-Hace muchos años, las cuatro ciudades vivían en armonía pero todo comenzó cuando la ciudad del Norte atacó, el presidente, que era el único que podía hablar con las cuatro ciudades, cuando más se le necesitaba, desapareció.-
-Tampoco es la leyenda del pelón ese, cuénteme la verdadera historia, de principio a fin, yo ya le conté todo lo que en realidad pasó-
-Está bien… le quitas toda la emoción… cof cof amargada cof cof-
Margaret estaba por contarme toda la historia… la verdadera historia. Se preguntaran que es lo que ha pasado… pues luego del capítulo anterior, pasaron unas 11hrs, hoy no asistí a la escuela, mi princesa fue solita… le he contado todo a Margaret, el asesinato, lo de la inyección, Marcelo, etc.
Por fin sabré lo que en realidad pasó.
-Bueno, te contaré la historia de una vez por todas-
-Hace cientos de años, existía una sola ciudad, se hacía llamar “La ciudad Central”, digamos que desde ese tiempo las personas ya tenían tumores en su zona de imaginación. En esa ciudad coexistían los 3 grupos sociales, la clase baja, la media y la alta.
Todo era paz y armonía pero todo eso concluyó cuando iniciaron las elecciones para presidente, todo ocurrirá con normalidad pero una vez todo eso finalizó, el nuevo presidente, un tal Ricardo de León, comenzó a subir los impuestos, el pobre se hacía más pobre y el rico más rico, esto no le gustó a los de baja estirpe, empezaron con huelgas, inofensivas pero el presidente mandaba policías a “detener” las amenazas contra la ciudad, las autoridades golpeaban o torturaban a los rehenes, los de clase media no se metían en nada, solo eran espectadores del caos que amenazaba a La ciudad central.
Las pequeñas huelgas se convirtieron en ataques de vándalos contra el palacio municipal, luego en ataques con bombas caceras, para finalmente convertirse en una guerra, donde todos, incluso los mirones, resultaban afectados… al final, la guerra no sirvió de nada, no se sabía quién era el vencedor en esa batalla que cobró miles de vidas inocentes, la muerte no se detuvo a ver si la cuna era de oro o de cartón, los ricos tenían más armas y eran mucho más listos pero les faltaba algo que a los harapientos les sobraba, valor y un poco de droga, la ciudad quedó destruida, todos se dispersaron, las pocas personas de clase alta viajaron al norte de país, la de clase media, al no haberse metido en la guerra, eran el triple o cuádruple que los demás, se dividieron en dos grupos, unos fueron al este y otros al oeste y al final los de clase baja, se fueron al sur.
Cada grupo creó su propia ciudad, los del sur, no eran tan unidos como los del este u oeste, en esa ciudad, cada quien se rascaba con sus propias uñas, los que querían sobrevivir, se marchaban en caravanas a los vestigios de la ciudad madre y algunos robaban en las otras ciudades- Eso es verdad, cuando era pequeña me marché en una caravana a la ciudad del oeste, fue ahí donde conseguí mi amada consola y el libro.
-Pero cuando yo viajé hasta esta ciudad, no vi ninguna ruina, solo desierto, además cuando era pequeña e iba en las caravanas, jamás vi nada-
-Eso es porque las frecuentes tormentas de arena sepultaron la ciudad, ahora déjame seguir con mi relato-
-Lo siento, continúe por favor-
-Bueno… como te iba diciendo… luego de todo eso, las poblaciones fueron creciendo, en especial la del norte, ellos querían ser la ciudad dominante, pero al final solo acabaron en una caída económica por sobrepoblación, enfermedades, etc. Fue un año negro para ellos.
En fin, lo que a ti te interesa saber es cómo fue que conocí a Marcelo… pues bien… yo soy de la ciudad del norte y NO ME INTERRUMPAS, puedo ver que quieres preguntarme un sinfín de cosas, pero escúchame y todas tus dudas se solucionaran… Marcelo… era un amigo de la infancia, a él le apasionaba mucho las ciencias, era el mejor en manipulación del ADN y yo era la segunda mejor, los dos conseguimos un trabajo en los laboratorios del gobierno, el presidente quería una fórmula que mejorara las capacidades del ser humano, digamos que a nuestros 20 años y nuestra poca experiencia en la manipulación de ADN humano, no era la mejor combinación, nosotros solo sabíamos sobre el ADN animal, cosas como, una rana transparente o un gato con apariencia de ocelote y jaguar, etc. A Marcelo se le ocurrió experimentar con el ADN de un lobo, quería combinarlo con el ADN humano, pasó 1 año de investigación y al fin estuvo listo o eso pensábamos, la sustancia fue aplicada al mejor amigo de Marcelo y mi esposo… Leonardo, para ese entonces yo estaba embarazada de Claudia, tenía unos 3 meses de embarazo, la sustancia no funcionó bien y lo convirtió en un lobo pero nunca pudo regresar a su forma humana… solo duró vivo 1 semana, el presidente al enterarse, quiso que siguiéramos a delante, y esta vez el conejillo de Indias sería mi pequeña, me negué rotundamente pero me encerraron, esperaban a que mi niña naciera para inyectarle la sustancia, el imbécil del presidente pensaba que entre más joven mejor.
Él me ayudó a escapar, creamos papeles falsos y me mudé a esta ciudad, el pobre de Marcelo se mudó a la ciudad del sur y por lo que veo consiguió completar su fórmula… al aparecer no recuerdas nada de lo que pasó ese día-
-¿Qué día?- Estaba confundido y mi cabeza casi explota de tanta información y más que nada de la ira, al saber que posiblemente hubieran matado a mi princesa por culpa de un hijo de puta avaricioso.
-El día que Marcelo desapareció, el día en que te separaste de el-
-No, no recuerdo nada, solo recuerdo despertar en el barrio donde crecí.-
-Ese día, los de la ciudad del Norte se enteraron de que Marcelo seguía con vida y lo fueron a buscar, afortunadamente solo se enteraron de que el experimento fue completado con éxito y no supieron nada sobre ti o de mí, él se encargó de borrar todo rastro de la formula, el laboratorio, de ti y de él, me envió una carta ese mismo día, me contó todo lo que hiso con tu ADN y lo grandioso que podría ser, en la carta no decía tu nombre solo pedía que te encontrara y te cuidara, por asares del destino te encontré… que pequeño es el mundo, ¿no lo crees?... eso es todo lo pasó, es mejor dejar el pasado atrás y seguir adelante.
-Supongo que tiene razón… lamento lo de su esposo… me tengo que ir, voy a buscar a la señorita Claudia, luego regreso para comer con ustedes.
-Está bien… cuál es tu color favorito.-
-El azul y sus derivados… por qué la pregunta.-
-Por nada, ya vete que si no Samuel la traerá a casa-
Salí disparada de la habitación, ese hijo de su madre no la llevará pero ni al portón de la escuela. Corrí hasta la escuela, solo para darme cuenta que faltaban unas 3 o 4 horas para que salieran.
Mientras Margaret le contaba todo a Karolina, esto pasaba en el receso de las chicas.
Narrador
Todo transcurría con normalidad, Claudia se quedó en el salón porque se le olvidó hacer la tarea de matemáticas, Octavia caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, rumbo al árbol donde se suele juntar con sus amigas, todo pasaba normal pero de repente de un salón que hace mucho no ocupaban, salió una mano y la arrastró dentro de este, le tapó la boca para que no gritara y luego de que se tranquilizara la soltó, encaró a su secuestrador y se topó con nada más y nada menos que con Raúl, iba a decir algo pero el peliverde la acorraló contra la pared.
-Sabes pulga, te traigo unas ganas desde hace días y hoy aprovechando que esa cobarde de Claudia ni ese par de semáforos ambulantes te acompañan… te aré mía, quieras o no- La mirada de Raúl estaba cargada de lujuria y perversión mientras que Octavia estaba temblando de miedo, mirando como aquel imbécil acercaba su rostro.
-¡¡¡Ayúdenme!!!!- El tipo soltó una potente carcajada mientras que Octavia sentía que colapsaría en cualquier momento.
-Nadie te va a rescatar, por estos pasillos casi nadie pasa y si pasan lo más seguro es que no te escuchen, este salón es anti sonoro-
-Pero dejaste la puerta abierta imbécil- Un escalofrió recorrió la espalda de aquel violador y los ojos de la pelinegra se iluminaron al ver a su amada Dafne detrás de Raúl.
Un fuerte golpe con un bate de béisbol dejó fuera de la jugada al peliverde, Dafne tomó de la mano a su amiga y salieron corriendo hasta quedar en la zona más apartada de la escuela, justo donde Octavia habló con Karolina.
-No te hiso nada ese pendejo verdad- La pobre chica estaba preocupada, tanto que sus ojos se le estaban cristalizando y no esperó la respuesta de la más baja ya que la abrazó protectoramente.
-No te preocupes Dafne, llegaste justo a tiempo pero… me estas… asfixiando-
-Lo siento pero cuando caminaba por el pasillo y escuché tu grito salí corriendo a buscarte, tenía tanto miedo de que algo malo te pasara… porque … yo… teamocontodamialma- Desvío la cara para no ver a la pelinegra a los ojos, la pobre muchacha estaba tan roja que un tomate era pálido a su lado, Octavia solo sonrío, aunque Dafne hablara muy rápido por los nervios, ella la había entendido perfectamente, posó sus manos en la cara de la más alta, haciendo que regresara su rostro a su posición inicial, Octavia se puso de puntitas y cerró sus ojos, Dafne tardó en entender el mensaje y agachó su cabeza un poco para poder hacer realidad ese beso que esperó durante tanto tiempo.
-Eres muy lenta Dafne- Su amante solo infló la mejillas y miró a otro lado algo molesta por la burla de su amada.
-Andando que ya van a tocar el timbre- Antes de que la otra pudiera reaccionar, Tavi tiró del cuello de su camisa y le plantó un beso, luego se la llevó jalando de la mano porque Dafne quedó apendejada con cara de idiota enamorada.
Regresando al tiempo actual, justo cuando tocaron el timbre de salida.
Perspectiva de Karolina.
RIIIIIIIIIIIIINN
Al fin la maldita campana se dignó a sonar y apenas abrieron el portón salí disparada al salón de Claudia, antes de llegar vi como mi hermanita y la garrocha salían casi corriendo, Dafne iba con cara de pendeja mientras que Tavi le tiraba de su mano… Me pregunto si así me ver cuando ande de novia con Claudia… como sea, seguí mi camino y justo cuando vi la puerta del salón mi amada salía de este, por un extraño motivo me sentí amenazada y miré detrás mío y SORPRESA, que veo al pendejo de Samuel, aceleré el paso hasta casi correr y ni tiempo le di a Claudia de reaccionar porque la cargué en brazos y salí corriendo a la salida más cercana.
Cuando al fin estábamos fuera de la escuela bajé Claudia y ella me miraba algo confundida.
-Bueno… aunque agradezco el transporte gratis… ¿Hay algún motivo para raptarme de la escuela?-
-Pues, mientras venia camino a la escuela para venir a buscarme, dije “¿Por qué no hacer sentir a Claudia como una verdadera princesa?” y pues te cargué al estilo princesa… ¿No te gustó?- Sin el acento sería un mundo diferente.
-Sí, la verdad fue un lindo detalle de tu parte y… ¿Por qué faltaste a clases hoy?- Cerebro, no me falles ahora.
-Pues me sentí un poco mal y salí a la farmacia por unas pastillas, cuando regresé ya no estabas y me las tomé pero en vez de comprar para la gripe compré somníferos y me quedé dormida hasta hace una hora y aquí estoy… por qué no dejamos ese tema de lado y nos vamos a casa, seguro y tu madre ya nos está esperando.- Claro, y luego de eso me raptaron los aliens y me hicieron una liposucción, qué pendejada le acabo de decir-
-Ok, andando, muero de hambre, se me olvidó el almuerzo en casa.-… Simplemente no puedo creer que se lo haya tragado.
El camino fue tranquilo y la comida silenciosa, platicas amenas inundaban la habitación de mi amada, me contaba cómo le había ido en la escuela, al parecer al pelos de gargajo lo encontraron tirado en un salón viejo con un chichón enorme en la cabeza, todo lo demás fue prácticamente ignorado por mí, no es que no quisiera escucharla, el hacerlo me encantaba pero, pensamientos no tan buenos llenaban mi cabeza, Samuel ya era una molestia y si me deshacía de él, a mi suegra no le molestaría pero supongo que a mi Claudia la destrozaría, por mucho que me cuesta aceptarlo, ella estaba enamorada o al menos le gustaba, dudo mucho que lo ame… eso espero.
La hora de dormir se hiso presente y nos acomodamos, ella pasó su cabeza sobre mi pecho y yo la abracé fuertemente, poco a poco caía rendida ante el sueño y yo la seguía fielmente pero Margaret asomó la cabeza por la puerta y yo como de costumbre me levanté y fui a su habitación, ella estaba mirando por la ventana como siempre, tal vez para su cumpleaños le regalaré un traje de dictador o algo por el estilo, caminé lentamente hasta estar a un lado de ella pero unos pasos atrás, ella me miró por sobre su hombro, sentí su mirada posarse en mí y un escalofrió recorrió mi espalda, luego se giró por completo hasta estar frente a mí, cara a cara.
-No te deprimas querida, ya verás cómo tarde o temprano mi hija se da cuenta de tus sentimientos- Su mirada se relajó y una sonrisa amable o más bien de lastima se posaba en sus labios.
-Eso espero… pero, para qué me llamaba-
-Para nada en concreto, solo quería algo de compañía y decirte que saldré de viaje por unos 3 o 4 días-…
-Oh… ya veo… esperare su regreso como el perro fiel que soy… buenas noches Margaret- Le hice una reverencia y me dirigí a la salida, abrí la puerta y cuando estaba a punto de cerrarla ella me dijo:
-Karolina, abstente de tomar la flor de mi hija mientras yo no esté, no quiero que por causa de tu mutación o algo raro, ella quede embarazada, nunca se sabe y si no te aguantas no hagan la tijera por favor-… que vergüenza que tu suegra te diga esto, cerré la puerta y me dirigí a la habitación de mi amada con la cara toda roja. Cuando llegué, ella estaba sentada en la cama, con su mirada posada en mí.
-¿Dónde estabas, me desperté y no te encontré?-
-Pues tenía sed y fui a la cocina por un vaso con agua, ahora duérmete anda- Me acomodé a su lado nuevamente y ella rápidamente se durmió, cada día es una nueva aventura, solo espero que ella se dé cuenta pronto, no soy del tipo paciente, si ella no se da cuenta yo aré que se dé cuenta.
Continuara…