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La libertad no es gratuita por Litziar

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Notas del capitulo:

Hola, como han estado?

Aqui les traigo la continuación del fic, otra vez tarde pero ya saben que siempre es así.

Esta vez me adelante un poco aquí Haru ya tiene 8 semanas de embarazo.

Disfruten su lectura!

Capítulo 7:

El pelinegro abría de manera lenta y cansada sus ojos para así encontrarse con su amado castaño el cual todavía dormía a un lado suyo. No quería despertarlo así que el pelinegro solo se acomodó un poco y siguió observando tranquilamente como dormía su castaño. Era domingo por la mañana, el día anterior Haru había venido a casa de Makoto para ver una película, pero se había hecho tarde así que se quedó a dormir en su casa.

La principal razón por la que Haru fue a casa de Makoto fue porque habían planeado explicarles a los padres de Makoto la relación que llevaban ambos y sobre sus nietos los cuales vienen en camino. Al principio sus papás se habían sorprendo mucho, pero al final terminaron por aceptar la situación y desearles y darles todo el apoyo posible a ambos, tanto que mientras cenaban la mamá de Makoto no paraba de hablarle a Haru sobre sus experiencias en sus embarazos pasados y darle algunos consejos, en resumen el decirle a los padres de Makoto la noticia había sido un éxito.

La luz del sol que se filtraba por las ventanas no era muy molesta, los padres de Makoto siempre salían a hacer ejercicio en la mañana y los hermanos menores de Makoto Ren y Ran todavía se hallaban dormidos en sus respectivas habitaciones. No había ni un solo ruido a excepción del de los pájaros que siempre cantaban por la mañana, era una mañana tranquila en la casa de Makoto.

-¿Haru?...- el mayor abrió sus ojos un poco, ya se había percatado de que Haru ya se encontraba despierto.

Haru no respondió solo le dedico una pequeña, y apenas notable, sonrisa.

-¿Tienes hambre? ¿Ya quieres desayunar?- el mayor empezó a sentarse sobre la cama un poco preocupado por lo que diría el más pequeño.

-No… todavía no- el pelinegro tomo las sabanas y se cubrió con ellas para poder sonrojarse dentro de ellas sin que el contrario se diera cuenta- quiero quedarme un poco más en la cama…contigo-.

-¿Te sientes mal? ¿Quieres ir al doctor?- el mayor pregunto preocupado por su pareja.

-No me siento mal- contesto desde su escondite.

Makoto entendió lo que Haru quería y se acercó al bulto de sabanas que ahora mostraban un cuerpo acostado que le daba la espalda, retiro las sabanas del rostro de Haru- Está bien, vamos a quedarnos un rato más en la cama- el mayor planto un pequeño y suave beso en los labios del menor y luego lo abrazo rodeando sus caderas con sus grandes brazos y colocando sus manos sobre el pequeño vientre de su novio.

-Los quiero mucho a los tres- susurro Makoto en el oído de Haru.

-También yo los quiero mucho-.

-Ya se puede sentir como han crecido, esperó que pronto crezcan aún más- dijo Makoto con una pequeña sonrisa.

-Yo también… sino me empezare a preocupar- Haru también mostro un pequeña sonrisa mientras sentía con Makoto plantaba pequeños besos en su cuello.

Ambos se quedaron dormidos después de un rato, y durante todo el tiempo permanecieron abrazados.

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-Makoto… despierta- el menor ya se hallaba despierto otra vez – son las doce de la mañana-  

-Uh? Haru… ¿qué sucede?- el mayor dijo todavía entre sueños.

-Tengo hambre, vamos a desayunar- el pelinegro empezó a orillarse en la cama para poder

-¿Qué quieres desayunar? Yo lo preparare- Makoto también se empezaba a levantar.

-No te preocupes, yo puedo cocinar-.

Haru se levantaba de la cama cuando, de manera inesperada, sintió una pequeña pulsada de dolor en el vientre la cual hizo que se volviera a sentar en la orilla de la cama y mostrara una pequeña mueca de dolor.

-¡Haru!- el castaño se acercó al pelinegro muy preocupado – ¡¿Estas bien?!-.

- Si…- respondió Haru mientras se incorporaba –sentí como se movían-.

-¡¿En serio?!- Makoto dejo a un lado su preocupación y mostro una sonrisa de oreja a oreja- ¿Puedo sentir?-.

El más pequeño asintió y tomo la mano del más grande para ponerla sobre su vientre  y que este pudiera sentir el movimiento de sus bebes pero por desgracia para ambos ellos no volvieron a moverse.

-Vamos, muévanse un poco para que papa pueda sentirlos- susurro Makoto con una sonrisa.

-Creo que por ahora no se volverán a mover-.

-Está bien, vayamos a desayunar tal vez así quieran moverse otra vez- Makoto se levantó de la cama y ayudo a su pareja a levantarse para así juntos dirigirse a la cocina la cual estaba vacía y daba la impresión de un que los papas de Makoto y sus hermanos ya habían desayunado y hasta les habían dejado el desayuno a ambos en la nevera.

Desayunaron en silencio y con calma, el castaño podía notar como el pelinegro saboreaba cada bocado que daba y la manera rápida y un poco excesiva en que comía, pero después de todo eso era normal ya que las personas embarazadas suelen comer por dos personas, aunque en este caso tal vez por tres a la vez.

Cuando Makoto y Haru habían terminado de desayunar, el mayor levanto los trastes y limpiaba un poco mientras que Haru se encargaba de lavar los trastes.

-Makoto…- el pelinegro sonaba serio – he estado pensando que va a pasar con la natación, pronto no podre nadar más y el próximo relevo ya está cada vez más cerca-.

El castaño se detuvo en seco- tranquilo Haru, ya encontraremos la solución para la persona que nos falta en el relevo, los más importante ahora eres tu- se acercó a abrazar al menor.

-¿Y como se lo explicaremos a los demás?-.

-Todo a su tiempo, se lo diremos a los demás cuando el tiempo de hacerlo llegue- Makoto sonaba muy relajado.

-¿Y hasta cuando crees que tendré que dejar de nadar?- Haru atacaba a Makoto con preguntas.

-Lo más conveniente es que dejes de hacerlo ya puesto que ya vas a cumplir las nueve semanas de embarazo y tu vientre ya se puede notar un poco- contesto Makoto, había recordado las indicaciones de la doctora.

-Creo que tienes razón- admitió el pelinegro un poco forzoso.

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(Al día siguiente)

Todos se hallaban en los vestidores del club de natación, estaba poniéndose sus trajes de baño para poder empezar el entrenamiento.

Todo iba perfecto, talvez ya se notaba un poco un voltito en el vientre de Hru pero por el momento ellos creían que todo iba bien, Makoto y Haru habían quedado en decirles la noticia a todos dentro de unas semanas.

Pero todo el plan fue estropeado por un comentario que a Nagisa se le ocurrió decir- Ah! Haru-chan parece que has subido de peso, deberías dejar de comer tanta caballa- dijo de forma burlona.

Haru y Makoto voltearon a verse el uno al otro, tal vez tenían que decirles ahora sobre la situación antes de que pudiera surgir algún mal entendido.

Makoto tomo valor y hablo- Rei, Nagisa hay algo importante que debemos decirles, la verdad es que….-.

 

 

(Fin cap. 7)

Notas finales:

Bueno pues este fue el cap. 7 de este fic, espero y les halla dejado picados (y que les halla gustado) la continuacion como siempre la subire el prox. VIERNES.

Hasta la proxima!


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