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Naughty Angels, MAGAZINE por LillyAi

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Notas del capitulo:

Saludos, a todos Soy LillyAi ^^

¡He escrito un capitulo, después de más de 6 meses de ausencia!

¡No lo puedo creer!

 

Ok, quizás no esté tan bueno, pero para ser el comienzo creo que no va mal ^^ Lo he utilizado principalmente, para describir la situación en la que se encuentra nuestro persona principal (Light), ya más adelante empezaran las escenas divertidas, románticas, apasionadas, etc. que prometí, y ni bien se presenten todos los personajes, porque cómo dije, este es sólo el comienzo ^^

Quiero dedicarle este episodio a lay lawliett (¿Tú, por aquí? ¡No lo creo!), Sandra, y lottiejeevas ¡Gracias por apoyarme! ^^ ¡Eso pero me sigan!

¡A todos los nuevos, no sean tímidos!

¡Y AHORA SIN MÁS PREAMBULOS COMENCEMOS!

¡1ER CAPITULO DE NAUGHTY ANGELS MAGAZINE!

Simplemente, flashes

 

-       Muy bien. Fantástico

 

Y, luego, uno que otro comentario, o indicación, de parte de la directora de escena

 

“… ¿Fantástico?… Esa palabra, es poco…”

 

-       Hermoso

 

Era la rutina, de todas las sesiones fotográficas del pelinegro

 

“… ¿Hermoso?... Los cachorritos, son hermosos… Él, ¡es un divino ángel!...”

 

-       Eso es. Quédate así

 

“… Sí, quédate así… Mi vida necesita una alegría, desesperadamente…”

 

-       Luce mejor ese bello atuendo

 

“… ¿El atuendo?... ¡¿A quién le importa el atuendo?!... ¡Lo que está abajo es lo realmente bello!...  ¡Deberían maldecir esa ropa, por taparlo!... Siempre es lo mismo: Lo que usa nunca es lo suficientemente revelador… ¿A eso le llaman complacer al cliente?... Sí tan sólo, yo pudiera…”

 

-       Light, acércate más. Quiero varios primeros planos, que resalten la crema de fresa

 

“…”

 

El castaño, sin ninguna expresión en su rostro, obedeció, y se separó, del resto de personas que conformaban el equipo técnico, de aquel estudio, para arrodillarse, a menos de un metro, de aquella espectacular cama con doncel, y, obviamente, de su tierno ocupante: Un joven de aspecto único, piel pálida y suavecísima, igual a un copo de nieve, de cabello negro, que le hacía un delicioso contraste, al ser tan oscuro cómo la noche más cerrada, y ojos increíblemente profundos, que contribuían a terminar su único objetivo: Hipnotizar a cualquiera

 

-       L, por favor no te distraigas – le suplico la directora a su modelo: Pero, igual, siempre pasaba lo mismo, cada vez, que utilizaba a su más nuevo fotógrafo. Pero, siendo este, también, el mejor que tenían, en mucho tiempo (Desde que su jefa deportó a un Europeo), tenía que usarlo.

 

El joven con el objetivo revisó el foco, e hizo varias tomas, resaltando aquella frutita que decoraba el rostro del niño… ¿Niño? Bueno, no: Tenía cerca de 21 años… ¡Pero, no importa la edad que se tiene, sino la que se aparenta! Y aquel muchacho ya descrito, sobre las sábanas blancas, y con una reveladora bata para noche de bodas, color rojo intenso, y rasgada en varias partes, sólo parecía tener unos 16 o 17 años; más aún con la inocencia que lograba reflejar siempre en su rostro, y, ahora, la ilusión, al verse cerca de aquel castaño, que llevaba, tan sólo, tres meses de conocer

 

-       ¡Así, eso es! – la directora quedó muy satisfecha con el resultado - ¡Pareces un angelito, L!

 

Todo el set (en su mayoría, mujeres) estuvo de acuerdo, y contribuyeron con la siguiente parte de aquella rutina: Halagar al jovencito con suspiros y comentarios muy positivos sobre su belleza y profesionalismo…

… Igual que siempre, todos le aplaudieron…

… Todos, excepto uno…

 

-       Light, ¿tú no crees que lo hice bien?

 

 

 

 

Hubo silencio en la sala

 

Y el castaño permaneció callado, sólo revisando las imágenes en su cámara

 

El pelinegro suspiró con tristeza: Verdaderamente, la rutina de siempre. El único que tenía, casi, su misma edad, era, precisamente, el único que, ni siquiera, le prestaba la más mínima atención

 

-       No lo sé. Lo has hecho igual que siempre – dijo Light Yagami, el fotógrafo más joven, luego de un rato, cómo si esa continua miradita interrogante lo fastidiara, mientras se alejaba, de vuelta a su lugar – Pero, si de verdad quieres saber si estuvo bien, pregúntaselo a la Srta. Nagame

-       …

 

… ¿Por qué siempre usaba ese tono tan seco y duro, a la hora de dirigirse a él?... Bueno, todos, ahí, sabían que el castaño era homofóbico, pero ¿eso le impedía ser un poquito amable?... Más extraño aún, era el hecho de que el pelinegro le diera tanta importancia a sus palabras y a su tono de voz… ¡Tenía a todo el estudio, al edificio, entero, a medio país, a sus pies! ¡Y se preocupaba por la opinión de uno sólo!... ¡Vaya que el corazón es imposible de comprender!...

 

“¡No me hagas caso! ¡No te pongas triste, por favor! ¡Estuviste maravilloso, encantador, sublime! ¡No, no te limpies la cara con esa indigna toalla! ¡Yo quiero limpiarte la piel con mi boca!... ¡Saborear esa delicia insana, que debe ser el dulce de tu rostro con lo salado de tus lágrimas!... Y luego terminar de rasgar esa ropa… Sí, acomodarme entre esas perfectas piernas, tan blancas, que se confunden con el acolchonado, y arrebatarte aquello, que se que tienes, porque, de lo contrario, no estarías aquí… ¡No hay demonio más cruel que el que priva a la humanidad de tanta perfección, y, a la vez, se la recuerda!... ¡Si tan sólo te dieras cuenta, Dios de mi Vida! ¡Luz de mi alma!... ¡No, por favor! ¡No llores!... ¡No merezco ese tortura!,… sino ser flagelado por ti…”

 

Sí: A todos les daba pena la carita que ponía su modelo favorito, luego de cada encuentro cómo ese, pero no podían hacer nada: Tal y cómo Light lo había dicho, las decisiones acerca de todo, y sobre todo de quién trabajaba o no, en esa exitosa revista, las tenía sólo su fundadora

 

 La Srta. Lilliana Nagame

 

LillyAi Nagame

 

-       Bien dicho, Light. Ahora, si no les molesta a todos, yo juzgaré eso

 

“¡No, no! ¡Otra vez, no!”

 

(¿Por qué se evocaba al demonio con tan sólo mencionarlo?)

 

-       Por favor, Srta. Nagame. Nos hace un gran honor. – dijo la directora, al punto de hacer un reverencia, a la dueña, y jefa de todos ahí, para dejarla pasar atreves de los técnicos, y hasta el joven modelo

 

La mujer, que acaba de entrar, tendría unos treinta años, e, igual que siempre, iba vestida, con ropa formal, de muy buen gusto y costosa, en esta ocasión, con un conjunto de blusa blanca y pantalones negros de vestir con zapatos de cuero altos. Su rostro siempre estaba bien maquillado, y su expresión siempre denotaba superioridad ante todo. Ella mujer fría y calculadora, se acercó derecho a su protegido, y, cómo si este sólo se tratara de un bello objeto en exhibición, le revisó la ropa, el cuerpo y la cara, sujetando, la última, con algo de fuerza innecesaria

 

“Maldita”

 

La cara del niño, siempre acababa con marcas rojas después de cada revisión de esas

 

Pero, esta vez, recibió más, que aquel casi doloroso contacto:

Una bofetada, en pleno rostro, que resonó en todo el estudio

 

“¡Mujer demonio!”

 

Y, de nuevo, nadie, se atrevió a defenderlo

 

-       Te has estado distrayendo otra vez, ¿verdad, Elle?

 

El menor no respondió, y ella le volvió a sujetar la cara

 

-       ¡Mírame, cuando te estoy hablando! – El jovencito no tuvo otra que obedecer – El hecho de que agotaras el último número, no te da permiso de decaer ¡Ya es la tercera vez que llego y te encuentro distraído! ¡¿Por qué?!... - Entonces, ella detuvo su rudeza, para no lastimar más ese rostro que le hacía ganar tantos miles – Escucha, todos aquí dan lo mejor de sí, y te adoran y respetan Así que, lo menos que puedes hacer es corresponder a su sacrificio: Piensa en los niños que tienen que mantener… - Hubo un breve silencio, y el pelinegro sólo asintió - … ¿Está bien?: Qué no se repita – (Sonrisa falsa) -  ¡Ahora, continúen!

 

La mujer dejó la sala, y minutos después, todo siguió tan bien cómo antes

 

El modelo sólo se maquillo mejor, y volvió a verse tan exquisito cómo siempre

 

… Después de todo, ya estaba acostumbrado…

 

“Maldita, mujer demonio”

 

 

 

-       ¡Nunca! ¡Serás fotógrafo sólo sobre mi cadáver!

 

Ni siquiera a su padre (al gritarle eso, en el mismo funeral de su madre) lo odió así

 

 

 

La sesión de fotos terminó, y con ella el día laboral, y, todo, aquel moderno edificio, empezó a vaciarse, lentamente. E, igual que siempre, Light Yagami fue el primero en abandonar la sala, a la velocidad de un rayo, y perderse entre las multitudes, que bajaban a la salida, sólo para llegar hasta el último piso… Porque era sólo ahí, en un olvidado armario de conserje, polvoriento y repleto de productos de limpieza, que el joven castaño, podía, al fin, desprenderse de la máscara, que estaba forzado a llevar todo el día, desde que empezó a trabajar, en aquella famosa revista para chicos homosexuales,  a quiénes decía odiar con toda su alma,  y liberarse de algo de tensión

 

¡Cuánto lo repudiaría su padre de enterarse de eso! (Aunque poco le importaba) ¡Y qué le haría la Srta. Nagame de saber en qué pensaba para ayudarse!... Pero, la verdad, era que no tenía otra salida… ¡Esos ojos! ¡Ese rostro! ¡Ese cuerpo! ¡Eran una maldita tortura para la mente! ¡Para su mente!... Porque lo menos que podía hacer, ¡lo que jamás podría hacer!, era odiarlo… ¡Todo lo contrarío a eso! ¡Lo adoraba! ¡Lo admiraba! ¡Lo anhelaba!... Lo había anhelado desde la primera vez que apareció su rostro en la tercera hoja del primer número de aquel año… Hasta eso, él sólo era un lector común (que aún no se daba a conocer, pero lector, al fin), pero, después, ¡se hizo seguidor de culto! ¡Un devoto seguir de esa belleza andante, en la que Dios había vertido toda su generosidad! ¡Todo lo feo, era feo por él! ¡Por tener más encantos que nadie, encantos inestimables!... ¡¡Cuánto soñó por meses conocerlo en persona!! (Y hasta lo intentó, utilizando los medios más bajos para investigarlo y, tal vez, secuestrarlo) Y, ahora, que al fin, lo tenía tan cerca, ¡no podía hacer absolutamente nada de lo que siempre quiso!… ¡¿Por qué?!: Porque era un simple mortal, al verlo lo entendió… El un ser celestial, él un humano indigno, sólo y desamparado, que si perdía ese empleo, por el que tuvo que competir durante 6 meses, y renegar de su autentica sexualidad, ¡se quedaría en la calle!... Sin casa, sin comida, sin familia, sin estudios y sin futuro… ¿Valía la pena renunciar a sus sueños por la mínima esperanza de que el menor le hiciera caso?... ¡Si probablemente, lo denunciaría por acoso sexual, y le pondría una orden de restricción, si supiera que esos instantes trataba de, pobremente, simular el calor de su boca, y de su exquisita lengua, sobre su miembro, con su mano!… No, la verdad, era que, Elle Lawliet, el famoso L, ¡su adorado L!, sólo lo vería siempre cómo un objeto de diversión, cómo debía de hacer con todos los nuevos, que, al principio, no le hacían caso… Así de alto estaba él, y de sólo recordarlo tenía que poner más esfuerzo en su tarea actual, ahora, imaginándose, que lo separaba de sí, para arrojarlo sobre el suelo y violarlo a sus anchas… Ello, era lo mejor que podía hacer, para no írsele encima durante cada sesión, y lastimarlo verbalmente, para ayudarse en su mentira… ¡Qué tortura más grande! ¡Pero, a la vez deliciosa! Porque ahora, al menos, podía sufrir por su pasión, viéndolo todos los días, coleccionando cosas que habían rozado su cuerpo y cientos de imágenes suyas, que guardaba con gran recelo… Así de obsesionado, con L Lawliet, estaba Light Yagami… Y era mejor, por su propio bien, y el de su Dios de la hermosura, que nadie lo supiera…

 

 

La noche casi acababa de cubrirlo todo, cuando él, por fin, dejó el lugar, y el cielo tenía aspecto de que pronto llovería. Light suspiró cansado (¿por qué sería?), le esperaban aún, varias horas de clase en la Universidad y ni siquiera había traído paraguas. En fin, ya se disponía a caminar, resignándose a mojarse camino a coger el autobús, cuando, de pronto, la sombra del objeto que necesitaba lo cubrió, ocasionándole sorpresa, una que se volvió mayor, al seguir aquel bello brazo y toparse con el cuerpo que tanto amaba (aunque ahora, vistiera ropa normal) y, sobretodo, con ese rostro que, de nuevo, lo miraba con mucha ilusión

 

-       Hola

 

-       …

 

(…Eso era nuevo, totalmente, fuera de la rutina…)

 

 

-       ¿Qué quieres?

 

-       Se te cayó este lente, cuándo saliste de la sala. Te busqué por todas partes para devolvértelo, pero no te encontré. Así que me puse a esperar, aquí: Toma

 

(Un delicioso rubor cubrió sus mejillas al decir eso último, y más, al rozar la mano del castaño para depositar en ella el objeto)

 

 

-       Gracias

 

“Si no se va en cinco segundos, es porque no quiere seguir virgen”

 

 

 

 

-       ¿Quieres tomar un café, conmigo?

 

(¡¿Cómo lidiar con eso?!)

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado ^^ Perdón, si le falto algo, pero entiendan que me he ausentado mucho, pero ya recuperaré mi ritmo… En fín: ¿Qué opinan de la situación que vive el pobre Light? ¿Qué le aconsejan? ¿Por cuánto más podrá soportarlo? ¿Y, ahora, con esa, sugerente, invitación? ¿Por qué L quiere su atención? ¿Será verdad que le hace lo mismo a todos los nuevos? ¿O ve al castaño de forma especial? ¿Y qué tal mi aparición, eh? (En realidad, tengo 23 años, pero para ser la villana le vi mejor aumentarme la edad) ¿Me vi lo suficientemente mala? ¡Porque puedo mejorar!

 

UN BESO PARA TODAS LAS QUE ME COMENTEN Y NOS VEMOS PRONTO

¡POR FAVOR, NO SEAN CRUELES Y DEJEN UN REVIEW! ^^

 

BYE BYE


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