Capítulo 9:
“Hola hermano, ¿Cómo has estado? .Yo he estado muy bien al igual que los chicos. Cambiando de tema, ¿tu sabias que los chicos pueden tener hijos entre ellos?, yo no lo sabía hasta hoy cuando Nagisa-kun me dijo que Haruka-sempai esperaba gemelos de Makoto-sempai! ¡Qué lindo! ¿No crees? En fin contesta mi mensaje por favor, buenas noches hermanito”
-Kou-
El pelirrojo no podía creer en lo que acababa de leer, eso era prácticamente imposible hasta donde el sabia. No podría tratarse de una broma ya que no había motivos para que su hermana bromeara con un tema como ese, tenía que ir y comprobarlo por si mismo.
Salió de la habitación a toda velocidad azotando la `puerta y dejando al peli plateado preocupado.
OOOOOOO
Ya estaba obscuro afuera y Rin se encontraba subiendo las escaleras que llevaban a la casa de Haru.
Él estaba totalmente confundido “Los dos son hombres no pueden tener hijos entre ellos” pensaba repetidamente para sus adentros “Tal vez solo es una confusión… o ¿un embarazo psicológico?” trataba de consolarse.
Cuando al fin llego a casa del pelinegro toco la puerta sin pensarlo dos veces – ¡Haru, tenemos que hablar abre la puerta!- gritaba mientras tocaba la puerta a golpes.
La puerta se abrió, al parecer Haru acababa de bañarse y ya iba a dormirse puesto que tenía el pelo mojado y vestía ropa holgada.
-¿Qué sucede Rin?- dijo Haru un poco sorprendido por la forma en que se encontraba el pelirrojo.
-¡¿Cómo puedes preguntarme eso?!- Rin se enojó por la pregunta del contrario.
Haru se quedó en silencio, el realmente no sabía porque se encontraba tan agitado su amigo.
Rin suspiro- seré directo…. Acaso tu- tomo aire – ¿estas embarazado de Makoto?- pregunto al fin.
El pelinegro abrió los ojos de par en par- ¿Quién te dijo eso?-.
-¡Eso no importa! Estas ¿sí o no?- volvió a preguntar el pelirrojo.
-Si… si lo estoy-.
Ese fue el golpe de gracia para Rin, cayo de rodillas frente a Haru mientras mantenía la mirada clavada en el suelo “Así que si era verdad, lo he perdido” decía en sus adentros.
Haru tenía una cara molesta, no le agradaba como había actuado el pelirrojo- bueno si eso es todo de lo que querías hablar, entonces me iré-.
Haru cerró la puerta de su casa frente a Rin.
-¡Maldición!- gritaba el pelirrojo mientras golpeaba el suelo con sus manos frente la casa de Haru. Algunas lágrimas empezaron a salir de sus ojos estaba realmente molesto ,con un combinación de tristeza, la peor combinación de sentimientos. El amor de su vida esperaba un hijo de alguien más, él estaba realmente destrozado.
Paso un rato para que el mismo reaccionara y volviera a la realidad, así que empezó a caminar sin rumbo alguno entre las calles “solo necesito olvidarlo todo” decía para si mismo.
OOOOOOO
(Al día siguiente)
Haru se encontraba disfrutando de un relajante baño matutino, como ya era costumbre antes de ir a la escuela. Estaba pensando mucho en lo que había sucedido ayer con Rin, pero fue interrumpido de sus pensamientos cuando la puerta del baño fue abierta
-Voy a entrar- anunciaba el castaño mientras entraba al baño –vamos Haru sal de la bañera llegaremos tarde- el castaño le extendió su mano para ayudarlo a salir de la tina mientras mostraba una cálida sonrisa y como siempre el pelinegro tomo su mano para salir.
Cuando el pelinegro estaba totalmente de pie, aun dentro de la tina, el castaña empezó a sonreír de oreja a oreja.
-¿De qué te ríes?- pregunto Haru al notar la expresión de Makoto.
-No es nada, solo estoy feliz por ver cómo han crecido- Makoto volteo a ver el vientre de Haru que ahora era más notable.
El pelinegro volteo a ver su vientre y lo acaricio un poco con su mano derecha - tienes razón- le contesto al contrario con una pequeña sonrisa.
Haru salió de la tina por completo y el castaño le empezó a ayudar a secarse con una toalla.
-Me voy a cambiar, ya puedes irte- dijo el pelinegro mientras se dirigía a la salida del baño, pero fue detenido por su pareja la cual le tomo el brazo.
-¿Quieres que te ayude a cambiarte?- pregunto con un tono travieso al mayor.
El más pequeño quedo sonrojado pero no le desagradaba la idea por completo- has lo que quieras-.
Makoto tomo eso como un “si” tomo a Haru de la barbilla y le dio un beso muy encendido para luego llevarlo a su habitación y ayudarlo a ponerse el uniforme.
Cuando terminaron de cambiarse bajaron a que Haru desayunara. El castaño solo observaba con una sonrisa el gran apetito de su pareja.
Pero la sonrisa de Makoto desapareció cuando recordó algo que lo tenía intrigado -Haru he querido preguntarte algo desde hace un tiempo…-.
-Que sucede… Makoto- el menor dejo de comer al notar la seriedad en la cara del mayor.
-Haru, tu realmente quieres tener al bebe, ¿verdad?-.
(Fin cap. 9)