Mientras tanto en Scotland Yard, Sherlock visita a Lestrade para poner manos a la obra con la investigación. Pero de la nada Holmes cambió de tema:
-Donde esta Seth?
-Su abuela murió ayer en la noche, así que hoy se encuentra en su funeral.-dijo Lestrade.
-Jefe!-entro la sargento Sally corriendo a la oficina.-Robaron el banco central de Londres!
-Que?! A plena luz del día?!-se puso de pie tan rápido que casi se le cae el café de no ser por los rápidos reflejos del detective.
-Si, el sistema de seguridad fue hackeado.
-Sherlock, vienes?-preguntó el DI.
-Oh, Dios, claro que si!
Fueron en una patrulla hasta el Banco Central de Londres a toda velocidad para tratar de atrapar al criminal en el acto.
Pero justo en el momento en el que llegaron, varias patrullas se encontraban fuera del banco pero ni un policía entró al banco.
-Que sucede?-preguntó Lestrade.-No van a entrar.
-No podemos.-respondió un policía.-El sistema de seguridad esta bloqueado, lo han hackeado. Si tratamos de entrar a la fuerza las salidas se bloquearan y no podremos pasar.
-Maldita sea!-gritó pateando una patrulla.
-No han tratado de entrar por el techo, verdad?-dijo Sherlock, a lo que el policía arqueo la ceja en señal de confusión. El detective volteó los ojos.-En el techo hay puertas de emergencia, son en caso de incendio, así un helicóptero puede recogerlos desde ahí.
No pasaron ni cinco minutos cuando un helicóptero llegó, pero tuvieron que subir con Sherlock pues sus dotes intelectuales les ayudarían a entrar en este y desbloquear el sistema de seguridad.
Una vez que Holmes estuvo en el techo se percató de que la puerta del techo estaba cerrada, pero eso no fue un problema ya que llevaba su pequeño maletín de herramientas que se deslizaron por el cerrojo y entró sin problema.
Bajaba lentamente las escaleras y miró la sala principal donde varias personas estaban en silencio acostadas boca abajo y temblando de pies a cabeza por miedo. Había un hombre enorme de pie con una mascara de gorila que caminaba entre las personas con una escopeta en las manos cubiertas por unos guantes de cuerno negro.
Sherlock se puso de rodillas y gateo entre la gente lo mas bajo posible para que el gorila no lo viera, se acomodó entre la gente e hizo callar a una mujer que se sorprendió al verlo tapándole la boca.
-Esto es una mierda! Por que tenemos que permanecer aquí?! Malditos sean!-gritó el detective entre la gente. El gorila lo escuchó.
-Cállate!-le gritó el gorila.
-Por que no vienes y me callas, bastardo!
Es hombre se acercó dando pasos fuertes y molesto, con deseo de golpear al hombre que se había quejado pero justo cuando llegó a donde estaba Holmes, el detective lo atacó con un bisturí que llevaba en su bolsillo rasguñandole el cuello. Antes de que el gorila pudiese gritar de dolor, el detective cayó sobre el tapándole la boca y presionando su garganta tan fuerte con sus manos que lo dejó inconsciente.
Holmes sacó su pistola y se aseguró de que estuviese cargada.
-Hey, no se le ocurrió dispararle mejor a ese idiota?!-un hombre le gritó en voz baja.
-Si le hubiese disparado los demás criminales me hubiesen escuchado y ustedes habrían sido asesinados.-respondió.
La caja fuerte estaba abierta en otra habitación, miró cerca de la entrada de la puerta a tres criminales que llevaban máscaras de animales y vestían de negro.
-Ya esta listo de este lado.-dijo el hombre de voz distorsionada y mascara de gato mientras cerraba la maleta con dinero. Estaban usando un micrófono que distorsionaba la voz a un tono mas agudo o grave.
-Listo.-dijo el hombre de voz chillona con mascara de elefante.-Nos vamos ya?
-No, aun no.-dijo el hombre de la voz mas grave que llevaba una mascara de zorro.-Tengo que hacer algo primero.
-"Ese es el líder."-pensó Sherlock.
-Que tienes que hacer?!-pregunto el gato.-Nos tenemos que ir! Quedan solo cincuenta segundos antes de que el sistema de seguridad se desbloquee.-señaló la computadora.
-Esto.-sacó una pistola de la maleta en la que estaba guardando el dinero y les disparó a los dos. El sonido del balazo fue muy bajo y rápido gracias al silenciador.
Movió la base que había sostenido todos los billetes, bajo esta había un hueco enorme que atravesaba el piso de mármol y el concreto. Lanzó las maletas con dinero por el hueco y cerró su computadora. Mientras estaba de espaldas tecleando en su teléfono celular pudo escuchar como un arma se cargaba a lo lejos, el se mantuvo quieto con las manos en la misma posición.
-Piensas quitarme el dinero?-preguntó el zorro.-Ya te dije que una parte es mía y la otra tuya.
-No, nada de sobornos.-habló Holmes.
El zorro volteó lentamente para poder verlo.-Ah, señor Holmes, es usted. Que bueno es volver a verlo.
-Que?!
El zorro comenzó a reír desesperadamente, esa risa era tan fuerte y tan grave que resultaba tenebrosa.
-Muy pronto sabrás de mi, Sherlock.-le acarició la mejilla pálida. Dio un paso hacia atrás y cayó en el hueco. Holmes miró por este y se sorprendió al ver que el criminal había caído de pie en una camioneta que se encontraba esperándole en el estacionamiento.
Sherlock se quedó pasmado. Estaba atónito y procesando pensamientos dentro de su palacio mental.
-Que pasó?!-entró Lestrade justo unos segundos después de que el sistema de seguridad se desbloqueó.
-Ellos... eh...-Holmes estaba muy molesto de no saber quien era el hombre de mascara de zorro. Estaba confundido y muy molesto, no quiso decir nada, solo se dio la vuelta y se fue del banco caminando con mucha rabia.
Cuando estuvo de regreso en la calle Baker, miró que el perchero tenía la chamarra de John colgada. Sonrió pues sabía que a pesar de que no había resuelto ningún delito ese día, su mejor amigo escucharía sus quejas y sus pensamientos malhumorados. Se sintió un poco menos molesto al imaginar a su amigo tratando de calmar su iba con una taza de té y un abrazo.
-John, ya llegué.-dijo quitándose la bufanda y la gabardina.
No hubo respuesta, algo no andaba bien. Por que John no contestaba? Sacó su pistola y la cargó. Quiso encender la luz pero antes de que su mano llegarse a la pared una voz habló.
-No muevas ni un solo músculo.-la voz grave distorsionada llegó a sus oídos. El hombre con mascara de zorro no solo se conformó con burlarse de el en el banco sino que ahora estaba irrumpiendo en su hogar.
-Me alegro de volver a verlo, señor Holmes.-el zorro encendió la luz que se encontraba junto al sofá de Sherlock.-Por favor, baje el arma.
-Donde esta John?
-Baje el arma.-repitió con voz calmada.
-Donde esta...?
-Baja el arma, maldición!-golpeó es sofá.
Sherlock la tiró al piso violentamente y la pateó.
El zorro se puso de pie y caminó hacia el sofá mas largo, quitó los cojines y de ahí sacó al doctor que estaba amarrado y amordazado. Lo tomó suavemente del cuello y lo obligó a sentarse en el sofá de donde había estado escondido.
Sherlock se asustó al ver a John de esa manera pero se sintió un poco mejor al ver que no tenía ni un solo rasguño.
-Señor Holmes, he escuchado mucho de usted y su compañero. Muchos criminales han dicho que usted "carece" de sentimientos. Pero después de ver la luz de sus ojos al ver a su "amigo" me hace dudar mucho.-se puso de pie y caminó por el lobby.
Holmes trató de acercarse pero el zorro sacó una pistola de la funda que estaba en su pantalón.-Yo no me movería si fuera usted.
-Quien eres?
-Yo? Es que no me recuerda?-la ultima sílaba cambió del tono de voz grave al agudo. Se quitó la mascara y dejó ver su cabello corto castaño pero con un fleco largo cubriendo su ojo derecho. Sus ojos eran verdes y sus labios finos, su piel era blanca y sus facciones delicadas.
-Seth?!-dijo Sherlock abriendo un poco mas sus ojos.
-Brenda?-dijo John bajo la venda que lo tenía amordazado.
-Y Cleo.-dijo Sherlock.
-Jane Adler, sicario, traficante y hacker, a su servicio.- sonrió la joven mientras caminaba hacia la cocina, abría el refrigerador y sacaba una lata de Coca-cola.
-Adler?!-dijeron el doctor y el detective al mismo tiempo.
Jane daba largos tragos a la lata de soda
una y otra vez.
Sherlock leyó en su postura y en todo su cuerpo lo que era:
-Mitomana.
-Asesina desde joven.
-Consume drogas de vez en cuando.
-Alcohólica.
-Escapó de prisión en varias ocasiones.
-Estuvo en un hospital psiquiátrico.
-Suele cortarse.
-Me preguntaba cuanto tiempo iban a seguir creyendo esa patraña de la norteamericana indefensa, el chico homosexual y la joven zorra. Ya veo que tardaron y bastante.
Holmes miró los zapatos de la joven, eran converse manchados de ceniza.
-Así que tu mataste a Jonathan Bill y a Susan García. Bien hecho.
-Ah, ese par de idiotas me estaban atormentado. Siempre era lo mismo "Donde está Anubis", "Donde esta el dinero?", "Mataste ya a Fulano de Tal?".-los imitaba mientras hacía voces tontas.-Par de idiotas obsesivos, los maté porque ya no los soportaba.
-Anubis?-preguntó John.
-La droga mas potente que tenemos y probablemente la mas peligrosa del mundo. Pero no para el consumidor sino para el que se le atraviese en su camino.-sonrió la criminal.-Yo las trafico pero solo a personas que han apartado, nada de menores de edad ni pobres. Les molesta si fumo?
No esperó ninguna respuesta por parte del detective y el doctor ya que encendió el cigarrillo y fumó.
-Señor Holmes, me pone nerviosa con esa mirada. Por que no se sienta.-se acercó a el mientras lo apuntaba con una pistola en el estomago. Jane lo abrazó mientras llevaba sus manos hacia atrás y lo esposaba como a John.
-No sabía que había visto Irene en usted, la verdad usted no me parecía nada emocionante.-habló Jane.-Pero por alguna razón lo habrá hecho, ella es exigente con los hombres, no se fija en cualquiera.
-Que nos vas a hacer, maldita sea?!-gritó John que ya estaba tan nervioso que no pudo aguantar mas.
-Resumiendo todo, los voy a matar.-cargó el arma y los apuntó. Pero algo no andaba bien, ella se estaba mordiendo el labio inferior y tenía las cejas fruncidas.-No, no puedo hacerlo aquí, no quiero que la señora Hudson me escuche. Ella es tan buena y no quiero que los vea muertos. De pie!
Obligó a los hombres a ponerse de pie y salir de la casa 221B y a subir en un auto negro sin placas. Ella conducía el auto mientras mascaba chicle.
-Sherlock, hay algo que debo decirte...-susurró John.-Tu... siempre fuiste mi mejor amigo y quiero que sepas lo mucho que te amo por haber estado a mi lado.
Sherlock tragó saliva he hizo presión con sus ojos para evitar llorar a causa de esas palabras.
-John, yo... yo siempre te ame, pero no como mejor amigo. Me enamore de ti hace tiempo e incluso llegué a odiarte por darme sentimientos. Quise decírtelo pero ya tenías a Mary, la habías elegido a ella en vez de mi. Creo que este es el momento para decirte la verdad. Te amo, John Watson.
John comenzó a llorar pegado al hombro de su mejor amigo y sollozaba mordiendo su labio inferior.
-Yo no la preferí, me casé con ella para tratar de olvidar que te amaba en secreto. Nunca pienses que amare a otra persona mas que a ti.
Sherlock sintió como si el estomago se le derritiera. Sintió dolor y felicidad al escuchar a su mejor amigo decirle la verdad.
En el asiento del piloto se escuchó como Jane sorbia la nariz. Estaba mirando el camino que se estaba alejando cada vez mas de la ciudad y llegaban a una carretera en donde no había nada mas que arboles y la oscuridad de la noche. Aun así Jane tragó saliva y apretaba los puños. Pararon en medio del campo y un poco lejos de la carretera. Encendió la luz del auto que iluminó los rostros de Sherlock y John.
Jane cargó su revólver nuevamente.-Lo siento señores, pero solo estoy siguiendo ordenes.
Sherlock miro el revólver detenidamente como si la estuviese estudiando. Se pegó mas a su amigo y le susurró al oído.
-Todo va a estar bien, John.-besó su mejilla. Era la primera vez en la que Sherlock besaba la mejilla de su mejor amigo y eso le hizo sentir mariposas en el estomago.
Jane apuntó el arma y pegó el cañón en la frente de Holmes.
-No, espera! Sherlock!-gritó John justo en el momento en el que Jane jalo el gatillo y el fuerte disparó se escuchó por todo el campo mientras ahuyentaba a las aves sobre los arboles.
Continuara...