“Bien, si así vamos a jugar, veremos quién llora sangre primero”
Cinco días pasaron desde que a Light le fue asignada la gran prueba ¡y cinco días en los que creyó que perdería la cabeza! Ahora no sólo estaba aquella constante presión, sobre sus hombros, de lo que pasaría, si no llegaba a cumplir con las expectativas deseadas, sino que también estaba la nueva y desafiante actitud de su Dios de la Inocencia, que desde su encuentro, en casa de BB y A, empezaba a hacerle pensar que era una idea equivocada referirse a él con ese apelativo.
El castaño siempre supo que llegaría el día en que L dejaría de mostrarse dulce y tierno con él, pero nunca espero que fuera así ¡El pelinegro estaba más que completamente cambiado!: No sólo le respondía a cualquier insinuación de desagrado, sino que también lo trataba con desprecio incluso cuando no estaban involucrados en la misma situación, pedía que le pusieran los trabajos más pesados delante suyo, como si fuera un objeto inanimado cuya opinión no contara, y hasta se negaba a trabajar si alguien se resistía a su orden. Para resumir, se había vuelto una total copia de la Srta. LillyAi Nagame, sólo que en lugar de presionar a todos, presionaba sólo a Light y, por desgracia, no había quién en el estudio no creyera que no se lo mereciera.
Al principio, Light pensó que podría manejar aquello sin que le afectara tanto, lastimarlo con su indiferencia y respuestas cortantes siempre caía bien, pero, poco a poco, el pelinegro empezó a descubrir (¡Gracias a Beyond Birthday!) que tenía mucho más poder del que pensaba, y, si no podía abofetear al castaño cuando le decía algo molesto, el ponerlo a colgar de un cable, para obtener una toma cenital, era muy satisfactorio también. Pero esa no era la peor parte para el joven fotógrafo, lo que realmente le afectaba era que, en el fondo, aquella actitud ¡no hacía más que enloquecerlo aun más! Tanto era así, ¡que ya ni siquiera le servían de mucho sus horas en el armario del conserje! La nueva rabia que tenía contra el menor hacía casi imposible imaginárselo cómo él, ahora, quería tenerlo, en la oscuridad: Resistiéndose a ser sometido a un castigo rápido. Ahora, quería poseer a L, en esa nueva faceta suya, oponiéndose con valor, cómo toda una fierecilla indomable, por decirlo de algún modo, y siempre, sin importar que tanto sintiera que lo hería, con su maltrato, en su ya declarada loca guerra, sentía una victoria vacía, al verlo más inalcanzable que nunca.
Y, por si todo eso fuera poco, ¡L y BB se habían vuelto inseparables! Light ya los había descubierto, más de una, vez conversando en los pasillos, muy divertidos, sobre nuevas formas de hacerlo quedar mal ¡Una verdadera tortura!: ¡Aquel demonio llenaba de veneno a su príncipe, y él no podía hacer absolutamente nada!... ¡Ah, si tan sólo pudiera hacerle derramar una lágrima, de nuevo, tal y cómo lo hacía antes, recordaría lo que era ese poder!, y sería consuelo suficiente hasta nuevo aviso, pero, ¿cómo?... No tenía tiempo para planear aquello… O, ¿tal vez sí?
- Light, ¿estás escuchándome?
- …
La suave voz de Alex lo despertó de su ensoñación.
¡Alex! El único que le producía sensaciones agradables desde hacía buen tiempo. El dulce angelito que lo había estado ayudando con su nuevo proyecto, sin falta, cada noche, antes de volver a casa, y que, gracias a él, ya casi tenían una propuesta que hacerle a la dama de acero, que era algo que nunca se había visto en su amada revista. El fotógrafo no tenía cómo pagarle… Tal vez, un apasionado beso sería… ¡No, hasta podría hacerlo llorar!... (Tan fragilito, se veía.)
Light no pudo más que forzar una sonrisa amplia.
- Creo que ya tienes todo para hablar con la Srta. Nagame. – dijo Alex, feliz de obtener una reacción. – Sólo faltan las fotos de prueba. ¿Estás listo, para eso?
- Sí. Confío en que es la idea correcta: Es original y pienso que podremos explotar mucho esta nueva faceta de los modelos cómo tú, si gustan al público.
- ¿De verdad, lo harán?
- Oh, créeme, lo harán.
(Definitivamente, de aprobarse esa idea, él sería el primero en comprar dicho número.)
El trabajo había oficialmente terminado, y los amigos se dirigieron, por última vez, a separar sus caminos, frente a un parque, en el que ya tenían la costumbre de reunirse, no sin antes quedar, en una playa, al día siguiente, para realizar la sesión de prueba. Alex sería el único modelo pues Light tenía el presentimiento de que con él le bastaría.
Hasta que, de un momento a otro, una descabellada idea brotó en la mente del castaño, cuando ya se disponía a abordar su autobús:
- Invita a L Lawliet, Alex. Lo vamos a necesitar.
- ¿Qué? – El menor se extraño mucho antes esas palabras. – Pero, dijiste que…
- Lo sé, pero acabo de pensarlo mejor y será bueno mostrar dos caras diferentes en ciertas tomas. – dijo el fotógrafo, muy decidido – Invítalo tú, pero no le digas que se trata de mí, porque no aceptaría, que piense que es algo tuyo ¿sí?
- Pero, podríamos tratar con otros. ¿Por qué Elle, si es tan difícil contigo?
- Porque no hay nadie más. Tú sólo te llevas con L y con Birthday, y él no sirve para nuestra propuesta. Por favor, Alex, yo veré cómo me las arreglo, pero necesito que me des este último empujón ¿Puedes hacerlo, amigo?
(Definitivamente, fue esa última palabra la que convenció al castañito.)
- Está bien. Lo llevaré al lugar acordado, a la hora acordada.
- Muchas gracias, eres el mejor. – Light, en un impulso de alegría, lo abrazó. – Cuando necesites algo, cualquier cosa, cuenta conmigo.
- … Sí, lo haré. – dijo Alex, ruborizado hasta el cabello.
Sólo entonces sí se separaron, y Light regresó a su departamento.
¡Tan sólo para planear, muy detalladamente, su nueva venganza!
¡Ah, porque sólo esa era la razón de todo lo anterior! ¡Venganza! ¡Por fin, había visto la excusa perfecta para obtener el consuelo que quería de L Lawliet!, y dónde no habría nadie para darle la razón o defenderlo. (Ya vería cómo dejar atrás a Alex, a quién aunque le había tomado un sincero afecto, no podía dejar de utilizar, cuando se trataba de responder en su guerra primordial.) Todo tenía que salir bien, por suerte, aquella playa, en la que tenían acordado reunirse, era perfecta para generar aquella situación, además de solitaria y lejana… ¡Qué ansiedad lo invadiría, ahora, esperando su momento! ¡A matar dos pájaros de un tiro! ¡Obtener el ascenso, y las lágrimas de L!
“Tú tienes la culpa por ser tan divino e inalcanzable… Hasta mañana, mi dulce victima”
El día siguiente amaneció con un sol precioso y cielo despejado, perfectos para ir a la playa, por lo que Elle no pudo decir que no y se preparó muy rápido para encaminarse, con Alex, a dicho destino. Pero no crean que fue tan fácil: Al castaño le remordía mucho la conciencia por no decirle la verdad completa a su amigo, y, después de lograr que aceptará, apenas y pudo responderle o mirarle a los ojos, cada vez que este le hablaba para pasar el tiempo, dentro del autobús, pero, bueno, así tenía que ser. Todo el trayecto, el pelinegro sólo supo que iría a apoyarlo en una sesión de fotos particular, cosa que no era un gran favor, y, aunque lo fuera, de todos modos haría por él, después de todo, era uno de sus pocos amigos y ayudarlo le brindaba gran alegría.
- Luces nervioso, Alex ¿Algo te está preocupando?
- … ¿Qué?... No, nada en absoluto. – dijo el menor.
- Vamos, no es tu primera vez en una sesión exterior. Además vamos una playa bastante apartada, así que dudo que alguien nos vea o intente secuéstranos.
Alex guardó silencio otro buen rato, y aumentó la curiosidad de Elle:
- Ya, por favor: Dime, ¿qué te pasa?
- … Elle: ¿Somos amigos, verdad?
- ¡Pero, ¿qué pregunta es esa?! ¡Claro que sí! – Y, para corroborarlo, el pelinegro pasó su brazo alrededor del castañito.
Alex sonrió sinceramente por eso, y le correspondió aceptando el abrazo.
- A lo que me refiero es… - continuó el menor después de ese agradable momento. – los amigos de verdad siempre se perdonan, ¿o no?
- Bueno, sí. Supongo que sí. – dijo Elle, empezando a extrañarse.
- Entonces, ¿tú me puedes perdonar por algo que va a pasar?
El pelinegro cada vez entendía menos, y el autobús empezaba a detenerse.
- No te entiendo bien. – dijo Elle, finalmente – Pero te quiero mucho, y siento que tú también a mí, por lo que me parece muy difícil que pueda enojarme contigo.
Alex, entonces, terminó de bajar del vehículo y abrazó a Elle, profundamente.
- Gracias, mi amigo. Eres muy bueno.
Y, aquel agarre, se mantuvo por unos minutos.
- Gracias. Pero, aún no entiendo na…
- Perdón, ¿estoy interrumpiendo algo?
Y, entonces, Light apareció, y se desveló todo.
- No es momento para muestras de afecto. Vamos: Hay mucho que trabajar.
Tal y cómo se imaginan, justo al instante de la llegada del fotógrafo, el castañito se ganó una gran mirada de reproche por parte de su amigo, pero también obtuvo el perdón que tanto quería a los dos segundos, después de todo, Elle creía a Light Yagami bastante capaz de hacerle cualquier cosa al menor si no accedía a llevárselo. Además, había otra cosa que reconocer: Si el mayor perdía el empleo, eso significaba varios meses de retraso en sus labores, por tener que buscar a alguien que lo sustituyera, y perder ganancias, así que mejor ayudarlo con su propuesta, que, increíblemente, estaba bastante bien.
Varias de las siguientes horas, los dos modelos se la pasaron posando entre las espectaculares rocas de unos riscos, con el bravo mar de fondo, luciendo unos mantos nada ostentosos pero sí deslumbrantes por su brillo y pulcritud (Light sí que había trabajado junto con los de vestuario.). La idea básica era la siguiente: Dioses Míticos Indiferentes e Inalcanzables. (El muchacho había tomado la idea de un libro de fotos griego.) Y era algo que nunca se había visto con aquellos modelos, ahora, en lugar de parecer las posibles víctimas de todos los días, se veían más bien cómo objetos preciosos que nunca se podrían tocar, lo que provocaba (en la mente del castaño) una sensación de tortura adictiva que podría llegar a apasionar a los lectores más masoquistas (gran porcentaje del total de su público actual.) Hasta Elle tuvo que reconocerlo: Había mucho talento ahí… ¡Si tan sólo supiera que, también, estaba contribuyendo a llenar importantes espacios en la colección personal de quién lo fotografiaba!, y que este tenía, además, un plan bastante cuestionable, para él, más tarde… En fin, la mañana de trabajo empezó y prosiguió de un modo bastante normal (¡y sin discusiones o peleas!) hasta entrada la tarde,…
… cuando el castaño sintió que ya era el momento:
- L, acompáñame a la cima del risco más alto
Entonces, el menor trago saliva
(Muy pocos lo saben, pero Elle “L” Lawliet le tiene un gran pánico a las alturas.)
- No quiero hacer eso. – dijo el pelinegro entonces, tratando de evadir la tarea. – Además, no le veo el objeto, ya casi no hay buena luz de sol y sería inútil ver…
- Disculpa, pero yo soy el encargado de esta sesión privada. – sentenció, el castaño – Tengo una autorización firmada por la misma Srta. Nagame que me permite y compromete a hacer todo lo necesario para que estas fotografías salgan cuanto mejor posible. ¿Quieres que ella te encuentre poco profesional?
- Sabía que había gato encerrado en esto. – dijo, entonces, Elle, muy indignado – Le pediste a Alex que me trajera aquí para abusar de tu autoridad ¡Eso es sucio hasta para ti!
- ¡No vuelvas a gritar!
Hubo silencio, y Alex sintió miedo.
- Y no hables de juegos sucios, pequeño hipócrita – Light no bromeaba en lo más mínimo. – Al menos, yo sí estoy cumpliendo con mi trabajo. Será la última vez que te lo pediré ¿Vas a venir?
Elle no se movió de su lugar.
¡Entonces, Light lo tomó del brazo y se lo llevó a la fuerza!
- ¡Ey, ¿qué haces?! ¡¡Suéltame!! ¡¡Me lastimas!!
No hubo más, entonces, y el castaño más joven se quedó sólo con un insoportable mal presentimiento ¡Ah, ¿qué había hecho?! ¡Tenía que detener ello, porque estaba seguro de que no acabaría bien! ¡Pero, ¿cómo?! No entendía que fuerza se estaba posesionando de Light para hacer que ya casi le fuera imposible pensar en él cómo el amigo con el que había estado reuniéndose esos días.
El menor ya estaba por llorar cuando una voz lo llamó:
- ¿Alex?
El castañito volteó, ¡y no puedo evitar arrojarse a los brazos de Beyond Birthday!
- … ¿Qué tienes? ¿Qué es lo que te pasa, Alex?
- ¡No sé cómo, pero qué bueno que estas aquí!
- Elle me llamó, y me dijo que viniera a recogerlos
Entonces, por primera vez, el famoso Beyond Birthday se olvidó, por completo, del modelo de ojos oscuros, para centrar toda su atención en el de ojos avellana, y empezó a acariciarlo contra él, para ayudarlo a que dejara de temblar y consiguiera la tranquilidad para recuperar el habla. Un calor muy dulce, de pronto, se formó entre ellos, e inundó el corazón del ojos de sangre inmediatamente, quién, entonces, no pudo evitar, tomar entre sus manos el rostro del angelito que tenía en frente para ponerlo a la altura del suyo. Con este acto, Alex no se controló e instintivamente cerró los ojos y junto los labios cómo si esperara algo, y, entonces, sintió el aliento suave y dulce de su compañero sobre estos últimos.
- ¿Quién te ha hecho daño, mi amor?
¡¡Un aterrador grito vino de dirección de los riscos!!
Y todo ese día tuvo un final inesperado para todos.
“… ¿Qué hice?... Esto, ¡¡no era lo que yo quería!!”
