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Para Superarte por kurokaze

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Notas del capitulo:

Holasss!!!!!!!!!

Espero les halla gustado el capi, como siempre dejen sus comentarios y sugerencias debajo, desde ya perdonen si la narración del mini partido fue muy pobre pero no era un partido muy importante prometo que los demás se harán como se debe. Bueno les dire eso  y que dejen su opinión de a quien debería dibujar ahora ^^

bye bye

Capitulo 3: “Primer rival"

 

                   

                         El resto de la semana los chicos se la pasaron practicando para el torneo, los nervios se mezclaban con las ansias generando cierta tensión en el aire pero era comprensible. Desde niños solamente habían jugado basket entre ellos o con sus padres por lo cual el torneo de street basket seria su primer partido real. Adako estaba consciente de aquello y ahí radicaba la importancia de aquel ejercicio, una cosa eran los entrenamientos y otra los partidos, si los chicos no experimentaban aunque fuese una vez la presión de un partido real seguramente perderían en la primera ronda del Interhigh. Unas noches previas al partido Nai, quien era el que más nervioso se sentía, se la paso observando viejas grabaciones de los partidos de Yousen en la época de sus padres, le gustaba mucho observar el estilo de juego de los dos mayores preguntándose si quizá algún día sería capaz de jugar así también.

   

                              Volvió a poner play al partido de la Winter Cup de Yousen vs Seirin, realmente era su partido preferido, el enfrentamiento de sus padres contra sus tíos era increíble y eso había sido apenas en su primer año de preparatoria, sin importar cuantas veces lo viera no podía dejar de maravillarse con cada jugada. – ¿Qué debería hacer? Ambos eran increíbles, tanto Muro-chin como Atsu-chin... – Se dijo así mismo nervioso.

 

              Himuro terminaba de limpiar los muebles con cierta dificultad debido a sus seis meses de embarazos, cuando vio a su hijo absorto en la pantalla del televisor y con dulzura se acerco por atrás despeinándolo con cariño. – ¿Se puede saber que haces tan tarde? – Pregunto intentando ponerse serio para regañarlo, Himuro le tenía demasiado cariño a su hijo y eso casi siempre lo llevaba a sobreprotegerlo y mimarlo demasiado. 

 

             Nai se sobresaltó un poco ante aquello ya que no había escuchado a su padre acercarse. – Nada... simplemente observaba, sabes que me gusta ver esos viejos partidos... tu estilo y el de papá eran increíbles. – Dijo con admiración y un brillo emocionado en sus ojos. – ¿Cómo se les ocurrió? – Le interrogo repentinamente expectante a la respuesta para ver si podía sacar alguna idea útil. 

 

              Himuro se rió un poco ante el entusiasmo que mostraba su hijo por esos detalles que por lo general tanto él como su marido asumían como obvios por lo que no les prestaban mucha atención. – Bueno yo he amado el basket desde siempre, con la práctica constante y los partidos cada quien encuentra su propio estilo, solo debes identificar que es lo que se te hace más fácil y volverlo complejo. Incluso una jugada simple con el entrenamiento adecuado se vuelve una gran arma. Aunque eso te lo digo por experiencia, no sé cómo será en el caso de Atsushi, el era un prodigio en eso. – Explico lo mejor que pudo intentando ser de utilidad para el menor.

 

              Nai asintió pensativo mientras acomodaba el DVD para guardar todo. –  Ya veo... gracias por todo Mom, por cierto mañana iré al centro con los demás y pasado mañana teníamos pensado juntarnos en el parque, ya sabes a pasar la tarde. – Explicó rápidamente tratando de no levantar sospechas.

 

              –Está bien, no hay problema, diviértete pero ahora vete a dormir. – Dijo con dulzura depositando un beso en la frente del menor. 

 

             Al otro día Nai se levanto con calma alistándose para encontrarse con los demás, desafortunadamente para él hoy no había práctica así que debía elegir con cuidado su ropa si no quería que Tsubaki le gritara de todo. Su amiga era muy exigente cuando se trataba de la ropa del pelivioleta y este solo tenía permitido vestirse como quería, ósea con ropa de chico, cuando había prácticas lo cual no era el caso de ese día. Afortunadamente para él en la calle nadie notaba que era un chico y para ser sincero los únicos que si sabían aquello eran sus amigos y familia por lo que podría pasarse frente a su salón de clases así vestido y a todos les parecería normal porque a simple vista y según marcaba su legajo escolar Nai era una chica. Bajó rápido cuando vio que se le había hecho tarde saludando con cierta prisa a sus padres.

 

 

             –Nos vemos luego, prometo volver antes de que se ponga el sol, como siempre. – Prometió con una sonrisa tomando sus cosas para salir.

 

             – Espera Na-chin, ten esto. –Le detuvo Murasakibara segundos antes de que este saliera y le entregó una bolsa con un gesto cómplice como si el contenido de la bolsa fuera ilegal. – Eh hecho unos dulces para ti, cómelos todos. –Dijo entregándole la bolsa al menor el cual se lo agradeció con un enorme abrazo.

 

              Al escuchar aquello Himuro salió rápido de la cocina molesto con su marido. – ¡Atsushi! ¿Qué te dije de darle tantos dulces a Nai?  Entiendo que no puedo obligarte a ti a comer sano pero Nai es otra cosa, el debe comer sano. – Remarco el pelinegro regañando a su esposo.

 

              – Pero si ni a Na-chin ni a mí nos gusta y los dulces son mejores Muro-chin. – Replico como un niño pequeño.

 

              Himuro quiso discutir pero sabía que cuando su esposo se ponía así de caprichoso jamás llegaban a nada y se resigno con un suspiro. – Me rindo, luego soy yo el que debe arrastrarlos al dentista a ambos. Más les vale no quejarse entonces.

 

 

             Nai recibió la bolsa de todos modos intentando en vano no reírse del comportamiento aniñado de su padre, luego de escuchar las mil y un advertencias de Himuro se despidió de ambos y salió a la calle. Caminaba tranquilo ya que tenía tiempo, iba inspeccionando las golosinas que su padre le había dado mientras balanceaba la bolsa despreocupadamente. Pero en un descuido la bolsa se escapó de su mano y aterrizó en medio de la calle, el menor corrió a intentar levantarla a toda velocidad y no noto el auto que se aproximaba a toda velocidad hasta que lo tuvo a unos metros de distancia. Las luces del auto lo cegaron y no pudo mover su cuerpo, con cierto terror cerró los ojos pero en lugar de un impacto lo que sintió fueron unos fuertes brazos rodeándolo y derribándolo en el asfalto.

 

             Abrió temeroso los ojos y se encontró tirado sobre un chico aparentemente mayor que él, que lo sostenía firmemente contra si evitando que se hiciera el mínimo daño, el chico traía una hermosa e inusual cabellera blanca ordenaba a penas por una banda negra, unos anteojos blancos enmarcaban los ojos azules grisáceos que miraban a Nai fijamente con un deje de alivio, aquel chico le había salvado la vida y no sabía si era debido a eso o  a algo más pero su corazón comenzó a latir descontroladamente.

 

               Se perdió durante unos segundos que parecieron años en aquella mirada y reacciono al sentir la respiración costosa del otro, era lógico Nai media dos metros y aquel chico debía tener cinco centímetros menos, no debía ser agradable tener aquel peso encima demasiado tiempo así que avergonzado se levanto lo más rápido que pudo. – ¡Lo lamento! Digo gracias… no sé cómo agradecértelo, me has salvado.  – Dijo apenado.

 

                El otro chico se levanto con algo de dificultad ya que se había golpeado la espalda al caer contra el asfalto pero le dedico una sonrisa al pelivioleta para tranquilizarlo y a la vez aliviado de que este estuviera bien. – No hay problema, solo ten más cuidado la próxima vez, si yo no hubiera estado cerca en ese momento esto no habría terminado nada bien. – Dijo en reproche con cierta preocupación. – Por cierto mi nombre es Horai Byakuya ¿El tuyo? – Se apresuro a preguntar como si saber el nombre de aquella persona fuera de vital importancia.

 

                 Nai trato de calmarse para poder contestar, aquella sonrisa había vuelto a  acelerar su corazón y el nombre del chico le daba vueltas en la mente – Soy Murasakibara Nai, un gusto Byaku-chin y gracias. – Dijo divertido con una gran sonrisa, Nai había vivido gran parte de su vida en América por lo cual tenía la mala costumbre de llamar a las personas por su nombre pero el albino no parecía molesto.

 

                 Byakuya lo observo con curiosidad unos segundos y luego una pequeña risa se escapo de sus labios. – ¿Byaku-chin? – Repitió en voz baja algo desconcertado por el repentino mote pero lo ignoró negando un poco con la cabeza. – Bueno no importa. Eres rara, mira que arriesgar tu vida por unos dulces, bueno nos vemos Nai-chan, me encantaría seguir hablando contigo pero estoy tarde y mi amigo comenzará a sermonearme sobre puntualidad y la mala imagen que doy si no llego ya. – Comentó algo molesto de tener que irse tan rápido, saludo con la mano al menor mientras se dirigía a la estación de trenes.

 

             Se quedo observando como Byakuya se alejaba con la mirada perdida por varios segundos hasta que recordó lo que debía hacer, la práctica de basket comenzaría pronto y el ya estaba retrasado. Corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron y logro llegar solo con cinco minutos de demora, aun así eso no basto para salvarlo de las reprimendas de Adako por su irresponsabilidad, por lo que decidió mejor no mencionar lo del auto o su entrenadora no tendría piedad. Mientras la practica retomaba su riguroso curso Ritsu se acerco a hablar con Seiji un tanto preocupado por el torneo de street basket del día siguiente. El pelirosado se veía algo incomodo, lo cual era normal, no solo su trabajo como manager era nuevo para él sino que apenas si conocía a todos allí, exceptuando a Tsubasa y Tsubaki, no quería dar una mala impresión pero tampoco quería ser grosero con sus indicaciones. Una vez que se retiro Aoi fue a hablar con su capitán.

     

                Desde pequeña a Aoi le había quedado la costumbre de tirar de las ropas de la persona con la que deseaba hablar ya que era usual que no notaran su presencia, y aunque sus amigos la vieran perfectamente este habito era casi automático en ella y lo realizaba de igual manera al hablar con quien fuera. – Seiji-kun ¿De qué hablaban Ritsu-kun y tú? – Pregunto curiosa.  

 

                – Ah, eres tu Aoi, – Dijo con una sonrisa al sentir como la chica tiraba de sus prendas. – nada simplemente decidíamos quienes jugaran mañana. Al parecer tú y yo no lo haremos, pero tranquila no te quedaras sin hacer nada, eres la que más ha avanzado hasta ahora así que mientras los chicos jueguen tú y yo entrenaremos aparte para perfeccionar tus técnicas, el Interhigh está cerca y dado que te dedicas a los pases no puedes entrenar sola. – Explico con normalidad sin dejar de poner atención en la práctica de los demás.

 

               – Si tú lo dices ha de ser lo correcto, nunca te equivocas. – Sentencio seria, Seiji era su mejor amigo junto con Tsubaki y era muy fácil hablar con él, sabía que siempre podía confiar en que sus decisiones eran las correctas así que no se preocupo más por el asunto.

 

                Kazuo había estado escuchando de cerca la conversación entre Aoi y Seiji y sin disimular su enojo se acerco a reclamarle a este.  – ¡Así que no jugaras mañana! Eres nuestro único Point guard ¿Quién cubrirá tu lugar? – Demando saber sin bajar el tono.

 

                Una sonrisa desafiante surco el rostro del pelinegro al escuchar aquello. – No deberías exasperarte tanto, eres el sub capitán del equipo deberías poder hacerte cargo... pero si es demasiado para ti le dejare el puesto a Tsubaki, ella podrá imitar lo que vea y dirigirá bien.  –Propuso con cierta superioridad, la verdad era que adoraba molestar a Kazuo ya que este siempre peleaba con Aoi por el puesto de mejor amigo del pelinegro y aquello le causaba mucha gracia.

 

               Kazuo chasqueo la lengua disgustado. – Me molesta, esa superioridad tuya me molesta. Si te descuidas te superare, así que mañana observarme bien. – Exigió antes de marcharse a seguir con su entrenamiento.

 

                Seiji sonrió para sí ante aquello. – Claro, tengo fe en que no me decepcionaras, tú más que nadie no tienes permitido fallar, no me decepciones Kazuo. – Le recordó con satisfacción.

 

                Adako hizo sonar su silbato para llamar a los demás con una expresión seria. – ¡Atención! Mañana, todo constara de un único partido debido a la calificación en la que estamos, aun así no se confíen, el enemigo será fuerte... si llegan a perder aquí. – Arrastro los dientes y un aura amenazante la envolvió mientras agitaba su espada de kendo. – No se molesten en volver a mostrar sus rostros en la escuela o en los entrenamientos. – Sentencio dejando que sus palabras penetraran hondo en los demás.

 

Había llegado el día de la competencia, los cinco titulares que jugarían se encontraban realmente nerviosos dado que este sería su primer partido y su estado de ánimo no mejoro mucho al saber que jugarían sin la guía de su capitán. El partido estaba a punto de comenzar, al sonar el silbato fue Leon quien logro adueñarse del balón luego del tipp off, no perdió su tiempo y realizando dribbles logró adelantarse para pasarle el balón a Kazuo, el cual inmediatamente realizó uno de sus triples. Sin embargo el equipo contrario no se dejo aplastar sin más, ni bien el balón toco el suelo se las arreglaron para recuperarlo y avanzar, Nai intento bloquearlos pero mediante una finta y un pase lograron burlarlo realizando un tiro de bandeja. Las cosas se ponían cada vez más difíciles, al finalizar el segundo tiempo los chicos se encontraban 20 puntos abajo.

 

Aoi observaba todo concierto fastidio y decepción. – Esto es un desastre... espero que se recuperen pronto o no lo lograran. – Sentencio con seriedad y el ceño fruncido.

 

Seiji asintió concentrándose en el flujo del partido. – Esto era justamente lo que me temía. – Dijo sin prestarle atención a la chica hasta que sintió su mirada fija en él. – ¿Sucede algo Aoi? – Pregunto curioso a la menor.

 

                   – Lo eh estado penando y llegue a una conclusión... Tú ya sabias que pasaría esto por eso organizaste todo ¿Cierto? – Pregunto segura de sí misma.

 

Seiji se rió ante la actitud de la chica pero asintió. – Así que me atrapaste. Sí, todo fue idea mía, yo le pedí a Ritsu que compitieran en este mini torneo pero que solo fuera un partido. Ayer compartió conmigo su inseguridad acerca de los niveles de cada uno y de los bajos resultados que preveía para el primer partido así que le pedí hacer esto para poder mejorar esos resultados.

 

Aoi suspiro algo molesta pero a la vez orgullosa de sí misma por entenderlo y no participar de aquello. – Lo sabía, estamos en uno de tus "planes maestros".  – Dijo con cierto fastidio.

 

– No lo hagas sonar como si les estuviera manipulando, simplemente me adelante y preví que esto sucedería. Ellos jamás han jugado un partido real por lo que los nervios pueden traicionarlos mucho, no podía permitir que eso sucediera durante la primera ronda del Interhigh así que los obligue a venir aquí para que se acostumbren y desechen sus nervios de una buena vez. – Explicó defendiendo sus acciones.

                  

– Por lo visto tú no tienes ese problema pero ¿Cómo sabias que yo tampoco? – Pregunto curiosa y algo a la defensiva.

 

– Siendo sincero contigo solo adivine, eres tan inexpresiva que incluso a mi me cuesta saber en que estas pensando, pero además tú ya estas encaminada, yo quería que esos cinco jugaran para que puedan descubrir su estilo. – Justifico con seriedad volviendo a clavar la vista en el partido.

 

El partido avanzaba un poco mejor ahora, la mayoría de los chicos de Shotsuko ya se habían calmado y empezaban a adaptarse a la dinámica del asunto, salvo por Leon, sus nervios no hacían más que crecer al notar que le era cada vez más difícil pasar la defensa contraria.

 

Se mantenía dribbleando el balón pensando en que hacer a continuación sin mucho éxito. – Mierda si no hago algo pronto me marcaran una falta... pero si hago un mal movimiento perderemos la oportunidad del punto... ¿Qué debería hacer? – Se repetía a si mismo intentando pensar en una solución.

 

Tsubasa chasqueo la lengua disgustado al ver a su amigo en aquella situación. – Tú no sirves para pensar ¡Idiota! – Le grito para hacerlo reaccionar al tiempo que le robaba el balón por detrás y con un rápido dribble burlo la defensa anotando con un tiro de gancho como si no fuese nada. – Por eso no hagas algo a lo que no estás acostumbrado.

 

Leon lo observó impresionado, el talento y la naturalidad con la que el rubio jugaba era como si esto fuera solo un juego normal en el patio de su casa. – Tsubasa... – Sonrío ante aquello, debía relajarse y todo estaría bien. – Tienes razón, a quien le importa que sea un torneo o lo que sea, sigue siendo basket solo debo jugar como siempre. – Se dijo a si mismo más tranquilo.

 

– Buuu... mi hermano es una bestia y lo hace de maravilla, Kazuocchi no pierde la concentración y Leoncchi acaba de reaccionar, a este paso seré la peor del equipo. – Se quejo Tsubaki haciendo un berrinche.

 

– Tranquila Baki-chin, vas bien. – Le aseguro Nai intentando calmarla. – Aunque yo por mi parte soy un desastre. Sé que no soy bueno para conseguir puntos, pero si al menos pudiera defender... – Se dijo así mismo algo molesto, entonces pudo recordar lo que hablo con su padre la otra noche. – Debo calmarme... soy rápido así que simplemente debo reaccionar a tiempo, solo debo seguir el ritmo, sin cortarlo. – Se dijo así mismo intentado seguir el consejo de su padre.

 

Nai probó relajarse y cerró los ojos, presto atención a cada sonido intentando aislarlos e identificarlos. La ofensiva del equipo contrario lo burló sin mucho esfuerzo pero no perdió la calma, se movió rápidamente alargando el brazo con agilidad bloqueando el tiro y regresando el balón a sus compañeros. Su rapidez y sus extremidades largas eran su fortaleza, ya estaba empezando a entenderlo.             

 

Seiji aparto la vista satisfecho con el avance de sus compañeros. –  Al fin están reaccionando, sin duda el Interhigh será interesante. – Declaro buscando ajustar los talentos de sus compañeros para diseñar una formación de juego para el futuro.

 

El partido termino 97 a 88 a favor de los chicos de Shotsuko, aun así Adako no se privo de reprenderlos por sus faltas y el cómo habían manejado la primera mitad advirtiéndoles seriamente que sería mejor que empezaran a mejorar pronto o ella misma los mataría. Luego de unas horas en las que pudieron descansar y almorzar algo se dispusieron a regresar para no levantar sospechas ante sus padres. Nai iba jugando con un balón mientras intentaba ignorar los comentarios de Tsubaki sobre su ropa hasta que este resbalo de sus manos, al irlo a buscar vio como otra persona lo recogió y su corazón dio un vuelco al darse cuenta que quien había levantado su balón no era otro que el chico que lo había salvado el día anterior, Byakuya.

 

                             Este cuando el pelivioleta se acerco se le quedo mirándolo sorprendido y a la vez con cierta satisfacción. – No tenía idea de que jugaras basket Nai-chan, pero estuviste muy bien en ese partido, me gusto ese estilo. – Comentó con una sonrisa haciendo girar el balón en su dedo antes de regresárselo. Sus ojos azul grisáceo observaban al pelivioleta con una chispa de emoción hipnotízate.  

 

                             A Nai le costó atraparlo, no porque lo hubiera arrojado con fuerza sino porque su mirada no podía apartarse de la del albino, como si no hubiera otra cosa más que él en ese instante. – ¿Byaku-chin? ¿Qué haces aquí? – Pregunto sorprendido pero feliz de verle. Su corazón había vuelto a acelerarse y sentía un ligero ardor en el rostro.

 

                            Adako escucho a Nai hablando con alguien y se acerco para indicarle que iban a adelantarse pero cuando miro al albino, su rostro adopto repentinamente una expresión seria y dura. – ¿Nai-kun de donde lo conoces?... este hombre... es… Horai Byakuya ¿Verdad? – Pregunto dirigiéndose al aludido.

 

                            Byakuya poso la vista en la castaña y su mirada perdió cualquier signo de la alegría anterior que tenia al escuchar la mención de su propio nombre. – Veo que me conoces, pero yo no tengo el placer de decir lo mismo. – Dijo con un tono seco y algo hostil.

 

                            Aoi había llegado junto con los demás al oír la voz de Adako y al ver como observaban esta y Seiji al albino jalo la manga de su capitán para hablarle. – Seiji-kun tú sabes quién es ¿No? – Pregunto segura de ello.

 

                            Seiji ignoro a la peliceleste y fijo toda su atención en el mayor. – Horai Byakuya, un placer encontrarte aquí. – Saludó con rígida cortesía y al ver como ninguno de sus compañero parecía registrar el nombre de aquel jugador prosiguió a explicarles. – Él es un jugador de basket muy popular desde la secundaria y es el actual capitán de la academia Naarame, una de las dos elites más fuertes junto con Ginsei en lo que se refiere al basket de preparatoria. Este hombre es una leyenda desde su época en la secundaria Shoei, es un jugador invicto conocido como "El Demonio Blanco" por su increíble fuerza.

 

                           – ¿Demonio? ¡Ja! Suena interesante. – Se burlo el rubio con cierto entusiasmo, si Seiji reconocía a alguien así significaba que debía de ser muy fuerte y eso solo lo emocionaba mas.

 

                           – Hay algo más sobre el que no nos dices ¿Verdad? Tienes otra vez esa cara de "Todo está saliendo como o mejor de lo planeado". – Adivino Aoi insatisfecha con la breve explicación que había dado el pelinegro.

 

                           – Ya se los dije, es el capitán de Naarame, nuestro primer rival en el Interhigh. – Aclaro sin poder contener una sonrisa de emoción.

 

                            Byakuya escucho atentamente lo que el chico dijo y sonrió al comprender que ellos serian su próximo rival. – Que interesante... ¿Así que ustedes son de Shotsuko? Ahora al menos sé que no me aburriré tanto en el Interhigh de este año. – Dijo pasando su mirada de Seiji hacia Nai y por último pero brevemente hacia Ritsu. – Me alaga que conozcan algo sobre mí aunque sinceramente estoy sorprendido por sus reacciones, muchos se asustan al escuchar hablar del “Demonio Blanco”. – Comento con una sonrisa y la mirada cargada de un nuevo interés.

 

                           – Demonio… blanco… – Repitió Nai incrédulo, bueno ciertamente debía admitir que no le sorprendió que Byakuya fuera un basquetbolista, después de todo su cuerpo parecía bien trabajado y era bastante alto, pero aun no podía asimilar aquel apodo, él había sido muy amable y atento a pesar de que recién se conocían, todo lo contario a un demonio.

 

                        Byakuya relajo la mirada al ver la expresión del pelivioleta. –Bueno no todo es lo que parece, soy muy fuerte, más que una persona normal pero eso es todo. – Explicó el albino entendiendo los pensamientos del pelivioleta. – Aun no tengo el gusto de conocerlos, solo… solo a Nai. – Recalco con la voz áspera y mirando a los demás desafiante.

 

                         Seiji se adelanto sin apartar la mirada retando al capitán contrario. – Soy el capitán de Shotsuko, Akashi Seiji, un gusto. – Dijo de la forma más educada que pudo extendiendo la mano.

 

                         Byakuya devolvió el saludo sin cambiar la expresión desafiante de su rostro. – Otro hijo de la famosa Kiseki no Sedai. – Dijo tranquilo como si eso no fuera la gran cosa para él.  – Interesante pero… Ni siquiera eso te garantiza algo de ventaja, espero que duren más de cinco minutos. – Dijo con una sonrisa socarrona. –  Bueno lamentablemente debo retirarme, Ichijouse me matara si lo dejo esperando más tiempo, fue un gusto volver a verte Nai, esperare ansioso nuestro partido. –Dijo despidiéndose con gentileza del pelivioleta y desapareció entre la multitud rumbo a las canchas.

 

             – ¿Ese tipo que se cree? Muero por jugar contra él para bajarle esos humos de grandeza. – Comentó Tsubasa molesto al ver la actitud que había tenido el albino ante ellos.

 

            – No seas precipitado, este sujeto es peligroso se nota con tan solo verlo. Me temo que nuestro primer partido será una batalla complicada – Admitió Ritsu algo frustrado viendo el camino por el cual el capitán de  Naraame había desaparecido. – Solo bastaron unos segundos para entenderlo, está en un nivel completamente diferente… estos datos, de alguna manera asustan ¿Así de fuerte es un Demonio? – Pregunto preocupado y a la vez sin poder apartar la imagen, de alguna forma familiar, de su próximo rival.

 

                          Seiji observaba a sus compañeros hablar de su próximo enfrentamiento con el peliblando. Algunos lucían preocupados por las palabras de Ritsu, pese a esto el rubio y el pelirrojo lucían más bien emocionados con la idea de enfrentarlo. Entendió las preocupaciones del pelirosado observándose la palma de la mano. – Una cosa es querer superar a nuestros padres, eso ya les da un buen empuje... pero un rival real al cual puedan enfrentar de modo consecutivo era lo que faltaba para que den todo de ustedes, definitivamente este Interhigh será interesante ahora que ya tenemos a nuestro primer "Rival". – Dijo para sí con una sonrisa en el rostro apretando fuertemente el puño.

 

 

CONTINUARA…

 

Notas finales:

 

Por petición y gusto de muchos hemos abierto un grupo de FACEBOOK para que entre fans puedan hablar del fic, donde pueden hacerle preguntas directamente a los personajes del fic así como a la autora y claro el motivo principal molestar a la planta. Esperamos su visita :D

 

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