“… ¿Un café?... No, debo de haber oído mal… O debe ser un sueño…”
- ¿Un café? – repitió, en voz alta, sin poder ocultar su sorpresa
- Sí – afirmó el hermoso pelinegro de ojos muy grandes, con una sonrisa preciosa – Hace frío, y todavía no quiero volver a casa. Hay una cafetería cerca, que vende pasteles muy buenos y un café muy dulce
“… Nada es más dulce que tú…”
- ¿Me acompañas, por favor?
… ¿Es posible soñar mil veces con algo, y rechazarlo cuándo se vuelve una realidad?... Sólo un verdadero imbécil, lo haría…
(En este caso, alguien que nota la cámara de seguridad de la entrada, detrás de ellos)
- No puedo – respondió el castaño, tan indiferente como siempre – Tengo clases
La más triste decepción se dibujo en el rostro del tan querido Elle “L” Lawliet
(“… Mejor, pégame un tiro en la cabeza…”)
- … Está bien, entiendo – y se alejó cabizbajo, despacio, por el lado derecho
(Por lo que Light tomó el lado izquierdo, y empezó a empaparse todo, con la lluvia)
“… Ocho… Nueve… Diez...”
Diez pasos eran la distancia que tenía que recorrer para ya encontrarse fuera del alcance de dicha cámara, y, una vez que los hubo contado, Light, se volvió a echarle una última mirada a su pasión andante, aunque sólo fuera para verlo abordar uno de los taxis (que siempre aguardan en la puerta, para seguridad de los modelos), igual que todos los días, a la hora de la salida… Pero, esa vez, ¡oh, sorpresa!, el pelinegro ni se acercó a uno de esos vehículos, sino que avanzó hasta la calle, y se dispuso a cruzarla, rumbo a la mencionada pastelería… ¡Iba a ir sólo!
“… ¿Pero, ¡¡qué cree que está haciendo?!!...”
- ¡¡Espera!! – Light lo alcanzó a la velocidad de un rayo
- ¿Sí? – Y Elle le regresó la más insoportable mirada llena de incredulidad
“… ¡¡No!!”
- … ¿Aún, vas a ir? – (El castaño, de un segundo a otro, se forzó a regresar a su actitud de costumbre)
- Sí – continuó el otro, con el mismo tono de voz infantil – Ya te dije: Tengo frío, y apetito. Además, tengo que llevar algunas cosas para comer en casa
- … Pe- pero, ¿y tus guardaespaldas?
- Les dije que se adelantaran, que no saldría del edificio – (Obviamente, les mintió) – ¡Por favor, no se lo digas a la Srta. Nagame!
“… ¿A esa mujer demonio? ¡Jamás!”
- … Es que, contaba con que tú aceptarías mi invitación – continuó, algo deprimido, Elle – Y así tendría quién me cuide. Pero, ahora… Pues, tendré que arriesgarme
“… ¡¿Estás loco?!”
Las más terribles y dolorosas imágenes se hicieron presentes, entonces, en la mente de Light Yagami: Su hermoso ángel, siendo descubierto, a través de su ropa larga y la bufanda que le cubría la cara, por gente sucia y sin escrúpulos, siendo forzado, por varios de estos, a los actos más bajos e inaceptables para alguien de su perfección, perdiendo, de la peor manera, su inocencia y quedando marcado de por vida, sin poder volver a ser, nunca, la celestial criatura que lo cautivo, tan sólo con una mirada… ¡¡Su peor pesadilla!! ¡¡No podía permitirlo!!... ¡Sí no podía ser suyo, al menos, tenía que asegurarse que, tampoco, nunca, fuera de nadie más! Pero, ¿cómo?
“… Sigue, divina tortura mía…”
- Iré contigo
- ¿De verdad? – preguntó, con la ilusión desbordándole
- … Sí…. Puedo acompañarte, unos cuantos minutos…
- ¡Gracias! - El pelinegro lo hubiera abrazado, pero, a tiempo, se contuvo (Menos mal, o Light no lo hubiera estado salvando de nada) – Párate debajo del paraguas, para que no te mojes más, y, descuida, yo te invitaré todo… ¡Vamos!
Light hizo caso (simulando fastidio), y, ambos, (más cerca de lo que jamás pensó que estarían) acabaron un camino de ¡7 gloriosos minutos!, bajo la lluvia, hasta dicho local
Un sitio muy agradable, con un ambiente cálido y el aroma a chocolate flotando por doquier. Light jamás había entrado, su rutina diaria consistía en salir derecho a la Universidad, sin mirar atrás (Lo que fuera para mantener el control de sus enormes deseos), en fin, pronto comprendió porque, Elle, le había dicho que no se preocupara, los precios ¡eran altos!, pero ¿qué más podía esperar de esa lujosa zona de la ciudad?
Ambos jóvenes, pronto eligieron una mesa (lo más alejada del resto de clientes) e hicieron su orden: Light pidió sólo un café negro (- ¿Estás seguro?: Puedes pedir lo que quieras. / “Te quiero a ti, cubierto de caramelo”) y el modelo, un tazón completo, con leche, canela, azúcar, y, además, un trozo enorme de tarta de fresas, con crema rosa (Nada que no hubiese colocado sobre de su cuerpo, antes) La comida pronto llegó, y el castaño apenas dio unos sorbos, pues su mirada se quedó absorta en cómo disfrutaba, su compañero, lo dulce ¡Otra de sus fantasías hecha realidad! (Casi, porque faltaba que él le diera la crema, en la boca, y la compartieran, a besos; pero, en fin) No pasó mucho para que el pelinegro se diera cuenta de su asombro, y decidiera comportarse un poco menos “infantil”, pero, aquel rubor de avergüenza, no lo ayudó, en nada, a verse menos apetitoso, e hizo que, Light, para despertarse y, evitar que le saliera baba por la boca, se bebiera, el resto de lo suyo, de un golpe, quemándose la lengua y soltando un quejido
- ¿Te encuentras bien?
- Sí… No te preocupes
“Soy un desastre, un ser insignificante a tu lado… ¡Me vuelves tan loco! ¡Quiero conocerte! ¡Quiero enamorarte! ¡Secuestrarte, y llevarte conmigo! Pero,… no puedo… Le tengo tanto miedo al resultado. Porque es casi imposible que tú llegues a sentir por mí, la misma pasión, y hay demasiado en juego… Y no quiero ni pensar en cómo sería, no poder verte, de nuevo, después de haberte conocido en persona. Mi dulce L”
- ¿Sabes? Si no fueras mi fotógrafo, ni siquiera podría saludarte
- Sí, lo sé. Son las órdenes de la Srta. Nagame
- No sabes cuánto me alegra que lo seas… ¿Podemos conversar? Háblame de ti, Light. Sé que no lo parece, pero puedo sostener una conversación adulta y soy muy discreto – Elle sin duda estaba muy entusiasmado con la idea de convencerlo de abrirse con él – Por ejemplo, ¿dónde vives? ¿Queda muy lejos? ¿Es cierto qué estudias fotografía? ¡Suena una carrera muy interesante!
“… Contrólate… No debes perder de vista tu objetivo”
- No hay mucho que contar. – dijo Light, cubriendo su boca con la taza de café – Vivo sólo. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 10 años, y, al morir mamá, – Elle mostró pena al escuchar eso, pero el castaño ni le dio importancia – mi padre y yo decidimos que era mejor seguir cada quién por su lado… Y aquí estoy, sustentándome con este bien pagado pero tortuoso empleo – y entonces, mostro una mueca de asco - ¿Tienes una pregunta más?
(Hubo un rato de silencio. O, quizás no, porque Light gritaba dentro de su cabeza)
- … Siento lo de tu madre
- No tienes porque – Light se sirvió más café y bebió
- No, yo creo que sí. Porque sé lo que se siente – continuó, disminuyendo, más y más su tono de voz –Yo, no tengo, ni mamá ni papá
¡Entonces, Light escupió sobre el mantel!
¡Esa no era la respuesta que esperaba!
¡Justo cuándo más quería alejarlo, aparecía una razón nueva para acercarlo más a él! ¡¿Por qué el universo le hacía esto?! ¡Aumentar tan dolorosamente sus tristes esperanzas!... Ahora, al menos, tenía que intentar componerlo… Y, ¿cómo, sin írsele encima, para borrar su dolor con placer?...
- Entonces, ¿vives sólo, igual que yo?
- …Se, puede decir que sí – Elle no parecía muy convencido de continuar con la respuesta (“Obvio, debe ser porque su casa está llena de gorilas para protegerlo” – pensó Light)
- Bueno, pero - (Tenía que ser cuidadoso, reanimarlo, sin mostrarle simpatía) – no debe faltarte nada. Quiero decir, si mi sueldo me alcanza para vivir tranquilo cada mes, el tuyo podría alimentar a una familia de hasta 20 personas...¿o no?
- De hecho, yo diría que a más… Pero, no es lo mismo: El dinero no puede reemplazar a una familia, y, menos, llenar una vida… Y, por la reglas, yo apenas y puedo tener amigos… No creas que me quejo del todo, mi trabajo es lo mío, y todos los demás modelos y la gente del estudio son muy buenos conmigo, pero, aún, así… - El chico se detuvo entonces e hizo una triste pausa
(Light supo, en eso, que lo mejor sería salir corriendo; pero su corazón se lo impidió)
- Yo, estoy tan necesitado de cariño
…
…
…
¡Y, aquello, colapsó todo!
¡Light se puso de pie tan rápido (Y, quizás no fue lo único que se “levantó”), que volcó varias cosas, asustando al pelinegro! Pero, ya no podía soportar más esa cara de dolor… ¡Elle quería cariño! ¡Lo necesitaba! ¡Y una invitación tan directa es impensable de ignorar! Y, por esos segundos, su pasión fue tan fuerte que se olvidó de todo: Del empleo, de la gente y del daño psicológico que podía causarle a su persona adorada… ¡Al fin, y al cabo, sería su culpa! ¿O, tal vez no? Ya lo había hecho antes, y sabría cómo convencerlo… Aunque ensuciara a aquel puro ángel con su mortalidad,… sin duda, ¡lo disfrutaría con demencia!… Porque eso era, por culpa suya: Un demente
El castaño se acercó, entonces, con paso fuerte, hasta el asiento del niño, con la respiración jadeante y la mirada más penetrante que este, alguna vez, hubiera visto, y que le hizo tragar saliva, aunque con un extraño placer… Elle esperó entonces, al menos, unas palabras más, antes que cualquier acción (¡Y es que las desconocía, aún!) pero ya no había lugar para confesiones, sólo para los deseos... Un simple deseo
- ¿Para qué quieres más cariño?: Me tienes a mí
…
…
…
Light hubiera matado, porque esas palabras, cubiertas de ese tono tan seductor, salieran de su boca, pero no fue así
- ¿Beyond? – Elle se levantó sorprendió, para ver si era cierto que era él, detrás suyo - ¿Qué haces aquí?
Light despertó del dominio de su instinto (porque la presencia de ese tipo le daba una terrible cólera) y reconoció a la persona que detestaba más de su entorno laboral, ¡incluso más, que a la “Esposa del Diablo”!. A Beyond Birthday… “BB” para sus fans de la revista El modelo más atractivo, sensual y perfecto (en opinión de todo, menos suya) de la fantasía adulta de cualquier joven homosexual viviente… Alto, delgado y fornido, con buenos brazos, piel pálida, cabello negro ¡aún más oscuro que el de Elle! ¡Y unos ojos similares a dos gotas de sangre! (que ayudaban mucho, a la hora de hacer fotografías sado-masoquistas), se había aparecido, de la nada (aunque con los otros dos, tan distraídos, ¿qué tan difícil, pudo ser? ) y, ahora, le quitaba la atención del menor con ese maldito magnetismo animal que utilizaba tan bien ¡Cómo lo odiaba!
- Elle, por favor: No vuelvas a utilizar ese tono tan triste. Me partes el alma – le dijo, aún más emocionado, y aprovechando que Light estaba mudo de la rabia - Tú podrías tener todo el amor del mundo si quisieras, ¿es que acaso no lo ves?
- No es lo mismo, Beyond – dijo Elle, defendiéndose solo – No es lo mismo tener el deseo de cientos de desconocidos, que el de alguien que sólo quiere tu bien y permanecer, sólo, junto a ti, y eso sólo lo harían personas que te aman de verdad, tu familia… y, quizás, tu pareja – hizo una pausa, antes de continuar, con más decisión - … Sé que suena infantil pero yo quiero amor, no sólo deseo
- Yo podría ser ese amor
…
…
…
¡¡Ahora sí, Light iba a matarlo!!
…
…
…
… Pero, un momento: Elle quería amor, no solamente deseo… Light sabía que lo deseaba, que quería poseerlo, que estaba obsesionado con él y su perfección, pero,… ¿también, lo amaba?... Era desconcertante hacerse esa pregunta, después de todo desconocía el amor… Beyond aseguraba que él sí, entonces, para competir con él, él, mínimo, tenía que hacer lo mismo… ¡Esperen, de nuevo! ¡El ya tenía decidido que no iba a competir! ¡Que mantener su trabajo y sus sueños, era más importante que una leve esperanza!... ¡¿Por qué no podía mantener sus decisiones delante de lo que sentía por el pelinegro, y del odio que le inspiraba el ojos de sangre?!... Quizás, estaba en una delgada línea, entre el deseo y el amor… ¿Podría dejar atrás uno por el otro? ¿Querría?... Los otros dos, ya se miraban muy fijamente: Tenía que darse prisa en decidir… O terminaría sin esa opción, para siempre…
