CAP 2: SHIZU-CHAN ASOBI MASHOU?
flash back
Las turbinas rompían la barrera del sonido, por la ventanilla solo podía verse una ciudad en noche y un montón de luces de neón encendidas, sonrió como si se burlara para después volverse a apoyar contra el asiento. Por maldita que fuera su suerte nunca pensó que a tal extremo, viajando en clase económica cortesía de su inútil secretaria Namie y con un compañero que no dejaba de mirarlo como un bicho raro, el azabache resoplo y se acomodó lo mejor que pudo para mirar por la ventanilla dibujando sobre el cristal el nombre que se sabía de memoria
- Que te parece Shizu-chan he venido a jugar –canturreo por lo bajo, temiendo ser escuchado por el tipo aquel de gafas oscuras y morena melena
Como era de esperarse además de Namie nadie se apareció para recibirlo, aunque hubiese preferido irse solo a un hotel: la cara de pocos amigos que traía Namie, le decía que ser una secretaria eficiente no es lo mismo que ser una secretaria feliz; y no era buena idea llamarla a las cuatro de la mañana. Sin mayor formalidad la saludaba con una mano agitándola con desgano, mientras arrastraba su equipaje con la otra; esa valija negra con rueditas había visto el mismo mundo que él; pero en ese momento se reconfortaba con estar de nuevo en casa.
- ¿dormiste?
- ¿En un vuelo? ¡Imposible! –miraba a su alrededor, buscando al sujeto que desde que aterrizaron parecía seguirlo- además sabes como soy
- ¿No me digas que ya tienes problemas? –la mujer arqueo una ceja expectante de la respuesta, su jefe sí que no sabía medirse; ni en ese, ni en otro continente
- Impresionante –sentencio, felicitando indirectamente, al menos no era tan tonta como creía pensó- Oye…. ¿paso algo mientras no estaba?
- Quieres saber si alguien pregunto por ti ¿es eso?
- Arregle todo lo que tenía pendiente –dijo, pretendiendo fingir no haber entendido a la mujer- pero siempre surgen imprevistos
- No te preocupes, la monstruosa cabeza de tu oficina sigue ahí ¿cuento tiempo piensas quedarte?
- No dije que me iría –sabiendo que una vez le había dicho que no pensaba volver- la situación por la que me fui, ya… la resolví
- Conseguiste lo que querías –medito Namie, bajando la cabeza y murmurando para sí- Izaya dime, ¿aún quieres seguir jugando este juego?
- Consigue un taxi
La adormilada secretaria dejando solo al moreno se fue a cumplir el mandado, entre tanto Izaya jugueteaba con un medallón que tenía la cadena rota.
Una de las mejores sensaciones de la vida es poder tumbarse contra la cama, eso pensaba Izaya respirando profundamente el aroma de su almohada, nada había cambiado tal y como Namie le había dicho; todo seguía en el mismo lugar, eran las seis y se avistaba la frontera roja entre el alba y el nuevo día; pero eso no importaba cuando los parpados pesaban y el sueño ganaba a la voluntad
El día apenas empezaba y ya sentía como si hubiese sido el más largo de la historia de la humanidad.
En otra parte del edificio de Izaya, Namie, que bajaba las escaleras pensaba para sus adentros el no haberle dicho nada sobre aquel “incidente”
- …bueno, es mejor así, se le alborotaran las hormonas si sabe que Shizuo vino a buscarlo- apretó con fuerza las carpetas que traía entre manos, de aquellos papeles importantes que su jefe revisaría más tarde- esa pequeña sabandija que cree que puede jugar con el mundo y ni siquiera entiendo sus propios sentimientos
fin flash back
- Oye Izaya, Izaya!!
- Maldición, ¡no grites Namie!! –han pasado ya dos meses- ¡Haces que me duela la cabeza! –dos meses desde que volví a Ikebukuro, justo en verano- Ya deja eso Namie, vuelve después- y tres días desde- Solo me molestas –ese incidente con Shizuo
- Luego no te quejes de que no hago mi trabajo
- Cállate, además hoy solo quiero… -esa mujer se veía molesta cuando salió, pero me da igual- jugar
Ayer, simplemente no tenía ganas de nada, eran como las cinco y el sol todavía iluminaba la azotea de mi edificio, era bastante inusual de mi parte estar sentado en el piso de la azotea viendo cómo se escondía el sol, pero bueno, ese día no había sido para nada común.
De no ser por Namie seguramente muero congelado, se lo agradezco de algún modo, aunque ese momento le regañe por despertarme, no tengo idea de cómo llegue hasta la azotea cuando apenas podía moverme, tampoco tengo idea de cómo me quede dormido, pero lo que si tengo claro es sobre ese sueño, que más que un sueño era un recuerdo. Creía que lo había olvidado por completo, pero al parecer acabo de recordarlo, la razón por la que volví a Ikebukuro.
Esto es tan divertido que me enferma.
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Desde la mañana el teléfono no ha dejado de sonar, apuesto a que es Tom, al final decidí que el día de hoy no saldría de esta habitación, el sólo pensar en todo lo que paso ayer hace que mi cabeza de vueltas y escuche esa voz… por eso prefiero ahogar mis pensamientos con el sonido del teléfono y tratar de olvidar de una vez por todas lo de ayer.
Eso es imposible.
Vuelvo a encender el televisor buscando cualquier cosa que me cambie el humor, tumbado sobre el sofá cubriendo mi rostro con el antebrazo; me siento como un robot con el control remoto cambiando de canal a cada dos segundos, básicamente los canales transmiten lo mismo, al parecer Kasuka ha vuelto, es extraño que no me haya dicho nada al respecto supongo que ya no es necesario que lo haga, después de todo él también tiene sus propios asuntos.
Sé que dije que dejaría sonando al bendito teléfono pero ya me harto, desgraciado aparato con tan buena suerte tengo que no encuentro nada mejor para lanzarle que una almohada.
- ¿Are? ¿Shizu-chan? ¿al fin contestas? ¿Shizu-chan estas ahí?
¡Esto es malo!!! La maldita almohada descolgó la bocina del teléfono, ¡¡¿¿por qué está llamándome esa sabandija!!?? Debo tranquilizarme simplemente, solo esperare a que cuelgue eso es todo…
- Shizu-chan sigues ignorándome!!! Ah, ya veo, si no sales ahora comenzare a gritar-
Al fin colgó, ¿a qué se refería con gritar? Por mí que haga lo que le venga en gana, eso no me afecta para nad-
- ¡¡SSHIZU-CHAANN VAMOSS A JUGAR!!! ¡¡SHIZUU- CHANNN VAMOSS A JUGARR!!!
¿¡¡¡Qué???!!! Me asome por la ventana, para descubrir a Izaya saludándome desde abajo, que le sucede a ese lunático, creo que ya me respondí, en todo caso debo hacer algo rápido
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Bajó corriendo por las escaleras, no tenía la paciencia para esperarse al elevador y su musiquita de relax, como nunca en su vida corrió cuatro pisos abajo para después tumbar al moreno contra la acera y taparle la boca.
- Buena forma de saludar –inquirió sarcástico el informante- No esperaba menos de Shizu-chan
- Levántate o me multaran por tirar basura al piso
- Es tu culpa, me duele el cuerpo así que ayúdame –aun en el piso estiraba una mano- ¡rápido!
- Acaso eres un niño, ¡levántate solo!
- Quien sabe… a lo mejor podría quedarme aquí a descansar
Al final Shizuo no pudo hacer otra cosa que seguirle el juego y arrastrarlo a otro lugar donde no hubiese tantas personas.
- ¡A que viniste!
- ¿Are? Creí que me habías escuchado –busco el móvil en su chaqueta para después enseñarle la pantalla al más alto- vine a jugar
- ¡Maldita pulga! ¡Explícate! –en la pantalla se mostraba una imagen del idol que Shizuo tenía por hermano- ¡¡Si te atreves a hacerle algo a Kasuka!!-
- Solo es un juego, no te preocupes solo es un juego –canturreo guardando su móvil- Verdad o reto, digamos que es el nivel uno
- ¡¡¡¿nivel uno de que estas hablando?!!!
- Las estrellas de ahora son bastante acosadas, todo marcha bien y de pronto un pequeño rumor acaba con todo, es bastante cruel el mundo del espectáculo ¿no lo crees Shizu-chan?
- A qué viene eso –se impacientaba procurando solo apretar los puños y no darle un derechazo al moreno
- Por ejemplo, no sería bueno que el amado Kasuka se viera envuelto en uno de esos escándalos familiares, ya sabes sobre su hermano y su extraña vida privada, comienzan esto y termina en aquello como decirlo…
Shizuo que ya no toleraba una sola palabra sostenía del cuello al más bajo, a pesar de ello inconscientemente se contenía de apretar muy fuerte
- Eso es todo lo que venías a decir –gruño amenazante- creo que si te mato todo se resuelve ¿o no?
- Imagine que dirías algo así. Por eso me tome la libertad de dejar esta información a un reportero amarillista, el tendrá su noticia del día y yo mi dosis de diversión
- ¡¿Entonces qué quieres?! –dijo soltándolo- Si todo está resuelto porque viniste a negociar
- Quien sabe… probablemente el reportero ese, tenga un… “desafortunado” accidente, o algo así… Pero quiero algo a cambio
- verdad o reto ¿cierto?
- Parece que entiendes
- ¿y qué quieres?
- Pues veras….
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Desde siempre supe que aquello solo fue para manchar mi orgullo, pero aun así no entiendo cómo puede actuar tan casualmente como si no hubiese pasado nada de nada; era de esperarse, creo.
Por eso siempre me sorprende, alguien como él no puede ser humano, es un simple monstruo.
- Tengo una… pre-gun-ta
- ¡Hazla rápido!
Habla muy confiado, como si fuera a preguntarle sobre el clima o su color favorito, idiota, como no puede darse cuenta de las circunstancias, a veces pienso que es demasiado ingenuo como esos perdedores que siguen sin dar su primer beso.
Como sea, si su plan es acabar con esto rápido por mi está bien, aunque ya veremos si es tan fácil como cree.
- Como decirlo mi pregunto es muy simple
- ¡¡Te dije que la hicieras rápido!!
- ¿Lo disfrutaste? –vaya expresión, realmente honesta- lo de ayer ¿lo disfrutaste?
- F-fue asqueroso
- Humn… Titubeaste –me decepciona pensé que al menos podría darme una buena mentira- Bueno da igual, solo era una pregunta
Vaya, vaya. Nunca pensé que fuera tan irresistible, hasta me hace gracia, con esto lo confirmo, este será un juego interesante; por ahora ya tengo suficiente será mejor que me vaya, de todos modos tengo que llamar por el desafortunado accidente del reportero
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- Shizu-chan… te dije que cumpliría con mi parte del trato.
Porque hago esto, en verdad que su cercanía es peligrosa, antes de que me diera cuenta mi cuerpo ya se había movido para retener a Izaya, con mi derecha lo abrazo inclinándome un poco para susurrarle al oído, enserio que comienzo a sentir como todo se vuelve confuso
- Izaya tu aroma…. Apestas
- ¿eh? ¡deja tus idioteces y suéltame!!!
- No quiero
Esto, ¿esto es a lo que llaman dejavu?
Lo dicho antes, mi cuerpo se mueve solo, como guiado por una droga comienzo a morder el cuello de Izaya, ¿por qué? ¡Por que! ¿¡Por qué si me dije a mi mismo que era algo asqueroso!? ¡¿Por qué vuelvo a hacerlo?!
- Mgnh… S-Shizu-chan… suéltame… alguien podría venir…
- No te pedí tu opinión
- N-no d-dijiste que era-a asqueros-o ahh….
Estoy seguro que todo esto es parte de su plan, el morderse un dedo para no gemir, el sonrojarse de esa forma y lucir tan indefenso, ¡absolutamente todo! Debe ser parte de su red de mentiras, desgraciadamente y aunque me dé cuenta no puedo evitar caer en su trampa, es más fácil dejarse llevar
- Lo dije, y es cierto
- E-entonces…?
- Te estoy castigando, por tratar de chantajearme
Con ambas manos, trata de liberarse, pensé que era más fuerte; pero creo que al igual que la otra vez parece no tener fuerzas. Decido soltarlo para ver de más cerca ese sonrojo, será solo idea mía o la pulga luce adorable
- No te entiendo, ¡maldito bastardo!!!
No puedo evitarlo, sus reclamos no le van con esa carita sonrojada, ni siquiera puedo prestar atención a lo que dice, mis cinco sentidos están enfocados en su aspecto. Solo por eso, yo Heiwajima Shizuo soy de lo peor.
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- Entonces, ¿quisieras seguir con este juego? –agrego ladeando la cabeza esperando que su rostro recuperara su color natural- ya sabes un simple juego de tira y afloja… algo así sería divertido
- Parece que lo disfrutas
- ¡Por supuesto! –volviendo a mirarse frente a frente- ¡Yo seré quién gane!
- ¿Y? –interrumpió el rubio- ¿Cuáles son las reglas?
- Ya veré, conforme a la situación –indico con su mano- nivel 1 verdad o reto, yo gane 1-0 ¡realmente eres malo para eso Shizu-chan!
- ¿y qué sigue?
Izaya solo sonrió con malicia
- ¿Cómo gano?
- Tienes que hacer que diga algo que tú quieres
- Por ejemplo mi deseo es que digas: “Soy un ser unicelular lujurioso con serios problemas psicológicos” o algo así
- ¿entonces puede ser cualquier cosa?
- Claro, cualquier cosa.
- ¿y el premio? –insistió el guardaespaldas- ¿Qué obtengo si gano?
- Un deseo
- ¿un deseo? –repitió incrédulo arqueando una ceja, con esa sexy voz ronca
- Puedes desear que me vaya para siempre por ejemplo, o un millón de yenes, no lo sé, un deseo es un deseo –el moreno aun sostenía el móvil en su mano mientras hablaban, después de todo debía llamar a ciertos asesinos a sueldo
- Dame eso –Sujetando el teléfono de Izaya parecía que escribía alguna cosa para después mostrarle el mensaje al otro- Hare que digas estas palabras exactas
- Eso es soñar muy alto pero es tu decisión, me voy Shizu-chan
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Shizu-chan luce demasiado confiado, pero es él y no yo quien está más expuesto, de ninguna manera diría algo como “Shizuo te necesito” eso es demasiado irreal. Puras estupideces