Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

[Reviews - 264]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Su hijo se convirtió en eso: el mejor regalo que Amy podría hacerles a Pavel, a Khan y a Sulu.


El japonés se deshizo cuando tuvo entre sus brazos a su pequeña rosa blanca, el bebé era un calco de su padre.

 

El mejor regalo

 

 

                                                                                La USS Olympia NCC-64779-B, remodelada con los diseños del renombrado ingeniero de la Flota, el señor Montgomery Scott, acababa de cumplir un año de misión pacífica en el cuadrante Delta casi sin ningún incidente. Bien es cierto que tuvo que intervenir en Rómulo cuando unos renegados irrumpieron en el Alto Consejo e intentaron secuestrar al Procónsul que T'rak había dejado allí al mando; la USS Excelsior estaba lejos, en HarOs, aunque aquello fue algo puntual. Las funciones de la USS Olympia se limitaban principalmente a tareas de exploración científica en los planetas del sector.

          Precisamente debido a aquel incidente, el Cuartel General de la Federación optó por enviar a uno de sus mejores pilotos de guerra, preparado para defender al crucero Olympia de cualquier ataque por parte de los cada vez más escasos rebeldes si fuera necesario. A bordo llevaría una pequeña nave, ligera y manejable, armada hasta los dientes y capaz de enfrentarse a las Scimitar romulanas que el Tal'Shiar seguía utilizando: la USS Chekov NCC-57302

            Pavel realizó el diseño del mortífero caza. Durante el embarazo de Amy se afanó por terminar el trabajo y para el mes de mayo, cuando nació el pequeño, pudieron bautizarlos a ambos el mismo día. El niño recibió el nombre de Anton Sarek Chekov. Ocho meses después, una vez superadas las pruebas de la nave, Jim, como Almirante de Inteligencia, dio el visto bueno a la operación y envió a la Chekov hacia la Olympia, pilotada por su propia hija: la alférez Amanda Kirk.

        Amy hizo así realidad su sueño, lo que la sacerdotisa Cassandra le aconsejara: volar libre por el espacio. Con veintiún años, la joven piloto comenzó su carrera en la Flota Estelar con la misión de velar por el bienestar de la tripulación del crucero de exploración científica, entre la que se encontraba su propio hermano, el teniente David Marcus.

   - Hermana, no sé cómo has podido dejar a tu bebé de ocho meses en la Tierra. ¡Eres una madre desnaturalizada! - Medio en broma medio en serio, David le estaba cantando las cuarenta.

   - Anton es totalmente de Pavel, es casi un clon suyo. - Y era cierto, su hijo era un calco del ruso: los mismos ojos aguamarina, la misma boquita de fresa, la misma sonrisa encantadora... - ¿Sabes que para poder dormir la siesta los últimos meses del embarazo tenía que pedirle a Sulu que me abrazara y me frotase la barriga? El bebé no dejaba de darme patadas hasta que le sentía allí. Ha salido a su padre, ya sabes... ¡Deja de mirarme así! Igual que Peter y Alex... - El rubio se ruborizó un segundo al oír sus nombres. - ¿Sabes que se han apuntado a la lista de adopciones? Ellos quieren un hijo y yo lo abandono, ya sé. Pero no me juzgues, hermano. ¡El niño estará bien con ellos, son la familia perfecta! Como yo, se criará con tres hombres que se quieren y que le aman con locura.

   - Sin su madre... - Le reprochó David.

   - ¡Ya tiene a Sulu! - Rió traviesa. - ¡Oh, tendrías que verles con el bebé! Cuando dejé de darle el pecho hará un mes, tanto Khan como él se peleaban por darle el biberón. ¡Le adoran! Anton tiene mucha suerte, será un niño muy feliz.

   - ¿Y tú? - Se preocupó el rubio por su hermana. - ¿Serás feliz lejos de tu hijo? Te convertirás en una desconocida para él... Igual que Sulu lo es para Demora.

   - ¡Eso no es cierto! Demora está en San Francisco ahora mismo. - Se echó a reír, David abrió los ojos como platos, no conocía las últimas novedades. - ¿No lo sabías? Selene lo ha consentido y la niña va a pasar el verano entero con su papaíto, sí... y así disfrutará de "hermano pequeño" también.

   - ¡No tenía ni idea! Supongo que eso es bueno. Y no dudo de que Anton será un niño muy feliz, rodeado de todos esos hombres que le quieren. - Pensaba también en Spock, Bones y en su padre, Jim... En sus primos, Alex y Peter... Volvió a sonrojarse. - Solamente digo que se criará lejos de su madre, Amy.

   - Tú la tuviste a ella nada más. - Le recordó su hermana. - ¿Te ha convertido eso en una mala persona? Espera... sí que lo hizo... - Sonrió malévola. - ¡Eres un ser despreciable, David Marcus!! - Le atacó divertida. - Estás lleno de carencias emocionales y eres peligroso... ¡Un psicópata!

   - ¡Estate quieta, idiota! - Amy había empezado a hacerle cosquillas por todas partes, tumbándolo sobre la cama de su habitación.

   - Pavel también se crió sin su madre. - Se puso seria al decir aquello. - Y Khan... Bueno, él no sabe lo que es tener padres, su infancia fue...

   - Lo sé, terrible. - David se incorporó de nuevo. Tomó las manos de Amy y la miró a los ojos. - Los tres se merecen el maravilloso regalo que les has hecho.

 

 

                                                          Regalo. Así fue como lo describió Sulu cuando por fin pudo tomar en brazos al bebé después de su tan ansiado nacimiento. Otto hizo que una enfermera le sacase de la sala de partos y lo llevase a la familia. El japonés lo acogió en su regazo, de los tres era el único que tenía ya experiencia en sujetar a un recién nacido.

   - ¡Mira este precioso regalo, Khan! - El moreno le sujetaba por la cintura a su lado. - ¿No quieres cogerlo, Pavel? Es tu hijo... - Le decía con los ojos rasgados casi cerrados por la sonrisa de felicidad.

   - No... ¿y si se me cae? Ay, yebát! *(joder) - Pavel estaba nervioso como un flan.

   - Vamos, moy muzh *(esposo mío) – Le susurraba Khan. - No puede ser tan complicado si Sulu sabe hacerlo. - Bromeó tomando al niño.

    Alex salió al pasillo a buscar a McCoy. El rubio había asistido a Otto durante el parto y no traía buena cara.

   - Bones, Otto te reclama... - Le dijo con seriedad. - Algo no va bien.

   - ¿Qué le pasa a mi niña? - Jim tembló al oír aquellas palabras. - ¡Bones...!

   - Tranquilo, tío Jim. Lo solucionaremos. Tiene vómitos y fiebre, dice incoherencias y parece que empieza a convulsionar, no es normal... - Alex apoyó el brazo en la espalda de McCoy haciéndole entrar en la sala de partos mientras le informaba.

       Jim se volvió hacia Spock con la boca abierta y los ojos empañados en lágrimas. Su pequeña... su Amy... ¿Qué estaría pasando allí dentro? Khan sostenía ahora al bebé y lo arrimó con ternura a su corazón. Sulu miró a Pavel, el ruso se había echado a llorar.

   - Yo maté a mi madre cuando nasí... - Murmuró aterrado. - ¡Amy!

   - ¡No digas gilipolleces, Pavel! - Le regañó Peter. - No va a pasar nada, ya lo verás. - El pelirrojo sostuvo a David por la cintura, su primo también había empezado a temblar.

 

        En la sala de espera cuajó un silencio absoluto. Ni siquiera el pequeño hizo un solo ruido. Los siete hombres esperaban a que Alex asomase la cabeza por aquella puerta para decirles que ya podían volver a respirar.

   - ¡Chicos! - La voz de Scott resonó en el cuarto cuando el escocés entró seguido de su esposa. - ¿Ya ha nacido? ¡Nyota! Te dije que te dieses prisa...

   - ¿A ver? - La morena se asomó para verle la carita al niño. - ¡Oh! No tiene las orejas puntiagudas, Spock... pero es una preciosidad. ¡Es igualito que Pavel! - Exclamó tomándolo en brazos, Khan se lo había cedido sin decir nada.

   - ¿Qué pasa aquí? - Preguntó Scott mirando a su alrededor. - ¿Ocurre algo malo?

   - Amy está mal; fiebre, convulsiones, delirios y vómitos... - Respondió el vulcano. - Otto y Alex le han pedido ayuda a Leonard.

      La morena reprimió un gritito cerrando los labios. Ahora entendía por qué Sulu abrazaba a Pavel junto a la puerta del quirófano, por qué Khan no sonreía siquiera cuando le entregó al niño para acercarse a ellos dos y envolverlos entre sus fuertes brazos.

   - Bueno, no perdamos la calma. - Añadió el escocés. - Otto es un gran ginecólogo, Alex y Bones los mejores cirujanos... ¡Nada puede ir mal!

   - ¡Scotty... - Jim le estrechó la mano, - ...ojalá estés en lo cierto!

   - Pavel, ¿cuál fue la causa de la muerte de tu madre? - Preguntó Spock sin soltar a su marido.

       El ruso no respondió, estaba paralizado.

   - Eclampsia. - Contestó Sulu por él. - Tras el parto falleció. Los médicos no pudieron hacer nada por ella. - El japonés seguía apretado contra su rosa, estrechados ambos por su violeta.

   - Eso es muy grave. - Murmuró el vulcano. - Hay factores genéticos que pueden haber influido en...

   - ¡Yo la maté! - Gritó el ruso. - Y ahora mi hijo ha matado a su madre... - Se volvió para mirar al bebé en los brazos de Nyota, por un instante sintió odio hacia aquella inocente criatura.

   - No digas eso, Amy lo superará. Es muy fuerte, no olvides que lleva mi sangre... - Khan reprendió a su novio.

   - Tu sangre... - Sonrió Jim. - ¡Por todos los dioses! ¡Si eso es todo lo que Amy necesita!

         La puerta se abrió en aquel momento y Bones salió con un hipospray en la mano directo hacia Khan.

   - ¡Remángate! - Le ordenó. - Voy a sacarte un poco de...

  - ¡Toma todo lo que necesites! - Le interrumpió el sobrehumano ofreciéndole su antebrazo sin pérdida de tiempo.

  - ¿Es eclampsia, Bones? - Quiso saber Spock. Estaba terriblemente preocupado por el bienestar de su ko-fu *(hija)

   - Lo es, mi vida. Pero tranquilos, lo hemos pillado a tiempo. - Sacó el tubo del hipospray conteniendo la preciada sangre de Khan y volvió a la sala de partos. - ¡Con esto se recuperará enseguida!

 

     La puerta se cerró detrás de él. El silencio y las respiraciones contenidas regresaron a la sala.

   - Cuando dije lo de los factores genéticos me refería a mí, no a Pavel. Es algo hereditario pero por parte de la madre, no del padre. - Utilizando el vínculo se comunicaba con su esposo.

   - ¿Qué quieres decir? - Le preguntó Jim en voz alta. - ¿Que esto que está pasando puede ser debido a tu herencia?

   - T'prank, mi tatarabuela, la que tomó dos esposos... - El vulcano ya les había hablado de ella. - La pobre falleció cuando dio a luz a su hijo Solkar, mi bisabuelo. Tu hijo no tiene la culpa de lo que está pasando, Pavel. Ni tú fuiste el causante de la muerte de tu madre, seguramente en tu familia materna se habían dado más casos.

   - ¿Lo ves? - Sulu le besó en el cuello, por encima de su lunar favorito. - Siempre te he dicho eso y jamás me has hecho caso. ¡No mataste a tu madre, Pavel! Fue una terrible desgracia pero no fue culpa tuya.

 

       Pasaron los minutos y al fin Alex se asomó para tranquilizarles. Todo iba bien. Amy se recuperaba con la sangre de Khan y pronto podrían pasar a verla. Pavel rompió a llorar. Aquel susto no lo olvidaría en la vida.

 

 

                                                      Todo aquello quedó atrás: su bebé, sus dos t'hy'la, sus queridos padres, Nyota y Scott, los pequeños Cayden y Bean que cada vez estaban más grandes, su amiga Nat que también se había quedado embarazada y esperaba darle su primer hijo a su marido, Max... Amy dio la espalda a su pasado y avanzó ilusionada hacia su futuro. Pilotó la Chekov hasta alcanzar a la Olympia y fue recibida con un fuerte abrazo por parte de su hermano David, que, sin preguntarle si necesitaba un baño o comer algo, la arrastró directamente a su camarote para poder estar con ella a solas.

   - Confiesa que le echas de menos... - Insistió el rubio. - ¡Por todos los dioses, Amy! - Su hemana se había encogido de hombros y le miraba sacando el labio inferior y levantando las cejas. - ¡Es tu hijo! Le has llevado dentro...

   - Sí, pues claro que le echo de menos... pero igual que a Khan, a Pavel, a papi, a Bones, a a'nirih... a Peter y a Alex... - Ahí estaba otra vez, el rubor en sus mejillas. La joven piloto lo reconoció. Su hermano ocultaba algo. - David... ¿qué pasó entre vosotros?

   - No sé a qué te refieres. - El rubio miró hacia otro lado. - ¿No vas a darte una ducha y a comer algo? Debes estar agotada, el viaje hasta aquí ha sido muy largo. Las naves klingons que te escoltaron ya se han ido, creo... ¿Has tenido que comer sus gusanos guisados en sangre? ¡Qué porquería! ¿Verdad?

   - Cambias de tema... y cada vez que digo sus nombres te pones colorado. - Amy ató cabos y se echó a reír. - ¡No puede ser!

   - ¡Cállate! - Le gritó el rubio.

   - Todo el tiempo que pasaste en su piso... Ni siquiera volviste a casa cuando Sulu le compró a papi la de mi abuelo Sarek y los tres se instalaron allí. - Amy entendió por qué su hermano no había vuelto a ocupar su cuarto.

   - Amy, por favor... no sigas. - Le rogó seriamente.

   - ¡Ah! ¡No puedo creerlo! ¿Te has estado acostando con ellos? ¿Con Peter y con Alex? - No le hizo caso, quería llegar hasta el final, quería que lo admitiera. - ¡Venga ya! - Le empujó levemente, haciéndole caer de espaldas sobre el colchón.

       Aprovechando su fuerza excepcional inmovilizó a su hermano mayor poniéndose encima de él. Le miraba con rabia a los ojos, sujetándole las manos con las suyas.

   - ¡Confiesa! ¿Lo has hecho? - Le interrogó sin darle tregua. - ¿Te has metido en su cama?

   - ¡Amy! - David intentaba en vano zafarse de la joven. - ¡Déjame en paz!

   - Está bien... si no pasa nada... Después de todo, tampoco es tan grave como cuando tú y yo...

   - ¡Cállate, joder! - Gritó enojado.

     Amy le soltó las muñecas pero no se levantó de encima de su hermano. Le habló con más calma.

   - No me importa que lo hayas hecho. Entiendo que lo mantengáis en secreto, si a'nirih o papi se enterasen les daría algo... Pero que me lo ocultes a mí... - Se señaló el pecho con un dedo, sin apartar los ojos de los de su hermano. - ¡A mí, Dave!

   - No podía decírtelo... yo...

   - ¿Te arrepientes? ¿Es eso? ¿Sientes vergüenza? - Le torturó.

   - Sí... - Admitió el joven teniente. - Sí, me avergüenzo de ello.

   - ¡Qué estupidez! - Exclamó quitándose el jersey rojo y tirándolo al suelo, dejando que David perdiera la vista en las suaves curvas de sus senos que asomaban sobre las copas del sujetador. - A mí no tienes que esconderme nada. Tú y yo lo compartimos todo... - Le cogió las manos y las posó sobre sus pechos. - ¡Todo, David!

       El rubio se dejó guiar y sobó su cuerpo como ella quería. Los senos, la curva de su vientre, sus caderas... Se incorporó para besar sus labios, deshaciéndose del sostén con un movimiento de sus hábiles y largos dedos; terminó de desvestirla y se dejó desnudar por ella hasta que se fundieron en su íntimo abrazo incestuoso. Los hermanos Kirk estaban juntos de nuevo.

 

Notas finales:

Gracias por leer, gracias por los comentarios.

Dejo una fotografía que Sulu le tomó a Khan con el niño en brazos. Los dos están para comérselos.

http://www.casimages.es/i/140912102621846947.jpg.html


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).