Capítulo 10:
Haru no respondía, tal vez porque no sabía que responderle a Makoto o simplemente la respuesta a aquella pregunta era negativa.
-¿¡porque no contestas!?- Makoto se alteraba al notar la mirada perdida que tenía su pareja después de haber hecho aquella pregunta de manera tan inesperada – ¡Haru, respóndeme por favor!-.
El pelinegro seguía impactado, no sabía que decir. Si respondía de una forma inadecuada tal vez Makoto se enojaría con él o se pondría muy triste.
El castaño estaba angustiado, era la primera vez en mucho tiempo en la que no podía adivinar lo que Haru pensaba –perdón, por meterte en esto- dicho esto el más grande tenía intensiones de salir de la cocina, pero fue detenido por su pareja.
-Makoto- el menor tenía la mirada clavada en el suelo – Hay algo que nunca te dije, al principio realmente estuve indeciso y preocupado respecto a esto, debo admitir que hasta llegue a pensar en lo peor… -el menor hizo una pausa.
El castaño miraba con tristeza a su pareja, el realmente no había notado nada de eso.
-Pero… -Haru levanto la mirada y miro directamente a los ojos color esmeralda de su pareja – ahora estoy totalmente seguro de que quiero tener a nuestros hijos en brazos algún dia y quiero que tu estés conmigo para cuando ellos lleguen-.
Makoto abrió los ojos de par en par al escuchar aquellas palabras ser pronunciadas por la persona a la que más amaba – Haru…- pronuncia ahora con una pequeña sonrisa en el rostro – ¡me haces feliz!- dijo para finalmente rodear con sus brazos al más pequeño.
-Makoto, tengo miedo- dijo el pelinegro encogido en el pecho de su pareja – tengo miedo de que algo malo suceda y ustedes se separen de mi- ahora unas pequeñas gotas de agua salían por sus ojos y se deslizaban por sus mejillas humedeciendo la camisa del contario.
-Tranquilo Haru yo estaré siempre contigo, todo estará bien- las palabras del castaño tranquilizaron al de ojos azules.
Después de que Haru tomo su desayuno mientras que Makoto lo esperaba, ambos se encaminaron a la escuela con un paraguas en la mano ya que el clima amenazaba con que llovería.
Durante clases ambos trataron de olvidar aquella discusión que habían tenido en la mañana. Las clases transcurrieron un poco lentas. Hasta que por fin llegó la hora del almuerzo y subieron al tejado para encontrarse con Nagisa y Rei para almorzar juntos.
-¡Haru-chan, Mako-chan, el fin llegan ya tengo hambre!- grito con desesperación el pequeño rubio cuando noto que sus amigos entraban por la puerta.
-Nagisa-kun compórtese por favor- Rei le llamo la atención el peli azul.
-Perdonen por la tardanza, pasamos a la cafetería a comprar una bebida para Haru- explico el castaño mientras ayudaba al pelinegro a sentarse.
Gran parte del almuerzo hablaron de temas distintos como la natación y otros temas como el embarazo de Haru hasta que llegaron al tema del clima.
-Hoy está muy nublado- dijo Nagisa un tanto desanimado.
-Los reportes del clima habían predicho que esta semana estaría totalmente soleada- agrego Rei.
-Esperemos que no llueva para que podamos practicar en la tarde- dijo Makoto mientras volteaba a ver al cielo, cuando de repente una pequeña gota de agua callo sobre su mejilla.
-¡Oh no, ya empezó a llover!- dijo la chillona voz del rubio.
Todos se levantaron, Makoto ayudo a Haru a levantarse y todos regresaron adentro del edificio para luego dirigirse a sus respectivos salones.
La lluvia solo había durado poco tiempo, cuando las clases habían terminado la lluvia ya había cesado y la masa de nueves que se veía en el cielo se hizo notablemente ligera.
-Vamos Haru, los demás nos esperan- dijo Makoto mientras esperaba a que su pareja terminara de guardar sus pertenencias dentro de su mochila.
Ambos se dirigieron al club de natación donde ya se encontraban Nagisa y Rei. Todos se cambiaron y prepararon para entrar a nadar.
Nagisa fue el primero en entrar a la alberca – ¡Ay, el agua está muy fría!- se quejó después de haberse echado un clavado a la alberca.
Makoto se acercó al agua para tocarla con la mano y comprobar lo que había dicho su amigo y en efecto el agua estaba bastante fría -Haru, tal vez no deberías nadar hoy- dij Makoto un tanto preocupado.
-¿Qué?- Haru creyó que había escuchado mal al castaño, él no podía pedirle que no nadara.
-El agua está muy fría y podrá hacerte daño a ti y a…-el castaño no pudo terminar lo que decía.
-No quiero, voy a nadar-dijo tercamente el pelinegro mientras se dirigía a el agua.
-Hazme caso, el agua está muy fría- Makoto se puso en el camino de Haru y lo sostuvo de los brazos.
-En efecto Haruka-sempai, si entra al agua podría afectar su embarazo si llegara a enfermarse- apoyo Rei a Makoto.
El pelinegro se quedó callado por unos instantes –Está bien- acepto por fin de mala gana.
-Mientras entrenamos puedes quedarte descansando cerca- dijo Makoto ya más aliviado.
Haru asintió y obedeció a su pareja, estuvo sentado en una silla cerca de la alberca mientras observaba con tentación la alberca en la que nadaban todos.
Makoto lo observaba de reojo cada que podía, realmente no le gustaba ver a Haru así de triste, él sabía que nadar era algo muy importante para él y que impedirle esto le molestaba mucho a Haru, pero no había de otra él debía cuidarse. “tratare de recompensar a Haru cuando terminen las clases” pensó Makoto.
Cuando el entrenamiento se encontraba en su fase más cansada Haru se paró de la silla con intenciones de ir hacia donde estaban los vestidores.
-Haru, ¿A dónde vas?- pregunto preocupad el castaño.
-Al baño- contesto el contrario de la manera más seca, estaba irritado de verlos nadar a ellos y el no poder hacer nada al respecto.
-¿quieres que te acompañe?- pregunto el castaño mientras se preparaba para salir de la alberca.
-No- Haru se fue de la zona de la alberca dejando al castaño confundido.
-¡Ten cuidado y no tardes mucho!- grito el mayor desde la alberca y vigilaba a su pareja irse hasta que ya no pudo velo más.
Paso un buen rato y el pelinegro no regresaba, el castaño al notar esto empezó a preocuparse.
“Que pasa si le paso algo, y ¿si se siente mal? Debo ver donde esta Haru, se está demostrando mucho” pensaba preocupado Makoto.
-Chicos iré a buscar a Haru, regreso pronto- Makoto salió de la alberca y se dirigí a los baños más cercanos. Pero para su sorpresa Haru no se hallaba en ellos, esto preocupo mucho más a el castaño. Fue en busca de Haru por toda la escuela entrando a todos los baños de su paso pero no encontraba.
-¡Haru!- lo llamaba pero no había respuesta.