengo la impresión de que puede pasar algo que me lo impida!-dijo un tanto avergonzado Lestat, pues se daba cuenta de que Jessie y los demás estaban siendo por demás pacientes con él, pero era tanta su ansiedad de volver con su ojiverde y suplicarle su perdón que el solo pensar en que aun faltaban varias horas e incluso días para que pudiera hacerlo, lo cual aumentaba su ansiedad y terminaba pagándolo con los demás vampiros.
-¡No tienes de que preocuparte, Lestat! Todos comprendemos lo que estas pasando y de verdad queremos ayudarte arreglar las cosas con Louis así que no te preocupes que pronto ya todo estará bien-dijo Jessie conciliadora y de manera amable.
-Entonces ¡Hora de irnos!-dijo Lestat poniéndose en marcha, para subir así al taxi que les esperaba, pero antes de poder hacerlo…
-¡Yo no iré con ustedes, Lestat! Voy a quedarme aquí, es que mañana tengo una entrevista que he estado esperando por mucho tiempo, por lo que marcharme me resulta imposible, además así puedo cuidar de la mansión junto con Talbot sobretodo porque dudo mucho que David se lo tome muy en serio-dijo seriamente Daniel, deteniendo el avance de los demás.
-¿Tienes una entrevista? ¿Qué entrevista? ¿Por qué no nos habías dicho antes?-dijo Lestat confuso, volteándose hacia donde se encontraba Daniel.
-No les había dicho antes, porque no me habían confirmado nada al respecto pero mientras hablaba con Marius, aproveche para llamar y me han dicho que puedo pasar mañana así que por eso no les había dicho antes-explico Daniel con calma.
-¡Oh, bueno entonces si es así pues que se le va hacer! Si no hay más remedio quédate el tiempo que sea necesario, Daniel; y ahora nos vamos o se nos hará tarde, ya saludaremos a Marius de tu parte-dijo Lestat como si nada, mientras subía al taxi.
-Bueno Daniel, nos vemos-se despidió Jessie, dándole un rápido abrazo al castaño a manera de despedida pero antes de poder separarse…
-Recoge tú, los boletos y destruye el mío sin que Armand se dé cuenta, por favor-solicito en voz baja Daniel mientras abrazaba a la pelirroja, la cual ni siquiera se inmuto manteniendo su expresión neutra.
-¡Así lo hare! Pero luego tendrás que explicarme de que va todo esto, aunque será después si nos tardamos un poco mas, Lestat terminara por volvernos locos-dijo Jessie calmada, mientras un grito de VÁMONOS YA se dejaba escuchar.
-¡Gracias, Jess; y ahora vete o si no el ogro te comerá!-dijo Daniel con una suave risa burlona, mientras de nueva cuenta el grito histérico del rubio se dejaba escuchar, separándose esta vez de la pelirroja con rapidez, viéndola subir al taxi, detrás del rubio.
-¡Adiós Daniel!-dijo fríamente Armand al pasar por un lado del castaño sin verle en realidad, subiendo al automóvil, luego de Jessie.
-¡Adiós para ti también, Armand!-susurro en voz baja Daniel, sabiendo perfectamente que el pelirrojo estaba más que molesto con él, pero eso era algo que no podía evitar y por ello mismo había decidido alejarse del mismo.
/¡Maldito Daniel! ¿Quién se cree que es? Porque se comporta de esta manera ¿Qué es lo que le pasa? De repente esta de lo más raro/pensaba Armand, sin voltearse ni una vez a pesar de que por dentro un vocecita –que hace tiempo no escuchaba- le decía que debía de hacerlo.
/¡Hasta luego, Armand! Y perdóname por tomar esta decisión pero es lo mejor para los dos; jamás serás para mí y yo ya me canse de esperar por ti/pensaba Daniel dando media vuelta para entrar en la mansión de nuevo.
-¡Así que te quedas, Molloy! Eso sí que ha sido inesperado; solo esperemos que el joven Amadeo no sea tan testarudo como nuestro príncipe o de lo contrario ambos van a sufrir tanto o más que Lestat y su patético Louis-dijo con algo de mofa, David, desde el umbral de la puerta.
-¡Cierra la boca, Talbot; tener que soportarte va a ser lo único malo de haber tenido que quedarme-dijo con acido humor Daniel, mientras pasaba a un lado del otro hombre y lo dejaba atrás.
Mientras tanto Lestat y compañía llegaban al aeropuerto en donde no tardaron en abordar su vuelo, que se le haría eterno a Jessie pues entre tener que aguantar a un sobre excitado rubio y un cascarrabias pelirrojo, era algo que ni en sus peores pesadillas le desearía a alguien y de solo pensar en lo que le esperaba con aquellas poco mas de 12 horas de vuelo, era cuando de verdad la vida eterna le pesaba.
Por otro lado, Harry y compañía llevaban ya ocho horas de vuelo, las cuales habían resultado un tanto pesadas en especial con el acoso de cierta azafata, que no había desistido de su empeño a pesar de ser su compañera la encargada de atender a los ojiverdes.
-¡Deja de estar comportándote como una imbécil y cumple con tu trabajo; así que deja en paz a esa pareja! Vas a terminar cansándoles y en cuanto bajen del avión van a quejarse por el mal servicio, así que déjalos de una buena vez, Mónica-censuro la azafata acomodando su carrito para servir la cena.
-¡Estas celosa, porque él me está haciendo caso, Sandra!-dijo arrogantemente Mónica, también acomodando su carrito.
-¡Deja de soñar, estúpida y mejor ponte a trabajar!-dijo con molestia Sandra, empujando su carrito de una buena vez, para poder hacer su trabajo.
-Ahí viene esa molestia-susurro con desagrado Louis al ver acercarse a Mónica, contoneando las caderas de forma por demás descarada.
-Calma Louis, mejor ignórala por favor-dijo Harry con aparente calma pues interiormente estaba que trinaba ante los descaros de aquella tipa que solo por ser muggle se había contenido para no lanzarle un par de hechizos desagradables entre ellos, el de moco murciélago; pero tampoco quería hacer un lio solo por esa estúpida.
Y teniendo que soportar aquella descarada de una u otra manera –a pesar de que su compañera le mandaba constantes miradas reprobadoras, pero que parecieran no hacer mella en la insolente- así como procurando cenar lo mas amenamente posible, pudieron ver como de repente el movimiento entre las azafatas se intensificaba, poniéndose más nerviosas a tal grado que repentinamente una de ella paso apresurada hacia lo que imaginaban era la cabina del capitán.
-¿Qué crees que esté pasando, Gabe?-pregunto curioso Rafael ante aquel repentino movimiento por parte del personal.
-¡No tengo la menor idea, Rafa! Aunque ya nos enteraremos- dijo Gabriel y mientras lo decía por el sistema de altavoces se escucho…
//Estimados pasajeros, habla el capitán, lamento mucho interrumpir su cena pero tenemos una ligera emergencia; si hay algún doctor abordo favor de acercarse alguna de nuestras sobrecargos para que le informen de la situación ¡Gracias por su atención y disfruten de su cena!//se escucho el anuncio del capitán, alterando con ello a los pasajeros, quienes no sabían de que iba todo aquello, por lo que en vez de tranquilizarse mas nerviosos se pusieron en el avión.
-¿Qué estará pasando?-susurro preocupado Louis luego de aquel anuncio.
-¡No lo se, Louis; pero voy averiguarlo! No por nada soy doctor ¿Verdad?-dijo Harry de manera seria, levantándose de su asiento para ir hacia una de las aeromozas.
-¡Yo soy doctor! ¿Qué es lo que sucede?-pregunto Harry acercándose a una de la sobrecargos.
-¡OH, es doctor; que maravilla!-exclamo emocionada Mónica acercándose de inmediato a Harry, quien tuvo que hacerse a un lado con rapidez para evitar que la muchacha le fuera a lanzar los brazos en esos momentos.
-¡Mónica, déjalo en paz de una buena vez! ¿Qué no te das cuenta de que la situación es grave? Y tú con tus estupideces no ayudas en nada; por favor acompáñeme doctor, vera tenemos una situación una poco inesperada…-dijo Sandra preocupada, mientras guiaba a Harry hacia la sección comercial.
-¿Qué es lo que pasa?-volvió a indagar Harry cada vez mas preocupado.
-Pues lo que sucede, doctor: es que hay una joven embarazada que tal parece se ha puesto en labor de parto-explico rápida pero firmemente, Sandra mientras corría la cortina que separaba las secciones, escuchándose en esos momentos un fuertísimo grito que puso muy nerviosos a todos en la primera clase.
Así rápidamente Harry se acerco hasta donde provenían los gritos, encontrándose con una joven casi a punto de dar a luz, a la cual no tardo en atender, llevándola hacia primera clase pues ahí los asientos eran mucho mas cómodos y amplios, lo que le permitiría mayor movilidad.
-¡Tranquila señorita, todo va ha estar bien!-hablo con calma Harry, intentando tranquilizar a la joven, la cual ciertamente no ayudaba en lo absoluto pues entre los dolores que estaba sintiendo, así como los nervios alterados, de verdad que no había mucha cooperación de su parte.
-¿Cómo Que Me Calme? ¿Quién Se Cree Que Es Doctor De Pacotilla? ¿Cree Que Esto Es Fácil? ¿Haber Intente Hacer Pasar Una Sandia Por El Agujero De Un Alfiler? Y Entonces Pídame Que Me Calme-dijo con tono sarcástico y obviamente alterado, mientras agarraba por las solapas del saco a Harry, sacudiéndole levemente pues la verdad sus fuerzas estaban mas que enfocadas a que su hijo naciera.
/¡OH si ella supiera! Harry esta mas que familiarizado con esta situación, es mas para él fue aun mas traumático; pues ni siquiera pudo ir a un hospital y los gemelos tuvieron que nacer en casa, ya que de no hacerlo ¡Hubiera sido muy impactante ver a un hombre dar a luz!/pensaba Louis.
-Se que todo esto es difícil para usted, señorita; pero si no coopera va ha ser aun mas agotador, así que ¿Podría soltarme?-dijo Harry con paciencia aunque por dentro estaba la mar de nervioso, pues tanto gritos y quejidos de la joven no hacían nada mas que recordarle cuando tuvo a sus gemelos y lo complicado que fue, especialmente porque estuvo a punto de perder la vida y de no haber sido por Louis en esos momentos sus hijos serian huérfanos.
***************************Flash back 1***********************
/Ya han pasado algunos meses desde que deje Inglaterra y desde que encontré a Louis; que sorpresa fue saber que es un vampiro y si no hubiese sido por él que me salvo de morir. Ahora mismo ya no estaría vivo y mi bebe tampoco ¿Cómo iba a imaginar que estaría embarazado? Es tan raro, nunca escuche algo así pero junto con Louis estamos investigando ¿Cómo fue que paso?/pensaba un joven Harry de no mas de 20 años mientras disimuladamente acariciaba su barriguita, la cual ya tenia seis meses casi siete y que gracias al uso de ropa holgada y varios hechizos de ocultamiento era como los muggles no se daban cuenta de su estado, pues de verdad hubiese sido un shock ver a un hombre en estado, si para él –que era mago- le había sorprendido, no podía imaginarse las reacciones que algo como eso desataría en el mundo muggle.
-¡Harry aquí estamos!-se escucho una alegre voz, proveniente de una joven rubia, que en esos momentos se acercaba corriendo hasta el moreno, siendo acompañada por un chico castaño y otro pelinegro mas mayor.
-¡Hola Sabrina, han tardado un poco! ¿Qué paso lo consiguieron?-dijo a su vez Harry, saludando a la joven.
-Ha sido difícil, pero finalmente conseguimos que el consejo, te permita la entrada, Harry-dijo Sabrina con una radiante sonrisa.
-¡Gracias a Merlín, a este ritmo mi bebe habría terminado por nacer!-dijo un tanto exasperado Harry.
-¡Así son las cosas con el consejo!-dijo Sabrina restándole importancia al asunto pues bien sabia como se manejaba el consejo de brujas y estos eran bastante lentos para resolver algún asunto, así que no era de extrañar que hubiesen tardado en resolver todo aquello.
-Entonces vámonos-dijo Harry con prisa.
-¡Espera, Harry; solo un momento! Harvey ¿Podrías esperarme en la cafetería, por favor?-dijo Sabrina al castaño con una dulce sonrisa.
-¡Esta bien, ahí te espero, Sabrina! Sobre todo porque van a tratar esos asuntos que NO se ¿Cierto?-dijo con ironía Harvey, despidiéndose de la rubia con un suave beso en la mejilla izquierda.
-¡Exactamente de esos asuntos que NO sabes, vamos hablar, Harvey!-dijo sarcásticamente Sabrina, despidiéndose también del castaño.
Y una vez que los tres quedaron solos…
-Realmente me sorprende como es que Harvey se toma todo esto tan calmado, Sabrina; de verdad que los muggles americanos son muy distintos a los de Inglaterra-dijo Harry con sorpresa, viendo marcharse al castaño.
-Ya te he contado cómo se maneja todo por aquí; así que no deberías sorprenderte y mejor démonos prisa, que no quiero que Harvey me espere mucho, lo bueno es que con el permiso del consejo ya podemos acceder al IMAS* y su biblioteca-dijo Sabrina, guiando a sus compañeros hacia la biblioteca mágica.
Y una vez que estuvieron ahí, no tardaron en darse a la tarea de la búsqueda sobre el tema de embarazos masculinos, búsqueda que les llevo bastante tiempo y por lo cual tuvieron que volver en varias ocasiones aquella biblioteca, de tal manera que pronto se cumplieron los ocho meses de gestación del moreno ojiverde y así una mañana…
-¡DIOS, MERLÍN!-se escucho un grito ahogado en plena madrugada, que puso en alerta inmediata a cierto vampiro, el cual no tardo en apurarse hacia la habitación de donde provenían aquellos gritos cada vez más angustiantes.
-¡Dios mío, Harry!-exclamo con angustia Louis al entrar en la habitación del moreno y darse cuenta de que este se encontraba con dolores de parto, al parecer cada vez más frecuentes y continuados, lo cual solo podía significar una cosa: el mago estaba a punto de dar a luz a los bebes (habían descubierto que se trataba de dos bebes, gracias al oído de Louis, quien luego del sexto mes había identificado tres latidos en Harry, por lo que considerando que uno era el del propio corazón del moreno, los otros dos implicaban que eran dos bebes en vez de uno, como imaginaba Harry que era)
-¡Voy a llamar a las tías de Sabrina; ellas sabrán que hacer!-dijo apurado Louis, acercándose hasta el moreno para ver como se encontraba, viéndolo todo cubierto de sudor, las manos aferradas a la sabana de la cama con tal fuerza que los nudillos ya se estaban poniendo blancos, las piernas bastante abiertas y cada vez mas temblorosas por lo que observaba.
-¡Ni Se Te Ocurra Dejarme, Point du Lac; PORQUE TE MATO!-dijo Harry con enérgico grito, a la vez que medio se incorporaba y jalaba al moreno por los bordes de la bata que llevaba encima.
-Este… Harry-glup- ¡Cálmate, quieres! Se…que es difícil para ti… pero yo no sé… nada de cómo traer… a un bebe al mundo /menos a dos/ y por eso quedamos en llamar a las… tías de Sabrina ¿Recuerdas? ¿Zelma y Gilda?-dijo mas que nervioso, aterrado y preocupado el vampiro, pues la verdad que aquella faceta “asesina” del ojiverde le era desconocida (y eso que sabía lo de la guerra contra Voldemort) puesto que Harry siempre se mostraba tranquilo, ya que incluso sus cambios de humor no fueron muy marcados y eso que con el embarazo se podrían esperar, algunos; así como sereno, por eso el que ahora quisiera matarlo =teniendo en cuenta que ya estaba muerto= no le daba nadita de buena espina.
-Me importa un soberano pepino; tú me vas ayudar a sacar a los bebes-dijo Harry amenazante.
No quedándole mas remedio a Louis que hacerlo, de tal manera que cuando menos se lo imagino, se encontró haciendo mil y un cosas, pues por un lado tenia que confortar a un histérico y adolorido ojiverde, ver que los bebes vinieran bien, que Harry no se le fuera a morir ya que al no estar su cuerpo adecuado para un parto natural, se vio en la necesidad de practicar una cesárea de urgencia y ahora entre que sacaba a los bebes, que resultaron ser gemelos, ambos niños y a los cuales había colocado encima del pecho de su pá para que el latido del mismo los tranquilizara, a la vez que intentaba parar la hemorragia que se había producido mientras se olvidaba de cortar los cordones umbilicales, puesto que estaba que se “moría” al ver cada vez mas pálido al moreno.
-¡Harry, no te mueras! Mira tienes que ver a tus bebes, son hermosos; los bebes mas lindos que he visto en mi vida ¡CON MIL DEMONIOS NO PUEDES MORIR, NO TU; NO CON TODO LO QUE HAS VIVIDO!-exclamo con frustración Louis, sintiendo como la vida del moreno pareciera querer desvanecerse, por lo que en su desesperación hizo lo único que se le ocurrió…
Pues con un rápido movimiento de sus colmillos corto su muñeca izquierda dejando emanar su sangre y de la cual hizo beber a Harry…
***********************Fin Flash back 1************************
Tal como si Louis estuviese en sintonía con sus pensamientos, en esos instantes el ojiverde vampiro, deslizo con suavidad un paño sobre la empapada frente del moreno tratando de ayudarle y mostrarle su silencioso apoyo.
/¡Gracias Louis!/pensó Harry con agradecimiento por la acción de su compañero, pues comprendía que también para él todo aquello le estaba trayendo recuerdos.
-Por cierto señorita, ¿Cómo acabo en esta situación? Que no sabe que las embarazadas no deben subir a un avión ni en el primer ni en el ultimo trimestre de gestación, pues pueden ocurrir cosas como estas /o sea que se adelante el parto/ y eso puede ser peligroso tanto para usted como para su bebe, ¿Cómo es posible que su doctor, le dejara volar? Pues para hacerlo ha debido de tener una autorización médica ¿No?-dijo Harry con calma, mientras hacia la exploración física, afortunadamente para él, el avión venia preparado con un botiquín de primeros auxilios y guantes esterilizados que junto con algunas mantas limpias pues habían logrado improvisar una sala o más bien sillón de parto.
-¡Mi doctor dijo que podía volar! Aunque nunca… le dije que seria un… vuelo de 12 horas… según él solo podía… volar en un vuelo corto… ¡dos horas! ¡Es un viejo estúpido eso es!-dijo la joven con cinismo, dejando fríos a los presentes.
-OK, solo porque se lo que esta sufriendo y por lo mismo no esta muy cooperativa pero se da cuenta de que de haber escuchado a su doctor esto no estaría pasando-censuro Harry con voz severa pero firme.
-Mira imbécil, yo tengo que estar en Inglaterra a como de lugar y ni tú, ni mi doctor de pacotilla me lo van a impedir así que ¡SÁCAME A ESTE MOCOSO PARA QUE PUEDA IRME A MI CASA!-grito la joven, sacudiendo con fuerza a Harry.
-¡Basta ya! Esta consiguiendo hartarme, señorita y si ha sido tan idiota como para subirse a este avión en sus condiciones NO-SE-META-CONMIGO-O-NO-PODRÉ-AYUDARLA-Y-AHORA-ENFOQUESE-EN-TRAER-A-SU-BEBE-AL-MUNDO-dijo con enojo Harry, sacándose del agarre de aquella chica, pues verdaderamente no la soportaba mas, pues era increíble la forma tan despectiva que tenia de hablar del pequeño, algo que lo enervaba de sobremanera.
Continuara...