Capítulo 20:
-¡Vamos chicos naden como nunca o han hecho!- esos eran los gritos provenientes del entrenador Sasabe durante las practicas de natación.
-Goro-chan, danos un descanso, hoy hemos estado practicando toda la tarde…. ¡Además hoy es Domingo!- se quejaba Nagisa en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo.
-Cuando estemos en las regionales me darás las gracias por haberte hecho entrenar tan duro- respondió dándole ánimos para seguir.
-Vamos Nagisa-kun, no falta mucho- animaba Rei, que se encontraba nadando hacia ellos.
-¡Vamos, no se entretengan hablando y pónganse a nadar!- grito enojado Sasabe al notar que ahora los otros chicos también se acercaban para unirse a la conversación.
-¡Hi!- contestaron todos al mismo tiempo.
La práctica siguió maso menos así, con un entrenador que no les daba ni n respiro para poder descansar. Después todos se dirigieron a los vestidos para ponerse sus respectivos uniformes y poder al fin irse a casa y hacer sus deberes.
-Mako-chan- llamó Nagisa al castaño mientras este se colocaba su camisa.
-¿Qué sucede Nagisa?- respondió con una sonrisa el aludido.
-Ya le diste la noticia a Haru sobre las regionales-.
-Si-.
-¿Y como lo tomo el? – pregunto preocupado el rubio.
-Yo diría que bien… creo-.
-¡Eso no esta bien Mako-chan, debes estar seguro de que Haru-chan no se sentirá abandonado!- grito en forma de queja Nagisa provocando que todos los presentes voltearan a verlos.
-Nagisa, podrías bajar un poco el volumen- pidió Makoto en susurro.
-Perdón Mako-chan, pero debes estar seguro de lo que te dije antes de que nos vayamos- agrego en susurro el chico pingüino mientras terminaba de abrocharse algunos botones de su camisa.
-Hai hai- respondió Makoto tratando de mostrar una sonrisa.
-Nagisa-kun, hay que apresurarnos o si no alcanzaremos a llegar- llego Rei.
-¡Oh, es cierto! ¡Demos nos prisa Rei-chan!- grito Nagisa alarmado mientras tomaba a su mochila y la mano del peli azul para así salir corriendo -¡Nos vemos mañana, Mako-chan!-.
Después de ese acto el chico de ojos verdes se apresuro también, quería llegar temprano a casa, hoy tenia muchas ganas de abrazar a su pequeño delfín.
Camino a casa hizo lo e siempre, paso al súper y compro algunas cosas para Haru y se dirigió en camino a casa de pelinegro.
-¡Haru, estoy en casa!- aviso el chico alto mientras cerraba la puerta detrás suyo.
-Oh, hola…- el chico pelinegro apareció por uno de las puertas más cercanas a la entrada, al parecer estaba en el comedor.
Makoto no pudo evitar sonreí de oreja a oreja, Haru se veía tan lindo, su pancita era realmente enorme, el chico pelinegro realmente se veía tan abrazable en ese estado.
-Porque sonríes así tan de repente- pregunto inclinando un poco la cabeza.
-Por nada- dijo sonriendo el contrario mientras se acercaba y le daba un gran abrazo a su novio. El vientre del contrario no permitió que sus cuerpos se juntaran por completo pero esto no pareció importarle al castaño.
-Makoto…- dio un poco confundido el contrario.
-Haru…- respondió Makoto para luego separarse un poco y besar aquellos suaves labios del contrario.
El menor se separo al notar el comportamiento del contrario.
-Makoto, ¿Pasa algo?- pregunto finalmente.
-Haru… es solo que… ¿En serio eta bien que vaya a las regionales? ¿Estará en serio todo bien?-.
El pelinegro abrió un poco los ojos sorprendido, Makoto se veía reocupado, luego solo le dedico una pequeña y casi invisible.
-Tranquilo…. Realmente todo esta bien, no te preocupes, estaremos bien en tu ausencia-.
El alma de Makoto se calmo un poco al escuchar aquellas palabras tan suaves y comprensibles.
El mayor volvió a besar al más pequeño como agradecimiento.
El beso duro un buen rato, pero no llego a ningún nivel más alto, solo se quedo como un leve contacto húmedo y tierno entre sus labios.
Ambos cenaron pacíficamente después de ello, intercambiaron algunas oraciones y luego se dirigieron a tomar un merecido descanso.
<O>O<O>O<O>O<O>O<O>
Rin y Sousuke habían estado muy distantes desde aquella platica, Rin no se sentía preparada para poder volver a hablar con su amigo, dormían en el mismo cuarto pero aun así el pelirrojo trataba de no estar todo el día en el y en las practicas y las clases se alejaba lo más que se pudiera. Lo que él no sabia era que sus acciones dañaban a Sousuke.
Cada día que pasaba era tan horrible como para Rin como para Sousuke, pasaban un día entero pensando en cosas que solo los lastimaban cuando venían a sus metes. Por parte de Sousuke, el se sentía mal por la forma en que su amigo o evadía, pensaba en lo que pasara después, en si volverían a ser amigos, o si ya todo había acabado.
Por otro lado, Rin pensaba en dos cosas, una era la situación que tenia con Haru, el en serio había llegado en amar tanto a Haru, estuvo completamente desecho cuando se entero de que el esperaba un hijo de alguien más. Pero todo empeoro cuando Sousuke le dijo sus sentimientos, el quería poder corresponderlos pero no podía, al menos no ahora, todavía pensaba en Haru de forma amorosa, primero debía sacárselo de la cabeza antes de poder amar a alguien más, si no era así no solo se lastimaría así mismo sino que también terminaría lastimando a Sousuke.
Así transcurrieron las dos semanas antes de las pruebas para las regionales en Samezuka. Con un ambiente un tanto incomodo y ansioso, sobre todo para ellos dos.
(Fin cap. 20)