El fin de semana, Renji y yo nos dirigimos a las termales de la montaña Kulom, unas termas en el mundo real. Nadie aabía de nuestra partida, excepto mis sirvientas, de ultimo momento... Nos fuimos temprano, ya que teníamos que teníamos que ir al mundo humano. Pero primero páramos con Uragara, ya nos nos entregaria unos gigais que previamente ya había ordenado.
Una vez listos, Uragara nos dio dinero y nos guío hasta la estación de trenes, y nos indico el tren al que debíamos abordar. También nos informo que ya había hecho nuestras recervacionea y nos esperaban en el osen.
En el viaje, aprovechamos el momento para dormir, Renji paso la mayor parte del viaje dormido y yo... si bien dormí por un rato, pase la mayor cantidad de tiempo observándolo dormir.
Finalmente llegamos.
-Renji despierta-le dije, y el no reacciono.
-Renji- volví a llamarlo. No había respuesta
-Renji- me acerque y lo sacudi un poco por el brazo. El estaba recostado en el vidrio de la ventana, frente a mi. Nuevamente el no reacciono. Por un momento me quede contemplándolo. Iba a sacudirlo de nuevo por el brazo, pero termine acariciando su rostro con mi mano.
-Renji- dije una vez mas, y el lentamente abrió sus ojos. Me aparte en el momento en que empezó a reaccionar, resando a dios que no se haya dado cuenta de mis acciones, al menos no hasta el momento.
-Levantate, hemos llegado- le dije junto a la puerta y con mis maletas en mano.
-Ah... si, lo siento Taichou, me quede dormido- comenzó a levantarse, estirarse y bostesar.
-Andando...- salí de el bagon en dirección a la salida. El me siguió.
No había nadie mas aparte de nosotros, fuimos los únicos que bajamos en esa estación.
Yo llevaba un pantalón de tela color crema, unas botas rojo oscuro, camisa gris de tres cuartos, y un par de pulseras en la mano derecho con un anillo negro. Por su parte Renji llevaba un pantalón de mezclilla despintado, camisa negra también de tres cuartos, sandalias color crema y el cabello suelto. Su camisa tenia algunos botones, los cuales estaban desabotonados y podían verse perfectamente bien sus tatuajes.
Caminamos alrededor de dos horas, buscando nuestro supuesto hostal, ya había pasado mucho tiempo y comenzaba a pensar si realmente había sido buena idea confiarle nuestro hospedaje a ese hombre Kisuke.
Voltee a ver a Renji (obviamente yo iba al frente). El parecía estar disfrutando del viaje y el paisaje, se veía feliz.
Finalmente llegamos. Una mujer mayor, pero muy bien cuida y arreglada nos recibió. Entramos y nos acomodamos, nuestra habitación tenía aguas termales privadas, pero solo erá una habitación.
-Taichou- me miro, confundido- ¿Esta es su habitación, verdad? ¿Donde dormire yo?
-Aquí
-¿Aqui?
-Si- asenti
-¿Con usted?
-...
-¡Bueno... quiero decir! ¡En la misma habitación!
-Originalmente solo iba a venir yo, pero como hemos tenido mucho trabajo no tuve oportunidad de cambiarlo, pero ya pedí que traigan otro fueron. Si o lo quieres así puedes irte en cualquier momento.
-Ah... ya veo, disculpeme por favor Taichou- hizo una reverencia- No quise...
-Esta bien- le dije, y me salí de la habitación.
Mas tarde fuimos a las aguas termales. Permití que Renji quien se había ofrecido, lavara mi espalda.
Curiosamente, me sentía muy nervioso. Es decir, ambos estábamos desnudos el uno enfrente del otro, sin nada cubriendo absolutamente nada, Renji tocaba mi espalda con sus manos, sentia su respiración en mi nuca su presencia, lo sentía y lo veía todo de el...
Después de un rato, salí y Renji se quedo un poco mas.
Mas que relajarme fue extenuante. ¡Ya no podía recistirlo! Me había convertido en un pervertido, me sentía como uno, el vulto bajo mi toalla lo demostraba.
Tuve que encargarme de ese problema. Mas tarde a la hora de la cena, la mujer de antes, y otras mas jóvenes llegaron con grandes bandejas y mucha comida, la depositaron frente a nosotros, nos desearon buen apetito y se fueron.
Ahora que me doy cuenta, en todo el día no habíamos hablado casi para nada, a pesar de que Renji no me tenia el mismo miedo o "respeto" que los otros miembros de nuestro escuadrón, Renji solía ser reservado con respecto a su pensamientos.
Pensamientos, ¿que pensara el de mi?¿estara disfrutando del viaje? ¿de mi compañía?
-Renji, tengo algo que me gustaría decirte- comencé a hablar, mientras mantenía mi vista centrada en el plato y aparentaba serenidad. El me miro
-Es con respecto a lo que te dijo Zenbonakura- se ruborizó
-¿Usted... lo vio todo?
-Si- fingí no prestarle importancia y me lleve a la boca un camarón frito- Con respecto a lo que el te dijo... Una vez oí decir que, una zampakuto tiene los mismos sentimientos y emociones que las de su dueño-le dije
-Ah... ya veo- miro su comida que tenia en los palillos por un rato, todo se silencio- ¿Que es lo que quiere decir Taichou?- se llevo la comida a la boca mientras me observaba
- Bueno... que justo como Zenbonsakura dijo te que te ama... probablemente yo siento lo mismo.- la comida se le callo de los palillos.
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