“Catorceava consecuencia: Backstage”
James arrugo el entrecejo con fuerza-. Entonces… ¿le quieres dar un regalo para San Valentín a Snape?
-Bueno, es lindo, ¿no?-Potter apretó con fuerza el libro que había tomado hace unos minutos de la estantería. Frunció el ceño y se quedó en su lugar intentando escuchar más.
La risa de un tipo-. Pero, ¿no hay un rumor de que está con un Ravenclaw? Creo que era de apellido Thompson, el que le ganó a Potter la vez pasada, ¿no?- James estaba a punto de saltarle encima a los dos tipos de Hufflepuff. Respiró profundo y se calmó. El de lentes se escondió con la ayuda del anaquel.
El otro sujeto soltó un bufido-. Se lo pregunte al mismo Thompson y me dijo que eran solo amigos-James alzó una ceja al escuchar eso.
-¿Le crees?-cuestionó con sorna el tipo a su amigo.
-Parecía bastante sincero, pero me advirtió que tuviera cuidado si me acercaba a él, me dijo que habían unos tipos impulsivos que estaban “cuidándolo”-el chico hizo comillas en el aire-. Realmente no le entendí eso, aunque realmente no importa, el chico ese está medio loco, ya lo he visto varias veces estrellarse con paredes antes-soltó divertido-además, creo que lo que pasa es que está celoso porque seguro Snape no le hizo caso; es decir, ¿Quién, realmente cuidaría a Snape? Hasta hace poco nadie lo volteaba a ver.
-Yo lo hago, así que si antes le advertí que se cuidará de los otros, ahora le advierto que se cuide de mí también-Evans había aparecido detrás del tipo, con su imponente altura y un libro abierto que ocultaba su rostro. El Ravenclaw bajó el libro dejando a la vista una especie de sonrisa fría-. Así que están advertidos, hasta luego-el chico sonrió de nuevo y le dio una mirada rápida a James antes de irse tan rápido como llegó.
Y James Potter estuvo por primera vez de acuerdo con el estúpido de Evans Thompson, solo que él no sería tan tolerante, esos pendejos se la iban a pagar. Él mismo se aseguraría de eso.
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-¡Hey Padfoot! Hace mucho tiempo que no hacemos bromas, ¿verdad?-James se sentó con una sonrisa en el rostro en el asiento junto a su amigo.
Sirius se removió incomodo en su asiento “Que no tenga nada que ver con Snape, que no tenga nada que ver con Snape” -¿Qué tienes en mente Prongs?- preguntó con una sonrisa leve en el rostro.
-Hay unos tipos de Hufflepuff que me deben algo, oh, también uno de Slytherin y dos de Ravenclaw-la lista de Potter se había agrandado un poco en lo que empezaban las clases, al parecer Snape tenía más pretendientes de lo que uno podía imaginar, Potter no los podía culpar, pero ninguno de ellos le agrado realmente… Así que él se aseguraría de hacer las cosas bien.
La sonrisa de Sirius se incrementó con fuerza-. Oh, si ese es el caso, agregare dos Slytherin y tres Hufflepuff-Black también había tenido la desagradable oportunidad de escuchar a unos idiotas diciendo estupideces acerca de Snape.
-Hecho Paddy, ahora solo queda planear todo-ambos se sonrieron con diversión.
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Sirius observo con fascinación, desde su lugar en un pasillo, como a los tipos, que habían elegido él y James, empezaban estallarles fuegos pirotécnicos en los zapatos. Sonrió divertido, pensando en la advertencia escrita que les había puesto en los cuadernos a los cinco tipos. Ya ni recordaba bien que les había puesto, solo recordaba vagamente algo como:
“Si no quieren vivir un infierno les recomiendo alejarse de Snape.
Atentamente,
Padfoot”
O algo así, lo importante de todo eso, es que el mensaje había quedado más que claro. Ahora lo que tenía que hacer era buscar un regalo para Severus y un hechizo para prevenir que usara lo que le fuera a dar. Bueno, Remus le había dicho que pensara en lo que le gustara a Snape y Sirius sabía que era eso porque si se ponía a pensar, ahora que lo pensaba con mayor seriedad, siempre observaba a Severus, era como si sus ojos siempre lo estuvieran buscando. Desde antes de todo el asunto del disfraz. Se mordió el labio, sintiéndose avergonzado como nunca antes se había sentido.
-Sirius-Remus llegó con una sonrisa suave en el rostro donde su amigo.
-¿Ah?-soltó desorientado.
-¿Estas sonrojado?-preguntó Lupin con una sonrisa divertida en el rostro.
Black frunció el ceño sintiéndose más avergonzado-¡No jodas, Moony! -Sirius suspiró con fuerza-.Como sea, ¿sabes dónde puedo encargar ingredientes?-y esa vez Remus ya no pudo contener la risa que broto de su garganta-¡Moony!
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-¿Qué haces, Potter?-preguntó con curiosidad Lily mientras se sentaba junto al de lentes en el sillón de la Sala Común.
-Un agregado para mi regalo-el de ojos miel sonrió feliz sin levantar la vista del pergamino donde estaba dibujando por lo que no noto la mueca que se había formado, por unos segundos, en el rostro de la pelirroja.
-¿Qué es?-cuestionó la chica inclinándose un poco para poder observa mejor.
James le enseñó la hoja facilitándole el trabajo a la chica-. Algo para que Severus no deje de pensar en mí.
La de ojos verdes arrugó el entrecejo-. Te diría que tienes talento para dibujar, pero, eres un pervertido, Potter-murmuró la chica mientras negaba con la cabeza y se ponía de pie, algo sonrojada, para irse.
-¡Solo sueño, Lily!-mencionó divertido Potter, realmente la noticia de que Thompson y Severus no tenían nada lo había alegrado.
-¡Pervertido!-le regresó el gritó la chica, con una sonrisa en el rostro.
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Sirius observó desde su lugar con una sonrisa tonta en el rostro cuando Snape abrió su regaló. Casi suelta un suspiro al ver como el rostro de Severus se teñía de rojo al leer la carta que venía con su regalo. El Gryffindor sonrió levemente, apoyó su rostro en la mano derecha y dejo que su mirada viajara con lentitud por el perfil de Snape, sus ojos brillaron suavemente, después se preocuparía por el otro regalo que había recibido el pelinegro. Remus a su lado sonrio levemente y fijo su vista de nuevo en el periódico que sostenía en sus manos. En verdad, Sirius había cambiado y estaba seguro que había sido para bien. Como si estuviera madurando solo por Severus.
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James observó con atención el rostro de Severus, suspiró levemente con un aire triste, al ver como el Slytherin no parecía querer abrir su regalo. Estuvo a punto de soltar un pequeño grito de victoria cuando Severus abrió su regalo. Sonrió con calidez al ver el rostro ofuscado y sonrojado del de ojos negros. Era encantador, sonrió un poco y apoyo su cabeza contra sus brazos, intentando mantener por un momento más esa imagen. Guardarla en su memoria por un rato más, para poder recordarlo antes de cerrar sus ojos.
Lily vio desde la distancia como Potter sonreía con ternura antes de cerrar los ojos.
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-Te lo dije, Lily, Severus se veía adorable con esas ropas-James se encontraba con un trapo apretado contra su nariz mientras que la pelirroja se encontraba sentada a su lado en una sala escondida detrás de una pintura.
Evans se sonrojó levemente-. Eres un condenado pervertido, Potter, un inmundo-la muchacha hizo una especia de puchero al escuchar reír al de lentes.
-Realmente, se veía lindo-el de ojos miel soltó un suspiro.
-¿Pasa algo?-preguntó la pelirroja al notar la mueca en el rostro de James.
-No, solo que… se siente raro-susurró el chico para después negar. Se puso de pie-. Es hora de irnos-Lily asintió vagamente mientras veía otra vez los ojos de Potter llenos de pesadumbre.
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-Listo, Moony, puedes soltarme-Sirius suspiro-porque, en serio amigo, realmente pesas aunque no lo parezca.
Remus frunció el ceño-. Deberías agradecer que no te deje hacer nada estúpido, Sirius-murmuró frustrado el licántropo mientras se ponía de pie-. Sigo sin creer que tuve que taclearte, Sirius.
Black desvió la mirada avergonzado-. Es que, ¡Merlín!, se veía tan violable-Remus prefirió ignorar el rostro de pervertido que se cargaba su amigo en esos momentos.
-Esa es una declaración muy culta, Sirius-soltó divertido Lupin mientras le ofrecía la mano a Black para que se levantara.
-Eso no quita que sea verdad aunque me arrepiento de algo-el de ojos grises se puso de pie con ayuda del castaño.
-¿Qué?
-No haber tomado una foto.
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Lucius suspiró divertido mientras sostenía entre sus manos el pergamino-. Eres un manipulador, Malfoy.
-Solo me aseguro que Severus salga bien de todo esto-soltó divertido el prefecto.
-Oh, sí, perfectamente bien, transmutando su ropa a un vestido victoriano-el chico se quitó los lentes para masajearse los ojos un poco, tenía algo de sueño.
-No seas bebé, Thompson, ¿acaso ya no aguantas ni las rondas de prefectos?-Lucius caminaba al lado del de cabello verde.
Evans soltó un risita-. Demonios, había olvidado como eras-soltó un suspiro el de lentes.
-¿Genial?-Lucius alzo elegantemente una ceja.
-No-dijo Thompson-, condenadamente Malfoy diría yo-Evans sonrio divertido- sigues siendo igual que de niño.
Los ojos de Lucius miraron con diversión al otro-. Y tú has cambiado mucho, Thompson, al parecer te quitaste el complejo de inferioridad que tenías.
Evans rodó los ojos ignorando al rubio-condenadamente irritante-mascullo entre dientes el Ravenclaw.
-Como sea, al parecer tendremos nuevo profesor-murmuro el rubio-. Y estoy seguro que estarás feliz de saber quién es.
-¿He?
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Severus suspiro levemente mientras sostenía entre sus manos el regalo de Thompson-. Qué raro…-entrecerró los ojos observando el atrapa sueños. En verdad que Thompson era raro.