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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Pavel y los demás cogerán una buena cogorza esa noche en HarOs. Un sueño del ruso se hará realidad.

 

Despedidas de soltero

 

 

                                                                                       Era de noche en aquella provincia del planeta HarOs, el lugar que Azetbur les había recomendado contaba con bastantes bares donde beber otra cosa que no fuese vino de sangre o cerveza romulana. Se les había hecho bastante tarde. Caminaban midiendo la calle de una a otra pared, los grises adoquines les hacían tropezar aquí y allá. Los pocos klingons que se cruzaron por su camino se apartaban murmurando, aquellos extraños humanos habían pasado la noche bebiendo como esponjas. Sulu reía sosteniendo a Peter, Khan iba dos pasos por delante tratando de sujetar a su novio. Los cuatro estaban completamente borrachos.

        El ruso cantaba la canción del show de los Muppets y Sulu le hacía los coros, el pelirrojo se desternillaba con lo absurdo de la letra.

   - “Es hora de tocar la música... es hora de enssender la luss...” - Los pasos de Pavel se detuvieron de pronto. Khan tuvo que retroceder para alcanzar su cintura. - ¡Es hora de llamar a Jim! - Gritó abriendo los brazos y girándose para mirar a Peter.

   - Aún no se lo he dicho... no sé cómo se lo va a tomar. - Temía que su tío se molestase con él por no casarse en la Tierra. Sabía que querría estar presente.

   - No te mproe... no te preocupes... Yebát! *(joder) – Apenas podía hablar con claridad. - ¡Aquí está tu amigo Pavel Andreievich Chekov! ¡Yo se lo diré! - Le dijo golpeándose el pecho con la mano abierta.

    Pavel sacó su vídeo comunicador portátil del bolsillo trasero izquierdo de su pantalón, un pañuelo gris cayó al suelo al hacerlo.

   - ¿Por qué siempre me metes pañuelos de colores en los pantalones, Khan? - El ruso no entendía aquella manía de su pareja.

   - Nada, cosas mías. - El moreno se agachó a recogerlo y lo devolvió a su lugar. Una sonrisa canalla se le había dibujado en el rostro.

   - Espera... ya suena... le daré al altavoss. - El ruso dejó que los tres se acercasen esperando escuchar la voz de Jim de un momento a otro.

   - ¿Sí? ¿Quién es? - Un desconocido respondió a la llamada.

    Sulu se apresuró a coger el aparato y cortar la comunicación tras pedir disculpas. Su amigo se había equivocado de número.

   - He llamado a mi padre... - Murmuró casi sin respiración. - Como en mi sueño ¿os acordáis?

   - Te dije que borrases el registro. - El japonés lo buscó en la agenda y lo eliminó.

   - ¡No! - Chilló Pavel. - ¡Era lo único que me quedaba de él!

   Khan le envolvió entre sus brazos, Pavel se había echado a llorar desconsoladamente.

   - Bueno, mi amor, ya está bien. - Le decía besándole la frente. - No te dejaré beber nunca más si te da por ponerte así.

   - ¡Dejadle en paz! - Les reprendió Peter. - Yo sé lo que es perder a tu padre siendo un crío.

   - Ay, yebát! - Gritó el ruso separándose de su novio. - Vamos Peter, llamemos a tu tío Jim de una vess. - Le dijo secándose las lágrimas.

    Tras varios tonos la imagen de Jim apareció en la pantalla. Sonrió al reconocer la cara de su niño ruso.

   - ¡Pavel, cielo! ¿Qué ocurre? - Preguntó nada más verle.

   - Tenemos una cosa muuuuuy importante que dessirte pero... - El genio tomó aire antes de seguir. - ¡Tienes que mpret...! Ay, yebát! ¡Tienes que prometer que no te enfadarás!

   - ¡Oh, tesoro...! ¡Estás borracho! - El rubio se echó a reír, ver a su amigo en ese estado le hacía mucha gracia.

   - Da!*(sí) ¡Como una cuba! ¿Lo prometes? ¡No puedes enfadarte! - Insistió Pavel. Poco a poco se había dejado caer de rodillas al suelo, no se tenía en pie.

   - Déjame a mí, trae... - Peter forcejeó con él por hacerse con el vídeo comunicador.

   - ¿Peter? Vale, ya veo. ¿Estáis todos bebidos? - Jim sonrió con su boca torcida.

  - Estamos selebrando... - Se justificó apartando a Peter de un manotazo. - ¿Prometes o no?

   - Lo que tú digas, cielo. ¡No me enfadaré! ¿Qué estáis celebrando, cariño?

   - Peter y Alex se casan. Ya está, ahora... ahora puedes hablar con él. - Le pasó el comunicador al pelirrojo.

   - Hola tío Jim. - Una risa se le atropelló en los labios, los apretó para atraparla dentro. - Sé que te gustaría estar a mi lado mañana pero... ¿qué quieres que te diga? No puedo esperar tres años, ¿entiendes?

   - ¡Enhorabuena, mi vida! ¡Spock! ¡Bones! ¡David! ¡Amy! - Jim gritó los nombres esperando a que acudieran a su lado. - Así que mañana te vas a casar, ¿eh, cabronazo?

 

      Khan miró al suelo, Pavel se había tumbado allí con las piernas y los brazos abiertos como si estuviese en la playa. Pensó en levantarlo pero no se encontraba con fuerzas así que se unió a él.

   - ¡Ah, no! - Protestó Sulu viéndoles. - No puedo cargar con los dos. - El japonés se posó lentamente de rodillas junto a Pavel y se tendió a su lado muy despacio, todo le daba vueltas.

   - Os quiero, os echo de menos, os quiero... - Peter se despedía ya de su familia. - ¿Os he dicho que os quiero? Pues os quiero mucho.

   - Vete a dormir la mona, cariño, o mañana no podrás decir tus votos. - Le aconsejaba Bones con una cínica sonrisa.

   - Pete, sé feliz... mi muchacho. - Jim le guiñó un ojo y cortó la comunicación. Su sobrino iba a ponerse a llorar y él también.

   - ¡Ay! Creo que voy a vomitar... - El pelirrojo miró a su alrededor. - ¿Dónde estáis?

   - Aquí abajo... - Khan levantó la mano y le agarró la pierna tirando de él.

  - Espera, hazme un hueco... - Le dijo tumbándose en los fríos adoquines de la calle.

   - No vamos a tener pelotas de levantarnos. - Advirtió Pavel.

   - ¡Qué importa! Haré que nos transporten así al Enterprise. - Sulu había dado con la solución.

   - ¡A mí dejadme en mi cama! - Suplicó Peter echándose a un lado y vomitando.

   - Pide que Claire nos reciba en la sala del transportador, Sulu. Creo que necesitamos un pinchazo. - Khan sostenía la cabeza del pelirrojo ayudándole a echarlo todo fuera.

   - Buena idea... - murmuró, - ...aquí el capitán Sulu, súbannos a los cuatro... ya, y que la doctora Norton nos espere ahí y lleve su maletín, es una orden.

       Cuando la luz azulada les envolvió Peter había dejado de vomitar. Khan le abrazó con fuerza contra su pecho, a su izquierda sostenía la mano de Pavel y éste a su vez la de Sulu. Así aparecieron sobre las plataformas circulares a bordo. El joven alférez que les transportó se les quedó mirando con cara de asombro. La doctora Claire Norton no tardó en llegar, ya traía un hipospray en la mano, advertida como estaba de lo ebrios que se encontraban.

   - ¡Despedidas de soltero! - Rezongó la morena. - ¡Menuda escusa para ponerse hasta arriba de alcohol!

   - Al menos Alex se ha llevado a Otto... - Peter se alegró de que el médico acompañase a su prometido.

   - No creo que ellos se emborrachen. - Musitó Khan pensando que serían más responsables.

   - ¡No conoces a mi vikingo! - Rió el pelirrojo. - Le gusta tanto el vodka como a Pavel.

 

 

                                                   Y así era. Alex debió beber una botella entera él solito. Riley compartió una de whisky con Nichols. El único que aún se tenía en pie era el alemán, Oetker siempre había sido muy tranquilo.

   - Y todos os vestiréis de azul... - Decía el rubio con su dedo índice levantado. - ¡Tú también, Kevin! Quiero que mi lado de la sala sea un mar azul. Estaría bien que los del lado de Peter vistiesen de rojo. ¿Podemos... podemos hacerlo así?

   - Es tu boda, haremos lo que tú quieras. - Le respondió el irlandés.

  - Mañana tendrás una resaca espantosa, Alex. - Le auguró Otto meneando la cabeza.

   - Puedes pasarnos alguna píldora de vitaminas, doctor Oetker... - Le sugirió el teniente Nichols.

      Un grupo de klingons se les acercó a su mesa en aquel bar. El más alto se dirigió a los cuatro, mostrando sus fieros dientes en una sonrisa que trataba de ser amigable.

   - Hola, no hemos podido evitar oírles. - Dijo apoyándose en la silla de Nichols. - ¿Quién de ustedes va a casarse?

   - A mí no me mire... - Murmuró Steve. - ¡Milla se volvería loca si se lo pidiese!

   - Un día de estos... - Añadió Kevin. - ¿Quieres el traslado al Enterprise?

   - No, déjelo estar, jefe. - Al teniente Nichols no le apetecía perder su libertad con la presencia a bordo de su pareja. - Ella en su nave y yo en la mía. - Rió a carcajadas.

   - ¡Yo! - Contestó al fin Alex. - Yo soy el que se casa...

   - Mis compañeros y yo les invitamos a un trago. - El klingon les hizo un gesto con la cabeza y los cinco se aproximaron, traían unas botellas de un líquido rojizo que se apresuraron a servir a los humanos. - Beban despacio, solamente una copa. Su raza no aguanta bien el vino de sangre.

   - No, muchas gracias. - Otto trató de impedir que le llenasen su vaso. - No deberíamos... ¡Chicos! ¡Eso tiene demasiada graduación, Alex! ¡Nos tumbará!

   - ¡Mejor! - Exclamó el noruego. - ¡Voy a casarme, joder! Es algo que solamente haré una vez en mi vida...

   - Debe usted estar muy enamorado de su compañera. - Comentó uno de los klingons.

   - ¡Compañero! - Le corrigió Kevin. - Aquí el doctor Freeman va a casarse con Peter Kirk.

   - ¿Kirk? - El más alto de los klingons reconoció el apellido. - ¿Es familia de James T. Kirk, el héroe de Kronos?

   - ¡Por supuesto! Mi chico es su sobrino... - Alex empujó el contenido de su copa por la garganta y sacudió la cabeza. - Igual Otto tiene razón, una de estas es más que suficiente. - Dio la vuelta al vaso y lo dejó con ruido sobre la mesa.

   - QaleghneS, doctor Freeman! *(Es un honor verle) - Los seis klingons se pusieron en pie y saludaron a Alex golpeándose el pecho con el puño derecho. - Será un placer para nosotros convidarlos... ¿qué han bebido? ¡Mesonero! ¡Lo de estos hombres está pagado!

  - ¡Vaya... gracias...! - Sonrió el rubio. - ¿Tenéis ropas azules que poneros?

    Kevin le agarró del brazo tratando de impedir que cometiese la estupidez de invitarles a la boda. No lo consiguió. Los seis klingons aceptaron y quedaron en presentarse en el Enterprise por la mañana. A Pavel le iba a dar algo cuando les viese.

 

Notas finales:

Gracias por leer, gracias por comentar.

Dejo imagen del klingon que invitó a Alex y sus amigos a una copa de vino de sangre.

http://sia1.subirimagenes.net/img/2014/08/02/140802090032479028.jpg

Difícil rechazar la invitación, ¿verdad?


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