Light separó, despacio, los labios de la frente de Alex, y luego se quedó observándolo.
“… ¿Qué?… ¿Qué pasa? ¿Por qué pone esa cara?”
- … Oye, no es la gran cosa…- dijo Light, cuando se separaron, no pudiendo evitar sentirse incomodo con el ¡enorme! impacto, ahora, dibujado sobre la faz del castañito – Fue… sólo un beso amistoso.
(¿Realmente, lo fue?)
- Ya. Dime algo, por favor.
- … Sí, ¡lo sé! Pero…- Alex recuperó el habla, aun muy emocionado.
- ¿Qué pasa? – Light no podría de ninguna forma prever lo que diría.
- Nunca me habían besado.
- …
¡Dios, qué responsabilidad!
El fotógrafo experimentó, entonces, una mezcla extraña de miedo y orgullo muy confusa. Por un lado, ¡qué honor ser el primero en tocar con los labios a tal belleza!, pero, por otro, podría haber hecho pensar, al menor, que intentaba algo con él, más allá de una hermosa amistad, y no quería eso, ¿verdad?... ¿Qué se sentiría ser el novio de Alex? ¿De alguien sin el menor grado de experiencia, la inocencia más exquisita y el cuerpo más puro imaginable? Porque él era el más joven de los modelos, así que, por lo tanto, debía de tener la piel más suave y dulce que todos los demás ¡Si no supiera que se debía ser mayor de edad para pertenecer a la fastuosa colección de LillyAi juraría que estaba cometiendo abuso infantil!... En fin, ¿dónde iba?
- Eh, ¿Light? ¿Qué piensas?
- ¡Ah! ¿Yo? ¡Nada! – El castaño se había quedado perdido en sus fantasías, un buen rato – Ya debo volver al trabajo, ¿te parece si voy a recogerte a las ocho?
- ¡Claro! ¡Es perfecto!
- Bien. – agregó Light y le sonrió una vez más, antes de retirarse. – Nos veremos, entonces.
Unos segundos después, Alex también se marchó.
“¡¡¡MALDITO YAGAMI!!!” – Beyond apenas y podía creer lo que había visto, y luchaba contra sus impulsos para no armar un escándalo y revelar su presencia, al otro lado del pasillo. – “¡¡¡¿Cómo se atreve?!!! ¡¡¡¿Cómo se atreve a besar a MI Alex?!!! ¡¡¡A manchar su piel pura y perfecta con su mugrosa boca!!! ¡¡¡Eso no se lo permito a nadie!!! ¡¡¡No!!! Es un maldito, ¡¡¡debe pagar por este crimen!!! ¡¡¡¡Debe morir por él!!!!”
¡Y por un segundo, “BB” Birthday casi comete la locura de darle alcance al fotógrafo y romperle el cuello con sus propias manos!, pero, aun le quedaba algo de cordura, así que, supo conformarse con sólo darte un gancho fuerte a una de las puertas de metal, dejando una buena marca sobre esta… ¡Ah, pero ni que creyera ese imbécil que lograría algo más con su angelito durante la cita! ¡¡No sabía cómo!! ¡¡Pero, de alguna forma, impediría que se vieran esa noche!! ¡¡Cómo fuera!! Sin importar a quién tuviera que sobornar, estafar o eliminar, para evitarlo, ellos dos no iban a verse ¡¡nunca más!!
Horas más tarde, y sin la menor idea de que alguien ya estaba dispuesto a hacer lo que fuera por arrancarle la cabeza, Light terminó su día laboral bastante tranquilo y, sobretodo, contento ¿Y cómo no? ¡Si ya tenía el aumento que tanto necesitaba! ¡Ahora podría terminar de pagar su mensualidad, comprarse un coche y llevar a Alex a un restaurante caro! Sólo había una cosa que lo entristecía un poco: La ausencia de Elle… ¡Vaya, que se había acostumbrado rápido a llamarlo por su nombre, en lugar de “L”! Y es que aun no podía olvidar su carita, cuando lo hizo por primera vez. Verdaderamente, había sido un canalla al tratarlo tan mal desde siempre ¡y sólo porque no tenía control de sus deseos! ¡Si pudiera hacer algo para compensarlo!... Un momento, ¡sí podía! ¡Ya no estaban en guerra! ¡Y ya tenía más dinero! ¡Podía llevarlo a un lugar precioso, digno de él! ¡Podía comprarle los regalos perfectos para deslumbrarlo!, y podría… ¿En qué estaba pensando? ¿Invitar a Elle Lawliet a una cita? ¡Ridículo! No funcionaría… Además, toda la velada estaría sólo contando los minutos para llevarlo a un hotel (o a su casa) y desatar sobre una cama sus bajas pasiones. Las cosas habían cambiado, era verdad, pero no del todo, aunque ahora apreciara más, cómo ser humano, al menor, aún no dejaba de verlo cómo un mocoso mimado que necesitaba una buena lección, un trofeo precioso digno de presumir, lo que lo llevaba de regreso a una pregunta, que se había hecho hacía algún tiempo: ¿Puede lo que comenzó cómo una enferma obsesión, convertirse en amor real?... ¿Qué sería estar enamorado, de verdad? Cuando buscaba en su interior, la definición más exacta de esa palabra, lo más cercano que encontraba estaba vinculado con Alex, y no con Elle… Su cariño era agradable y tranquilo, y de ninguna forma le hacía desear darse un tiro en la cabeza, no lo enloquecía, y hasta, a veces, lo hacía flotar… ¡Qué extraño, poseer dos cosas tan fuertes por dos personas distintas! y que no tenían ninguna relación con él ¿A dónde lo llevaría todo eso al final? Tendría que averiguarlo.
Light ya cruzaba la calle frente al edificio, cuando algo increíble llamó su atención: ¡En medio de la autopista desierta, había un niño tirado en el suelo!... ¡Sí, un niño cómo cualquier otro! de no más de doce años y vestido con ropa clara y demasiado delgada.
Sin pensarlo dos veces, el fotógrafo se sintió indignado por esto y corrió a ayudarlo, para empezar, sacándolo del camino de los autos, y, luego, cubriéndolo con su chaqueta. El menor estaba muy débil, casi inconsciente, y, para empeorar todo, con fiebre, pero no tardó en darse cuenta de que estaba en los brazos de alguien y abrió, muy despacio, sus grandes ojos, encontrándose con la vista preocupada del castaño.
- … ¿Quién…es usted?...
- Está bien. No te voy a hacer daño. – Fue lo primero que se ocurrió decir, al mayor. - ¿Estás bien? ¿Qué te pasó?
- … Yo… Yo sólo estaba…
¡Y, entonces, el niño se desmayó!
Light empezó a sudar la gota gorda más inesperada de su vida, ¡¿qué hacía ahora?!... ¡No podía dejarlo ahí!... ¡Dios, debía de tener al menos 40 grados!... Ni hablar, era su deber humano llevarlo a un hospital, ya le preguntaría cómo llegó ahí, después, sólo esperaba que aquel percance no fuera a demorar mucho (Ya eran las seis). Y, así, detuvo un taxi para que los llevara lo más rápido posible, sin siquiera saber su nombre.
“… ¿De dónde saliste, pequeño?”
Por su parte, Alex y Beyond ya estaban a punto de llegar a su departamento, pensando que Elle estaría esperándolos ahí, dispuesto a oír las nuevas, porque había decidido quedarse con ellos unos días. En realidad, sólo el castañito pensaba en eso, el pelinegro ojos de sangre sólo se destrozaba el cerebro por idear un plan que le permitiera deshacerse de Light Yagami para siempre, sin quedar cómo un asesino loco y sádico delante de sus seres más queridos. (La reputación, antes que el placer.)
“… Podría contratar a alguien, un profesional, pero no sería lo suficientemente personal cómo para satisfacerme… ¡Ya metete esto en la cabeza, Beyond, no lo puedes matar! Sólo quítalo del camino de tu angelito para que todo vuelva a ser como antes… Dios, hoy, Alex parece más uno de los tuyos que nunca, con esa sonrisa… ¡¿Por qué está así?!... ¿Acaso, tan feliz lo hace la idea de salir con Yagami? ¿Acaso ya siente algo más por él?... ¡¡No, no puede ser!! ¡¡Ese maldito no se lo merece!! ¡¡Nadie se merece a MI Alex!!... Tengo que pensar claro sobre esta noche, o podría…”
Ambos amigos se forzaron a bajar de vuelta a la tierra, cuando, al abrir la puerta, se encontraron con la imagen de Elle llorando, en medio de su sala, sujetando el teléfono.
- ¿Elle? ¡¿Qué te pasa?! – Y, deprisa, corrieron a su encuentro, preocupados.
- … Muchachos, yo… Yo… - El pelinegro apenas y podía hablar, y Alex corrió a traerle un vaso con agua, mientras Beyond lo ayudaba a sentarse.
- Respira profundo. – le aconsejó su amigo, apretándole la mano.
- Aquí tienes. – le dijo Alex, ayudándolo a beber, con cuidado.
Sin duda, estaba sufriendo una angustia terrible, ¡pero, ¿qué podría haberla ocasionado?! Los recién llegados tuvieron que esperar mucho para tener al menos una idea, y, cuando su amigo les reveló todo, le comprendieron de inmediato.
- Dios. – dijo Alex, entonces. – Eso es muy peligroso ¿Qué piensas hacer?
- … No lo sé. – Pero, Elle decidió, luego de unos minutos, que no podía quedarse ahí. – Pero, debo ir para allá ¡Tengo que ayudarles en algo!
- Iremos contigo. – sentenció Beyond, levantándose del sofá también.
- No. – dijo Elle. – Sería muy sospechoso. Ustedes cúbranme si algo pasa con la Srta. Nagame, por favor. Yo prometo mantenerlos informados de todo
La verdad le costó mucho más trabajo convencerlos para que no lo siguieran, pero, finalmente, lo consiguió, y se fue a tomar el autobús solo, rogando que no fuera tarde.
Ninguno sabía, que aquel era el comienzo de algo nuevo para todos.
“ … Por favor, Dios, que esté bien… ¡Qué no le pase nada malo!... ”
Mientras tanto, Light tenía sus propios problemas. Todavía le costaba creerlo ¿Cómo había llegado a eso? ¡A estar en un hospital, esperando noticias de un niño desconocido!... Pobrecito, sin duda, estaba muy mal, incluso uno de los médicos le señaló que si él no hubiera intervenido a tiempo hubiera podido pasarle algo irremediable ¡¿Qué clase de padres dejan a un niño enfermo salir así, sólo?! Ni hablar, en cuanto el menor le dijera sus nombres tendría una sería charla con ellos… Por otra parte, ya eran casi las ocho de la noche y era seguro que estaría ahí un buen rato más ¿Qué le iba a decir a Alex? Lo más seguro era que no le creería si le contaba su historia, la única verdad era que se veía forzado a postergar su cena ¡Qué lástima! Pero, no había otra opción, así que, con pesar, tomo su celular y le marcó a su amigo.
El angelito contestó casi de inmediato, aumentando su sentido de culpa:
- Hola, Light. ¿Qué pasa?
- … Hola, Alex… Yo…
“Será mejor que me den un premio por esto”
- Lo lamento mucho, pero no voy a poder salir contigo esta noche.
- … ¿Qué quieres decir?... ¿Qué pasó?...
Alex estaba tan desconcertado que no se dio cuenta de que Beyond estaba oyéndolos
- De verdad, perdona. – continuó Light. – Pero acabo de tener una terrible emergencia, y no puedo dejar el hospital.
- ¿El hospital? ¿Qué pasó? ¿Estás herido?
“Y, encima, se preocupa así por él”
- No. Yo estoy bien. – Light quedó encantado con que el menor no le reprochara. – Se trata de un amigo. Ya te contaré todo con más detalle en persona, mañana, aquí no se puede hablar mucho. Sólo et pido, ahora, que me perdones, y que me permitas guardar nuestra cita para otra ocasión ¿Puedes?
De alguna forma, Alex podía sentir la generosidad del castaño, a través de su voz, por esa persona que se encontraba en peligro, y quedó maravillado con ella, feliz de tener un amigo así, aunque por el momento lo dejara plantado, ya lo compensaría luego, eso era seguro, además, después de todo, su amistad duraría muchos años más.
- Sí, Light. Podemos salir otro día, y yo…
Pero, Alex aún no había acabado de hablar ¡cuando Beyond le quitó el teléfono!
- Eres una rata despreciable, Yagami.
- … ¿Birthday? – Light se sorprendió.
- ¿Cómo te atreves a invitar a salir a Alex y luego a dejarlo plantado? ¡Te haré pagar sangre por esto!
- … ¡Beyond, no!
“… Lo que me faltaba”
Light respiró, y continuó con mucha seriedad:
- Escúchame bien, Birthday. Yo no tengo porque darte explicaciones pero créeme que tengo una muy buena razón para no cumplir con Alex esta noche, pero es un asunto nuestro, así que,…
- ¡¡Olvídalo, Yagami!! – Beyond perdió el control (Obviamente, por la mala selección de palabras de Light.) y le gritó con fuerza. - ¡Alex nunca saldrá contigo esta noche ni nunca!... Pero no te preocupes, que yo me ocuparé de él.
- … ¿Qué?...
El castaño ya no supo más, porque le cortaron.
El menor se quedó paralizado en la sala, mientras su compañero se recuperaba, y un rubor inmenso apareció en sus tiernas mejillas.
- Alex, ¿quieres ir a cenar conmigo, esta noche? – le preguntó Beyond, muy serio.