“Octava consecuencia: El caballo de Troya”
Severus escondió una pequeña sonrisa en su bufanda, de más está decir que el golpe que se llevó Potter fue realmente gratificante para él, tal vez se quedó esperando más sangre, pero no todo en esta vida se obtenía, por lo menos tenía la sensación de autorrealización azotando su pecho.
-Pareces realmente feliz de que ganara Ravenclaw, Severus-Lucius caminaba al lado del pelinegro, con ese porte de elegancia.
Snape se alzó de hombros, restándole importancia al comentario hecho por Malfoy-fue divertido-menciono con una sonrisita burlona en los labios.
Regulus soltó una risita divertida-el golpe de Potter fue lo mejor, Merlín, tenía que ser Gryffindor para no ver la pared-Black suspiro levemente mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-¡Severus!-Lucius y Regulus intercambiaron una mirada cuando vieron al Ravenclaw peliazul dirigiéndose a ellos con una sonrisa en el rostro. Ambos Slytherin se dirigieron una mirada extrañada al ver como Snape suavizaba el rostro.
-Evans-murmuro el pelinegro a modo de saludo cuando el de ojos color miel llegó donde ellos.
Malfoy y Black se miraron por un momento mientras decidían, en un acuerdo mudo, irse para dejar a esos dos solos, ambos chicos se retiraron en silencio.
-Muchas gracias por la poción para los nervios-el prefecto le sonrio mostrando una sonrisa realmente brillante.
Snape desvió la mirada sintiéndose levemente avergonzado-nadie dijo que lo hice de gratis.
Al parecer Thompson no esperaba esa respuesta porque por un momento pareció quedarse en blanco, hasta que después volvió a sonreír con alegría-¿y qué quieres como pago?-pregunto el chico mientras se apoyaba contra una pared mirándolo con una sonrisa amistosa.
El Slytherin alzo una ceja tampoco esperando esa pregunta por lo que solo se alzó de hombros-dejémoslo a jurisdicción de tu podrida mente.
Thompson soltó una sonrisa mientras se despeinaba el cabello un poco-bueno, no lo sé, ¿libros de pociones?-inquirió el de ojos miel.
Severus rodo los ojos-que pobre imaginación-mascullo entre dientes.
-Oh, perdone Señor Serpiente-Thompson hizo una extraña reverencia mientras una expresión de fastidio fingida aparecía en sus facciones-supongo que la próxima salida a Hogsmeade te puedo invitar a lo que quieras, ¿suena más tentador?-volvió a preguntar el muchacho mirando el silencioso pasillo de Hogwarts donde se encontraban hablando.
-Mejor-contesto Snape con fingido desinterés.
Evans asintió con la cabeza, mostrándose acuerdo con la situación-bueno, te veo después Severus, tengo que ir a hacer las rondas, deberías irte, el toque de queda está a punto de comenzar-el peliazul se fue caminando rápidamente después de despedirse con un gesto de su mano.
Severus suspiro mientras empezaba a caminar con rumbo a las mazmorras, seguro Regulus y Lucius estarían, como siempre, en su habitación.
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-Y este, sería el mejor-alzo una ceja al escuchar la voz femenina dentro de su habitación.
-Creo que sería mejor el otro-escucho la voz seria de Lucius.
-Cierto, el color es mejor para su piel-concordó la voz de Regulus.
Severus contó hasta 20 antes de ingresar a su habitación-¿Qué demonios están haciendo?-pregunto frustrado, notando a Narcissa sentada en el suelo con muchos papeles a su alrededor, Lucius se encontraba sentado, también en el piso, en una posición bastante floja, ojeando de manera distraída un papel en su mano, mientras que Regulus estaba echado en su cama observando sobre el hombro de Malfoy el mismo dibujo.
Nadie se inmuto ante su pregunta, apretó el puño de la mano derecha, sintiéndose levemente insultado-nada-respondió con simpleza la rubia mientras se inclinaba un poco al frente observando con curiosidad el dibujo que sostenía Lucius.
-Si está bien, pero no me convence, el color le quedaría a su piel pero su cabello quedaría fuera de lugar-la rubia se tomó el mentón con delicadeza, Lucius sonrio levemente ante el gesto hecho por la menor.
-Tienes razón, se vería mejor en alguien de cabello rubio trigo o castaño claro-murmuro el rubio platino.
Narcissa parecía iluminada por la declaración de Lucius, por lo que saco una libreta y comenzó a hacer garabatos rápidamente-¡es cierto! Ese lo hice pensando en Lupin, lo había olvidado-murmuro concentrada, mientras sacaba otras cosas y empezaba a colorear el garabato que había hecho.
Regulus reprimió el escalofrió de pensar en Lupin con el vestido que estaban viendo desde hace un rato. Lucius alzo una ceja imaginándose a Lupin con el vestido rosa pálido -se vería bien si tuviera el cabello largo-Black le dirigió una mirada asustada a Malfoy, que había hablado con su siempre, voz seria y medio aburrida.
Los curiosos ojos azules de Narcissa lo miraron de nuevo-con una peluca-menciono con una sonrisa bonita la rubia-todo se puede-les guiño un ojo-por ejemplo, miren esto-la rubia se acomodó mejor unos cabellos que habían escapado del lazo verde que llevaba puesto. La muchacha se puso de pie con un aura de autosuficiencia que no le daba buena espina a Snape.
-¿Qué mierda es eso?-la voz de Snape murió al ver la mirada amenazante de la rubia.
-Sería bueno probarlo-Severus fulmino con la mirada a Regulus, que le dio una mirada, divertido.
Severus observo con indignación el dibujo de lo que parecía ser él-debes estar bromeando-soltó el pelinegro.
Narcissa negó mientras se ponía de pie-no seas amargado Sev, sé que te verás genial-explico extasiada.
-¿Qué es esto?-Lucius había tomado entre sus manos su libreta color azul. Narcissa había palidecido cuando vio a Malfoy con su libreta personal, y como cualquier persona a la que se le es amenazada su privacidad, básicamente lo tackleo, dejando al mayor tumbado en el piso mientras ella le arrebataba el libro, aun sobre él.
-No sabía que eras ese tipo de persona-murmuro divertido Malfoy viendo como la chica enrojecía.
-¡Cállate Lucius!-bramo la de ojos azules avergonzada mientras hacia el ademan de levantarse.
-No tengo apuros en que te muevas Cissy-menciono el rubio con una sonrisa encantadora. La muchacha se puso de pie de un brinco, mientras murmuraba rápidamente un hechizo para juntar sus cosas y salir rápidamente del lugar después de dar un portazo.
Regulus y Severus se miraron por un momento sin saber que decir, mientras miraban como Lucius se ponía de pie, aun con la sonrisa divertida asomando sus facciones-¿Qué era lo del cuaderno?-se decidió a preguntar Black.
-No creo que quieras saber, Regulus-Lucius se sacudió con desinterés el pantalón.
No supieron el porqué, pero decidieron no preguntar nada más, de cierta forma no les daba mucha confianza saber qué demonios tenía Narcissa en ese cuaderno.
-¿Y cómo estuvo tu platica con Thompson?-cambio de tema el mayor.
Snape alzo una ceja extrañado por la pregunta-supongo que bien-Lucius y Regulus se miraron por un rato, extrañando más a Severus.
-Debo irme-suspiro Malfoy mientras caminaba hacia la puerta-la ronda comenzó hace un rato, seguro McGonagall me dará una perorata por un rato-bufo un poco el rubio mientras se iba por la puerta después de hacer un gesto desinteresado con la mano.
-Yo también me voy, buenas noches Severus-dijo el menor mientras se iba.
Snape suspiro mientras se acostaba sobre su cama con un gesto de cansancio en sus facciones-¿Por qué demonios les sigo hablando?
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James se puso de pie completamente decidido-¡Señor Potter!-bramo Madame Pomfrey intentando que el chico se quedara en cama.
-¡Necesito ir a clases!-el muchacho empezó a ponerse apurado la camisa, ignorando a la mujer que lo miraba con el ceño completamente fruncido.
-¡Vuelva a su cama!-demando la enfermera.
-¡Claro! ¡Iré a la de mi Sala Común!-el castaño se puso los lentes rápidamente mientras salía corriendo todo lo que daban, sus todavía entumecidas piernas. Necesitaba ir a clases, pero primero debía arreglar un poco su deplorable apariencia.
Siguió corriendo por los desiertos pasillos con una sonrisa asomándose por sus labios, no le importaba lo demás, lo había pensado tanto, no había podido dormir nada. A decir verdad, pensó y analizo su situación hasta las 3 de la madrugada, a partir de ahí decidió que no le importaba que fuera Severus o que fuera hombre o que estuviera en Slytherin, su corazón latía demasiado rápido y dolorosamente, que resultaba imposible el siquiera intentar ignorarlo por más tiempo. Así que había llegado a la conclusión de intentarlo, ahí estaban la razón de sus otras 3 horas de desvelos, como conquistar a un hombre, más específicamente a un hombre Slytherin llamado Severus Snape, todavía seguía sin saber cómo, pero lo intentaría o se dejaba de llamar James Potter.
Siguió corriendo con una sonrisa tonta en la boca mientras ingresaba rápidamente a la Sala Común de Gryffindor y después a su habitación, busco con rapidez su uniforme, frunció el ceño al verlos totalmente arrugados, tomo el que estuviera más aceptable y se metió en el baño. Cuando salió se vistió intentando contener la ansiedad, con esfuerzos pudo peinar un poco su cabello, se seguía viendo algo desordenado pero de una forma casual. Sonrió satisfecho viendo su reflejo en el espejo, se echó algo de perfume y salió del baño. Remus lo miro con un rostro de extrañeza, James ensancho su sonrisa.
-Los veo abajo, Moony-no importaba, ese iba a ser un día. Estaba lleno de positivismo.
Remus asintió todavía medio dormido medio extrañado por la actitud de Potter.
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Sirius gruño una maldición cuando la luz le dio en la cara, se sentía jodidamente fatal, no había podido dormir nada y Remus seguía enojado con él. En verdad había intentado hablar con este pero las palabras habían muerto en su boca al ver la mirada del prefecto. Peter simplemente se acostó en su cama al sentir el ambiente tenso, no había preguntado absolutamente nada.
Black suspiro con frustración mientras se ponía de pie con intenciones de comenzar ese día, que sinceramente le parecía una mierda, en todo el sentido de la maldita palabra.
Se vistió con cierto fastidio. Salió del baño con una mueca no muy bonita en el rostro, tenía un dolor de cabeza infernal, seguro por la falta de sueño. Suspiro frustrado, en toda la noche no dejo de pensar en el asunto de Snape, era estúpido el seguir negándolo, era obstinado pero nunca fue idiota.
Ahora su problema radicaba en el que no sabía qué hacer, por más que le dio vueltas al asunto no encontró una respuesta que lo satisficiera, así que ahora estaba en el Gran Comedor, con un humor de los miel demonios, con sueño, dolor de cabeza, y con una incertidumbre cuanto a su sexualidad, en definitiva no fue muy buena hacerle la inocente bromita del traje de sirvienta a Snape. La mirada del de ojos grises brillo con cierto deseo al recordar la apariencia del pelinegro, su mirada se dirigió automáticamente al lugar que ocupa este en la mesa, lo encontró como siempre, junto a Regulus y Malfoy comiendo. Alzo una ceja extrañado al ver como Snape parecía avergonzado por algo, un suave sonrojo se posó en la pálida piel del Slytherin, “tentativamente lindo” pensó con una sonrisa en los labios el de ojos grises. Extrañamente ya no se sentía molesto.
Se puso de pie al ver que los tres Slytherin tenían intenciones de irse, casi fue un impulso involuntario el empezar a seguirlos. Claramente no sabía que James también caminaba a su lado, tan interesado como estaba en intentar escuchar lo que decían los otros tres.
-Eso no es cierto-la voz de Snape se escuchaba totalmente avergonzada aunque su rostro parecía indignado e irritado.
Lucius le dio una mirada de aburrimiento-míralo como quieras Sev, pero eso es una cita.
Regulus hablo antes de que Snape lo hiciera de nuevo-se supone que irán todo el día a Hogsmeade ustedes solos, ¿verdad?-el de ojos negros asintió-bien, te comprara cosas, ¿no?-otra vez el pelinegro volvió a asentir con la cabeza-se citaron también-Regulus suspiro-Sev, eso es básicamente una cita con Thompson, no importa cuántas vueltas les des al asunto, es una cita y punto-finalizo Regulus con un tono cansado.
Algo dentro de Sirius se alteró, sus ojos se abrieron sorprendidos, los celos comenzaron a burbujear en su interior. ¡Le importaba una mierda todo! Snape era solo de él, se encargaría de eso. Se fue dando fuertes pisadas y con una maldición en la punta de su lengua.
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James se mordió el labio algo consternado por lo de la cita, negó con la cabeza, no importaba Severus le gustaba y no se iba a rendir, su corazón se retorcía de solo imaginárselo con Thompson. Camino con tranquilidad, aun detrás de los otros, después de todo iban por el mismo rumbo y así podía ver un poco más a Severus. Sonrio levemente, conquistaría a Severus Snape.