Habían pasado casi 4 meses desde que Hamish y Abigail eran amigos. Pasaban la mayor parte del tiempo juntos en la escuela. Fuera de casa, Sherlock no permitía que su hijo se juntara con ella.
Eran casi las 2 de la tarde cuando la escuela ya estaba vacía, solamente estaban los padres en las respectivas aulas de sus hijos, se acercaba el fin de semestre y junto con él, el cumple años de Hamish.
Todos los padres miraban el cuadro de honor: como siempre el hijo de la familia Holmes, tenía el primer lugar con un 100 limpio. Eso no era del agrado de todos los padres, uno de ellos Mario Hollproof. La maestra llego al salón con las carpetas de cada niño del salón.
Fue la misma platicada de cada semestre. Sherlock nunca entraba a esas revisiones semestrales, ya que si lo hacía como la primera vez, todo terminaría en una pobre maestra llorando. Así que el esperaba afuera junto a Hamish. El niño de ojos azules miraba atraves de la ventana de la puerta principal, miraba muy atento a Abigail, quien esperaba afuera del salón, leyendo un libro que había encontrado tirado en la basura.
Al final de la revisión tomaron un pequeño aperitivo y platicaron entre si. Lo mas asombroso es que Abigail Lecter estaba en el tercer lugar del cuadro de honor, eso hizo eco en sus padres quienes estaban presentes. Ni por un momento Lecter dudo de que se trataba gracias a ese niño Holmes. La familia Lecter dio las gracias a la maestra y salieron junto a su hija, detrás de ellos John. Cuando Abigail paso por un lado de Hamis no dudo en saludarla
- Abigail- la joven quien iba sumergida en el libro tardo tiempo en reaccionar
- ¡oh! Mish , lo siento, el libro, yo…- se sonrojo, Will y Hannibal se detuvieron en seco detrás de ella, unos minutos después John con Sherlock y Hamish. Pero el detective tomo por los hombros a su hijo en forma de protección
- Buenas tardes, caballeros- les dijo con un tono de molestia
- Buenas noches señor…- Watson se unió a la presentación
- Oh, buenas noches, somos la familia Holmes, John Watson y mi esposo Sherlock Holmes- el rubio extendió la mano
- No tengas contacto físico con él- le susurro el moreno al rubio
- Sherlock…por favor- Will tomo el saludo
- Nuestro placer, soy Will Graham y mi esposo el Dr. Hnnibal Lecter- el doctor se trago saliva
- Un magnifico placer. Por lo visto debo de darle las gracias a su fastuoso hijo, Hamish. Nuestra querida Abigail, con su ayuda pudo estar en los primeros lugares del semestre-
- No tiene por que agradecer, simplemente como amigos ellos se ayudan mutuamente- sonrio el rubio, haciendo que la mirada inquisidora de Lecter se fijara en el. Sherlock analizaba cada instante de la conversación dándose cuenta de las acciones de Lecter
- Abigail nos ha contado mucho acerca de Hamish, ojala algún día pueda ir a nuestra casa- cuando esas palabras salieron del castaño Sherlock grito
- ¡No!- todos se sorprendieron, de repente tomo de la mano al niño y se fue con él
- ¿qué? ¡NO! ¡PAPÁ!- grito Hamish mientras lo arrastraban al carro
- ¿SHERLOCK?....- vio como se alejaba-…Lo siento mucho, les pido una disculpa, los últimos días mi esposo no ha estado bien-
- No hay problema- Will abrazo a su hija- tranquila, todo estará bien-
Ese tipo de comportamiento era reprochable para Lecter, era la falta de educación de la cual carecía Sherlock. Hizo que la sangre le hirviera del coraje al tratar a si a su familia. Nadie debía tocarles ni un solo cabello.
- Sherlock ¡espera! ¿qué te sucede? – el moreno no volteaba a verlo
- Hamish no se puede juntar con ellos, no puede- el niño palideció al escuchar eso, frunciendo el ceño y metiéndose en el carro enfurecido, azotando la puerta
- ¡Hamish!- dijo en un tono culposo el rubio- maldición Sherlock
- Ya te dije hace tiempo y sabes bien por que, no pondré en riesgo la vida de ninguno de ustedes
- ¿de qué hablas? Por el amor de Dios, no hubo pruebas, no puedes confirmarlo
- ¿confías en mi, si o no?- no pudo hacer nada contra eso
- Si-
- Entonces sube al auto y vayamos a casa- el silencio fue lo peor en el viaje, Hamish duro mucho tiempo sin hablarle a su padre.
El final de semestre era oficial, las vacaciones de verano empezaban oficialmente y solo faltaban unas semanas para el cumple años de Hamish.
- ¿cuántos vas a cumplir pequeño?- le pregunto la Sra. Hudson, sirviéndole el té
- 12 abuela- le llamaba abuela de cariño
- Qué bien y ¿qué harás?-
- Mi tío Mycroft me presto el patio de su casa para hacer una comida ahí, invitaré a algunos amigos de la escuela
- Yo prepararé el pastel, ese será mi regalo para ti-
- Gracias, abuela-
- ¿por qué tan seco Mish?-
- Hace unas semanas mi papá me prohibió juntarme con mi mejor amiga, Abigail-
- Claro, recuerdo que me contaste de ella, pero si es por algo tu padre debe de saber por que y tener bases para hacerlo, debes de obedecerlo-
- Si, pero no sé si me deje invitarla a la fiesta-
- Oh, ya veo, veré que podemos hacer-
Tocaron a su puerta , dejo el esmalte de uñas a un lado.
- Voy – Will entro con Winston al cuarto de su hija -¡papá, has llegado! – lo recibió con mucha alegría
- Así es…huele a esmalte…Abigail- se sorprendió, la tomo de las manos y miro que era un lindo color amarillo pastel. La puerta se abrió detrás de él
- Querida…- vio como Will lo miraba, atonito- ¿qué sucede?- abruptamente lo hizo a un lado después de ver su cara - ¿barniz? – sintió como una punzada le llegaba al corazón, su niña ya dejaba de ser niña - ¿por qué lo hiciste?
- Es el color favorito de Mish, además casi es su cumpleaños y me dijo que me invitaría, así que me quiero ver bonita para él- todo tomaba sentido. Will se sentó aún lado de ella y beso su frente
- Está bien Abi, está bien-
Termino de darle las buenas noches y cerro la puerta. Ene l pasillo lo esperaba su esposo un poco triste
- ¿qué sucede Will?- lo miro con los ojos vidriosos
- Nuestra niña, nuestra niña- lo tomo de la cara y limpio sus lagrimas
- Este día llegaría, tenemos que apoyarla- beso su frente- te amo Will
- Y yo a ti- lo beso tiernamente para después ponerlo contra la pared y comenzar un beso lleno de pasión- no…aquí no…el cuarto de…- el doctor deslizo su manos por el cuello de su amante ejerciendo presión sin lastimarlo
- Siempre te ha excitado el hecho de ser descubierto haciendo el amor con un hombre ¿no? Por que esa vez que te vi con Alana parecías no disfrutarlo en lo absoluto
- ¿tu si? – pregunto gimiendo
- No sabes cuanto, pero no sabes cuanto odié el hecho de verte con ella, que no fuera yo quien estuviera contigo- eso hizo que se sonrojara más y su erección le doliera mas por debajo del pantalón
- Vamos a nuestro cuarto por favor, ahí podrás hacerme lo que desees Hannibal- dijo entre cortado por falta de oxigeno
- Bien- ambos llegaron al cuarto, Lecter no espero mas y puso en cuatro sobre la cama de un golpe a Will, se bajo el cierre y de una sola estocada penetro a su compañero, haciéndolo gemir y llorar del dolor que poco a poco se tornaba en placer al sentir el gran miembro de su doctor dentro él, aparentándolo cada vez más con su estrecha entrada
- Si tu culo me sigue succionando de esa manera Will, me correré pronto y no tengo planeado hacer eso, será una larga noche para ti y tu cuerpo- al decir eso se puso contra él para quedar a la altura de su cuello y chuparlo dejando una marca visible
- Nhnh..ahh, no Lecter…más- imploro el detective , mordió su hombro hasta hacerlo sangrar y lamio su sangre
- Will…- el movimiento de caderas aumenta de ritmo mas y mas hasta que eyaculo dentro de él
- Es mucho…yo…no…- sin dejarlo hablar lo tomo de la cara y lo beso con pasión pero a la vez que hizo que lo montara – No puedo…yo, por favor…- mordía sus labios
- Sigues erecto Will, no te has corrido, además tu culo sigue apretándome, sigue moviéndote- los ojos del castaño se tornaron vidriosos – vamos- lo tomo de la muñeca y la mordió hasta hacerla sangra. Will comenzó a moverse con mucha velocidad, haciendo que por todo el cuarto resonara el choque de su trasero con los muslos desnudos de su amante
- Quisiera…yo…yo- pero el detective guardo silencio- yo quisiera…-
- ¿qué quieres will? – lo tomo de las manos y lo atrajo hacía él- dime…¿te quieres correr?
- No, eso yo…yo quisiera…- volvió a guardar silencio- no es el mom…agghn- arqueo su espalda y sus vellos corporales se erizaron, dejando salir esa gran eyaculación sobre el abdomen desnudo de su esposo
- Aún no terminamos ¿lo recueras? Y mas vale que me digas que es lo que quieres-
- Hannibal…-