“Décima consecuencia: Encuentro”
Evans Thompson era una persona callada por naturaleza, era antisocial y tímido, eso no era muy buena combinación si quieres sobrevivir en la sociedad y lo había aprendido muy bien con el paso del tiempo, bueno, hasta que le dieron el golpe directo de la realidad en el rostro. Era de familia adinerada, no lo podía negar, no le importaba realmente mucho pero era Sangre Pura, eso lo encontraba estúpido, ¿Por qué mierda clasificar a la gente por esa estupidez? A fin de cuentas eso no les quitaba o hacia mejorar las destrezas mágicas que cada quien tuviera, y los muggles eran igual de humanos que ellos. Pura mierda racial y una mente jodidamente cerrada. Cierto, también era bastante mal hablado, pero solo cuando estaba con personas de confianza, que tristemente era solo una en realidad.
De pequeño no hablaba más que lo necesario, se encerraba en sí mismo, se la pasaba las tardes en su enorme habitación que más bien parecía un biblioteca, le gustaba mucho leer, era su mundo. A veces le incomodaba darse cuenta que la relación con sus hermanos y padres era distante, no cruzaba palabras con ellos a menos de que fuera muy necesario, no podía negar que se sentía solitario y algo de tristeza, en realidad mucha. Dolía escuchar la risa de todos mientras él estaba solo en su habitación, en esos tiempos se sacaba las gafas con cuidado se limpiaba un poco los ojos y proseguía con su lectura, le gustaba desconectarse del mundo. Era el hijo menor, tenía una hermana mayor y un hermano mayor también, esos dos eran mellizos, tal vez por eso la exclusión con él… Su madre era una persona importante en el ministerio mientras que su padre era un empresario famoso, el trabajo estaba relacionado con pociones de todo tipo, las hacían y exportaban. Además estaban los negocios familiares que se venían arrastrando desde décadas atrás.
Sus padres y sus hermanos eran buenas personas, pero simplemente no podía hablar mucho con ellos, era incomodo, no tenían nada en común y era frustrante. El distanciamiento siguió ahí aun con el paso de los años.
Sus padres habían sido de Gryffindor y sus hermanos, pues terminaron separados cuando fueron a Hogwarts; Sophie había terminado en Gryffindor y Ethan en Hufflepuff. Al regresó de las vacaciones de navidad ambos regresaron felices como siempre, ambos fueron felicitados efusivamente por su madre y su padre, que se sintió sobrecogido, al rato se fue a encerrar a su habitación, y al parecer nadie noto su desaparición.
Después él también fue a Hogwarts, sus hermanos eran cuatro años mayores, así que en ese tiempo estaban en quinto. En la ceremonia de Selección no se sentía ansioso, si era sincero, en realidad se sentía nostálgico… Tal vez dolido, de que la despedida con sus padres había sido un simple “Adiós” “Cuídate” mientras que a sus hermanos los habían abrazado, no se quedó viendo el espectáculo y simplemente se largó, buscó algún lugar vacío y como supuso, sus hermanos no lo buscaron.
“Vaya que tienes una mente muy curiosa, totalmente diferente a la de tus hermanos o tus padres” le había dicho el sombre unos segundos después de que lo pusieran sobre su cabeza. Él simplemente no había respondido nada.
“Tienes una mente brillante, eres realmente inteligente y una curiosidad insaciable, Ravenclaw es una muy buena opción” en ese momento se habían sentido aliviado, había dejado de sentir una carga invisible que no sabía que llevaba “pero chico, ambos sabemos que necesitas un cambio, Ravenclaw te congelará… Hay genes Gryffindor en ti, incluso tienes un temperamento por ahí escondido, que supongo algún día explotará, además que no soportas ver las discriminación y puedo sentir en ti los deseos de proteger… Incluso Hufflepuff estaría bien, eres leal hasta la medula… Slytherin no es una opción, simplemente no tienes la ambición necesaria, eres astuto y sabes que puedes manipular a la gente, pero nada de eso te llama la atención…” el sombrero seguía deliberando.
“Ravenclaw… Quiero buscar mi propio camino” apretó con sus manos las orillas del taburete. Algo en su voz pareció terminar de convencer al sombrero.
-¡Ravenclaw!
Sin embargo... Eso nunca lo integro a su familia y él seguía aparte en su mundo. Le gustaba observar el cielo.
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Evans salió de su ensoñación al sentir la presencia de otra persona, giro su rostro y se quedó callado por unos segundos. Severus se veía extremadamente lindo, llevaba una camisa blanca manga larga, en el cuello llevaba un lazo delgado negro algo flojo, un pantalón negro hecho a su medida y para terminar una gabardina negra con blanco que llevaba abierta. Sacudió la cabeza y sonrio un poco al notar la bufanda azulada-pensé que no vendrías-murmuró mientras empezaba a caminar.
El Slytherin se había quedado callado por unos momentos-no voy a dejar pasar una extorsión tan a la ligera-Snape se alzó de hombros y Thompson se rio divertido por el comentario por parte del de ojos negros.
-Bueno, hora de irnos- murmuro el de ojos color miel mientras ayudaba a subir al pelinegro.
Snape se había sentado de un lado y él del otro, Evans sonrió levemente-¿alguna idea de cómo comenzar la extorsión?-soltó divertido el prefecto.
Severus parpadeó un poco como analizando las opciones-a decir verdad me da igual-el Slytherin se alzó de hombros mientras observaba el paisaje que se podía ver a través de la ventana del carruaje- aunque sería bueno ver si ya hay libros nuevos…-murmuro el chico.
Evans sonrió divertido mientras hacia un saludo marcial-¡Como usted ordene, amo!-Thompson se rio divertido al ver el ceño fruncido del otro. El de ojos color miel bajo su vista a su mano derecha, parecía ser que ahora ya podía decir que eran dos dedos. Sonrio con algo de calidez.
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Severus apresuró el paso al ver la librería, entro rápidamente sin si quiera esperar a Evans, se dirigió rápidamente a la sección de su editorial favorita y lo vio, ahí estaba el libro que llevaba esperando por bastante tiempo, estaba en lo más alto, alzó el brazo y su ego fue herido al no poder alcanzar… Estaba a unos segundos de saltar-¿Sabes Severus? Es curioso que olvides a la persona a la persona con la que te reuniste hace menos de 10 minutos-murmuro Evans mientras le alcanzaba el libro.
El de ojos negros tuvo que alzar la vista, el tipo era malditamente alto… Eso le irrito por un momento y le dio una fea mirada mientras tomaba el libro-tal vez…
El pelinegro soltó una risa-por Merlín, que carácter-el muchacho pasó una mano por su cabello desordenándolo, tenía una sonrisa ligera en los labios-me gustan los libros de esta editorial, creo que tengo como quince…-murmuro distraídamente mientras ponía una mano en su barbilla.
-¿Quince?-otro golpe para su orgullo, aunque en realidad le había dado curiosidad.
El muchacho había asentido con una sonrisa en el rostro-esos son los que tengo aquí, en mi casa debo tener como unos 50… O tal vez más… Ya no recuerdo, mi memoria es pésima-acepto algo avergonzado mientras subía los lentes que resbalaban por el puente de su nariz.
Snape suspiro, no había que pensarlo mucho para saber que el tipo tenía dinero-bien, me llevó este-Severus se giró para comenzar a caminar en dirección de la caja.
Evans suspiró cuando estuvieron cerca de la caja, el de ojos color miel le quito el libro a Snape y se puso frente a la señora que atendía la caja-este, por favor.-la mujer asintió con una sonrisa. Severus frunció el ceño cuando pagó y lo jaló fuera de la tienda-se supone que vengo a invitarte, ¿no?-inquirió el joven con una sonrisa bailoteando en sus labios.
Severus solo suspiro mientras asentía, básicamente ese era el trato, pero no se sentía cómodo con ello, ya llevaban un rato caminando en silencio, tuvo que regresarse al ver que iba caminando solo, Thompson se había quedado pegado en el escaparate de una heladería-¿en serio?-tal vez había algo de burla en la voz porque básicamente se lo podía imaginar moviendo la cola como un perro.
-¿Quieres un helado?-cuando el pelinegro se giró, los ojos brillaban emocionados como si hubiera encontrado lo mejor del mundo.
-¿Un helado?, ¿ahora?, ¿Cuándo está haciendo un frío de cojones?-el de lentes no quito la mirada decidida aunque no pudo evitar reír por el vocabulario del otro.
-Bueno, solo si quieres-termino cediendo el Ravenclaw.
Severus suspiró-supongo que uno, no estaría mal del todo-el mayor no espero mucho más que eso, seguro temiendo que cambiara de opinión.
El dependiente de la tienda se los quedó mirando extrañado, después de todo hacía mucho frío y la tienda se encontraba desierta-dos de vainilla, al mío le pone, eso, eso de ahí, mmm, eso también, aquello, las galletas de chocolate… oh también jarabe de chocolate dulce y creo que sería todo, no, espere, también póngales frutas y que sea lo más grande posible-pidió con una sonrisa deslumbrante, el de la tienda solo asintió extrañado, incluso Severus lo miraba como si estuviera loco, era demasiado dulce…
-¿Y el otro?-pregunto el de la tienda esperando también algo igual de extraño.
-Solo almendras…- pronunció seguro de no querer ponerle todo lo que había pedido el otro, estaba casi seguro que había escogido todo lo posible para añadirle. Evans pagó antes siquiera de que Snape dijera algo. El de ojos negros suspiró levemente.
El tipo señalo las mesas que se encontraban colocadas por todo el lugar-si gustan pueden tomar asiento-los dos jóvenes asintieron mientras se sentaban lejos de la ventana.
Thompson sonrio levemente, Severus solo suspiro y para ellos no estaba mal el estar callados. El silencio era acogedor y Evans no era de hablar mucho al igual que Snape. Severus giró su rostro al enorme ventanal de vidrio, las personas caminaban con algo de prisa para resguardarse del frío. Alzó una ceja al ver un bulto negro, de lo que supuso era un perro, sentado al otro lado de la calle con la vista al frente. Era extraño ver a un animal tan expuesto al frío en esos momentos. Lo más seguro es que fuera callejero. Torció un poco los labios.
Evans iba a preguntar pero callo al ver como el señor dejaba las dos copas de helados frente a ellos, sonrió complacido al notar el tamaño de la suya, no espero mucho para llevarse una cucharada a la boca, ¡Estaba delicioso! Le encantó el sabor de la vainilla mezclado con todo. Rápidamente metió otra cucharada en su boca. Cerró los ojos por un momento disfrutando el sabor-en verdad el helado es genial, hace mucho que no comía uno.
Severus comenzó a comer después de que el otro dijera eso, el Slytherin simplemente se alzó de hombros. Evans abrió los ojos y le regalo una sonrisa brillante-es solo un helado…-murmuró suavemente mientras seguía comiendo.
-¡No es solo un helado!-Evans frunció el ceño de manera infantil.
Snape alzó una ceja-¿No?-pregunto sarcásticamente mientras metía una cucharada de helado en su boca.
El muchacho de ojos miel movió la cuchara en frente de Snape-es mucho más que eso-sin querer su voz se volvió amarga y revolvió la cuchara dentro del vaso que ya se encontraba a la mitad. El helado de vainilla parecía de chocolate por todo lo que le había puesto.
-Ya veo.-Snape sintió el cambio de voz en el otro por lo que siguió comiendo.
Thompson miró afuera con una sonrisa vaga en el rostro-creo que la única vez que estuve con mi familia cómodamente fue cuando era muy pequeño-otra cucharada de helado, sorprendentemente dulce, a su boca-fuimos a un parque y me compraron un helado, siempre me han gustado-volteo a mirar a Severus con una sonrisa leve-tal vez me lo soñé, después de todo mi memoria es muy mala y siempre sueño-Evans sonrio divertido mientras metía otra cucharada de helado a su boca.
Severus saco la cuchara de su boca, los ojos de Evans se habían vuelto sombríos cuando sonrio-puede ser…-desvió la mirada al exterior. El perro seguía ahí.
-¡Merlín! Está delicioso-murmuro el de lentes mientras introducía otra cucharada de helado en su boca, disfrutando la sensación dulce y helada.
Snape miro de reojo el vaso con helado del helado, suspiro levemente-eso parece helado de chocolate en lugar de vainilla-menciono viendo como Evans revolvía el contenido de color chocolate.
Thompson desvió la mirada a su helado y se alzó de hombros-me gustan las cosas dulces-finalizo con una sonrisa terminando su helado.
Severus asintió levemente, en realidad ya no quería helado, era mucho para él-ya no quiero-murmuro. La mirada de color miel se posó en su persona-puedes comerlo, si quieres-agrego rápidamente a la vez que desviaba la vista a la ventana.
-Gracias-agradeció Thompson con una sonrisa enorme en el rostro. Parecía bastante feliz, ya no tenía el rostro serio de hace unos momentos.
Severus asintió con la cabeza, se permitió sonreír levemente-comes como cerdo-menciono al notar que Evans había terminado rápidamente el helado.
Thompson sonrio divertido-un cerdo que ama el helado-el de lentes paso una mano por su cabello desordenándolo un poco-¿Nos vamos ya?-pregunto con una sonrisa.
Severus asintió mientras se ponían de pie, Evans tomo las bolsas y le dio un asentimiento de cabeza al de la tienda a modo de despedida para después salir por la puerta. Apenas saliendo de la tienda de helado, Thompson tomo con fuerza el brazo del de ojos negros. Realmente no planeaba usar tanta fuerza, además de que Severus parecía no ser muy pesado por lo que termino estampado contra su pecho-¿Estás bien?-cuestiono el Ravenclaw con un tono algo preocupado.
Severus alzó el rostro mientras se separaba del prefecto-Sí, gracias-desvió la mirada con el ceño fruncido y un molesto calor en las mejillas, había estado a punto de caerse de una manera muy estúpida.
-De nada-el muchacho hizo como si nada hubiera pasado-sigamos caminando, tal vez encontremos algo que ver-Evans lo tomo del brazo con una sonrisa.
Severus giro el rostro con el ceño fruncido, había escuchado un ruido raro. Sin embargo, no pudo pensar mucho en eso porque Thompson lo seguía halando del brazo, parecía un niño. Suspiro levemente aunque una sonrisa diminuta se posó en sus labios.
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-¡Sirius!-Remus estaba sosteniendo de la cola al enorme perro negro. El animal encaro al licántropo y le empezó a gruñir-no te entiendo nada, así que relájate-el perro gruño un rato más enfurruñado. El cuerpo del animal se relajó y ese fue el aviso de Lupin para soltar la cola del animal.
“Debiste dejar que lo mordiera, ¡El idiota quería propasarse!” Remus suspiro de nuevo-no te entiendo nada Sirius, podrías volver a ser el mismo-expreso con voz cansada el prefecto de Gryffindor.
Black acepto a regañadientes, el perro observo que nadie pasara por el callejón donde estuvieran y después de cerciorarse de que no hubiera terceros y volvió a ser el mismo de siempre-no era necesario que me sostuvieras de esa forma-soltó huraño el de ojos grises.
-¿No?-inquirió el otro con una ceja alzada mientras se recostaba en la pared-Estuviste a punto de saltarle a la yugular a Thompson.
Sirius desvió la mirada poniendo sus brazos cruzados sobre su pecho-él quería propasarse.
Remus le dio una mirada incrédula-¿Hablas en serio?-pregunto escéptico-no sé si el amor te hace idiota o ciego, en verdad que hace estragos en ti Paddy-Lupin parecía divertido al notar la cara avergonzada y malhumorada.
-Ya no importa-contesto con el ceño fruncido el de cabello negro azulado-tenemos que seguirlos antes de que se nos pierdan de vista.
Remus sonrio levemente mientras asentía-vamos.-murmuro más para sí mismo que para Black. Este ya lo había dejado atrás. Remus soltó una risita débil.
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Lily observaba como James se revolvía el cabello varias veces, por lo visto era una manía que hacía con frecuencia cuando estaba ansioso o nervioso. El muchacho de lentes miraba con el ceño fruncido en dirección de una mesa. La pelirroja le dio una mordida a su crepa. Desde ese lugar podían ver con facilidad al Ravenclaw y al Slytherin, los dos estaban sentados en una mesa comiendo unas crepas, hablaban con bastante armonía, parecían llevarse realmente bien. Severus a veces ponía esa sonrisa burlona que hacía que Thompson pusiera una sonrisa divertida. La de ojos verdes entrecerró un poco los ojos analizando la situación, no era muy evidente pero había ciertos toques sutiles. Mordió un poco más su crepa con sus ojos sobre los otros, no podría negar que tenían cierta química, pero en los ojos del Ravenclaw no expresaban mucho. Talvez… ¿Solo lo quería como amigo?... Pero en lo que llevaban siguiéndolos, el chico se comportaba como si estuvieran en una cita.
Fijo su vista en Potter al escuchar como algo se estrellaba contra la mesa. La de ojos verdes sonrio levemente al ver a James murmurando cosas con la cabeza sobre la mesa. Ciertamente nunca se había comportado así cuando la estuvo siguiendo. Eso era diferente y ella estaba segura, completamente segura.
-¿Podrías dejar de comportarte así Potter?-la pelirroja le puso una mano en el hombro-si sigues estrellando tu cabeza sobre la mesa llamaremos mucho la atención y adiós operación espionaje.
James suspiro levemente mientras levantaba la cabeza-es que…-el Gryffindor frunció el ceño-quiero meterle el palo de su escoba por el…-no termino de completar la frase por el golpe que le dio Lily en la cabeza.
-No seas vulgar Potter-la pelirroja rodo los ojos. La chica entrecerró los ojos al notar como estos se iban del establecimiento-hora de irnos a otro lugar Potter-la muchacha halo del brazo al otro. Antes de darse cuenta había muchas personas en el piso cerca de la puerta de la entrada. Una caída colosal. La muchacha se sonrojo fuertemente al notar la mirada de los demás clientes sobre ellos. Giró su rostro, en el suelo también estaban Black y Remus, además de los tres Slytherins con los que normalmente andaba Severus, bueno Malfoy no contaba… ¿Qué?
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Lucius se encontraba jugueteando con el vaso vacío. Tenía una mirada aburrida en el rostro como siempre-¿ha pasado algo interesante?-pregunto el rubio sin levantar la vista.
-Realmente, nada importante, solo están hablando-la que contesto fue Narcissa. La rubia apretaba contra si una libreta, hacia apuntes de vez en cuando.
Regulus apoyo su cabeza contra el dorso de mano derecha-bueno, no es como esperemos que se besen aquí o algo así-Black les dio una mirada de reojo.
-Yo si lo esperaba-Narcissa y Regulus miraron con los ojos entrecerrados a Malfoy que fue el que hizo el comentario. Lucius hizo un gesto vago con la mano quitándole importancia.
-¿Qué clase de persona eres?-cuestiono Narcissa.
Una sonrisa floja se posó en los labios del Slytherin mayor-no creo que lo quieras descubrir, querida Narcissa-la rubia desvió la mirada algo sonrojada y con el ceño fruncido.
-Hay que movernos, ya se están marchando-murmuro rápidamente Regulus que se puso de pie con disimulo siendo seguido por Narcissa y Lucius.
Lucius se detuvo después de dar unos cuantos pasos, alzó una ceja viendo como Regulus chocaba contra su hermano, Regulus se agarró de Sirius, este de Remus y cuando estos se cayeron al piso se llevaron arrastrados a Narcissa, Potter y la chica Evans. Lucius sonrio levemente, una mueca burlona en su rostro, ya sabía que algo así iba a pasar. Se acercó con pasos elegantes y le ofreció su mano izquierda a Lupin y la derecha a Narcissa que eran los que tenía al frente. Los dos alzaron la mirada y ambos parecían avergonzados. Tanto Narcissa como Lupin se pusieron de pie sin aceptar sus manos. El rubio se alzó de hombros sin darle mucha importancia en realidad. Lo entretenido estaba a punto de empezar.