- … ¿Papá?
En efecto. Soichiro Yagami, su ejemplar padre, se encontraba esperándolo en su puerta.
- Hola, Light.
“Cómo si esta noche no hubiera tenido suficientes sorpresas”
- Pasa. – dijo el joven, al abrirle la puerta de su apartamento.
Y el hombre mayor quedó sorprendido, de inmediato, con la imagen de este ¡No era para nada la idea que tenía de la vivienda actual de su hijo!, al que, estaba seguro, no le dio ni un centavo a la hora que se marchó de su casa (y de vivir bajo sus reglas). Era un lugar bastante cómodo y al que no le faltaba nada, tenía desde un dormitorio perfecto para un soltero hasta un acogedor comedor pequeño ¿Cómo hacía su muchacho para pagar un sitio así? Las numerosas cámaras, cuidadosamente colocadas, en lo alto en una repisa, le decían que para nada había abandonado su loca ambición de convertirse en un artista fotógrafo por una profesión de bien, entonces, ¿qué estaba pasando?... ¡¿Por qué tenía que pensar lo peor?! ¡Esa no era la razón por la que había ido a ver a su hijo!, sino para…
A Light le importaba poco lo que pudieran pensar que hizo para sustentarse, luego de que lo dejó todo para seguir sus sueños (por no decir, para ser él mismo), pero si consideraba a alguien el menos indicado para meter su nariz en sus asuntos, ese era su padre, así que mientras antes se marchara mejor, por lo que empezó con la conversación, él mismo:
- ¿Qué haces aquí? ¿De pronto sentiste curiosidad sobre si estaba viviendo bajo un puente? – Soichiro despertó de sus pensamientos, con ese tono tan cortante. Y Light le dio la espalda para tomar unas latas de su nevera. – No tengo bebidas alcohólicas, espero que esto no te moleste.
- … No, gracias. – dijo el mayor, rechazando la lata de refresco que le ofrecían de tan mala gana, y suavizó su semblante, mostrando verdadero interés, y esperando que esto amenizara un poco las cosas. - ¿Cómo has estado? Supe, hace poco, que estás trabajando pero que no dejas de estudiar. Y también que te mueves mucho de un sitio a otro ¿Está todo bien?
- ¿Le pediste a alguien que hiciera tu tarea? ¿O es que soy sospechoso de un crimen? – Light se mostró muy molesto al descubrir que su padre lo había mandado a investigar. - ¿Es eso lo que de verdad te preocupa, no? Después de todo, aún llevo tu apellido ¿Es eso?
- No, Light ¿Cómo puedes pensar así?
- No te preocupes, que si me atrapan serás la última persona a la que llame.
“Si piensas que soy un criminal, me importa muy poco.”
- Ya no me hables así, por favor. – agregó deprisa, Soichiro. Pues Light estaba a punto de decir “Estoy en mi casa, y puedo hablar como quiera.” – No estoy aquí para criticar lo que haces o cómo vives, tú mejor que nadie ya sabes que he dicho todo lo que tenía que decir respecto a eso. Sé que aún debes estar muy molesto, pero deja de atacarme un momento y escúchame.
“Gracioso. Yo pedía lo mismo en el funeral de mamá.”
- Hijo. Sé que no me creerás, pero he venido dispuesto a aceptar mi culpa e intentarlo de nuevo contigo.
“… ¿Qué? ¿Qué quieres decir?”
- Me caso este domingo.
“¡¡¿Qué?!!”
- ¡¿Por qué no respondes?! ¡No te quedes callado!
Elle le empezó a gritar a Alex, al no obtener respuesta a su pregunta.
- ¡¿Qué es lo que hay realmente, entre tú y Light?!
El castañito estaba tan impresionado por esta repentina (y perfecta) escena de celos, de un ser que él consideraba su superior, que no pudo decir nada por varios minutos.
El pelinegro no pudo soportar más ese silencio y concluyó con mucho dolor.
- Entonces, Beyond tenía razón ¡Si pasa algo entre ustedes!
- … ¿Qué? ¡No! – reaccionó Alex, entonces. – Para nada, Elle. No puedo creer que tú también tengas esas ideas en la cabeza. – Hizo una pausa para calmarse, y luego continuó: - Sólo fuimos a cenar, de una forma amistosa. No hicimos nada aparte de comer y conversar, en el restaurante y camino acá.
- Eso suena a una cita real, para mí. – Elle estaba muy molesto.
- Pero no lo fue. Fue algo tranquilo, y sin importancia.
- ¿El restaurante tenía cortinas y candelabros?
- … ¿Qué?... ¿Y eso que tiene que ver?
“Si los tenía, Alex has robado uno de mis más bellos sueños ¡¿Cómo pudiste?!”
- Sólo dime la verdad ¿Ustedes se gustan, o no?
- … No, ¡claro que no! – Alex dudó un momento (¿Y si Light no pensaba así? ¡No, era imposible!) – Ni pasa nada entre nosotros.
- Entonces, ¿por qué pasan tanto tiempo juntos últimamente? – continuó Elle, con su interrogatorio. – E incluso te ofreciste ayudarlo a pasar su prueba de creatividad, algo que nunca habías hecho por nadie. Puedo entenderlo, Light es el hombre más apuesto del mundo, y el más inteligente. Lo que no puedo entender es que no me lo dijeras. Me dijiste cuando supiste que te gustaba Beyond. – Alex se mostró lastimado con aquel amargo recuerdo (y con otro, relacionado.) – Quiero creer que mi amigo más querido no me haría algo así (Tú sabes lo que siento por él), pero si no hay más remedio, quiero tu sinceridad… ¿Olvidaste a Beyond en los brazos de Light? Contéstame.
“¿Por qué tanto silencio y tanta duda? Me duelen.”
- ¡No! ¡Por supuesto que no! – Alex se cansó de dejar que su sorpresa lo dominara y decidió arreglar aquella desesperante situación como pudiera. – Light no me gusta más que como un amigo y él tampoco gusta de mí. Estoy totalmente seguro.
- ¿Así? – Elle no estaba dispuesto a dejarse convencer tan fácil - ¿Cómo lo sabes?
“¡¡Beyond tenía razón!!” – pensaba Alex, más sonrojado y sudoroso que nunca, mientras corría escaleras abajo – “¡¡Light mintió, y está enfermo por Elle!! ¡¡Tengo que decírselo!!”*
- … Yo.- Alex suspiró con tremenda pesadez. Pero, finalmente, decidió que no podía revelar así el secreto de Light. – No puedo decírtelo. Al menos, no aún.
Elle se mostró muy decepcionado con eso. Y decidió que no sería el único.
- Entonces, tal vez ya no somos tan amigos.
A Alex le dolió en el corazón escuchar eso.
- Quiero que asistas a mi boda, hijo. – repitió Soichiro con mucha paciencia, pues Light llevaba conmocionado más de un minuto. – Su nombre es Tsubaki. –agregó para ayudarlo a despertar y sacando una pequeña fotografía de su billetera. – Nos conocimos al principio de la primavera. Su padre se vio implicado en un caso que quedó bajo mi cargo. Gracias a Dios se pudo demostrar su inocencia. – El castaño tomó la imagen, aún sin aliento, y apreció a una mujer de unos treinta años y de largo cabello rubio. – Me gustaría mucho que, a partir de este punto, empezáramos de nuevo. Me van a transferir al interior del país. No te pido que respondas de inmediato pero si pudieras considerar el mudarte con nosotros, yo…
- ¿Es una maldita broma, verdad?
“¿Quieres que nos reconciliemos? Un poco tarde, ¿no crees?”
- No asistiría a tu boda ni por todo el dinero del mundo.
- … Light. – Soichiro quedó muy impactado con esa respuesta tan firme. Pero continuó: - Te dije que puedo esperar a que lo pienses. Debes estar cansado. No deberías estar trabajando hasta estas horas. Podría ser malo para tu salud.
- Mi salud te importó poco el día que dejé la academia de policías, ¿no?
- ¡No me recuerdes eso! Tenías un futuro tan prometedor, y lo dejaste por…
- Tambien la de mamá, todos esos años después de que se divorciaron.
- ¡No metas a Sachiko en esto! ¡Sabes lo mucho que sufrí cuando murió!
- ¡No tanto como yo!... Pero ahora estoy bien, porque trabajo en algo que me gusta y me apasiona. Puedo comprender que no lo entendieras en su momento, pero que ni aún ahora me pidas una disculpa por ello, y que encima quieras que vaya a tu boda con una mujer que conociste hace apenas unos meses, escapa de mí. – Light se llevó la mano a la frente, y entonces se burló de su propia ingenuidad ¡Su padre jamás admitiría que se equivocó! ¡No valía la pena creerlo ni un segundo! – No voy a ir, papá. Y es mi última palabra.
- Sigues siendo tan radical como cuando eras un adolecente ¿y así me pides que no me preocupe por ti?
- Exacto. No te necesito.
- Sólo pensaba en lo que era lo mejor para ti. Y tú deberías hacer lo mismo.
Pesé a lo mucho que deseaba recuperar su relación con su hijo, Soichiro Yagami aún creía que su elección de vida era la equivocada, y sería muy feliz si este la dejara.
La discusión no llegó a ninguna parte, y Light terminó abriéndole la puerta a su progenitor.
- Al menos, piénsalo.
“Eso, también te lo dije yo.”
- Elle, por favor. No me digas eso.
Alex trató de arreglar la situación, pero ya no se le ocurría qué más hacer.
A Elle también le dolía tratarlo así, ¡pero sus celos lo tenían dominado! Quería que sufriera por lo que él había sufrido, imaginándose lo que él y su fotógrafo pudieron estar haciendo a sus espaldas. Era injusto, lo sabía, pero no encontraba otra salida para su dolor ¡Como si el que Light nunca fuera a amarlo no fuera suficiente ahora le pasaba esto!
Finalmente, el pelinegro tuvo una idea rara pero que podía resolverlo todo.
- Deja de ver a Light por un buen tiempo. Y entonces te creeré.
Sin embargo, la respuesta de Alex fue:
- Lo siento. No puedo.
“Eres cruel, Alex. Me estas robando a Light”
“Bueno, tú me robaste a Beyond ¿verdad?”
Entonces, ambos jóvenes se miraron con una rabia que no pensaron que se tendrían nunca. Ya ninguno de los dos pensaba en una manera de reconciliarse sino de hacerle ver al otro (aunque fuera a la fuerza) que el culpable era él y que debía de pedir perdón de rodillas por sus actos… Es increíblemente gracioso cómo las emociones pueden convertir a los seres más listos y amables, en los más tontos y egoístas. Un momento tienen aceptado su destino de sufrir por su amor en silencio, y al otro están dispuestos luchar por él y a reclamarlo, a incoherentes gritos.
Afortunadamente, estos efectos no duran mucho.
Alex respiró profundo ¡No podía culpar a Elle por un hombre al que había rechazado! Al menos, no para siempre. Y, entonces, se le ocurrió otra solución: ¡Invitar a Elle, a la siguiente velada! Así vería como eran en realidad las cosas y hasta podrían renovar su algo descuidada amistad. Ya estaba apuntó de proponérselo al pelinegro (que derramaba algunas lagrimitas, con vergüenza) cuando algo nuevo, ¡todavía más inesperado!, los interrumpió, y de la manera más abrupta posible.
- ¡¡Alex necesito hablar contigo!!
Era Beyond Birthday, que llegaba muy agitado.
No era necesario ser un genio para saber que los dos menores no querían separarse sino hasta resolver sus problemas, pero el ojos de sangre no venía nada dispuesto a esperar por eso. (Había estado buscando al castañito por todos los restaurantes, antes de llegar ahí.) Nada lo iba a alejar ya de su decisión. Así que sin decirles nada más, tomó a su pequeño ángel del ala y lo llevó para su habitación.
Ninguno de los tres (ni Light), dormiría esa noche.
“… ¿Qué está pasando? ¿Por qué me lleva así?”
Alex lucía tan frágil en ese instante (tanto como en cualquier otro) que Beyond sintió una ansiedad y pasión superiores a las que había experimentado en el parque hacía unas horas, cuando pudo admitir sus verdaderos sentimientos por él ¡Tenía que tener a ese ser celestial!, antes que nadie, así no se lo mereciera, encontraría la forma de alcanzarlo ¡Otra divertida ironía del día!, los papeles se habían invertido totalmente respecto a esos dos. Alex se había convertido en la gran adoración de Beyond, la única diferencia era que este sí estaba dispuesto a ensuciarlo con sus manos, para pelear hasta ser correspondido
El castañito aún no comprendía nada, pero sufrió el impacto más grande que podría soportar su pequeño corazón, cuando Beyond, incapaz de contenerse más, y de encontrar otra forma de expresarle sus deseos con toda su energía, ¡lo puso contra la pared! y se apoderó de sus vírgenes labios.
Alex no recordó nada (ni a nadie) antes de eso ¡Era demasiado para asimilarlo solo!... Primero, los labios de Beyond contra los suyos, después su boca moviéndose hasta obligarlo a abrir la suya, su lengua introduciéndose en su cavidad buscando compañía, y encontrándola en poco tiempo, y jugando con ella con una maestría envidiable. El acto duró fácilmente varios minutos, en los que pasó de exquisito a atrevido, y luego a tierno, demasiadas veces. La mente del menor (así como su corazón) quería estallar, pero no le estaba permitido porque no encontraba la forma de gritar, en ese momento. Beyond, por su parte, se encontraba en su propio paraíso ¡¿Cuánto tiempo, había estado esa dulzura a su alcance y no la había probado?! ¡¿O cuantas veces había bromeado sobre hacerlo, como si no pudiera interesarle?! Pronto lo llevó a otras mieles, relacionadas con el angelito, como darle calor a su hermoso cuerpo que temblaba y acariciarlo por la espalda sintiendo como se le erizaba toda. Hubiera querido seguir para siempre, pero fue imposible. Habría terminado ahogándolo, así que, luego de dejar ni una esquina de su boca sin probar, se separó de él, mas sólo para susurrarle al oído, lo que él pensaba que ya había entendido.
- Te amo.
“… Esto… es cruel… ¡Es demasiado cruel!”
¡Alex golpeó a Beyond en la cara! para separarse, justo cuando iba a volver a besarlo.
Y entonces experimento una avalancha de emociones enloquecedoras, primero porque se había atrevido a golpear a su adorado y luego ¡por lo que este se había atrevido a hacer!
- ¡¡¿Por qué?!! ¡¡¿Por qué hiciste eso?!! – gritó el menor aterrado, y empezó a llorar.
- Porque te amo ¿No me oíste? – dijo Beyond algo resentido por el dolor, pero más por la interrupción cuando ya estaba planeado tantas cosas para ellos.
Sin embargo, pudo hacer a un lado todo eso, para expresarse, ahora con palabras.
- Alex, por fin lo he descubierto. Te he amado desde el primer momento en que te ví. – Las cuales estaban tan llenas de pasión como su acto anterior. Y provocaron más agitación en el menor. - ¡Lo sé! Fui un idiota, un bruto. Me escondía detrás de la máscara de que te que tenía una responsabilidad contigo, de que te necesitaba, pero al fin me di cuenta de que todo eso tenía una razón. Lo que siento por Elle… no es nada comparado por lo que siento por ti. Te he elegido a ti… Quiero amarte.
“… No… Esto, no puede ser…”
- ¿Me dejas, mi amor?
- … Eres cruel… ¡¡Eres muy cruel!!
Beyond se contuvo de abrazarlo de nuevo y se mostró confundido.
- ¡No sé qué esperas logra con esto! ¡Pero es imposible! ¡No te creo! ¡¿Por qué lo haces?! ¡¡¿Por qué ahora?!!
- …¿Qué? ¡¿Crees que esto es una broma?!
- Está bien. Tal vez no debí besarte así (¡¿Acaso no lo disfrutaste?!) ¡Pero no tienes por qué ponerte así! Te juro que no pretendo hacerte ningún daño. Soy sincero. ¡Yo te amo!, y sólo quiero demostrártelo.
- No tienes ninguna prueba. No te creo.
Hubo un largo silencio.
- Entonces,… - luego del cual, Beyond empezó a marcharse, tan dolido como decidido. – las conseguiré, Alex. – Y causando un nuevo ataque en el menor – Conseguiré pruebas de mi amor, y entonces me darás una oportunidad. Me voy a esforzar mucho por conquistarte, como tú te lo mereces… Y eso es una promesa...
Definitivamente ninguno de ellos cuatro, dormiría esa noche.
*Escena del EPISODIO 4 “Corazones Partidos”