“¿Qué pasa aquí? ¿A qué se debe esto?”
- ¿Disculpa? – preguntó Light, para asegurarse de que había oído bien.
Alex perdió, con eso, mucho del valor que tanto le costó reunir para acercarse, y permaneció callado varios segundos, frotándose las manitos, antes de recuperarse.
“Qué ternura” - Light suspiró, maravillado con tanta belleza.
- Es que, - dijo el menor muy despacio, y evitando el contacto visual directo – me enteré de que la Srta. Nagame ya te hizo la prueba. Verás, cada vez que tenemos un fotógrafo con gran talento, después de un tiempo, la Srta. Nagame le hace una prueba, tú sabes, para saber si tiene madera de creativo. Si pasa la prueba, le asciende y duplica su sueldo, y si no, pues,… creo que lo despide.
- Sí, eso ya me lo había explicado ella, pero no sabía que esto era una especie de tradición – Light regresó su mirada a sus idea apuntadas en un papel sobre la carpeta y suspiró: Sí era así, de seguro que sería muchísimo más difícil lograr que la Srta. Nagame se impresionara. Entonces, recordó su primera pregunta. – ¿Pero eso que tiene que ver contigo, Alexander?
- ¿Puedes decirme Alex, por favor? – El menor se sonrojó mucho, y Light asintió para calmarlo – Es que, verás, no sé si quieras, pero - (¡Vaya que había que tener paciencia y auto-control con ese niño!) – Yo, pensaba ofrecerte mi ayuda, tú sabes, para idear una propuesta, para la página central del próximo número.
“¿Es una broma?” - Light, cada vez, se sorprendía más.
- ¿Tú? ¿Cómo podrías ayudarme?
- … - Alex sólo balbuceo entonces.
- ¡Yo tengo una gran colección de libros! – logró soltar Alex, al fin, después de varios minutos (¡y de tal manera, que provocó que toda la sala los mirara!) – Sí, libros acerca de fotografías y, también, varias copias de muchos números pasados de la revista, ¡puedes verlos!, para así asegurarte de que tu idea es totalmente original y no enfadar a la Srta. Nagame.
- Claro – Light fue cayendo en cuenta, entonces – Y podría inspirarme de las fotografías de los libros. Ya había pensado hacer eso, pero no tenía tiempo para ir a indagar a una biblioteca ¿De verdad me dejarías usar los tuyos, Alex?
- ¡Sí! – asintió el menor, más rojo que nunca.
Pero, Light, esta vez, le regaló la más amplia sonrisa: ¡Esa esperanza le llegaba cómo caída del cielo! Tanto así, ¡que casi abraza al menor!
- Gracias, de verdad ¡Eres maravilloso! - (¡Menos mal, que supo contenerse!) - ¿Cuándo puedo pasar a recoger los libros?
- De hecho, yo – Alex tragó saliva, y continuó – quiero ayudarte personalmente. ¿Podemos reunirnos, en mi departamento, mañana, al medio día?
Una mayor sorpresa regresó al rostro de Light: ¡¿Acaso lo estaban grabando?!
Según tenía entendido, Alexander “A” Llynch era la persona menos accesible de toda la revista: Sólo hablaba con otros modelos, para ser más específicos, con BB y L. Así que, ¿de dónde salía todo eso? ¿Era buena idea aceptar ayuda tan extraña?... Bueno, tampoco era cómo si se viera peligroso, pero, ¿y si se trataba de una trampa? ¡Birthday podía estar detrás de todo, forzando al pobre Alex a hacer un trabajo sucio!
- Sí tengo libre la tarde de mañana – dijo Light, ahora serio. – Pero te quiero hacer una pregunta, primero - Alex elevó la mirada. - ¿Por qué quieres ayudarme?
¡Vaya que era difícil sospechar de algo turbio de ese angelito!, pero, con un demonio cómo Beyond Birthday junto a él, Light tenía que estar abierto a cualquier cosa. Todavía no entendía cómo podían ser tan cercanas dos personas tan diferentes. Porque eso eran: Un ángel, y un verdadero diablo.
Light le daba vueltas a eso, cuando Alex contestó:
- Porque no quiero que te despidan.
“¿Cómo?”
- Yo sé que no tienes el apoyo de nadie para sustentarte, y que este empleo lo es todo para ti – continuó Alex, con la sinceridad grabada en el rostro - Además, me parece que eres una gran persona, buena y confiable, por lo que me parecería muy injusto que te echaran de aquí. Eso es todo.
“Es imposible. Una criatura tan divina, no puede mentir”
- ¿Me crees? – agregó el menor, inseguro.
Y Light le sonrió más bonito que nunca:
- Por supuesto. Nos vemos mañana.
Entonces, Alex demostró una alegría que dejó a Light embobado y salió corriendo.
“¿Me estaré metiendo en algo peligroso?”
El día siguiente, Light llegó muy puntual a la dirección del departamento del que, se podría llamar, su nuevo amigo, en un barrio muy lujoso, por lo menos, el triple de caro que el suyo y subió diez pisos de un moderno edificio. Aún no estaba del todo convencido de que fuera una buena idea, pero, en fin, ya le había dado su palabra a Alex… Alex, ¡vaya que era un nombre lindo! Un nombre lindo, para un chico lindo… ¿En dónde trabajarían? ¿Acaso, en su cuarto?... ¡No era el momento para pensar de ese modo tan travieso! ¡Él también era modelo de la revista!, por ello, siquiera rozarlo quedaba enteramente prohibido… Además no era como si él quisiera hacerlo… ¿o sí?
El elevador se abrió, entonces, y quitó todo lo agradable de la mente de Light:
Beyond Birthday apareció frente a él terriblemente sorprendido de encontrarlo.
- ¡¿Qué haces tú aquí, Yagami?!
“Y ya empezamos”
- ¿Alex no te lo ha dicho? – dijo Light, tranquilo.
- … ¿Alex? ¿No me dijo qué? – preguntó Beyond.
- El me ha invitado – (Light ya había repasado lo que le diría si se lo encontraba.) – Vamos a trabajar juntos, en su departamento.
Entonces, aprovechando la fuerte impresión que invadió al ojisangre, el fotógrafo quiso pasar por su lado, ¡pero este reaccionó casi dos segundos, y le volvió a cerrar el paso!
Light suspiró muy cansado: “Ya me suponía que no sería tan sencillo”
- Tienes dos segundos para explicarte – dijo Beyond revelando que, en efecto, Alex no le había dicho nada ¡Lo que era imposible de creer para él! - ¿Qué quieres decir con que te ha invitado al departamento? ¿A trabajar en qué? ¡No pienses que puedes engañarme tan fácilmente, Yagami!
- Si no me crees, no me interesa. Pero sí se me hace tarde.
¡Entonces, Beyond tomó a Light de la camisa, harto de su actitud!
- Muéstrame más respeto cuando me hables, ¿oíste? Y que te quede claro una cosa, a mí no puedes engañarme, todo ese cuento de la homofobia, no es más que eso, un cuento, y cuídate de no darme pruebas, porque, créeme, las usaré.
- ¿Por qué quieres arruinar mi carrera, Beyond Birthday?
- Porque no soportó a la gente cómo tú, que miente acerca de quién es en realidad, y que, sobre todo eso significan un peligro para la persona que adoro.
“Si supieras que yo también lo adoro, demonio”
- Pero, ¿puedo quedarme con Alex?
¡Y en lugar de esperar a que se calmara, Light decidió echarle más fuego a las ganas que tenía el pelinegro de sacarle los dientes! Quizás porque, en esa ocasión, estaba tan loco, que hasta le contestaría. Pero, no hubo tiempo para mayor contacto físico, puesto que otra persona llego a lugar y pidió, con toda calma, la liberación del castaño:
- Beyond, suéltalo, por favor.
Los ojos desconcertados del mayor pasaron mecánicamente de Light a Alex.
- Yagami dice que lo has invitado a nuestro departamento ¿es cierto?
- Sí – (Parece que Light no fue el único que ensayó.) – Pero no te molestes, que no saldremos de mi cuarto, se trata de una simple investigación bibliográfica lo que tenemos que hacer. Sé que Light no te agrada, pero yo quiero ayudarlo a pasar la prueba. Supongo que no serás capaz de prohibirme eso ¿o sí?
La ira desapareció por completo de Beyond, y regresó una sorpresa, ahora, más bien dolorosa: ¿Desde cuándo su sumiso angelito le pedía así las cosas? El se lo tenía permitido porque sabía que nunca traería a nadie nuevo a la casa, ¡y menos a Light Yagami! ¿Qué pasaba ahí? ¡Algo tenía que andar mal!... Pero, en fin, un acuerdo es un acuerdo, y no quería discutir con Alex frente a alguien que podría aprovecharse de ello, por lo que, soltó (muy despacio) al fotógrafo, y lo dejó irse junto a su compañero.
- Adelante, pero estaré muy alerta. – Fue su advertencia final.
Alex tomó, entonces, la mano de Light, y ambos corrieron para adentro.
- Bueno, eso fue divertido – dijo Light sarcástico, una vez que estuvieron dentro del cuarto del castañito (que, por cierto, también lo maravillo con su sencilla belleza) - ¿Cómo soportas vivir con alguien cómo él?
- Él no es malo conmigo: Ya lo viste, te dejo pasar.
- Después de casi ahorcarme.
- … Ya lo conocerás mejor.
Light no pudo evitar reírse: ¿Él conocer mejor a Birthday? ¡¿Bajo qué circunstancias?!
Pero, en fin, mejor empezar, de una vez, con el verdadero motivo de toda esa reunión.
¡Fue una de las tardes más agradables que Light pasaba en mucho tiempo! Alex era un verdadero dulce de anfitrión, no sólo poseía aquella vasta colección de libros con bellísimas fotografías famosas, sino que, también, una amplia variedad de conocimientos sobre cada una ¡Además descubrió que tenían mucho en común! El menor era escritor, por lo tanto, un artista y su forma de entender el pensamiento de otras personas era muy interesante. En fin, para resumirlo, pasadas tres horas, ambos ya se sentían completamente a gusto con la compañía del otro y experimentaban una agradable calidez con cada cercanía accidental ¡Si tan sólo no fuera, también, modelo de Naughty Angels!, podría acariciar un poco ese preciosa carita de porcelana o jugar con esos encantadores rizos o, quizás, hasta estrechar entre sus brazos esa tierna figura ¡Ah, que injusta es la vida! Alex le agradaba como amigo, ¡pero que fuera mucho menos lindo ayudaría horrores! Light no podía evitar, por ratos, desear experimentar un contacto directo con la piel del menor, ¡y es que era muy irresistible! Además, tenía unas piernas bellas, delgadas y largas ¿Cómo hacía para tenerlas así?
- Eh. ¿Light?
El mayor se dio cuenta entonces, de que estaba muy cerca de cumplir uno de sus impropios deseos, ¡y apartó rápidamente la mano, alejándola de los muslos del menor!
- Yo… necesito ir al baño. – dijo entonces, y salió rápidamente del cuarto.
Alex no se alarmó nada y decidió seguirlo (No le había dicho dónde estaba el baño.)
La verdad era que Light sólo quería tomar aire fuera de la vista de su anfitrión ¡Aquel había sido un accidente muy peligroso, pero no pudo evitarlo!... ¡Todo era culpa de L Lawliet! (¿Ah?) ¡Con sus enloquecedores encantos lo tenía al borde de la locura, y de buscar, en dónde sea, un poco de deshago! Pero, Alex no se merecía eso (Suficiente tenía con vivir con Birthday), además, ¡era la misma situación! ¡Aunque quisiera algo serio con el castañito no podría tenerlo!... ¿Algo serio? ¡¿Ahora, de qué estaba hablando?! No quería nada serio ni con L, ¿a qué venía?... Necesitaba aire, de verdad.
Light decidió caminar por el pasillo que daba a la sala para liberar su mente, pero, ni bien estuvo cerca de dicha estancia, escucho unas voces, ¡nada difíciles de reconocer!
- ¿Entiendes lo que pido, Beyond? ¿Al menos puedes darme esa tranquilidad?
- Me será muy difícil, Elle – dijo el mayor, triste pero fuerte – Pero, lo haré, si es la condición que me pides para seguir siendo tu amigo después de lo que hice.
- Entiende que también es difícil para mí, pero no ve otra solución: Así que, si vuelves a mencionarme algo sobre esos sentimientos que no puedo corresponder, no me verás más.
“¿Qué?... Pero, ¿qué le hizo, Birthday?”
- Bien. Confió en que algún día esto se terminé y no sea más que un doloroso recuerdo – continuó el mayor, y Elle suspiró con tristeza (Sabía que jamás cambiaría de opinión, pero es casi imposible matar una esperanza) – ¿Ahora, quieres quedarte a almorzar? Estaba a punto de cocinar una lasaña francesa.
- Sí, me gustaría – dijo Elle con una sonrisa, que rápido desapareció - ¿Light?
“¡Diablos!” – pensó el castaño, al verse descubierto.
- ¿Estabas espiándonos, Yagami? – Beyond centró, entonces, toda su rabia en él - ¡Sabía que era una pésima idea dejar entrar a mí casa a alguien cómo tú!
- … ¿Qué?... ¿Cómo?... ¿Entrar a mí casa? – Elle no comprendía bien nada.
- No es sólo tú casa, sino también de Alex. – dijo Light, digno – Y no me iré sino hasta que él me lo pida.
- ¿Light, qué haces aquí?
Entonces, ambos se centraron en el menor.
“L, mi príncipe. Perdóname, una vez más”
- Eso no es de tu incumbencia, Lawliet. Si no te hubieras tomado una semana sabática creo que estarías enterado de que me han asignado una importante tarea para el siguiente número ¿Ya ves?, no todos tenemos la libertad y fama de la que tú gozas, si no puedes entenderlo está bien por mí, pero más te vale que ahora que has vuelto te concentres en lo que de verdad te hace especial y no pongas en riesgo mi trabajo con tu irresponsabilidad, como haces siempre.
¡Beyond Birthday hubiera saltado sobre él en ese instante!
Pero, para sorpresa de todos, ¡Elle mismo, se le adelantó!
- ¿Quién te crees para hablarme así?
“¿Qué?
- Yo sé mi trabajo, desde mucho tiempo antes de que tú llegaras, así que no necesito que me lo recuerdes. Y respecto a mí libertad, créeme que sería lo último que pondría en riesgo tu carrera. – dijo Elle, y luego agregó a centímetros del rostro de Light. - Preocúpate mejor por tener suficiente talento.
“… ¡¿Qué?!”
- Beyond, si no te molesta ¿podemos comer fuera? Si Light Yagami va a quedarse aquí no creo que haya suficiente espacio para mí.
- Tranquilo, Elle – dijo Birthday, muy contento – Él que se va es él, y creo que Alex estará de acuerdo ahora ¿Verdad, Alex?
La presencia del castañito fue revelada, entonces, detrás del fotógrafo.
- Light y yo casi hemos terminado por hoy. – dijo – Pero él sólo se irá si quiere.
“Angelito”
Hubo un rato de silencio, y entre los cuatro se quedó un ambiente de gran tensión.
Finalmente, Light habló a Alex:
- Está bien, descuida: Yo me voy. Sólo déjame pasar por mis cosas.
Y el menor asintió, acompañándolo.
Pero, antes de que salieran de la sala, Elle Lawliet hablo por última vez:
- Estaré a tu disposición para la propuesta que quieras cuando quieras, Yagami. Sólo espero que de verdad se te haya ocurrido una muy buena idea.
Light dejó el departamento, aquella tarde con un nuevo sentimiento hacía su Dios: El anhelo, de una deliciosa venganza
“Bien, sí así vamos a jugar. Veremos quién llora sangre primero”