Capitulo 3
El pasado de Ariel
Un nuevo día apenas comenzaba, aun no se podían ni apreciar unos pocos rayos del sol, pero en una habitación de aquel gran castillo, alguien ya no podía dormir mas. Estar ahí lo asfixiaba, por su puesto, estaba agradecido de saber de sus buenos amigos, pero desde hacía diez años, en tiempo de la tierra, se hizo a la idea de no volver más. Shuichi se levantó de la cama, cubriendo su cuerpo con la camisa de Yuki que era tallas más grande, cayéndole holgada sobre su cuerpo, cubriéndolo hasta medio muslo. Se quedó en pie a un costado de la ventana, viendo hacia afuera a través de ella, pensativo.
Miedo, incertidumbre, desesperanza, eran sentimientos que lo agobiaban. Su historia ahí no fue tan mala... recordaba los buenos tiempos pero todo eso cambió de repente...
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Tierras de Karbelnikoff.
Nació en el territorio de Karbelnikoff, localizado al sur de la capital, tierra de hermosos paisajes famoso por sus lugares turísticos que traían con ellos grandes ingresos para el reino.
Desde que tenía uso de razón la palabra "Hijo ilegitimo" y "bastardo" acompaño siempre su nombre, o al menos así ocurría en el palacio de Karbelnikoff, donde vivía junto con su madrastra, Bridget Darcy, y sus hermanos mayores Densham von Karbelnikoff y Anissina von Karbelnikoff. Según lo que había escuchado entre los murmullos y los chismes de los sirvientes y nobles que ahí frecuentaban, él nació de una relación prohibida entre el líder de la familia y la propia hermana de la esposa del aristócrata.
Su madre, Melody Darcy, era una doncella hermosa según le contaban, que murió al dar a luz. El noble líder de la familia, Allan von Karbelnikoff, se hizo cargo de la criatura desde el momento de su nacimiento e incluso desde antes. Se rumoraba que lady Melody fue el verdadero amor del aristócrata, algunos la reconocían como la esposa legítima de éste, pero esas solo eran suposiciones. Otros admiraban a lady Bridget por ser lo suficientemente bondadosa para aceptar al hijo nacido de una traición por parte de su esposo y de su hermana. Lo cierto era que el pequeño obtuvo el título de Noble, Ariel von Karbelnikoff, tercero en la línea de sucesión. Él era realmente amado por su padre, aunque los demás no lo consideraban digno de dicho título, pero tenían terminantemente prohibido ofenderle o que el rumor se expandiera a los demás territorios.
Su madrastra no mostraba signo de deprecio frente a su marido, de hecho trataba la manera de ser amigable con el chiquillo, pero secretamente se encargaba de sembrar odio en el corazón de su hijo mayor, Densham, haciéndole pensar que el pequeño Ariel era una amenaza para él al ser el más amado; a su hija no fue necesario manipularla, ella era la segunda en la línea de sucesión, era la más pequeña de sus hijos y se interesaba más por la ciencia que otra cosa, además de pasar el día haciendo muñecos de felpa. No debía demostrar su odio por el chiquillo tan descaradamente.
Aunque todo esto acontecía en el palacio, el pequeño creció entre alegría y amor, las personas comenzaron a tomarle cariño, sobre todo su nana, Dorothie Wesley, quien le comentaba que él era la mismísima imagen de su madre; su cabello rosa, sus grandes y hermosos ojos amatistas, todo él era bello. Sus hermanos se parecían a su padre: cabello rojo y ojos azul cielo, nada que ver con su madre Bridget: cabello color magenta y ojos color azul oscuro. Aun, si no se parecía a su padre, este no dudaba en decirle que para él era una verdadera alegría que se pareciera a su amada Melody, ya que por medio de él, podía apreciar la belleza de lo que fue su gran amor y eso hacía que lo amara mucho más, si eso era posible, cosa que lograba sacar una sonrisa en el pequeño.
A la edad de veinticinco años (cinco años en apariencia humana) Ariel solía jugar con su amigo Wolfy de solo veinte años (cuatro años en humano) cuando éste llegaba de visita a las tierras Karbelnikoff junto con su hermano mayor, GwenGwen, el mejor amigo de su hermana y por alguna razón su protector.
Cada vez que se metía en problemas GwenGwen se encargaba de cubrirlo, a veces echándose él mismo la culpa, y cuando Ariel le preguntaba porqué lo hacía, simplemente le contestaba que era porque era demasiado tierno para ser castigado, cosa que le encantaba al pequeño, creando así un sentimiento de dependencia hacia él. Le encantaba Gwendal y esperaba algún día poder casarse con él.
A veces se reunían todos: Wólfram, Gwendal y Ariel a aprender punto con su querida hermana, Anissina, aunque al final los más pequeños acababan simplemente jugando con las creaciones de los mayores, aunque las de Gwendal no eran las mejores, a Ariel le encantaban. A Coni-chan no lo veía tan seguido, pues a veces andaba de viaje con su padre, Sir Weller, aun así era divertido cuando se reunían en Castillo Pacto de Sangre y jugaban a "Escondiendo a Shinou". Al único que no lograba comprender era a su hermano mayor Densham, que siempre se encontraba jugando con pájaros y siempre se encargaba de recordarle que era producto de una infidelidad.
Cuando el pequeño Ariel llegó a la edad de cuarenta años (ocho años en apariencia humana), la salud de su padre fue desmejorando cada día. El Noble era víctima de una fuerte tos, que a veces lo dejaba sin respirar, los médicos decían que se trataba de una enfermedad pulmonar mortal, eso asustaba al pequeño, no podía concebir la vida sin su amado padre, apenas lo podía ver durante el día, eso porque se escabullía sin que se diera cuenta su madrastra, se subía a la cama, lo abrazaba fuertemente y le comenzaba a cantar, a su luz, como solía llamarlo, su padre era su luz .
Porque sí, el pequeño Ariel había heredado el don de cantar que tenía su madre, para gusto lord Karbelnikoff que encantado le escuchaba.
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Habían pasado unos días y unos pequeños se encontraban jugando en el jardín del palacio de Karbelnikoff, Wolfram y Ariel, los mejores amigos, ambos unas bellezas de niños, a veces usados de modelos de vestidos, idea de la Maou Cheri.
Realmente disfrutaban cuando podían verse, cosa que no era tan seguida últimamente por el desmejoramiento de la salud del Noble von Karbelnikoff.
—¡Wolfyyy! ¡Te encontrare!... —El pequeño Ariel estaba jugando escondidas, cuando sintió unos brazos alzándolo
—¡Lo encontrarás después de que me des un beso!
—¡Padre! —Ariel rápidamente lleno de besos el rostro de su amado padre—. Padre, ¿que hace aquí?, usted debe descansar —recalcó rápidamente, consiente del estado de su papito.
Su padre sonrió.
—Descuida hijo mío, hoy me sentí un poco mejor y decidí tomar aire fresco...
—Bueno... ¡pero cuando se sienta mal me avisa eh! —advirtió Ariel al momento de bajar de sus brazos
—Si... si mi niño ahora sigue jugando... ¡ve! —dijo su padre empujándolo suavemente y viéndolo correr, lleno de vida, jugando feliz... El mayor hubiera dado lo que fuera por disfrutar más tiempo de esos momentos.
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Pocos días después, sucedió. Cuando le avisaron que su padre mandaba a llamarlo aquella peculiar fría noche de primavera, Ariel supo que no era nada bueno.
Y, efectivamente, una vez entro a la habitación, las sirvientas y médicos los dejaron solos, a petición del Noble, que ya estaba en las últimas. Su padre le pidió que se acostara a su lado como solía hacerlo, mientras el mayor acariciaba sus rosados cabellos.
—Mi niño... —El hombre apenas pudo decirlo, le costaba respirar—. Sabes... te amo mucho...
—Yo lo amo a usted Padre... usted es mi luz, la luz que ilumina mi vida— le contesto su hijo con una sonrisa
El Noble hizo una mueca, parecía una sonrisa
—Eres... eres fruto del amor...no lo olvides... —susurró, apenas podía hablar—. Hijo mío...
—¿Si padre?...
—Me cantarías una vez más... por favor... «Una última vez, quiero escuchar tu canto por última vez», pensó
—S-Si padre.
Y así aun con un nudo en la garganta comenzó a cantar-
Shine bright morning light ...Now in the air the spring is coming ...Sweet blowing wind Singing down the hills and valleys... Keep your eyes on me... Now we're on the edge of hell... Dear my love, sweet morning light... Wait for me; you've gone much farther, too far... (Brillante luz de la mañana, Ahora la primavera está llegando en el aire, Dulce viento que sopla Cantando por las colinas y valles, Mantén tus ojos en mí, Ahora estamos en el límite del infierno, Querido amor mío, dulce luz de la mañana. Espera por mí, te has ido muy lejos, demasiado lejos)
«Ahora estaremos juntos, mi amada Melody... cuidaremos a nuestro pequeño desde donde sea que estemos, él recibirá todo lo que le corresponde. ¡Que dicha poder escuchar su voz!... Que sea lo último que escuche, así me iré con una sonrisa»
Ariel terminó su canción.
—¿Padre?.... —preguntó, mas no obtuvo ninguna respuesta. Ariel ya no sentía las suaves caricias en sus cabellos—. ¡padre! —tomó su mano; estaba fría...entonces entendió, su papito se había ido para siempre, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
Cuando los médicos y las doncellas llegaron a la habitación principal del palacio, después de escuchar los gritos del pequeño, solo pudieron vislumbrar la figura del niño sobre el cuerpo inerte de su padre... Fue muy difícil sacarlo de la habitación, no se quería alejar de su papito.
Lord Allan von Karbelnikoff fue enterrado en el cementerio privado de la familia Karbelnikoff al día siguiente. Todos los líderes de las casas Bielefeld, Christ, Wincott, Granz, Spitzweg, Roshvall, Radford, Gyllenhaal y Voltaire se hicieron presentes. Además de los mercaderes más importantes de la región.
Aunque Wolfram no se pudo presentar, le mando sus condolencias a su mejor amigo al igual que Conrad, pues conflictos entre Humanos, Mazokus y Mestizos habían comenzado. Gwendal, por otro lado, siendo líder de la casa Voltaire, no se separó de Ariel, que estaba destrozado, ofreciéndole su hombro para llorar, al igual que a Anissina. Su nana también estaba con él
Pasada una semana, cuando se había apaciguado la conmoción de la muerte del líder de la casa Karbelnikoff, un nuevo golpe se presento para el pequeño Ariel. Cuando se le convoco a la junta de paso de poder a su hermano mayor Densham. No entendía muy bien toda la larga explicación de los "Miembros del Concejo" pero después del traspaso de poder, lo único que logro entender del testamento fue:
«Por tanto, desestimando el documento que le confiere como hijo legitimo al que hasta ahora se conociera como Ariel von Karbelnikoff, quien perderá su titulo de Noble y perderá su lugar en la línea de sucesión por cuanto será llamado Ariel Darcy»
Siendo así que se convertirá desde ahora en un bastardo
Bastardo... bastardo... bastardo.
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No pasó mucho tiempo antes de acostumbrase a su nueva vida, porque aunque no ostentaba con ningún título, lo dejaron quedarse en el palacio en calidad de súbdito, así que a veces le tocaba ayudar, con la limpieza, o en el huerto, pero se divertía con las personas que le rodeaban todos eran muy amables aunque hacer el trabajo del establo no era cosa fácil, o cuando tenía que descargar algún cargamento de productos importados de otras tierras, ya que la fuerza no era lo suyo. Sus manos que antes eran tan suaves como el algodón ahora eran ásperas como arena. Se le permitió tener algunos privilegios como seguir frecuentando a sus amigos, eso lo valía.
—¿En serio estas conforme con esto?
Esa mañana, Gwendal lo había ido a visitar. Ariel sacaba unas zanahorias del huerto, su carita estaba toda sucia, pero no lograba opacar su belleza. Habían pasado más años y ahora aparentaba tener diez años en apariencia humana mientras que Gwendal aparentaba diecisiete.
—Es divertido, Gwen... —respondió Ariel mientras sacaba unas zanahorias—. Las personas me tratan bien, me mantengo ocupado, ¡bien creo que son suficientes! —Ariel comenzó a caminar a los establos con una canasta de zanahorias, seguido del mayor.
—¡Oye! ¿Adónde vas?... ¡espérame!
—Prometes guardar el secreto... —Ariel se giró para verlo de frente con una sonrisa pícara. Gwendal no comprendió.
—¿Eh?...
Ariel rió.
—¡Ven, acompáñame! Quiero mostrarte algo pero debes prometer que no le dirás a nadie ¿de acuerdo?...
—Bien... bien... lo prometo.
Al llegar a los establos Ariel saco una pequeña caja de madera, dentro se encontraba un especie de mescla entre gato-conejo, grandes orejas triangulares, colita de conejo y patitas de gato de las cosas tiernas que le gustan a Gwendal.
—Lo encontré el otro día cerca del huerto, pero estaba lastimado de su patita así que lo estoy cuidando mientras se cura —explicó Ariel mientras le hacía mimos a la criaturita—. Pienso regalárselo a Anissina, sé que le gustan mucho ¡¿no es lindo?!
—Es muy tierno, igual que tu —Le dijo Gwendal sin pensar, el menor se sonrojo, aun así continuo—. Ariel —Gwendal titubeó. Estaba nervioso—. Ariel tengo algo muy importante que decirte...
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Al día siguiente
Después de una larga jornada de trabajo, Ariel finalmente se dirigía a su habitación. En el pasillo se encontró con alguien muy querida, haciendo una reverencia la saludo.
—Buenas noches, Milady.
—Buenas noches Ariel —respondió Anissina— ¿Cómo estás?
—Muy bien, Lady Anissina, gracias por preguntar —se apresuro a contestar Ariel con una sonrisa. A veces dolía no seguir tratando a su querida hermana mayor como siempre.
—¿Seguro? —inquirió Anissina, alzando una delicada ceja.
Ariel negó con un gesto.
—No se preocupe, puedo con el trabajo impuesto. Estoy agradecido con su bondad la de su hermano y la de su madre que me han permitido seguir en el palacio ¿puedo preguntarle cómo se encuentra usted?
—Pues...ya sabes... mi madre está haciendo sus movimientos para comprometernos tanto a mi hermano y a mí con buenos prospectos... Nobles, mercaderes... lo único que le interesa es la ganancia que puede sacar de un matrimonio, sobre todo con mi hermano Densham, parece que este día tuvo una audiencia con la heredera de la casa Roshvall y los padres de ella, pero no resultó como quería, así que esta de mal humor. Ninguna reunión con algún Noble le ha resultado como quería...
Ariel la miró con compasión.
—Lamento escuchar eso.
—Ariel, qué bueno que ya eres libre de escoger libremente a quien deseas amar. No tienes que sufrir estas humillaciones.
El pelirrosa se sonrojó, lo que llamo la atención de Anissina.
—¡¿No me digas que ya tienes a alguien?! ¡Cuéntame! ¿Es un sirviente, un comerciante, un aldeano? —al no recibir una respuesta trato de hacer presión—. ¡Anda chiquillo dímelo!
—Si hay alguien... No es un sirviente o un comerciante ni un aldeano... es un Noble... se trata de...
—¿De...? ¡Ariel dime!
—De Gwendal von Voltaire...
El rostro de Anissina se puso pálido de repente.
—Gwe-Gwendal... ¡no... no puede ser! —Lo agarró de la solapa de su camisa, siendo más pequeño logro levantarlo del cuello—. ¡Gwendal no puede ser! ¿Me entendiste?
Ariel estaba confundido con la reacción de Lady Anissina, nunca espero algo así. Pero ella estaba cegada por la furia y los celos.
—¡Escúchame bien, bastardo!, Gwendal se casara conmigo. Él es el único al que yo aceptaría como esposo.
Ariel Logro zafarse del agarre y salir corriendo hacia su habitación dejando a Anissina con la ira en sus ojos. Corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron, casi llegaba, tomo la cerradura de la puerta, estaba punto de girarla cuando...
—¿Ariel...?
Ariel gritó, aterrado.
—¡Na-nana Wesley me asustó! —Jadeaba de lo cansado que estaba debido a que había corrido tan rápido como sus pies se lo permitieron.
La anciana se acercó a él.
—¡Pero mira nada mas como estas! ¿Qué te ha pasado mi niño? Estás helado y temblando... —dijo al momento de tomar sus manos.
—Yo...yo... —Por más que intentaba, Ariel no podía hablar—. Anissina... ella
—Espérame dentro de tu habitación —dijo la anciana—. Iré por un té caliente, después me podrás contar todo ¿sí?
Ariel llevó una de sus manos al corazón ¡Cuanto amaba a esa mujer. Ella había sido un gran apoyo siempre
—S-si... gracias Nana...
Tras entrar en la habitación, Ariel se recostó en la cama. Lloraba, resentido. De verdad nunca se imagino tal reacción por parte de Anissina. De pronto escuchó la puerta abrirse, supuso que era nana Wesley con el té, más lo que pasó a continuación no se lo esperaba.
—Bashtarho... hip deberias estar muertho.
Ariel se levantó de inmediato. No era nana Wesley, era nada más ni nada menos que su ex Madrastra, Bridget Darcy von Karbelnikoff, ¡estaba ebria!.
—Maldithooooo —la mujer trató de darle una bofetada, pero la esquivó
—Madre ¡espere!... —Ariel se dio cuenta que traía un cuchillo con ella
—¡Estúpido! ... tu madhre está muerta, los gusanos se la comieron... ¡y tu pronto también estarás muerto!
Ariel estaba impactado, temblando de miedo.
—¿Porqueee...? —Bridget Empezó a llorar —¿Por qué ustedes consiguen todo?... ¡su maldita belleza es mi maldición! —Pasó de llorar a expresar odio—. ¡Tu madre logro siempre todo por su belleza... hasta...snif... hasta el amor de Allan, ¡Siempre la amo a ella!... —dijo volviendo a llorar— y ahora vienes tu —le dijo, señalándolo—... Y todos los nobles me piden tu mano en matrimonio... pero eso va a acabar ahora mismo... —dijo levantando la el cuchillo que traía en sus manos, apuntando al corazón del pequeño—. ¡Debí acabar contigo como lo hice con tu madre!
Aquella confesión impactó a Ariel, quien de inmediato frunció el ceño y apretó los puños.
—¿C-como? ¡¿Que dijo?! —Ahora la furia llenaba al pequeño.
Bridget se rió descaradamente.
—Ahora te vas a reunir con esa maldita... —Dicho esto, la mujer atacó a Ariel. El pequeño trató de cubrirse, pero antes de darse cuenta, la nana Wesley estaba luchando cuerpo a cuerpo con la ebria mujer.
—¡Ariel! ¡Corre! ¡Huye de aquí! ...
De repente, algo terrible pasó. En medio de la lucha, el cuchillo que estaba en manos de Bridget paso a manos de nana Wesley y en medio del forcejeo el cuchillo impacto con el estomago de Bridget, cayendo ésta al suelo al instante en medio de un charco de sangre.
—¡Está... está muerta! ¡Está muerta nana! —Ariel se agarraba de sus cabellos, de rodillas con el rostro petrificado.
—Ariel, escúchame —exclamó la mujer mayor, agachándose para levantarlo, pero el niño estaba llorando a mares—. ¡Escúchame de digo! —gritó logrando por fin su atención—. Bien... debemos irnos...
—¡¿Q-que?!
—Debemos huir de aquí y nunca más regresar... Lady Bridget será encontrada muerta en tu habitación, te acusaran de asesinato
—P-pero...
—Andando... serás más feliz allá afuera que aquí en estas tierras malditas... Ya no tienes a tu padre y tus hermanos te desprecian, no tienes nada que perder, allá por lo menos podrás encontrar un futuro prospero... y aquí no queda nada.
La nana Wesley tomó al pequeño de la mano y se dirigió a su habitación, ella también debía huir, pero antes debía recoger algo muy importante.
—Espérame aquí... —ordenó la anciana. El pequeño se quedó afuera de la habitación de la mujer, al salir, ésta solo llevaba un pequeño bolso.
Una vez lograron salir a las afueras de las tierras Karbelnikoff, la mujer le entregó a Ariel una bolsa con unas monedas
—¿Nana...?
—Aquí es nuestra despedida pequeño... —La anciana le miró con firmeza—. Toma un carruaje que te lleve hacia algún pueblo cerca de la capital... no vayas directamente con la Maou Cheri ni con ninguno de sus hijos, recuerda que desde ahora serás un prófugo de la justicia... ¡Ven aquí mi amor... dame un abrazo!
Ariel así lo hizo, el último abrazo... sobra decir que lloraba tanto, como solo había llorado desde la muerte de su padre.
«Perdóname Melody, Perdóname Allan, perdóname... Ariel, fui una cobarde no pude hacer nada» – pensó la mujer mientras veía alejarse al pequeño.
https://www.youtube.com/watch?v=LL-IuljULJ4
Les dejo el link de la canción que canta Ariel/Shuichi a su padre.
La canción se llama FAKE WINGS