Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

[Reviews - 264]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pavel y Khan pasan verdaderos apuros en el planeta en órbita alrededor de Aldebarán. Su única alternativa es huir al Enterprise.

 

El cocodrilo gigante

 

 

                                                             Khan terminó de recargar la batería. Cogió unas latas de comida de la nave y salió corriendo. Los gruñidos se escuchaban cada vez más cerca del almacén. Se había entretenido demasiado. Aquel animal les había olido. Sabía que tarde o temprano les encontraría.

 

             Pavel estaba asomado a la ventana. Escudriñaba en la noche pero no podía ver de dónde procedía aquel sonido. Trató de imaginarse la clase de monstruo que lo producía. Por lo gutural le pareció una especie de reptil. Algo le recordaba a la voz del gorn con el que se enfrentó Jim cuando los Metrones los transportaron al planeta desértico para que luchasen a muerte.

      El gruñido otra vez. Sonó terriblemente cerca. Delante de la puerta, al otro lado... Se oyó un disparo de fáser. ¡Khan...!

   Pavel corrió a abrir y lo que vio le heló la sangre en las venas. Un enorme monstruo, como un cocodrilo prehistórico sólo que diez veces más grande, estaba atacando a su amante. Tenía seis patas, una larga cola rematada en numerosos pinchos afilados y una boca gigantesca repleta de dientes espeluznantes.

   - ¡Khan! - Chilló asustado corriendo hacia él.

   El peligroso animal giró su cabeza y le miró con unos pequeños ojos fríos que tenía por encima del largo morro rematado en un cuerno puntiagudo. Entonces abrió la boca y Pavel se quedó petrificado. Dentro tenía otro par de ojos que le miraban inyectados en sangre, cubiertos por unos párpados repletos de escamas... Era aterrador.

   Khan disparó de nuevo. Eso no hizo más que molestar a la bestia que se lanzó contra él y, agarrándole por la mochila con sus inmensas mandíbulas, lo zarandeó en el aire dos metros por encima del suelo, para luego arrojarlo lejos de allí.

   Pavel lo vio caer, pudo incluso oír el choque sordo de sus huesos contra la tierra. No se movía.

   - Khan... - Le llamó casi en silencio. El miedo le había dejado sin voz.

   Aquel engendro descomunal se volvía frente a él, iba a atacarle... Pavel echó a correr pero no tenía dónde ocultarse. Acabó acorralado entre unas rocas mirando los ojos de dentro de la boca del monstruo preparado para devorarle.

   De pronto una sombra saltó al cuello del animal. Vio a Khan clavarle su cuchillo sin soltarse, por mucho que la bestia tratara de zafarse de su agarre sacudiéndose violentamente. La sangre le mojaba los pies... era pegajosa y olía a muerte. La cabeza quedó a un palmo de su cara y vio apagarse la vida en los pequeños ojos fríos. Todo había acabado. Se dejó resbalar contra la roca tratando de recuperar el aliento. Ante él surgió la cara de Khan, ensangrentada y amoratada por el golpe.

   - ¡Pavel! - Dijo tomándole de la mano y levantándolo del suelo. - Volvamos al almacén.

      De camino Khan se dio cuenta de que se le había vuelto a salir el hombro derecho. Al llegar respiró profundamente unas cuantas veces antes de golpearlo contra la pared para recolocárselo. No pudo reprimir un grito al hacerlo.

   - ¿Está roto? - Le preguntó Pavel mirándole con compasión.

   - No... suele salirse de su sitio desde que Spock me lo rompió. - Vio cómo el muchacho cerraba los ojos con dolor. - ¿Estás herido?

   - Niet! No, yo... - Pavel entró y se sentó en la cama con las rodillas pegadas al pecho, sujetándose las piernas con los brazos. Replegado sobre sí mismo dejó escapar unas lágrimas. Nunca había sentido a la muerte tan cerca.

   - ¡Mierda! ¡Ese maldito bicho se ha cargado la batería...! - Gritó Khan con enfado desde la puerta.

   Volcó el contenido de la mochila desgarrada por los dientes de la bestia, una sola lata de comida cayó sobre la mesa. Se acercó a Pavel dejándola caer a sus pies sobre la manta.

   - Come. - Le dijo sin miramientos.

   - ¿Qué? - Pavel trataba de volver a la realidad. Cogió la lata y la miró con desagrado. - Es comida klingon... - Su cara de asco dejaba claro lo que pensaba sobre su gastronomía.

   - No seas delicado... Son proteínas y lípidos. Te sentará bien.

   - ¿Tú no comes? - Dijo abriendo el envase y mirando con repugnancia su interior.

   - No lo necesito, por ahora. - Echó un vistazo a su fusil fáser y lo tiró al suelo con desdén. - Descargado. ¡Joder!

   - Creo que es Gagh Wistan cossido en sangre de targ... - Pavel prefería morir de hambre antes que comerse aquellos asquerosos gusanos de serpiente y dejó la lata en el suelo.

   Khan se sentó en el catre poniendo su mano sobre la rodilla del chico. Miraba alternativamente al ordenador conectado al comunicador, al transportador portátil junto a la cama y a Pavel hecho un ovillo a su lado. Podría llevar los aparatos a la nave y tratar de cargarlos allí. Pero esta vez iría con Pavel, no volvería a dejarle solo. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el chico le besó con suavidad los hematomas de la cara. Se le cerraron los ojos al notar la calidez del gesto.

   - ¿Tampoco nessesitas dormir? Debes estar agotado... Creo que no has pegado ojo en varios días, ¿estoy en lo sierto?

   - Me despertaron hace tres semanas Pavel... después de cuatro... largos... años... durmiendo. - Su voz sonó grave y llena de ironía, deteniéndose en breves pausas detrás de las últimas palabras.

   - Si te dejas yo... - Tomándole por la cintura le obligó con ternura a apoyar la cabeza contra su pecho. - Se te sierran los ojos... Tres semanas sin dormir, sin comer, luchando y huyendo... Es demasiado hasta para ti. - Le acunaba ligeramente mientras le hablaba con su voz más dulce.

   - ¿Por qué...? - Khan apenas podía articular palabra, todo el cansancio acumulado se le echaba encima de golpe. Era verdad: se le cerraban los ojos. - Pavel... ¿Por qué haces esto? - Nadie, jamás, le había tratado así.

   - Porque te quiero... - Le respondió el chico en un susurro.

 

         Khan se había quedado dormido con aquellas maravillosas palabras en la cabeza. Su descanso fue breve. Unos soldados klingon irrumpieron en la habitación dándole una patada a la puerta y apuntándoles con sus armas.
   - Bet'ala nog'tor! *(¡Mira esto!) Khan se ha echado un novio... P'tak! *(¡Maricón!) - Le insultó uno de ellos echándose a reír con sonoras carcajadas.
   - Ge'ko! *(Es verdad) Vang ghaH! *(¡Atrápadlo!) – Ordenó el que parecía el jefe señalando a Pavel.

   Los dos subordinados avanzaron lentamente, habían oído cómo se las gastaba Khan. Mostraban unas sádicas sonrisas en sus feos rostros.
   - GhoS! *(¡Acércate!), bok'ta ku'mo p'tak... *(Ven aquí, marica...)

    Pavel estaba temblando, tal vez no entendía el klingon pero sus gestos, sus miradas, el tono de su voz... dejaban claras las perversas intenciones de los soldados. Khan saltó de la cama, agarró el cable del ordenador y tiró de él hasta tener en su poder el aparato y el comunicador. Cogió el transportador con la otra mano y se lanzó sobre el cuerpo de Pavel justo cuando los klingon empezaron a disparar. Pulsó el botón para activar el mecanismo y sus moléculas comenzaron a dispersarse...
   - Pahk! Maw' tok kaf'la? *(¡Maldición! ¿Cómo puede ser?) – Fue lo último que escuchó antes de desmayarse.

 


   - ¿Dónde estamos? Esto es... ¡es un pájaro de presa klingon! ¿Qué hassemos aquí? - Pavel trataba de salir de debajo de Khan. - ¿Estás herido? ¿Puedes hablar? ¡Khan!

   Estaba inconsciente, los klingons habían usado los aturdidores, evidentemente le querían vivo. Pavel le apartó y se sentó en el puesto del piloto. ¿Cómo funcionaba aquello? Pulsó todos los botones y recordó que Sulu era capaz de hacer volar cualquier cosa. ¡Oh, amigo! ¡Ojalá estuvieses aquí! Deseó en lo más profundo de su corazón.

   Súbitamente la nave se encendió. Pavel activó unas palancas y despegaron. Nada más salir de la órbita del planeta vio en la pantalla dos pájaros de presa a su cola. Se giró hacia atrás para ver que Khan se estaba despertando.

   - Mi pequeño genio... Has sido capaz de sacarnos de allí... - Dijo revolviéndole el pelo.

   - ¿Estás bien? - Le miró preocupado.

   - Perfectamente, querido. - Respondió sentándose a su lado.

   Khan trató de conectar el equipo de comunicaciones a la nave para recargarlo. Así fue cómo se dio cuenta del error que había cometido.

   - Nos detectaron porque olvidé inutilizar el sistema de localización cuando cargué la batería... ¡Maldita sea mi estupidez!

   - No digas eso, estás muy cansado... Por sierto... ¿dónde están los fáser de la nave?

   - Delante de tus narices, son esos botones rojos de ahí. ¿Por qué lo preguntas?

   Un disparo les acertó en el ala derecha y el motor empezó a humear. La nave se agitó con el impacto.

   - Por eso... ¡Nos están persiguiendo! - Le gritó.

   Khan encendió el ordenador para contactar con el Enterprise. No tenían otra alternativa.

   - ¿Llamas a Jim? Ressaré porque ande serca... - Al decirlo se concentró por un segundo y sintió una sensación familiar, una presencia. - ¿Amy? Pensó.

   - Kirk, ¿puedes oírme? - La pantalla estaba llena de interferencias. El porrazo contra el suelo cuando tiró del cable no le había sentado nada bien al equipo.

   - ¡Khan! ¡Maldito seas! ¿Dónde está Pavel? ¡Deja que le vea! - La voz del capitán sonaba distorsionada.

   - ¿Jim? Soy yo... Pavel... - La comunicación se entrecortaba.

   - Uhura no les pierdas... - Pidió a la teniente. - ¿Pavel? No te veo... Tengo tres pájaros de presa delante de mí ahora mismo y...

   Los klingon dispararon de nuevo a su cola. Todo daba vueltas, había humo por todas partes, Pavel no sabía dónde tenía la cabeza.

   - ¡Kirk, te estoy enviando las coordenadas...! - Gritó Khan. - ¡Transpórtanos al Enterprise si no quieres vernos morir aquí mismo!

   - ¡Jim, son ellos! - Exclamó Spock con los ojos puestos en la pantalla de su consola de observación. - Están en una de esas naves klingon... En la primera, la que está siendo atacada por las otras dos...

   - Scotty, súbelos a bordo... - Ordenó a través del comunicador a la sala del transportador.

   El pájaro de presa donde viajaban explotó frente a sus narices. El silencio se hizo en el puente. Las otras dos naves trataban de huir al ver al Enterprise armado y listo para el ataque. Jim no podía respirar... ¿Acababan de perder a Pavel? De pronto el comunicador se activó y saltó de la silla al reconocer la voz al otro lado.

   - ¡Les tengo, capitán! - Gritó exultante el escocés. - ¡Chekov está bien! Él está... ¿besando a Khan? ¡Oh vaya! Pero chico, ¿qué estás haciendo?

 

Notas finales:

Gracias por leer, espero que os guste. MUCHAS GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).