Capítulo 16:
La mañana siguiente, Makoto se preparaba para ir a la preparatoria, se encontraba vistiéndose mientras que Haru solo lo observaba sentado en el borde de la cama.
-Cuando regrese tienes que estar listo porque iremos con la Dra.- le recordaba con dulzura Makoto al de ojos azules – mientras tanto descansa mucho para estar lleno de energía para cuando nos vallamos-.
-Si- contesto no muy convencido Haru – ¿no iras al club hoy?-.
-Hoy no iré al club, para poder regresar antes- contesto con una sonrisa
– Ay, ya se me hizo muy tarde, me tengo que ir Haru, nos vemos en un rato- dijo finalmente cuando reviso el reloj de su mano y se percató de que el tiempo se iba muy rápido.
El castaño se acercó a pelinegro y planto un suave beso en sus labios.
-¿No vas a desayunar?- pregunto el menor cuando el beso termino.
-No tengo tiempo, supongo que comprare algo en la cafetería- dijo marchándose hacia la puerta del cuarto.
-Bueno, nos vemos-.
-Cuídate Haru-chan- el castaño se asomó por la puerta antes de irse.
-Vete ya o llegaras tarde- le recordó Haru.
-¡Ay si es cierto!- dijo finalmente mientras salía corriendo y bajaba las escaleras con rapidez.
Haru sonrió un poco cuando escucho sus pasos presurosos y el como abría y cerraba la puerta de la casa con una velocidad increíble.
-Solos al fin- se dirigió a sus hijos con esas palabras, últimamente cuando esta salo hablaba un poco con ellos.
El de ojos azules se levantó cuidadosamente con ayuda de la cabecera de la cama, ahora que su pancita había crecido más pesaba mucha más que antes, eso hacía que el caminara un poco más despacio y que se cansara rápido.
Se dirigió al baño, donde no dudo en preparar rápidamente la tina para tomar un baño. Su baño duro aproximadamente más de una hora.
Bajo a la cocina después de haber tomado un buen baño y miro al reloj que había encima del marco de la puerta de la cocina, apenas eran las 9:30 am, el pelinegro soltó un suspiro, faltaban más de cinco horas para que el más alto regresara.
Haru opto por preparar su desayuno, unos huevos fritos y algo de jugo de naranja fue su desayuno.
Ahora eran las 10:00 am
-¿Qué quieren hacer?- nuevamente Haru le hablaba a sus hijos.
Ellos respondieron con unas pataditas a Haru.
-Auch, no pateen tan fuerte- se quejó un una leve sonrisa.
Fue entonces que vio entre algunos objetos que estaban dentro de una caja un viejo libro de fotografías, un álbum para ser exactos. Lo tomo y fue a sentarse en la mesita del comedor, al parecer se trataba un álbum de Makoto y él cuando eran niños.
Empezó a hojearlo un poco, había fotos de él y de Makoto desde muy pequeños, casi recién nacidos, cuando salían a jugar o visitaban el puerto, había fotos de muchos momentos, en una que otra foto salía Nagisa o Rin en el club de natación. Se distrajo un buen rato viendo muchas de las fotos del libro.
Cuando Haru volvió a ver la hora ya era la 1:00 pm, decidió irse a cambiar para que Makoto lo encontrara listo, aunque todavía falta poco más de una hora.
Subió a su habitación y empezó a ver que se pondría, por alguna razón quería verse diferente hoy, quería arreglarse bien. Busco en su armario pero lo único que encontraba era ropa que ya no le quedaba o simplemente se le veía muy ajustada, eso de estar embarazado no le gustaba mucho cuando de ropa se trataba.
Después de un rato de buscar en entre tantas prendas opto por ponerse un pantalón de color café claro que si le quedaba y no se le veía mal, se puso una de las camisas de Makoto una chamarra azul encima y una bufanda, ya que afuera empezaba a hacer frio porque estaban diciembre. Ya listo se vio en el espejo un poco, no se veía tan mal, de hecho Makoto diría que se ve adorable si estuviera ahí.
Bajo nuevamente a la sala faltaba poco para que Makoto regresara, así que decidió ver un poco de televisión.
Pasaron los minutos y llego el castaño.
-¡Haru estoy en casa!- anunciaba el más alto mientras cerraba la puerta y se dirigía al comedor a dejar unas bolsas de compras, ahí fue cuando se encontró con Haru.
-Hola, Makoto- dijo muy tranquilo el de ojos azules.
-Hola- dijo con dulzura el más alto para luego acercarse a su novio y depositarle un pequeño beso en los labios.
-¿Cómo te fue?- pregunto el pelinegro.
-Muy bien, hoy tuvimos un examen y estuvo muy fácil, creo que me ira muy bien- respondía el castaño mientras ponía las bolsas de compras en la pequeña mesa- ¿y a ti como te fue? ¿Descansaste?-.
-Sí, un poco- Haru ahora miraba que tenían las bolsas.
-Bueno, iré a cambiarme rápido y nos vamos- anuncio mientras se retiraba. Haruka solo asintió con la cabeza.
Después de que Makoto se cambió ambos se dirigieron al hospital en el carro de los padres de Makoto, el castaño ya sabía manejar sobre todo después de que Haru estaba embarazado y había pasado el último accidente, así él podría atender cualquier tipo de emergencia y llegarían más rápido al hospital.
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Makoto y Haru se hallaban en el consultorio de la Dra. Shoni
-Tomen asiento- dijo la Dra. Shoni
Ambos se sentaron en unas sillas que se hallaban frente al escritorio de la doctora.
-¿Cómo han estado, en especial usted joven Nanase?- pregunto la doctora con una sonrisa.
-Bien- respondió Haru.
-Hemos estado muy bien, gracias- agrego Makoto.
-¿No ha habido algún malestar o síntoma de algo?- pregunto la doctora para así poder cerciorarse de que todo anduviera bien.
-No, todo bien- respondió Haru.
-Bueno ¿Qué tal si pasamos a la habitación de ecografías para poder ver cómo andan los nenes?- pregunto la doctora mientras empezaba a ponerse de pie.
-Claro- respondió Makoto emocionado.
Ya en la habitación y con Haru ya recostado en la camilla, la doctora vertió nuevamente el líquido frio para poder revisar a los bebes.
-Oh, perdonen por no haberles preguntado antes pero… ¿Les gustaría saber los sexos de los bebes?- la doctora Shoni recordó que antes no les había dicho que sexo tenían los bebes ya que los nenes no dejaban ver que sexo eran, pero esta vez sí se podía verlos perfectamente.
Haru y Makoto se miraron a los ojos al escuchar aquella pregunta, no lo habían pensado antes, a ellos realmente no les importaba que sexo tuvieran sus bebes, siempre y cuando estuvieran sanos ellos eran felices.
-Sí, si queremos saber- respondió el pelinegro antes que el castaño.
-¿Eh? ¿Si queremos?- pregunto el de ojos verdes, él pensaba que su novio prefería no saberlo, pero al parecer era todo lo contrario.
-Muy bien, veamos- la doctora empezó a buscar y a mover el pequeño aparato que tenía en las manos –mmm…-.
Por alguna razón desconocida el ambiente se volvió tenso y todos miraban fijamente a la pantalla que mostraba la casita de los bebes.
-¡Ah, aquí esta!- la doctora hizo una pausa- ¡Al parecer es una linda niña y un niño!... felicidades-.
Makoto sonrió de oreja a oreja, estaba realmente feliz por saber eso, les recordaba un poco a sus hermanos Ren y Ran ya que ellos también eran gemelos de sexos distintos.
-¡Haru tendremos una linda parejita!- grito emocionado Makoto mientras tomaba la mano del pelinegro con fuerza.
Haru solo sonrío en respuesta, él también estaba contento por saber eso, no es por nada pero también estaba un poco aliviado de que tuvieran ambos sexos ya que si solo fueran hombres tendrían una familia llena de hombre, pero con una linda niña en espera también tendrían a la princesa de la casa.
-Sin duda serán bebes muy hermosos como sus padres- afirmo la doctora.
-Gracias- respondió Makoto.
Después de eso todos salieron del cuarto, Haru y Makoto se despidieron de la Dra. Y luego se dirigieron a su casa, ambos con una sonrisa en sus rostros, porque pronto tendrían a una linda niña y un niño hermoso en brazos.
(Fin cap. 16)