Luego de media hora sonó la alarma de inicio de clases y Nico no pudo odiarla más, Percy se veía tan lindo e inocente dormido sobre sus piernas que no quería despertarlo pero no quería meter en problemas al menor así que de manera suave lo movió.
-Ya es hora, despierta niño si no vas a llegar tarde a clases,- le gustaba poder decirle niño ya que ahora él era el mayor aunque fuera solo por un año su estatura le daba ventaja y todo lo que había vivido le había dejado cierta madurez que nada tenía que ver con su edad.
-Que me llamo Percy – hizo un leve gesto de enojo que por el sueño se vio como un tierno puchero.
-Ya, ya te diré Percy- y por primera vez Percy vio una pequeña sonrisa en Nico, lo cual lo alegro demasiado por algún motivo sentía que podría ser de las únicas sonrisas sinceras del mayor. Nico se levantó y le tendió la mano a Percy para ayudarlo a levantarse.
Cada uno partió a sus clases despidiéndose con la mano sin saber que se verían en pocos minutos. Percy partió a su salón para encontrar que dentro solo se encontraba un compañero, el cual al notar que alguien había llegado volteo a ver quién era, al mirar al recién llegado sus mejillas adquirieron un color rojo, era el chico nuevo, aquel que desde el momento en el que llego al salón había llamado su atención, sus hermosos y expresivos ojos verdes, sus finos rasgos, su amable y tranquila sonrisa, no podía apartar sus ojos de la figura de Percy.
-Disculpa donde se encuentran todos-¿cuándo se había acercado tanto el nuevo?, podía verlo a escasos dos pasos de él, mirándolo muy atento lo cual lo ponía nervioso, espera acaso le había hablado.
-Ehh- como le pasaría a cualquier persona que se encuentra en frente de la persona que le gusta el cerebro se le congelo y no pudo decir nada más inteligente.
-Pues sí, ¿No sabes dónde se encuentran todos?- ahora si había prestado atención a la pregunta y duro algunos segundos en procesar la respuesta, pero es que esos atentos ojos verdes no eran algo bueno para la rapidez mental
-Nos toca Educación Física, y todos fueron a cambiarse a los vestidores- bendita suerte de que se le hubiera olvidado su cambio de ropa en el salón, había logrado hablar con Percy
-Oooo y ammm podrías mostrarme como llegar a los casilleros- definitivo ese era su día de suerte tendría el privilegio de acompañar a su nuevo compañero hasta los vestidores.
-Claro, de hecho iba para allá- comento con una amable sonrisa
-Gracias- le sonrió de vuelta Percy, y así fueron juntos a los vestidores, el hijo de Poseidon al ser una persona hiperactiva y para nada callada, empezó a hablar con su compañero de temas banales y sin importancia pero que al otro se le hacían súper interesantes, había descubierto lo amigable y sencillo que era Percy y sin darse cuenta ya lo consideraba un amigo invaluable.
Cuando llegaron a los vestidores, Percy fue inmediatamente con el profesor que ya se encontraba ahí para que le pudieran asignar su vestidor y un uniforme, después de una larga mirada del profesor que incomodo un poco a Percy este lo llevo a un casillero, el cual abrió y dentro se podía observar más de una docena de uniformes, el entrenador busco un poco y después le paso un uniforme a su nuevo alumno, por ultimo le señalo un casillero que Percy supuso que a partir de ese día seria suyo, camino hacia los vestidores, se cambió al uniforme de deportes y después guardo su ropa en su nuevo casillero y feliz de la vida camino hacia la cancha siguiendo a los demás.
-Bueno alumnos, yo soy su profesor de Educación Física, por cuestiones de la dirección se decidió que esta clase la tomaran con sus compañeros de un curso mayor, así que conozcan a sus compañeros de clase.- dijo mostrándole a los jóvenes que en la cancha ya se encontraba otro grupo charlando y jugando entre ellos, cuando Percy miro a sus nuevos compañeros sonrió ahí se encontraba su nuevo amigo Nico el cual ya lo veía fijamente, levanto la mano y con efusividad lo saludo, Nico correspondió con una casi imperceptible sonrisa y un saludo de mano, sus demás compañeros se quedaron sorprendidos nunca había visto ese gesto en su compañero.
-Bueno, bueno como veo que algunos de ustedes ya se conocen me harán el favor de pasar al frente- señalo el entrenador a los dos jóvenes, Percy se puso rojo al notar la atención de todos sobre él y Nico pues solo pasó serio al frente donde se encontró con Percy y el entrenador.
-Bueno alumnos este año se decidió que entrenarían cualquier arte marcial, lucha o pelea cuerpo a cuerpo, o lucha con armas, es decir puede ser desde karate, lucha grecorromana, esgrima o lo que se les antoje entrenar, para empezar harán equipos con algún compañero de otro curso que quiera practicar lo mismo que ustedes e irán pasando pareja por pareja al centro para mostrar sus habilidades , y ya que se ofrecieron voluntarios sus compañeros serán los primeros, detrás de ustedes hay armas de entrenamiento por si quieren practicar con estas- señalo a Percy y Nico y estos asintieron por alguna rara razón los dos tomaron espadas de la mesa de armas.
-Ok cuando dé la señal empezaran el combate, no quiero que se lastimen, ni ataquen con más fuerza de la necesaria- esto más bien lo dijo dirigido a Nico, todos veían la diferencia entre los adversarios y no se les hacía justo para el más joven.- Tomen posiciones.- el profesor se sorprendió al notar que los dos alumnos se ponían en una perfecta posición- empiecen- por alguna misteriosa razón Percy se sentía entusiasmado y contento, sentía que la espada era parte de él, sabía que movimiento hacer para atacar y cuales para defender, se movía con soltura y elegancia, quien lo viera no podría despegar la vista de sus hermosos movimientos, Nico no se quedaba atrás, aunque sus movimientos fueran más agresivos eso no les quitaba lo hermoso, era como una danza digna de ver, los dos atacaban al contrario y se defendían rápido, se veían parejos, todos estaban sorprendidos, de verdad no se esperaban esa muestra de habilidad por parte de los dos, nadie podía separar la mirada de la batalla era algo digno de ver.
Percy se sentía libre, feliz, completo, mas viendo sus sentimientos reflejados en los ojos de mayor, se divertían era des estresante, una leve sonrisa adorno la cara de ambos oponentes , Nico por su parte no podía dejar de recordar cuando Percy le enseñara a combatir, siempre había disfrutado de ver el singular estilo de pelea del hijo de Poseidon, era algo digno de ver y de admirar, disfrutaba de esas peleas donde trataba de demostrarle que había mejorado, pero sabía que Percy siempre le llevaba la ventaja, el ahora menor era demasiado ágil, rápido e inteligente y aunque él no se quedaba atrás nunca había logrado la victoria.
Luego de una interesante batalla, Percy con un movimiento de pies logro hacer que Nico perdiera el equilibrio y cayera, dejándolo como el vencedor.
-Bravo, todos apláudanle a sus compañeros, creo que este año tendremos unos dignos representantes de la escuela- comento el entrenador con una sonrisa.- Espero y ayuden a sus compañero jóvenes, Cierto se me olvidaba, alumnos este año contaremos con el apoyo de un joven experto en estas artes, recíbanlo con respeto, pasa por favor y preséntate, señalo el entrenado a un rincón al cual nadie había prestado atención de donde se paró una figura y camino hacia el grupo.
Todas la alumnas no pudieron retener una exclamación cuando pudieron distinguir al joven, era alto, atlético, rubio, ojos azules, en resumen todo un dios griego, o más bien romano, las miradas que le dirigían al ayudante del entrenador eran diversas, sorpresa, admiración, curiosidad, fastidio pero sobre todas resaltaba una de odio la cual fue correspondida por un momento por el mayor.
Percy veía al nuevo ayudante de su entrenador se le hacía conocido pero no lograba reconocer de donde, así que decidió dejar de ponerle atención y voltear a ver a Nico sorprendiéndole la mirada que le dirigía al mayor.
Por la mente de los dos mayores solo pasaba un pensamiento, Esto apenas empieza….