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The Way Back por Sayabunn

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Notas del capitulo:

Primeramente disculpas por el tiempo que paso de uno con el otro capítulo, hoy que me inspire y quería escribir un nuevo fic me encontré con este y me di cuenta que no estaba terminado, me horrorice y decide terminarlo de una buena vez (tuve que cambiarle varias cosas y al final termine un buen rato en el proceso que pensé que solo duraría 15 minutos pues el capítulo estaba ya hecho y solo era de verificarlos jejeje) pero aquí lo tienen, vuelvo a decir mil disculpa para las personas que estaban esperando la actualización espero no sea demasiado tarde u.u de igual manera aquí queda para los que les interese darle una leidita y dicho y hecho a leer.

Finalmente había comprado todas las cosas que necesitaba para una cena, extrañamente se sentía feliz, porque quería pasar un buen rato con su baka, acomodo todas las cosas en su auto y luego se resguardo de la llovizna que no paraba de caer.

Cuando finalmente se acomodó en su asiento se percató que su celular había quedado olvidado en una de las cajuelas donde ponía sus cigarrillos, lo tomo y molesto resoplo.

– ¿Cómo pueden fastidiar tanto? – Se preguntó mirando las 26 llamadas perdidas.

Las comenzó a revisar algo molesto, “Baka: 12 Llamadas perdidas”, “Thoma: 8 Llamadas perdidas”, “Enano: 6 Llamadas perdidas”.

– ¿Qué diablos les pasa? – Marco a la persona según el más insistente, pero inmediatamente fue enviado al buzón de voz – Ahora el muy idiota no me contesta – Arranco el carro sin importarle mucho las otras llamadas, ya podría devolverlas desde la comodidad de su departamento.

Lo primero que supo al entrar a su hogar era que no había nadie, lo cual se le hiso extraño pues el adolecente de la casa ya tendría que haber llegado.

– Debió haber salido, por eso me estaba llamando – razono con lógica.

Se dirigió a la cocina y coloco todas sus compras en su lugar, aún era temprano para comenzar a preparar la cena, terminando de arreglar todo y decidió llamar a Thoma.

– ¿Eiri? –

– ¿Quién más podría ser? –

– ¿Dónde has estado? ¿Por qué no contestabas las llamadas? –

– ¿Acaso ahora tengo que darte cuentas de mi vida? –

Escucho un suspiro proveniente del otro lado y una voz conocida preguntando si hablaba con su padre.

– ¿Esta Riku contigo? – Pregunto sumamente confundido.

– Sí, me está acompañando –

Se extrañó aún más con tremenda respuesta y finalmente concluyo que algo no anda bien.

– ¿Sucedió algo acaso? –

– Si – La respuesta lo desespero y molesto increíblemente ¿No podía decirle de una buena vez?

– ¿Y? ¿Me lo piensas decir? O esperas a que adivine –

– Eiri… Shuichi – Ese simple nombre había puesto totalmente helado al escritor.

– ¿Qué sucedió? –

– Tuvo un accidente – Trato de decir lo más tranquilo y directo que pudo – Hoy tenía una entrevista en Nagano, K se hiso cargo de llevarlo pero en el camino a un furgón se le soltó la carga que llevaba, por desgracia en el carril contrario iban K y Shuichi, la carga impacto a tres carros más por la velocidad con que iba – Concluyo el relato.

– ¿Cómo está? – Millones de pensamientos se le venían y no sabía ni que decir, mucho menos preguntar.

– Aun no sabemos nada, lo están atendiendo en Nagano, pues quedaba mucho más cerca que traerlo hacia acá, y aun no he podido contactar con el médico –

– ¿Dónde están? –

– Vamos a la estación de policía, al parecer el carro ya se encuentra aquí, por ser carro de la empresa tengo que ir a dar mis datos y poner la denuncia sobre el accidente –

– ¿Riku? –

– Estaba bastante nervioso – se escuchó una pausa – No quiso quedarse en el departamento, me pidió que lo trajera conmigo –

– ¿Cuál es el nombre del Hospital en que esta Shuichi? –

– Eiri no vayas a ir a Nagano, Shindou y K serán traídos en ambulancia cuando estén estables y puedan soportar el viaje – Eso en vez de calmar a Yuki lo descontrolo y destrozo los pocos nervios que aun tenia trabajando con normalidad.

– Entonces ¿Está muy mal? –

– No lo sé Eiri, como te dije aún no he podido comunicarme, pero me dijeron que cualquier cosa ellos me iban a avisarme inmediatamente –

– ¿COMO QUIERES QUE ESTE CALMADO SI NISIQUIERA SABES COMO ESTA?–

– No nos podemos apresurar, la mejor decisión que podemos tomar es esperar, si no se encuentran aptos para realizar el viaje entonces nos movilizaremos a Nagano, pero de lo contrario me parece innecesario ir solo a perder el tiempo –

Yuki sabía que el razonamiento de Thoma estaba en lo correcto, eran 3 horas de viaje, además sus nervios no soportarían el viaje, mucho menos la angustia, pero necesitaba saber cómo estaba esa bola rosa, necesitaba saber que estaba bien.

– ¿En cuál estación están? –

– Vamos para la principal, te esperaremos – Cortando la llamada.

 

Cuando llego sus ojos no pudieron evitar agrandarse a todo lo que podían, lo primero que vio al encontrarlos fue a Riku llorando, jamás en todo el tiempo lo había visto de esa manera, se acercó lentamente temeroso de saber si el llanto era por la noticia anteriormente dada o por alguna información nueva que se diera de su amante.

– Eiri – Se levantó Thoma divisando a Yuki en el pasillo.

– ¿Qué pasa con Riku? –

Thoma dudo en responderle a Yuki con la verdad, trato de mirar a otro lado y buscar algo con que distraer al rubio.

– ¡HABLA¡ – Grito llamando la atención de varios de los que estaban a su alrededor y asustando al pequeño rubio que se había dado cuenta finalmente de la llegada de su padre, Yuki por su lado sentía su presión tan elevada como para que le diera un paro en ese mismo momento.

– Supongo que esta impactado – Dijo no muy seguro.

– Papá – Se le acerco y no pudo evitar abrazarlo – El carro… – No podía parar de llorar y su voz era interrumpida por jipidos.

– ¿Riku que sucede? – Quería calmar al más pequeño pero dudaba siquiera poder controlarse él mismo.

– El carro donde venía mamá… el carro… esta… está totalmente desecho – dijo agarrándose más fuerte de su padre.

Yuki levanto la mirada bastante consternada hacia el rubio mayor del lugar quien brevemente bajo la mirada.

– Eiri el carro no está… en muy buenas condiciones… – No sabía que más decir, después de haber visto el carro totalmente desecho, donde no se sabía cuál era la parte de atrás y cuál era la de enfrente del carro, su cerebro no pudo evitar sacar conjeturas, así como obviamente lo había hecho Riku, no se necesitaba ser un genio para saber que no había sido cualquier insignificante choque.

– ¿Llamaste al hospital? –

– Sí, me dijeron que el doctor encargado estaba terminando algunos expedientes que se comunicaría conmigo pronto –

Yuki levemente sobaba la espalda del menor de los rubios, el control por el que tanto se enorgullecía se estaba acabando.

– ¿EXPEDIENTES? – Trataba de calmarse y antes de seguir gritando a diestra y siniestra el celular de Thoma comenzó a sonar.

– Dígame – Yuki no podía escuchar nada pero estaba pendiente de todas las expresiones que hacia su cuñado, incluso Riku había parado de llorar y se había concentrado igualmente en el rostro de su tío.

– Comprendo – Decía solo dando algunas pequeñas asistencias, finalmente un suspiro salió de su boca – Me alegra, lo estaremos esperando aquí entonces, se lo agradezco mucho – finalmente corto la llamada.

Miro como ambos rubios estaban totalmente idos en él, sabía que si no hablaba probablemente esos dos se le tirarían encima.

– Están fuera de peligro ambos, van a ser traídos al hospital central de Tokio en poco tiempo, parece que aún tienen que hacerles algunos exámenes, y atenderlos porque tienen heridas que deben ser tratadas, pero decidieron mejor mandarlos aquí después de hacerles un chequeo y definir que están estables –

Finalmente Yuki y Riku pudieron respirar, pero aun así sumamente preocupados.

Después de estar en espera aproximadamente 2 horas les comunicaron que tanto K como Shuichi ya habían sido ingresados al hospital y tenían que ir a dar todos los datos de ambos.

Yuki sin más detalles se apresuró a proporcionar toda la información que necesitaban y de igual manera a tratar de averiguar todo lo que pudiera del estado de su amante.

– ¿Cómo esta mamá? – Pregunto sumamente angustiado Riku.

– Aun no sé nada – se sentía sumamente frustrado con toda esta situación – Solo que esperemos mientras lo revisan, aun no lo podemos ver –

Thoma se disculpó por que tenía aún muchos asuntos pendientes, prometiendo que a cualquier llamado él estaría ahí, los dos rubios se quedaron solos no por mucho tiempo, pues al rato apareció Hiro, Suguru, e inclusive Sakano con caras de preocupación.

– ¿Qué sucedió? – Un pelirrojo casi corriendo al divisar al rubio mayor.

– Shuichi tuvo un accidente en la carretera –

– Eso ya lo sabemos, lo que queremos saber es ¿Cómo estás? –

– Están fuera de peligro, pero aún no sé a ciencia cierta cómo se encuentren –

Riku solo podía ver con tristeza la escena, el solo hecho de hablar del accidente le dolía, quería a su mamá en ese momento pero el saber que era justo por él que se encontraban en esa situación lo hacía añorarlo más.

– ¿Fue fuerte el accidente? – Pregunto un tímido peliverde.

– Si – se escuchó una pequeña voz proveniente de Riku – El carro está totalmente inservible – dijo sacando su celular para mostrar las fotos que con todo el horror del momento pudo sacar.

Yuki para su desgracia ya había visto las fotos y deseo mejor no haberlas visto, la manera en como el auto había quedado era devastadora, no sabía siquiera si podría servir de chátara, y al ver la expresión de los demás se dio cuenta que ellos pensaban lo mismo por la expresión en su rostro.

– No puede ser – dijo totalmente fuera de si el pelirrojo comenzando a llorar.

Sakano decidió mejor sentarse y prevenir la posible molestia que causaría porque tendrían que levantarlo del suelo, mientras Suguru no podía decir nada, su garganta estaba atorrada, era imposible que las cosas resultaran de esa manera y más para alguien como Shuichi, tampoco pudo evitar soltar alguna lágrimas.

Interrumpiendo el llanto que se comenzaba a hacer partícipe de esa conversación muda apareció uno de los doctores.

– Familiares del señor Claude Winchester – Rápidamente el pelirrojo se acercó al médico.

– Soy su pareja – dijo dejando boquiabierta a varios de los que estaban ahí.

– El paciente no se encuentra muy bien – aclaro – Aun no le hemos practicado todo los exámenes que necesita pues no se encuentra del todo lucido, su cuerpo además está bastante magullado, tiene un brazo fracturado y una de sus piernas fue atravesada por un hierro, el señor Seguchi ya había dado su autorización para la cirugía que se le practico de emergencia para detener el sangrado, limpiar y cerrar la herida, también tiene bastante herido el rostro, sin ninguna herida grave en el área  todas las heridas fueron limpiadas, sin embargo con todo lo anteriormente dicho el paciente se encuentra fuera de peligro y estable, solo necesita unos exámenes más para descartar cualquier posible daño – Finalizo el médico, dejando a Hiroshi y a todos los demás un poco más tranquilos.

– Se lo agradezco doctor – Pudo decirle con sinceridad Hiro.

– ¿Y Shuichi Shindou? – Pregunto un pequeño rubio desesperado por saber el estado de su mamá, Yuki realmente quería desde ya ratos interrumpir al médico y preguntar lo que su hijo había preguntado, pero no quería parecer tan desesperado, internamente le agradeció inmensamente a Riku por preguntar.

– El paciente Shindou – le da la vuelta a las paginas y da una rápida leída y explica a los ansiosos familiares – Necesitamos una autorización para una pequeña cirugía en su antebrazo, además necesitara puntos en un herida que tiene en la rodilla – dice mirando a los presentes, dándose cuenta que los dos rubios del grupo se miraban bastantes afectados por lo mencionado – tranquilos – dijo refiriéndose más que todo a los dos anteriores – Es una cirugía menor solo para cerrar la herida que sin bien no es muy grande si es algo profunda, ya se le realizaron varios estudios y no hay ningún daño de importancia más que un sangrado y una herida que necesitara unos 3 puntos, pero esperamos no deje ningún rastro, lastimosamente por la fuerza del impacto su cuerpo se encuentra algo magullado, tiene una pequeña fisura en el tobillo derecho pero su estado es bastante bueno – finalizo el doctor.

– ¿Podemos pasar a verlo? – Pregunto el escritor feliz de saber que su baka estaba vivo y bastante bien considerando la magnitud del accidente.

– En este momento no, primero debemos cerrarles las heridas que necesitan sutura y cuando ya salga del quirófano pondrán verlo – dice llamando con la mano a una de las enfermeras – ¿Quién es el familiar?, necesitamos la firma de la autorización -

– Yo soy su pareja –

– ¿No hay ningún familiar? –

– No – contesta algo herido Yuki al ser tratado como un simple novio.

Un pequeño suspiro del doctor – Necesitamos un familiar directo del señor Shindou que autorice la cirugía – dice el medico dirigiéndose a Yuki.

– Sus padres no están avisados aun – comenta Yuki al doctor.

– Deben llamarlos y que vengan a firmar lo más pronto posible la autorización, sin ella no podremos hacer nada –

– Los llamaremos inmediatamente – dice el guitarritas de la banda mientras buscaba el número de la familia de Shuichi.

– Cuando la persona esté en el hospital por favor vayan inmediatamente con la enfermera que está en la estación a informarle, ella les dirá que hacer- dice esto y se va.

Finalmente se comunicaron con la familia del pelirrosa que llego lo más rápido que pudieron al enterarse del accidente y del estado de su hijo e inmediatamente firmaron el documento a esperas de información. Al transcurrir el tiempo y esperar a poder ver a sus seres queridos finalmente apareció el doctor dirigiéndose al ansioso grupo que esperaba por alguna noticia de los que se encontraban hospitalizados.

–Los familiares del paciente Shindou Shuichi pueden pasar a verlo, pero solo podrán entrar uno por uno para no perturbar la tranquilidad del joven, recuerden que debe estar tranquilo por lo que le rogamos no alterar al paciente – termino de explicar el médico.

Todos se miraron esperando quien daría el primer paso para entrar a ver a Shu.

– ¡Soy su hijo! Por favor déjeme verlo – dijo algo desesperado Riku.

– Riku es mejor que te calmes un poco, iré yo primero – dijo serio Yuki. Los padres de Shuichi comprendieron que ambos rubios estaban desesperados por ver al pelirrosa y decidieron ser pacientes y esperar su turno.

– Pe… pero…. – bajo el rostro y supo que su padre necesitaba ver a su mamá talvez más que él mismo por eso decidió tener un poco más de paciencia para ver a su madre.

– Entonces pace conmigo – apareció una enfermera para guiar al rubio donde se encontraba su amante, cuando por fin llego a la habitación la enfermera se retiró para darle más privacidad al escritor, finalmente ingreso a la sala para poder ver a su bola rosa.

– ¡Yuki! – escucho a su bola rosa emocionado de verlo, de igual forma él se alegró de verlo vivo y con su ánimo de siempre.

– Baka pensé que ya estabas en el otro mundo – dijo acercándose al pelirrosa y verificando que estuviera realmente bien, pudo ver que su cara tenía un buen golpe en la parte de la frente que estaba algo hinchada y roja, su brazo estaba vendado y su pierna tenía un yeso que le cubría desde la planta del pie hasta poco más arriba de la rodilla.

– Jamás me iría para dejarles el camino libre a todas esas sucias que andan detrás de ti, además no podría dejar por nada del mundo a Riku a tu cuidado – dijo haciendo un puchero.

– Eres un idiota – su mano suavemente acaricio el rostro del menor.

– Así me amas – dijo con una suave sonrisa sintiendo las carias del escritor.

– Eso quisieras ­– le dijo jalándole del cachete.

– ¡haaaay! ¡Suelta! ¡Suelta! ¿Qué no ves que me duele todo? ¿Por qué eres tan malo conmigo? – dice con lagrimones.

– Te extrañe baka – se le acerca y le da un tierno beso.

Shuichi inmediatamente le corresponde el beso y se le abraza del cuello para poder acercarse un poco más a su amado escritor.

– Tuve mucho miedo – dijo él menor apenas separándose – Por un momento pensé que no los volvería a ver, tuve miedo de no ver de nuevo tus ojos – dijo con pequeñas lágrimas, abrazándose del pecho del escritor.

– Yo también tuve miedo – admitió con dificultad y Shuichi recostado en su pecho pudo escuchar el acelerado latir de su corazón.

– Te amo Yuki – dejo de abrazarle para mirarlo a los ojos y lentamente darle otro beso – Nunca te dejaría –

Yuki no pudo más que sonreír, sonreírle a su bola rosa, sonreírle a la vida y sonreírse a él mismo por lo feliz que se sentía de tener a ese dolor de cabeza con él.

– Riku quiere verte también, estaba muy preocupado – dijo separándose de pelirrosa – A demás le prohibiré acercarse a ti de ahora en adelante – lo mira serio – lo estás haciendo llorón igual que tú – dijo mirando a Shuichi, mientras el menor no pudo evitar emitir una pequeña sonrisa por el comentario.

– Dile que venga a darle un abrazo a su mamá – dice con una gran sonrisa.

– No puedo creer que tú mismo te llames así – finalmente salió de la habitación para irle a avisar a su hijo que podía ver a su madre, este sin esperar más salió corriendo a donde su padre le había indicado, mientras tanto Yuki informaba del estado de Shuichi a los demás presente.

– Mamá – dijo al solo abrir la puerta de la habitación encontrando a Shu con los brazos extendido, como acto reflejo fue a abrazarlo con todo el cuidado que tenía pues aún se sentía nervioso, y unas lágrimas rebeldes comenzaron a salir.

– Así que no eran mentiras lo que dijo Yuki – le comento enternecido.

– ¿Eh? – se separó de Shu para mirarlo a los ojos confundido aun con lagrimones.

– Dijo que te estabas haciendo un llorón – sonrió y limpio con sumo cariño las lágrimas que tenía en la cara el adolecente.

Riku se sonrojo intensamente y volvió a abrazar al pelirrosa para que este no pudiera ver su rostro.

 – Estaba muy preocupado, además papá no debería de hablar, él también estaba llorando y su expresión daba miedo –

– ¿Yuki estaba llorando? – pregunto sorprendido

– Sí, estaba desesperado por saber algo, incluso quiso ir por su cuenta a Nagano – dijo como una pequeña venganza por haberlo llamado llorón.

– Waaaaaaaaaaaaa Yuki, Yuki, Yuki, Dios Yuki me ama – se removió alegre el pelirrosa sin importarle cuanta cosa estuviera conectada a su cuerpo.

– Mamá debes calmarte, no creo que sea bueno para ti estarte moviendo –

– Pero es que mi niño, que Yuki se ponga así por mí me pone muy feliz –

– Lo se mamá pero debes guardar reposo – comento feliz de ver a Shuichi mejor de lo que pensó y con muchos ánimos, estaba feliz de verlo feliz.

 

La recuperación de Shuichi duro unos tres días en el hospital más un mes de reposo total en casa, que obviamente esto no fue cumplido por el pelirrosa, y finalmente la terapia para que sus piernas y brazos se recuperaran del entumecimiento en que estuvieron todo ese tiempo.

A K por su parte le costó un poco más la recuperación pues su estado fue un poco más delicado, permaneciendo dos semanas en el hospital, mes y medio de reposo que tampoco fue cumplido y terapia, pero K no pudo quejarse pues todo ese tiempo tuvo a un pelirrojo que estuvo velando por él y su bienestar.

Al cabo de dos meses después del accidente Yuki, Shuichi y Riku habían salido a cenar para celebrar que Shuichi ya podía andar por él mismo.

– Yuki gracias por traernos a un lugar tan bonito – lo miro con una sonrisa que expresaba todo el amor que sentía por su escritor.

– No te emociones mamá, algo debe de querer papá – agrego Riku.

– Debí haberte ido a tirar al departamento – Mirando molesto al rubio menor y agrego – Si no quieres pagar tú la cena mejor cállate – Riku se rio por el comportamiento del escritor.

– Pero si quieres algo papá, vamos díselo ya – le dice feliz, Yuki lo mira y se da cuenta que Riku ya sabía todo su plan desde un inicio.

– Maldito mocoso – murmura entre dientes.

– ¿Qué me quieres decir Yuki? – lo mira Shuichi interrogante.

– Bueno… – Yuki suspira, cierra los ojos y trata de relajarse – Puede que me arrepienta de esto después – dice mientras comienza a buscar algo en su bolsa de saco, finalmente parece encontrarlo y toma una de las manos de Shuichi – Shindou Shuichi – comienza a maldecirse internamente por ponerse nervioso.

Shuichi lo mira sin realmente comprender que sucede y preocupándose que le diga su nombre completo y no alguna de las maneras de las cuales le suele llamar.

– ¿Sabes lo detestable que fue que yo no pudiera dar autorización de ti? Si algo te volviera a pasar preferiría ahorrarme las molestias, así que… – suspira una vez más – ¿Quieres casarte conmigo?

Notas finales:

jejeje gracias a todos por leer espero no fuera tan terrible XD y espero nos veamos en la próxima :D


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