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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

En Irlanda se bebe, y eso no cambia con los siglos. Una costumbre social tan arraigada en su cultura sigue vigente en esta época: el comandante Kevin Riley se enorgullece de invitar a todo el mundo a una copa.

 

 

Yo pago las rondas

 

 

                                                                                                En la profundidad del espacio del cuadrante Beta la nave oscura entró en alta velocidad, persiguiendo a las tres aves de presa romulanas que, a su vez, seguían al Excelsior puesto en fuga. El experimentado piloto de la cabeza leonada no perdía el rastro, calculando la trayectoria averiguó el destino de la nave de la Flota.

   - Con esa burbuja saldrán de velocidad de curvatura en las proximidades de HarOs. - Informó Hércules a su comandante. - Territorio Klingon, ¿crees que los romulanos se aventurarán?

   - Está próximo a su espacio, ya sabes que nunca reconocieron que el planeta dejara de pertenecerles. - Le aclaró Apolo. Las aves de presa no iban a dejar escapar a los humanos.

   - ¿Por qué no les disparamos? - Preguntó Ares levantándose de su asiento junto al navegante. - ¡Esto de observar sin intervenir es una tontería!

   - No podemos, hermano. - Apolo fue tajante. - Son las normas de Padre.

   - Ayudaremos en la medida de lo posible sin que pueda demostrarse nuestra presencia. - Añadió Artemisa. - Como siempre hemos hecho. ¡Y nada de empezar una guerra para entretenerte!

    Ares volvió a sentarse enfurruñado, cruzándose de brazos ante su consola de artillero que no podría utilizar.

   - Las normas de Padre... - Murmuró por lo bajo. - Herc, ¿no estás hasta las mismísimas pelotas de sus absurdas reglas?

     El piloto no respondió, se limitó a sonreír de medio lado sin soltar los mandos. Aproximarse sin ser detectados por humanos o romulanos no era tarea sencilla.

   - Salen de velocidad de curvatura, tal como os había dicho la burbuja se ha roto y ahí está HarOs. - Hércules lo puso en la pantalla principal. Junto al planeta se veía a la Excelsior encarando ya a sus perseguidores. - ¿Dónde está la Enterprise?

   - No tardará en llegar. - Contestó la sacerdotisa. - Ya están en el cuadrante.

    Cassandra cerró los ojos violeta un momento, podía sentir la presencia de los dos miembros varones de la tríada del trisquel en la nave estelar que se les acercaba. Mirando a Artemisa de reojo comprobó que su cabello sufría un leve resplandor rojizo.

 

 

                                                                En el puente de mando de la Excelsior la actividad se volvió frenética. El oficial científico alertó de la presencia de las tres naves romulanas a su cola, la señal de alarma se activó, todo era rojo parpadeante. Kevin ordenó subir los escudos dándoles la máxima potencia y al teniente Nichols le indicó que tomase posición previniendo el ataque enemigo. La asistente Gambel detectó la comunicación entrante y la pasó a la pantalla principal. Una guapa morena de ojos negros apareció en el monitor.

   - Aquí la alférez Milla desde el Enterprise, nos dirigimos hacia sus coordenadas para apoyarles frente a los romulanos. - La mujer miró al puesto de navegante en su pantalla y sonrió. - Steve, cielo... ya estamos llegando. - El teniente Nichols era su pareja, llevaban meses separados por cuestiones de trabajo y ambos se alegraron de verse aunque fuera bajo esas circunstancias.

   - Páseme con el almirante Kirk, alférez. - Solicitó Riley.

   - El “capitán” Kirk no se encuentra a bordo, señor. Ha habido algunos cambios... - Milla sonrió brevemente y guiñó un ojo a su novio antes de continuar. - Le transfiero con el capitán Sulu, manténgase a la espera.

   - ¿Sulu? ¿“Capitán” Kirk? - El irlandés no tenía idea de lo que había sucedido desde la última vez que les vio, cuando después de la aventura tras la Gran Barrera en el centro de la Galaxia, les dejó camino de Nuevo Vulcano. - ¡Capitán...! ¡Sulu...!

     El irlandés se sorprendió al ver a su amigo y ex-superior sin camiseta, con el torso desnudo a la vista y apartando a un hombre de cabello rizado de su cara para responder.

   - ¡Kevin! - Sulu trataba de recuperar la compostura, se cruzó de brazos para ocultar sus duros pezones. Una risa varonil se escuchaba por detrás.

   - ¿Ése era Pavel? - Preguntó el irlandés creyendo haberle reconocido. - ¡Sulu, tres aves de presa nos están acorralando frente a HarOs!

   - ¿Has conseguido contactar con alguna? - Hikaru peleaba por ponerse la camiseta amarilla.

   - Aún no... ¿Tardaréis mucho en llegar? - Riley estaba desesperado.

   - No creo... - El japonés se puso en pie y se acercó al monitor sobre su mesa. - Intenta hablar con ellos, Kevin. Entretenles hasta que estemos a vuestro lado. - Volviendo la cabeza a su izquierda añadió. - Baja a máquinas, apura la velocidad todo lo que puedas y prepara la santabárbara. Puede que nos haga falta. Y tú... ven conmigo al puente.

   - ¡Hikaru! - Gritó el comandante del Excelsior. - ¡Nunca me he alegrado tanto de verte!

   - Tranquilo, estaré ahí enseguida. Sulu, fuera.

 

         Los torpedos fueron cargados bajo las órdenes del teniente Chekov y su atenta supervisión. El motor de curvatura ya estaba a máximo rendimiento, no tardaron en alcanzar a la Excelsior y posicionarse para el combate frente a las naves enemigas. Arriba, en el puente de mando, Khan logró intervenir la radio subespacial de una de las aves de presa. Una voz familiar se oía por los altavoces.

  - ¡Sin tregua, sin rendición! ¡Esos humanos aprenderán a no invadir nuestro espacio, como me llamo T'rak que no olvidarán esta lección! - Gritaba la conocida ex-cónsul.

   - ¡Oh, no! - Exclamó Sulu. - ¿Es que no hay más romulanos que esta loca mujer?

   - ¿La conoces? - Preguntó Donald con curiosidad.

  - Hemos tenido nuestros más y nuestros menos... - Respondió el japonés con tono de resignación. - La puse en jaque en Talax y tuvo que agachar su orgullosa cabeza. Nos dará problemas.

   - ¿T'rak? - La voz de Pavel salía del comunicador proveniente de la sala de máquinas. - La santabárbara está lista Sulu. Esa mujer está despechada... Spock tuvo que hasserle la pinsa vulcaniana para que le dejase en pass. Lo que no entiendo es por qué ataca al Exsselsior después de que ellos mismos la llevasen de regreso a su planeta. Estuvo en el sentro de la Galaxia con nosotros, pensaba que la experienssia la habría cambiado.

   - Parece que no. - El oficial científico Donald Black levantó su ceja izquierda al más puro estilo vulcano. Sulu le sonrió al ver el gesto familiar.

   - Intenta establecer comunicación con ella, Kha... Donald. - A punto estuvo de decir su verdadero nombre.

      Las puertas del turboascensor se abrieron y el doctor Alex Freeman salió acompañado de su prometido, el jefe de seguridad. Ambos se situaron, como era su costumbre, junto a la silla de mando: a izquierda y derecha respectivamente.

   - Me ha parecido reconocer la voz de esa mujer, la general T'rak. - Comentó Peter a su capitán.

   - Es ella. Mantengamos las formas. No creo que guarde buen recuerdo de nosotros. - Sulu se puso en pie para hablar con la romulana en cuanto Khan estableció la comunicación.

      La General al mando de aquella misión suicida, pues tres aves de presa poco o nada podían hacer contra dos naves de la Federación, se giró en su puente de mando al escuchar la voz de Sulu exigiéndole la retirada. Mirándole atónita, al reconocer el Enterprise, apretó los puños con furia.

   - ¿Pero es que no voy a poder deshacerme de ustedes? - Preguntó con auténtico enojo.

   - Eso mismo nos preguntábamos por aquí... - Murmuró Peter tapándose la boca. Su novio, Alex, tuvo que darse la vuelta para que el enemigo no le viese reír.

   - ¡Retire sus naves! ¡Está usted invadiendo espacio federado! - Sulu fue todo lo firme que pudo repitiendo su demanda.

   - ¡Ríndanse ustedes! - T'rak estaba verdaderamente fuera de sí. - Este espacio pertenece al Imperio Romulano, HarOs es nuestro... ¡Nunca dejó de serlo!

   - Aquí el comandante Kevin Riley... - El Excelsior intervino en la comunicación. - Le aconsejo que haga caso al capitán Sulu y se retire, tiene a dos naves insignias de la Flota Estelar apuntándole, señora mía... y no vamos a rendirlas.

   - En tal caso, Sulu... - T'rak sacudió su poderosa melena negra. - ¡Dígale a su vicealmirante Spock que este será su último aliento!

   - ¡Spock no está a bordo, pero yo sí! - Pavel había irrumpido en el puente del Enterprise y avanzó hasta colocarse por delante de los puestos de navegación, convirtiéndose en el centro de todas las miradas, romulanas y humanas. Estirando las manos hacia delante, apuntando al frente, puso su cara más amenazante. - ¿Se rinde T'rak? ¿O tengo que recordarle lo que soy capass de hasser?

   - ¡Chekov! - La sangre verde se le bajó a los pies, la romulana nunca había estado tan pálida. - ¡Detengan el ataque! ¡Bajen los fasers!

   - Suba a bordo, señora... - Dijo Kevin. - Tendríamos que poder hablar de todo esto. ¿Alguien tiene provisiones de cerveza romulana? Discutir asuntos tan delicados nos provocará sed.

   - Creo que a bordo llevamos algunos barriles, señor. - Respondió el teniente Nichols.

   - Perfecto entonces. ¡Todos al Excelsior, yo pago las rondas...! - Les invitó Kevin con una radiante sonrisa.

 

      El irlandés tenía un modo peculiar de resolver los conflictos, siempre acompañándolo de una abundante ingesta de alcohol. T'rak, amedrentada por el sobrenatural poder que había visto en Pavel en el planeta primigenio, cedió a reunirse con la plana mayor de ambas naves y negociar. Si Spock no estaba por allí no tendría problema en hablar con esos insignificantes humanos... todos salvo el ruso, claro está. Aún recordaba los rayos que sus dedos desprendían en el primer planeta y temía lo que podría hacerles con un simple gesto de sus manos.

   - Está bien, Kevin. Subiré a bordo de tu nave y mantendremos una charla con usted, general T'rak. - Sulu cortó la comunicación, un ataque de risa estaba a punto de aparecer y adueñarse de todo el puente.

   - ¿Puedo ir yo también? - Preguntó Pavel, el único que no se reía. - Me gustaría ver a Kevin, ha estado genial con la situassión. ¿De qué os reís?

   - Ven aquí, mi poderoso brujo... - Khan se acercó y le envolvió con sus brazos, su novio había vuelto a salvar el día.

 

Notas finales:

Gracias por leer, por comentar y compartir vuestras impresiones conmigo.

Si alguien quiere ha quedado cerveza romulana en la nevera. No abusen, es fuerte...

 


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