Han pasado 2 días desde que Claudia empezó a actuar de manera extraña, está más cariñosa con migo, me dice que me quiere y casi nunca se aleja de mi lado y no me molesta en lo absoluto, yo reboso de alegría con cada instante pero… lo que me tiene extrañada es que de un momento a otro se comporte de esa manera, no sé el motivo o amenos no del todo, sé que posiblemente es porque ya no quiere nada con Samuel pero esa no es razón para cambiar de preferencias… ¿o sí?, no lo sé, Octavia y Dafne también están algo confundidas por su repentino cambio de actitud, hablando de ellas dos… olvídenlo, su relación va viento en popa, es tan perfecta que hasta parece cuento de Disney.
Hoy las clases están a punto de finalizar con una aburrida explicación del porqué no habrá clases las siguientes 2 semas de parte del amadísimo director, me pone muy feliz, al fin podré dormir toooooooooda la mañana y parte de la tarde o salir a dar caminatas matutinas sin la prisa de ir a la escuela o el miedo de que me dé una neumonía de tanto frio que hay.
Cuando al fin se dignaron a tocar el timbre todos en el salón salieron como caballos desbocados, posiblemente huyendo de la verruga del directo que por cierto, se llama Juanita, cambiando de tema, mi princesa, Tavi y la garrocha con patas me están guiando a una heladería, tal vez fue una mala idea decirles que jamás había probado un helado en toda mi perra vida.
Gracias a Luna, la heladería solo estaba a dos cuadras de la escuela ya que al llevarme a rastras casi dejo medio cachete en la calle, una vez llegamos las damiselas corrieron al mostrador como monos rabiosos, luego de pedir sus respectivas bombas de calorías, la chica del mostrador les entregó sus helados, yo me acerqué lentamente, como si me fuera a chupar el alma, cuando al fin quedé frente a ella le pedí uno de choco chips, ella me lo preparó y luego me lo entregó, lo extraño es que el cono tenía una servilleta extra, le di las gracias y ella me guiñó el ojo, me pareció cuanto menos curioso, no le presté mucha importancia y me encaminé a la mesa donde estaban sentadas aquellas finas y delicadas damas que tenían helado hasta en el escote de la blusa.
-Parece que tienes admiradoras Karolina, aquella chica te está devorando con la mirada-
-No sé a qué te refieres garrocha, simplemente me dio mi helado-
-Hazte la desentendida hermana y por favor, ya no le digas garrocha a mi novia-
-Ya cállense y apúrense a comer el helado, tengo mucha tarea-
-Tranquila Claudia, o ¿Acaso estas celosa de que otras damas le echen el ojo a Karo?- El tono burlón de Tavi provocaba que mi princesa se pusiera roja, pero cada vez tengo más esperanzas de que se enamore de mí.
-Claro que no, me voy a adelantar a la casa, se me olvidó darle de comer a Sunny- Conque así se llamaba el perro, estaba en lo correcto.
-No te preocupes, yo le di de comer antes de irme- No quería que se fuera.
-De todas maneras me voy, adiós-
Y se fue, me quedé como pendeja como 2 minutos, antes de que ese par me dieran unos empujones que si más y me tiran el helado.
-Qué esperas, alcánzala, nos vemos en dos semas-
-¿Cómo que en dos semas?-
-Sí, nosotras nos iremos de vacaciones a la ciudad del oeste, Tavi quiere visitar a su abuelita-
-Ok, entonces las veo luego y cuídense- Perfecto, ya no tengo a mi último recurso, a este paso me violaré a Claudia.
Salí corriendo en dirección a mi hogar, con la esperanza de encontrarme con Claudia en el camino pero al parecer caminó muy rápido porque ni rastros de ella, aminoré la velocidad y para mi mala suerte, al hacerlo, me tropecé con una piedra y me embarré todo el helado en la cara, maldita sea mi suerte, cuando estaba sacando una de las servilletas del cono, noté que la que aún no había sacado tenía unos números anotados, creo que era un número de teléfono… ¡¡Claro!!, lo vi en una película, usualmente las pirujas se los daban al protagonista para que les llamaran y tuvieran una noche de sexo salvaje… que asco.
Lugo de botar la servilleta a una dirección desconocida seguí mi camino, solo espero que mi princesa llegara sana y salva.
-Hola, Karolina, ¿cierto?- Perfecto, la persona con la que menos quería tener contacto.
-Hola… Samuel, qué quieres- Mi tono era tranquilo pero frio, y mi mirada estaba tan cargada de odio que hasta un ciego lo notaria.
-Vaya, creo que no caigo muy bien, pero no importa, solo te quería preguntar por Claudia, hace tiempo que no la veo- Y ni la veras animal.
-Y como para que la quieres, ella ya no te quiere volver a ver, mejor no la molestes- Técnicamente le escupí las palabras, posiblemente con veneno.
-Son cosas que no te incumben, pero veo que ya te dijo, no importa, ella es tan idiota que con que yo le diga que lo siente me perdonará-
-Retracte maldito mocoso- Estaba que reventaba de la ira, definitivamente lo molería a golpes, solo necesito unas cuantas palabras más.
-Y si no qué, tú no eres rival para mí, yo soy cinta negra en artes marciales, y puedo decir lo que se me dé la gana de esa zorra-
-Morirás mocoso- Me abalancé sobre él, su expresión era confiada, y la mía era tan sádica.
Mi primer golpe fue directo a su cara, logré borrarle esa estúpida sonrisa, prácticamente lo dejé sin labios, el intentó defenderse soltando golpes a lo loco, logró darme uno potente justo en la mejilla que tenía algo raspada por ser arrastrada a la heladería, le di un puñetazo al estómago, lográndolo dejar sin aire, me alejé un poco para ver su agonía.
-Esto será facial, eres solo un niñato- Me miraba impotente, agarrándose fuertemente el estómago, como si eso aminorara el dolor.
Me acerqué, lentamente y el intentó taclearme, pro era tan lento que lo tomé del cuello y luego lo arrojé contra un montón de escombros que estaban como a unos 10 m de distancia, a pasos lentos me dirigí a su posición y le aplasté la cabeza, el desesperadamente intentaba quitar mi pie con sus mano pero era inútil.
-Ruega por tu vida escoria, recuerda que si mueres nadie te recordará y absolutamente a nadie le importará, yo creo que ni tu mami te quiere.
-Ella sí me quería… creo-
-Patético, ruega por tu vida y posiblemente la perdone-
-Por favor déjame, me alejaré de Claudia y lamento todo lo que dije- Su voz era temblorosa y casi ni se escuchaba.
-Solo porque ahora eres un buen chico te perdonaré, pero antes- Golpee su cara repetidas veces, dejándole un ojo morado, la nariz rota y la ceja partida, sus mejillas no estaban mejor, digamos que el verde no es su color, le pateé las costillas incontables veces, posiblemente le dejé unas 5 buenas, con mis manos y con la ayuda de un pie le rompí una pierna y un bazo el lloraba, gritaba y rogaba que lo dejara en paz.
-Agradece que no te dejo estéril basura, lárgate y si dices algo te juro que te meto en un abril de ácido… lárgate-se arrastraba lentamente, parecía un gusano, posiblemente me pasé un poco, pero no tiene perdón.
Me sacudí un poco la ropa y me dirigí a casa, la pelea no tomó mucho, me contuve un poquito… bueno fui casi una santa con él, de suerte no lo maté.
Me empecé a sentir pegajosa de la cara, olvidé que me avía batido de helado, como sea, apresuré el paso y en tan solo 3 horas llegué a casita... bueno, fueron 3 minutos pero yo sentí que fue más tiempo.
Toqué la puerta ya que se me volvieron a olvidaron las llaves, esperé unos minutos pero nadie salía, volví a tocar y escuché como Claudia decía “Ya voy, ya voy”, le quitó la cadena a la puerta y abrió sin más, eso es peligroso, buscando y sea un borracho y le haga cosas horribles, a ese si lo zambullo en acido, LO MATO.
-Por Luna Karolina que te pasó, entra de una vez, traeré el botiquín- Su voz me sacó de mis sádicos pensamientos, antes de que se alejara de mí, la agarré de la muñeca y la atraige a mi cuerpo para darle un fuerte abrazo, se acaba de bañar, su cabellito está húmedo y huele a frutas.
-Para qué quieres el botiquín, solo tengo helado derretido en la cara, y un rasguño, además, con un beso se alivia- Lo sé, me estoy pasando pero siempre quise decir eso.
Le iba a decir que era broma ya que no se movía y posiblemente la hice sentir incomoda pero antes de que pudiera abrir la boca sentí sus finos labios en mi mejilla herida, dolía un poquito pero al mismo tiempo se sentía tan bien que sentía que me moría y ascendía al paraíso.
-Vete a bañar y luego ve al cuarto, necesito hablar contigo- Su tono de voz era serio así que obedecí y me dirigí a la habitación a buscar mi pijama y luego me fui a bañar, solo tardé 5 minutos en la ducha y me vestí rápidamente, no quería hacerla esperar.
Al entrar a la habitación todo estaba tranquilo, ella estaba sentada en la cama con una curita entre sus manos, me acerqué y me senté frente a ella, ella me miró un par de segundos, como analizándome y luego se acercó a mí, tomó mi cara entre sus manos y me dio otro beso en la mejilla lastimada, mi cara posiblemente parcia un tomate, luego de despegar sus labios me puso la curita cuidadosamente.
-Gra-gracias… y de qué querías hablar princesa- Estaba algo nerviosa, y no era por nada, después de todo, no se reciben dos besos en la mejilla en el mismo día… creo que solo a mí me pasa, otras deben de recibir miles y yo emocionándome por solo dos.
-Bueno, me he dado cuenta de algo muy importante, que te incumbe a ti, planeaba decírtelo más adelante pero… dadas las circunstancias, supongo que tendré que anticiparlo-
-No te quiero apresurar princesa pero, me estoy poniendo nerviosa-
-Bueno, me he dado cuenta de que yo te gusto-…
-Ah, pues si te inco-
-No lo haces, de hecho tu ta-también me gu-gustas, Karolina-…
-Ah… ¡¡¿ENSERIO?!! , digo… ¡¡¿ENSERIO?!!-AL FIN, soy tan feliz, voy a llorar, estoy llorando.
-Pero no llores- Me atrajo hacia su pecho y me estrujó, yo también la abracé y me levanté de la cama con ella en brazos y le di vueltas por toda la habitación, la deposité en el suelo suavemente ya que ella gritaba que se estaba mareando. Nos miramos a los ojos, sentí como si el tiempo ya no corriera, ella cerró sus ojitos y se puso de puntitas, agradezco ser tan alta, así puedo apreciar esta hermosa vista, me agaché un poco y uní nuestros labios en un suave beso, podía morir en ese instante, me sentía en las nubes, corrientes eléctricas se paseaban por todo mi cuerpo, ella abrió un poco sus labios y yo no desaproveché la oportunidad, metí mi lengua y exploré toda su cavidad bucal, saboreando su saliva que extrañamente sabia a fresas, sin separar nuestros labios, nos encaminamos a la cama y por “encaminamos”, me refiero a que la cargué en mis brazos y la deposité delicadamente en nuestro nuevo nido de amor, al separar nuestros labios rápidamente me dirigí a su cuello, besando y mordiendo, saboreando su dulce sabor, delicados y tímidos gemidos salían de su garganta, ella intentaba ahogarlos es su boca mordiendo su mano.
-Oigan chicas, la reunión se terminó antes de tiempo y decidí regresar a casa para…- La voz de Margaret era inconfundible, la sangre se me heló, y mis ojos parecían platos, no me asustaría tanto si solo le estuviera besando el cuello pero mis traviesas manitas se dedicaron a desabrochar la parte de arriba del pijama de mi princesa y ya se le veía el sostén, ella se intentó cubrir el escote con sus manos y yo la puse detrás de mi para que su madre no la viera.
-Karolina… a mi habitación, ahora- su tono era calmado pero firme, rápidamente salí de la habitación y me fui a la de Margaret, solo tuve que esperar unos segundos antes de que Margaret entrara y cerrara la puerta detrás de sí.
-Querida nuera, en qué fue lo que quedamos con lo del sexo antes de que yo regresara- Estaba molesta, sus ojos me lo dicen todo, voy a morir TT_TT.
Continuara.