Según el reloj de la pared, eran casi las 4 a.m.
Y Light, no había podido dormir en toda la noche.
- Hijo. Sé que no me creerás, pero he venido dispuesto a aceptar mi culpa e intentarlo de nuevo contigo.
- …¿Qué?
Pues meditaba todo lo que le había pasado. Una y otra vez.
- … No quiero verte más, papá… Y es mi última palabra.
- Light, es tu padre… Yo daría cualquier cosa por tener uno.
Lo que había vivido esos últimos meses, había sido una locura.
- ¿Cómo está, Near? ¿Le encontraron cura a su enfermedad?
- No hay muchas esperanzas. No creen que llegué a la adultez.
- Eres una persona increíble Elle, mucho más de lo que jamás hubiera imaginado.
- Te amo… Y jamás, jamás, voy a dejar de amarte.
- Prométeme que volverás a mí, Light. Promételo.
- Sí. Lo prometo.
… Una verdadera locura…
- Lo he traído aquí para hablarle del testamento de su padre… ¿No lo recuerda?
- … ¿Qué?... ¿Por qué?... No lo entiendo…
- Si no sigue los procedimientos, ¿cómo espera poder disponer de su dinero?
... Y aún no había terminado…
“No tengo otra opción” – se dijo Light en un momento en el que su mente no pudo repetirle ninguna de esas escenas ni una vez más, y la última lágrima corrió por su mejilla. – “Elle, perdóname… Pero tengo que quedarme hasta que se resuelva este asunto de la herencia… Quisiera no aceptarla, pero es una salida… Una salida para salvarle la vida a Near, y mantener el orfanato, sin tener que vivir bajo la mano de hierro de la mujer-demonio… Una salida para, por fin, librarte de ella… Como siempre soñé que lo haría… Por favor, sé muy valiente y no hagas ninguna tontería… Yo te hice una promesa. Iré a ti.”
El sol ni acariciaba las nubes cuando Light se escabulló de la habitación (que le habían prestado para que descansara), y de la misma casa en la que habían velado a su padre (que pertenecía a su viuda), para salir a las calles y buscar una forma de comunicarse con Elle o el orfanato, para que todos supieran que estaba bien y que no lo habían atrapado… Pero ni bien puso sus pies en la acera de en frente descubrió una cosa tras otra, que le revelaron que su objetivo era algo más que imposible… Para empezar, a unos pocos metros de distancia de la casa pudo distinguir (¡Y gracias a Dios, este no lo distinguió a él!) a uno de los hombres de LillyAi Nagame, durmiendo dentro de su auto… ¡La maldita esposa del diablo ya lo había estado siguiendo!... ¡Y aún lo continuaría haciendo!... Gracias a unos periódicos, arrumbados en la puerta de una casa vecina, se enteró de que, debido a los muchos accidentes que habían ocurrido en la carretera, en las últimas semanas, y por las lluvias, habían decidido cerrar esta misma unos días, hasta que se completara un sistema que redujera la humedad de la misma… El sujeto que trabajaba para LillyAi estaría varado ahí hasta entonces, y continuaría vigilando a Light, que no podría demostrar ni el menor indicio de querer ponerse en contacto con alguien de fuera… Si bien no era sospechoso ya, tendría que cuidarse como nunca de volver a serlo… Así que, con profunda pena, se preparó para afrontar la espera más larga y agónica de su vida… Cinco días sin poder hablar con Elle, ni enterarse de nada… Y sin poder cuidar de lo que él podía pensar… ¡¡Maldita vida injusta!! ¡¡Maldita y cruel mujer!!... Ambas lo habían atrapado en ese lugar y sólo le quedaba rezar… Rezar, una y otra vez…
“… Elle, príncipe mío… Estoy bien… Por favor… ¡Por favor, no vengas!... O, será tu fin...”
Un nuevo día. Un nuevo sol sobre el orfanato.
Y todo continuaba igual que ayer.
… Near seguía sin despertar...
Los médicos ya habían empezado a administrarle alimento y sus medicinas por medio de sondas… Ya no quedaba más que hacer salvo esperar… Esperar, y esperar… Los niños y maestros dejaron de rezar, y volvieron a sus actividades de costumbre, pero por supuesto que con el espíritu muy afectado por la situación, y sin mostrar emoción alguna.
Elle ya no se quiso separar de la cama de su hermanito, y decidió quedarse ahí, hasta que pasara… lo que tuviera que pasar… Nadie se atrevió a impedírselo… Y una nube de tristeza y preocupación envolvió a todos a su alrededor… Especialmente a sus queridos amigos, Alex y Beyond,… que eran los únicos que conocían de la otra mitad de su pena…
- Ya no soporto verlo así. – dijo Alex, mientras él y el joven ojos de sangre observaban a Elle y Near por la ventana del pasillo. - ¿Por qué tenía que pasar esto justo ahora?... Justo ahora,… que decidimos dejar nuestras cadenas atrás…
- No tiene nada que ver – dijo Beyond. – Aún con todo el dinero de LillyAi Nagame ya no se puede hacer nada por Near… Sólo él se puede ayudar. Batallando cara a cara contra esa enfermedad hasta someterla de nuevo, porque no puede vencerla… - Y entonces suspiró con rabia. - ¿Por qué Yagami no está aquí?... Ayudaría tanto a Elle… Aunque no me agradé, no puedo creer que le fallé ahora…
- También ya me estoy preocupando por Light.
- …
“… No era eso lo que quería que dijeras… ¡¿Por qué me haces esto, Alex?!”
- No quiero ni pensar que le haría la Srta. Nagame si lo descubre.
“… Castrarlo… Por favor, que lo castre…”
- Y pensar que ha sido el mejor amigo que he tenido en mucho tiempo - (“¡¿Disculpa?!” – Beyond comenzó a enrojecer de la envidia.) – me hace sentir un traidor por no estar ahí a su lado ¿Y si necesita de alguien que lo apoyé?... Ah, en cuanto vuelva sentiré un gran alivio ¡Ojala sea pronto, o podría…
- ¡¡Bueno, ya fue suficiente ¿no?!!... Si Yagami te preocupa tanto como a Elle, ¡¡¿por qué no le arman un altar entre los dos!!
- Debía suponer que empezarías con eso, otra vez. – suspiró Alex, cansado y se dispuso a retirarse. – Ya ni sé para qué hablo contigo.
- Lo siento. – le dijo Beyond, antes de que se alejara como para no oírlo. Pues sabía que Alex no soportaba sus celos y que (tal vez) había exagerado al gritar. – Pero trata de entender como me lastimas cada vez que hablas así… Te amo tanto, Alex… Y todavía no me has dicho nada acerca de mi propuesta, por más que me he esforzado por llevar las cosas como quieres… ¿Qué es lo que tanto esperas?
Alex tenía que reconocerlo, Beyond lo había estado respetando, como se lo había pedido desde, que llegaron al orfanato, y se había comportado muy bien, pero… ¡Ah, todo continuaba siendo tan difícil!
- … No lo sé…
- … ¿Cómo?... ¿Por qué no lo sabes?...
- Porque estamos en medio del peligro. – dijo Alex como si fuera lo más obvio del mundo. – Y hay mucho más en que pensar – agregó abrazándose a sí mismo. – Y, últimamente… Me he sentido confundido.
Hubo silencio entre ambos, entonces.
Y Beyond no lo soportó por mucho, y se acercó a Alex, con paso firme, y, tomándolo de la barbilla, lo besó con fuerza en los labios.
“Te amo”
Alex se separó, sorprendido, y muy rápido.
- ¡Te dije que estoy confundido!
- No quiero verte el resto del día.
Alex se marchó a la habitación.
Y Beyond se fue a pasear a los jardines.
“Tal vez no he sido lo suficientemente directo.” – pensó. Y la resolución a la que llegó fue tan radical como él mismo – “Tengo que volver a la ciudad… Necesito un anillo de bodas.”
Mello y Matt, por su parte, eran otra historia.
Ambos se habían desvelado en el techo del invernadero y el pelirrojo cayó, más o menos, a las 5 a.m., y sobre el sofá de la sala principal (al que fue arrastrado por el rubio) y se siguió de largo hasta las 3 p.m. (¡Nada como una buena siesta!). Lo primero que Matt hizo al despertar fue ir a buscar a Mello, y, al igual que este, la noche anterior, lo encontró tan rápido que el mismo se sorprendió, pero más aún de no hallarlo solo, ¡y todavía más aún! de encontrarlo, nada más y nada menos, que ¡besándose!... con la bella castaña Natalia.
… Por suerte, el impacto no le duró tanto a Matt para darse cuenta de su error… Mello no se estaba besando con Natalia, en un aula vacía… Ella lo estaba besando a él, y él sólo estaba dejándose, de lo más sereno, sin corresponderle ni de la menor forma… Ni con un movimiento de ninguna parte de su cuerpo… Matt no deseaba averiguar lo que se sentía pero, estaba seguro de que, si en ese momento, intercambiaba lugar con Natalia, sería como estar besando a una estatua… Era de esperarse de Mello. No le tiembla ni un musculo al momento de mantener sus decisiones… Ni por más difíciles, que estas sean…
- ¿Terminaste? – le preguntó a la muchacha cuando esta, por fin, separo sus bocas. – Lo siento mucho, Nati. – agregó, con un suspiró. - Pero yo ya te di mi respuesta. Y nada de lo que hagas la va a cambiar.
- … Pero… ¿Por qué, no?...
(Matt se sentía muy mal de estar observando furtivamente.)
- Sé que no puedo obligarte a que me quieras. – continuó la joven, que ya tenía los ojos llenos de lágrimas. – Pero, ¿por qué no me das una oportunidad? ¿Por qué no nos das una oportunidad? ¡Te vas a dar cuenta de lo feliz que puedes ser conmigo!... Yo te amo tanto…
Ella intentó besarlo de nuevo, pero esta vez Mello sí se apartó.
- No. – repitió.
- ¿Por qué? - repitió ella, ¡aferrándose a cualquier esperanza por mínima que fuera!
- Porque no y ya. - “Me hará decirlo, ¿verdad?” – Porque yo no te quiero… Te tengo mucho cariño, pero nada más… Y eso nada lo va a cambiar, ¡y mucho menos el que tú intentes todo el tiempo convencerme de lo contrario! – añadió más alto, ya que la joven intentaba arrojarse otra vez sobre él. – Lamento mucho que así resultaran las cosas. Pero si la única manera, de que desistas de esperar algo más que mi amistad, es apartándome de ti, eso haré.
- … ¡No! ¡Por favor, no!...
- ¡Ya!... – Hubo silencio (además de los sollozos de Natalia) y Mello dio por cerrado el asunto, diciendo - Voy a ver a mi hermano… Siento mucho haberte hecho daño.
Los mellizos se reunieron en el patio, y siguieron con la espera.
(Near seguía sin abrir los ojos. Y todo el mundo parecía esperarlo.)
- Mello, ¿te enojaste conmigo? – preguntó Matt, en un momento, pues al rubio no le costó ningún trabajo descubrir que había visto toda esa escena de una telenovela.
- No. – dijo él, y agregó. – Hoy no podría, ni aunque quisiera.
“Si Near muere, sólo me quedaras tú.”
- ¿De verdad nunca sentirás nada por Natalia ni ninguna mujer?
- Eso espero. Y siempre lucharé por eso… Ya quiero demasiado a muchas personas en mi vida, y no quiero sufrir más. – contestó Mello.
“No lo había visto de ese modo” – pensó Matt.
- Yo quiero enamorarme.
- ¡Por supuesto! – le dijo Mello, para su gran sorpresa, y luego lo derribó de un golpe. – Eres un idiota.
… Pasó esa tarde… Y la noche… Y llegó otro día…
Y con este, y sin que Near despertara, de nuevo, la que antes era una desesperación lenta y dolorosa, pasó a ser una, totalmente, mortífera.
“¡No lo entiendo! ¡¿Por qué han desaparecido los dos?!” – pensaba Alex, completamente aterrado mientras buscaba ¡tanto a Elle como a Beyond! por los alrededores del lugar. No sabía por qué pero ambos habían desaparecido totalmente esa mañana sin dejar rastro, y, con todos los demás heridos por el estado del peliblanco, no contaba con nadie que lo ayudara… ¡Ya era el tercer día! ¡El tercer día sin saber nada de Light! ¡Y de tener a su hermano postrado en una cama! ¡Comprendía perfectamente a Elle!, y, por suerte, su instinto no le falló, y se le ocurrió buscarlo cerca de la carretera, dónde, por fin, lo encontró, esperando un vehículo que lo llevara a la ciudad.
“Encontraré a Light, cueste lo que me cueste.” – pensaba el pelinegro. Y ni bien vio llegar a su lado al joven castaño le gritó con una firme decisión:
- ¡No puedo más, Alex! ¡Voy a buscar a Light, y esta vez no podrás detenerme!
- ¡Elle, no quiero detenerte!... Quiero ir contigo.
La sorpresa duró poco y no hicieron falta más palabras, ni ninguno esperó a que apareciera alguien más que los retrasara… Y para esa misma tarde, ambos se encontraron, de vuelta, en los dominios de LillyAi Nagame.
La mujer demonio, la esposa del diablo, la única tal cruel como inteligente y manipuladora, ya se sentía profundamente humillada como nunca en su vida… ¡¡Dos días y todos sus hombres buscando sin descanso, y nada!! ¡¡¿Dónde estaban esos malditos y malagradecidos engendros?!! ¡¡¡No habrían podido desvanecerse en el aire!!! ¡¡¡Nunca!!!
- ¡¡¿Están seguros de que los han buscado en todas partes?!!
- … Sí, señorita… Por toda la ciudad. Abarcamos todo…
- ¡¡¡Sigan buscando!!! ¡¡¡Por centro, los barrios costeros, la zona alta!!! ¡¡¡Pero eso sí, los quiero con vida!!! ¡¡Que sus corazones latan!!, por ahora.
Luego, sólo el silencio rondó por esa oficina.
Hasta que una voz, dentro de los recuerdos de aquella enloquecida mujer de negocios, de alguien que estaba al borde de la desesperación, y suplicaba por su perdón (como le gustaba que lo hicieran), le dijo esto siguiente:
- No los van a encontrar… Tienes animales buscando a personas… Te guste o no, son personas listas… y bellas… Y para encontrarlas necesitas a alguien que los conozca y sepa dónde buscarlos… Alguien que pueda entrar en su mente… Yo sí los conocí… Al menos,… a uno de ellos…
- ¡Por favor! ¡Acepta mi ayuda!... ¡Por favor!
Pero pasaron varias horas, antes de que LillyAi se tragara su orgullo (otra cosa que pagarían caro los malditos traidores) y levantara el teléfono:
- Vayan a buscar a Teru Mikami. Diganle que acepto.