Capítulo 19:
(En la academia de Samezuka)
Los chicos del equipo de natación se encontraban almorzando todos juntos en la cafetería de su escuela.
-El otro día Sousuke-sempai nado asombrosamente- comentaba el peli plateado mientras comía felizmente con los demás. Bueno todos parecían estar felices excepto por uno de ellos. Rin.
-No es para tanto, solo nade como de costumbre ¿verdad que si Rin?- el de ojos celestes ahora se dirigía a el pelirrojo el cual se mostraba sumido n sus pensamientos desde hace mucho tiempo -¿Rin, me estas escuchando?- repitió Sousuke al notar que no resabia respuesta.
-Ah… Etto si- contesto el pelirrojo el cual había salido un poco del trance en el que se encontraba.
-¿Rin-sempai, sucede algo?- Nitori ahora también lo interrogaba.
-Estoy bien, solo estaba un poco distraído… eso es todo- se excuso el pelirrojo aunque su respuesta parecía no tener el efecto esperado en los oyentes.
-Pues has estado distraído de esa forma desde hace mucho tiempo atrás- respondía Sousuke. Los ojos de Rin se abrieron en señal de sorpresa, Sousuke lo conocía muy bien como para darse cuenta de que algo no estaba bien con el.
-…No es nada…. En serio- dijo el de ojos carmesí a la vez que se levantaba y tomaba su bandeja de la cual todos los alimentos estaban intactos- Ya termine de comer, así que e adelanto- dijo el para finalmente retirarse de ahí sin ser detenido por nadie.
-¿Crees que debamos hacer algo?- pregunto Nitori en voz baja.
-Déjamelo a mí, yo veré que le sucede- respondió Sousuke.
El de ojos celestes se levanto de su lugar, retiro su bandeja de comida y se retiro por donde Rin lo había hecho hace unos segundos.
El pelirrojo ahora se encontraba caminando entre unas jardineras detrás del club de natación. Nuevamente estaba sumergido en sus pensamientos, con un rostro realmente perdido, todo lo que podía expresar era tristeza en momentos como ese.
_Rin point of view_
Desde la ultima vez que vi a Haru y me lleve esa mala noticia…no, esa desgracia, no he parado de pensar en el y en todo lo que pudimos haber hecho si yo hubiera estado en el lugar de Tachibana, lo hijos que Haru espera ahora serian producto mío, seria realmente feliz, y se que Haru también lo seria porque por nada en el mundo lo haría infeliz a el…. Pero ese idiota de Tachibana se me ha adelantado… maldición.
Porque la vida me tiene que tratar de esta forma, yo solo pido un poco de felicidad.
-¡Rin!- ¿eh? Esa es la voz de Sousuke -¡Tenemos que hablar!- viene corriendo hacia mí.
-¿Qué sucede, Sousuke?-.
-Ese es mi dialogo- el hizo una pausa -¿Qué te sucede a ti?-.
Me he quedado inmóvil, Sousuke se ha dado cuenta, pensé que estaba ocultando mis emociones muy bien. Tendré que mentirle… otra vez.
-Solo necesitaba venir a respirar aire fresco- digo mientras muestro una sonrisa de las que últimamente estoy acostumbrado a enseñarle a la gente que me rodea.
-Rin, te conozco lo suficiente como para poder saber que no es así- su expresión al decirme esto es seria y firme, como siempre. Como me gustaría poder mostrar una expresión como esa siempre.
-En serio que no es nada…- gotas calientes han empezado a correr por mis mejillas cuando he dicho esto. Mi cuerpo se ha puesto rígido.
-Rin…- los ojos de Sousuke se han abierto, como si estuviera sorprendido o e tuviera lastima –No llores- se esta acercando a mi. Ahora esta abrazándome, me rodea con esos grandes brazos, su olor entra por mi nariz, sin duda el olor de Sousuke es bueno pero… no puedo más, yo solo amo a una persona y esa última resulta no corresponderme.
-Detente Sousuke- me desecho de su agarre. Lo conozco muy bien como para saber como terminara esto, conozco muy bien los sentimientos que el tiene hacia mi, pero así como mis sentimientos no son correspondidos yo no puedo corresponder los de el… si dejo que siga al final terminare lastimándolo a el y a i mismo.
-¿Por qué?-me ha preguntado -¿Por qué no soy Nanase? ¿Es por eso?- su rostro ha cambiado, ahora muestra enojo.
-Lo siento, simplemente no puedo- eso es lo ultimo que diré, debo irme a otro lugar, no puedo estar... no soportaría estar más tiempo así.
He empezado a correr, dejando atrás a mi mejor amigo. Por el momento es lo único que puedo hacer. Correr.
_Rin point of view end_
(En casa de Haru)
-¿Y cuando se irán?- pregunto el pelinegro a su novio el cual se encontraba lavando los platos de la cena.
-Dentro de dos semanas- respondió mientras colocaba el último plato en su correspondiente sitio para su secado.
Las pruebas para entrar a las regionales de este año nuevamente estaban ya pisándoles los talones a los chicos, serian en dos semanas, lo que indicaba que Makoto y los otros miembros del club tendrían que viajar para poder ir a las pruebas que daban lugar en algún sitio que no quedaba muy cerca. Haru se quedara en casa ya que es muy riesgoso realizar el viaje en esas condiciones. Lo que quería decir que necesitarían a alguien que cuidara de Haru durante el tiempo que el castaño no estuviese en casa.
-Aunque todavía no encuentro quien pueda estar cuidándote mientras no este yo, mis padres no estará tampoco en casa durante ese tiempo así que las cosas se complican… tal vez pueda pedírselo a algún vecino-.
-Estaré bien solo- interrumpió el pelinegro.
-Haru, no podemos tomar ese riesgo, ya estas en tu séptimo mes de embarazo, cualquier cosa podría pasar, si algo más te llegara a pasar no podría soportarlo… debes entenderlo- Makoto había hablado de suplicante a serio.
El de ojos azules soltó un suspiro.
-Esta bien- dijo finalmente, cuando el mas alto terminaba hablando de esa forma Haru no podía decirle que no.
Makoto mostro un sonrisa a su novio.
-Gracias, Haru-chan-.
-Quítale el chan-.
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-Gracias Tama-chan, se lo agradezco mucho- decía Makoto el cual hablaba con una vecina de tercera edad con la cual siempre se había llevado desde hace mucho, ella era una de sus pocos vecinos de confianza.
-No hay de que, es lo menos que puedo hacer por las incontable veces que me has ayudado a barrer- decía la viejita con una suave y sincera sonrisa en su rostro.
-Entonces dentro de dos semanas le encargo a Haru, le diré todos los detalles cuando regrese de la escuela-.
-Hi, hi-.
-Bueno se me esta haciendo tarde, gracias y cuídese- decía muy agradecido y aliviado el castaño mientras iba retirándose en camino hacia su escuela. Era muy bueno que al fin pudiese encontrar a alguien que le ayudara a cuidar de Haru en su ausencia.
(Fin cap. 19)