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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Inspirado en la canción “Everybody hurts” del grupo REM.


Todos sufrimos... todos lloramos... todos hacemos daño... no estamos solos en el sufrimiento. Saber reconocerlo en el otro, saber darle lo que necesita... es lo que hace que el amor fluya y mueva el mundo.

 


Todo el mundo sufre


 


                                                                                          El halcón peregrino caza dándose la vuelta en el aire y descendiendo con las alas al revés, generando empuje hacia abajo. Así puede superar los trescientos kilómetros por hora y golpear a su presa con gran fuerza. Sin embargo, para aterrizar, debe iniciar un vuelo en suspensión y luego depositarse suavemente en el suelo.


      Pavel cerró los ojos cuando escuchó el helicóptero estrellarse. Sabía que Khan había sacado de allí al piloto y le había puesto a salvo, le vio hacerlo en su mente. De pronto sintió que la comunicación telepática con su t'hy'la se cortaba... “Lyubimiy moy?” *(¿Amor mío?) - Pensó en silencio. Abrió los ojos y siguió con su trabajo en el ordenador del núcleo: iban a necesitar toda la energía en un minuto.


      Bones y Nyota fueron los primeros en llegar. El doctor echó la manta azul sobre la espalda de Khan para apagar las llamas en sus ropas, el humo le hizo toser.


   - ¡Por Dios! - Exclamó aterrado. - ¡Sulu! ¿Puedes moverte?


   - El japonés asintió, no le quitaba ojo a su amigo desmayado sobre él.


   - ¡Arrástrate con cuidado por debajo de su cuerpo, no le toques la espalda...! ¡Tiene quemaduras muy graves! - Le ordenó el médico.


   Nyota tiró de los brazos del piloto para ayudarle a salir de allí. Al moverse Sulu, Khan acabó de bruces en la hierba. Bones retiró la manta. La camiseta negra y los pantalones vaqueros se habían pegado a la piel. Afortunadamente su cabeza no se había visto afectada.


   - Tiene quemaduras de tercer grado en un cincuenta por ciento de su cuerpo... - calculó el médico rápidamente con la regla de los nueve, - ...ambas piernas y casi toda su espalda. ¡Scott, Spock! - Les gritó al verles bajar de la nave. - ¡Ayudadme a llevarle dentro!


   Sulu miró al médico y con un gesto le hizo saber que él estaba bien, unos arañazos en el brazo y un golpe en el muslo eran todo lo que había recibido. Se puso en pie y ayudó en el traslado del sobrehumano.


   - Formemos una camilla cruzando los brazos por debajo de su pecho y sus piernas. - Les instruyó McCoy. - Quiero que esté lo más recto posible y sobre todo... ¡No toquéis la piel quemada!


   Los cuatro le llevaron a la parte de atrás del puente, donde se encontraban los dormitorios de los klingons.


   - Tumbémosle con cuidado. - McCoy arrugó la nariz, el olor de la raza guerrera era allí más fuerte. - ¡Maldita sea! ¡Éste no es el entorno más adecuado! ¡Las quemaduras requieren esterilidad, o las infecciones le atacarán sin mesura...!


   - ¿Le llevamos a un hospital? - Preguntó Scott.


   - Sería lo más conveniente, la verdad. - Bones levantó un trozo de tela de los pantalones de Khan. Observó la piel de la pantorrilla. Ésta se cerraba ocultando el músculo y la grasa, regenerándose a toda velocidad. - Aunque tal vez no sea necesario... - Murmuró al observar aquel milagro eugénico.


      La explosión en el parque del Golden Gate atraería a los servicios de emergencia de la ciudad de San Francisco, pronto helicópteros y camiones de extinción de incendios llegarían al lugar. Tenían que hacer algo y ya. En ausencia de Jim, Spock ostentaba el mando. Todos volvieron sus miradas hacia él, esperando sus órdenes.


   - Despeguemos. - Dijo camino del puente de mando. - Sulu, a tu puesto. ¡Pavel! - Gritó hacia la bodega de carga cuando cruzó el pasillo. El ruso no había asomado la cabeza, implicado como estaba resolviendo el problema del dilitio. - ¡Comandante Chekov! - Usó el comunicador ya desde la silla de mando. - ¿Disponemos de energía?


   - Sí Spock, todo solventado. - Contestó por el aparato. - ¿Está bien Khan? - Preguntó tras una breve pausa.


   - Ve a los dormitorios, Pavel. Bones se ocupa de él. - Le respondió con su voz grave y calmada. - Scott, cierra compuertas. ¡Sulu, arriba... ahora!


 


      McCoy retiró con sumo cuidado la ropa quemada del cuerpo del sobrehumano, utilizando unas tijeras cortó los pantalones, el boxer y la camiseta. La piel quedó al descubierto, cada célula parecía estar naciendo de nuevo ante sus ojos. Nyota se volvió llevándose la mano a la cara, tapándose la boca y la nariz. El olor de la carne humana quemada era muy desagradable.


   Palvel tuvo que sujetarse a su amiga, Sulu hizo despegar la Katyusha justo en el momento en que el ruso apareció por la puerta del dormitorio de la tripulación klingon. Ver allí tendido a su novio le hizo estremecerse.


   - Khan, lyubimiy moy... - Musitó con la voz rota.


   - Se está curando solo, Pavel... - Se apresuró a tranquilizarle Bones. - ¡Y muy deprisa! Ven, acércate... mira esto. - El médico estaba impresionado. No perdía detalle, las fibras de la epidermis se cerraban ante sus ojos avellana húmedos por la emoción.


   - Ha salvado la vida de Sulu, cariño. - Nyota le acariciaba la nuca, el genio tenía apoyada la cabeza sobre su hombro.


   - ¿Cómo está? - Spock había dejado el puente para comprobar el estado de su amigo. - ¿Se recupera?


   - ¡Pues claro que sí! ¿Qué esperabas? - McCoy se giró para mirarle, sonreía. - ¡Su capacidad de regenerarse es increíble! Nyota... ¿tendrías algo de crema hidratante por ahí? La piel nueva necesita nutrientes.


   La comandante dejó a Pavel y salió hacia el puente, tenía un bolso enorme junto a su puesto de comunicaciones, un capricho que compró en el paseo de la Marina y que no tardó en llenar de toda clase de cachivaches.


   - Has hecho un buen trabajo con el reactor y el dilitio. - Spock pasó su brazo sobre los hombros de Pavel y le atrajo hacia su pecho. - Estoy orgulloso de ti. - Le besó en la frente.


   El genio no dijo nada, cerró los ojos y buscó el vínculo con su t'hy'la.


   - Khan, despierta, dime que estás bien... que no sientes dolor... por favor, lyubimiy moy...


   - Tranquilo, Pavel. - El moreno abrió los ojos azul hielo. Tumbado sobre su tórax en la cama klingon, giró la cabeza para mirarle. - No es la primera vez que tengo que mudar de piel como una serpiente.


   - ¡Khan! - Exclamó McCoy. - ¿Estás despierto? ¿Te duele? ¡Oh, pues claro que duele! ¡Qué pregunta! Voy a buscarte un sedante...


   Bones fue a salir pero Khan le sujetó por el brazo estirando la mano.


   - No hace falta. - Le dijo con seriedad. Poniéndose en pie se quitó los restos de ropa que aún le cubrían y miró a Spock a los ojos. - ¿Has puesto a salvo la Katyusha?


   - Nos mantendremos en el aire hasta que apaguen el incendio y retiren los restos del helicóptero. - Respondió el vulcano. - ¿Qué es eso de que no es la primera vez, Khan? ¿Te habías quemado así antes?


   - Y más aún. - Le dijo acercándose. - Las pruebas en el laboratorio eran muy concienzudas. - Alzó la mano para acariciar la mejilla de su amado, sus ojos aguamarina le miraban empañados en lágrimas.


   - ¡Aquí está la crema! - Nyota se detuvo en seco en la puerta de los dormitorios. Se ruborizó y apartó la vista, Khan estaba desnudo, solamente llevaba puestas las botas.


   - Dame... - Bones cogió el frasco de sus manos y lo abrió para empezar a untar la espalda del sobrehumano. - Experimentos... ¡Esos malditos locos!


   - ¿Te quemaban vivo? - La voz de Pavel tembló al preguntar.


   - De eso hace ya tanto tiempo que ni me acuerdo, mi vida... - Dejaba que el médico le hidratase la piel de la espalda sin apartar la cálida mirada azul hielo de su novio. - ¿Ves ya bien por ese ojo? - Quiso saber al observar que ya no llevaba el parche.


   - Nyota, intenta contactar con Jim y cuéntale lo que ha pasado. - Spock se dio la vuelta, empujando a su amiga hacia el puente de mando.


   Una vez a solas los cuatro, el vulcano cerró las puertas del dormitorio.


   - Khan, estamos en mil novecientos ochenta y siete. Faltan muchos años para que te creen en ese laboratorio de experimentación genética en Londres, pero... - Levantó su ceja izquierda, ladeando ligeramente la cabeza le clavó los ojos oscuros llenos de compasión. - Tal vez haya algo que podamos hacer para evitar todo ese sufrimiento en el futuro.


   - Spock, las emociones han nublado tu lógica. - Le respondió con una sonrisa. - ¿Evitar qué? ¿Mi nacimiento?


   - ¡Por supuesto que no! Si tan solo pudiéramos influir de algún modo en los reglamentos militares... - unas lágrimas rodaron por sus verdosas mejillas, - ...hacer que te tratasen con algo de humanidad, para variar.


   - ¡Deberíamos buscar a los antepasados de esos bastardos y matarlos a todos! - Gritó McCoy furioso. Imaginar por lo que había pasado Khan, a manos de los científicos que le crearon, le hizo sentir ira en su interior.


   - Nam-tor wak vah yut s'vesht na'fa'wak heh pla'rak. I'wak mesukh-yut t'on.- Dijo Spock en vulcano. - Significa que el tiempo es un camino desde el pasado al futuro y viceversa. El presente es el cruce de ambos.


   - Ri klau au ik klau tu. *(No hacer daño a aquellos que te dañan) – Respondió Khan usando su lengua. - Es una enseñanza de Surak, ¿no es cierto?


   - ¿Cuándo has aprendido vulcano, Khan? Ni siquiera sabías el significado de t'hy'la... - Pavel le miró con una sonrisa en los labios.


   - Lo leí en alguna parte. ¡Esto...! - El moreno le cogió la cara por la barbilla. - Esto es lo que paga el dolor que he pasado, todo me ha traído hasta aquí para recompensarme con tu sonrisa, amor mío... - Le besó en los labios, envolviéndole en un tierno abrazo con su cuerpo desnudo.


 


      El médico dejó la crema hidratante sobre la cama y salió del dormitorio de la mano de Spock. Ambos se miraron, sin palabras entendieron que Sybok no tenía razón al pensar que el dolor nos hace creer que somos únicos... Estamos unidos por el sufrimiento, es parte de nuestra esencia humana y nos hace iguales entre nosotros. Todo el mundo sufre a veces, todos hemos hecho sufrir a alguien en alguna ocasión. Debemos saber que no estamos solos con nuestro dolor, buscar el consuelo en nuestros amigos, en aquellos que nos aman... porque todos hemos llorado alguna vez.


      Cerraron las puertas detrás de ellos, dejando a solas a los dos enamorados. No tardó en escucharse una risa que reconocieron como la de Pavel... Khan habría dicho algo gracioso.


 

Notas finales:

Gracias por leer, por comentar, por estar ahí y no dejarme sola con esta locura de historia.

Creo que Nyota tiene pañuelos de papel en su bolso... iré a comprobarlo.

Dejo imagen de Khan diciéndole a Pavel "No es la primera vez que tengo que mudar de piel como una serpiente."

http://www.subirimagenes.net/i/140719050247925082.jpg


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